Si hay algo genial en este mundo es la comida china. Yo soy una asquerosa bárbara: no me gustan todas las verduras, ni las cosas agridulces, ni el pescado crudo... Pero hay ciertas comidas chinas que son realmente MI DEBILIDAD: el arroz salteado y los fideos de arroz.

La primera vez que lo probé pensé que iba a ser asqueroso y hoy en día soy prácticamente adicta a ambos. Podría comer todos los días de mi vida y sin duda lo acompañaría con una milanesa. Si, lo sé, soy una gorda chancha, pero me encanta que esa comida sea FRITA.

Como tenía que comer, me instalé en la dietética de Juan a comprarle todo lo que tuviera para celiacos. ¡Y DESCUBRÍ QUE TENÍA FIDEOS DE ARROZ! ¡Casi me meo de la felicidad! Tenía en la punta de los dedos la posibilidad de obtener todo un sueño de comida china en casa, bien apta que pertenece en parte a mi oasis imaginario son gluten. 

Los compré  y planifiqué todo para hacer unos buenos fideos salteados.

JAJAJAJAJAJAJA. Tengan por seguro que yo vengo acá a narrar mis desastres, no es un conjunto de anécdotas felices. 

En primer lugar, mandé a mi abuela a rehogar zanahoria y cebollita de verdeo junto con trozos de pollo. Llegué del trabajo y la cebollita se había achicharrado, pero tenía buen sabor, estaba rico.

Comencé entonces a "ablandar" mis fideos. Tenía muy en claro que no se cocinaban. Pero después de 20 minutos esperando que se les fuera lo seco me quedé pensando si no debería haber agua caliente de por medio. ¡Y qué puede ser mejor que echarle agua y arruinarla como la mejor! Los fideos se me pasaron en cuanto los freí en la sartén con las verduras y el pollo y eso se convirtió en una tortilla de fideos de arroz.

«¡Pero seguía teniendo buen sabor, che!». Un poco salado, ¿pero a quién no le gusta lo saladito?

La verdad que hacer unos fideos salteados no es ninguna ciencia y a pesar del desastre number one que acabo de relatar, fue lo primero que pude cocinar sin tener que estar sufriendo por un resultado asqueroso. No está de más decir que esta comida también es para vegetarianos y las posibilidades de mezcla son enormes. Así qué, después de realizar el primer intento y de continuarlo con varios otros, sin dudas aprendí que, como toda celiaca nueva en este mundo, recién nacida y en pañalitos, ¡hay que aprender! 

Y los fideos de arroz salteados con cebolla de verdeo, zanahoria, huevo frito y salsa de soja se aprenden también.