Capítulo 8: "Una inesperada noticia"
El tan esperado fin de semana llego para Milk, el fin de semana eran los dos únicos días en los cuales la pelinegra podía sentirse tranquila pues no iba a la escuela y esos eran los únicos días en que ella podía dejar de sentir ese dolor que sentía dentro su corazón cada vez que se sentía ignorada dentro de su aula o que sentía las burlas, rumores en los pasillos que muchas veces la lastimaban pues la señalaban como "La nueva" o "Arribista", ella si bien se hacía oído sordos ante esos rumores no podía evitar que ellos la lastimaran internamente además desde que Lunch y Dieciocho se habían acercado a hacerle una serie de advertencias que ella no lograba comprender las chicas de su aula parecían odiarla.
Milk debido a lo inocente que era no entendía el motivo del odio que mostraban las chicas del aula cada vez que ella de casualidad se encontraba con la mirada de una de ellas pero ese odio tenía un nombre y ese era "Gokú Son".
Las chicas del aula de Milk creían que ella estaba interesada en él y estás veían en ella una rival de temer debido a su belleza, belleza que podía hacer que cualquier chico de la escuela termine olvidando sus tontas reglas y promesas que hicieron al entrar a ella y decida conquistarla y pues Gokú no podía ser la excepción, lo que las chicas del aula ignoraban era que Milk en lo que menos pensaba en ese momento era en un chico, a pesar de que el joven de cabello alborotado llamo su atención desde la primera vez que cruzaron miradas ella en ese momento no podía siquiera pensar en nada que no sea en los problemas que pasaba día a día ya sea en su casa o en la escuela.
Mansión Ox:
Una bella jovencita pelinegra se encontraba cepillándose su largo cabello negro mientras pensaba: Papá dijo que hoy saldríamos fuera a almorzar, es extraño es la primera vez que salimos fuera desde que llegamos a la capital, las veces que tuve que ir a comprar lo que me faltaba me acompaño una de las empleadas de la casa. El dice que tiene algo importante que decirme, por ello el almuerzo será fuera hoy, ello me intriga, no comprendo que podrá ser, mi padre desde hace algunos días ha estado muy extraño bueno al menos los pocos minutos que lo veo, lo e notado extraño y no solo me refiero a que no platique conmigo como antes, ahora parece no tener tiempo para mí, ni siquiera me pregunta como voy en la escuela y eso me da tristeza, a veces extraño a mamá, pero ella ya no está, esta muerta, muerta.
Los pensamientos de la pelinegra fueron interrumpidos por el sonido de la puerta.
Toc toc toc
Adelante, dijo Milk.
Señorita Milk, su padre llamo para decir que en una hora pasa por usted, decía una empleada.
¡Gracias¡ respondió Milk.
Al ver salir a la empleada la pelinegra se dirigió a su closet a sacar un vestido.
Mientras tanto:
En una oficina un gigantesco hombre platicaba con una mujer rubia.
Es lo mejor cariño, tú hija entenderá, ella no puede ser tan egoísta, tú tienes derecho a rehacer tu vida y yo a que no me sigas ocultando, no somos unos adolescentes somos dos personas adultas, decía la mujer rubia.
Lo se, solo espero que mi hija lo tome a bien, dijo el señor Ox.
Lo tomara bien, tú hija por lo que me has contado de ella es una niña muy compresiva y dulce, además de bella, de seguro le llueven los galanes, hasta se nos casa en unos años y tú pues ya no estarás solo, me tendrás a mi además me gustaría tratarla más, ser una amiga para ella, dijo la mujer rubia.
Si mi niña es muy bella y comprensiva, tienes razón ella comprenderá además creo que a mi hija le gustara tenerte de amiga, dijo el señor Ox.
Entonces cambia esa cara y vamos por Milk, dijo la mujer sonriendo.
Si, vamos, dijo el señor Ox.
Mansión Ox:
Milk se había puesto un sencillo vestido color rosa, su cabello lo tenía atada en una coleta baja y llevaba zapatos bajos.
Ella se encontraba mirando através de la ventana de su habitación el jardín mientras pensaba: Mamá, cuanto me haces falta, papá ya no tiene tiempo para mí como antes, ahora ya ni platica conmigo parece que lo estorbara, él dice que no tiene tiempo para platicar por el trabajo además hay tantas cosas que han pasado desde que vinimos a esta ciudad, yo se que tu mamita vez todo lo que sufro en esa escuela, ni pensar que ya llevo dos meses en ella soportando todo ese calvario, nadie me habla y si lo hacen solo es para burlarse de mí, las chicas de mi grupo hasta ahora no me alcanzan el guión de la obra que haremos en estos días, creo que lo hacen por molestarme o por hacerme quedar mal en ella, una obra, ¿cómo haré para hablar frente a todos si todos me miran muy feo?, además ¿qué tipo de texto escribirán para mí?, espero y sea algo que no me cause vergüenza, ya suficiente vergüenza pasare parándome frente a todos.
El sonido de un claxon saco de sus pensamientos a la bella jovencita.
¡Papá ya llego¡ pensó Milk mientras su entristecido rostro se iluminaba de solo imaginar que pasaría más tiempo del que últimamente pasaba con su padre.
La pelinegra salió a paso rápido de su habitación para darle el encuentro a su padre que se encontraba dentro del auto.
Dentro del auto:
Bajare a darle el encuentro a Milk, dijo el señor Ox.
Está bien cariño, dijo la mujer rubia mientras pensaba: Todo esto pronto será mío, en cuanto me case con Ox, me encargare de convencerlo que lo mejor para su hija y para nuestra privacidad de esposos es enviarla a un internado así yo me quedo aquí manejando todo esto y nos evitamos gastos de más con esa niña, ya cuando tenga 17 años le busco un buen candidato a esposo y la caso así me deshago para siempre de ella aunque tal vez sea bueno ir platicándole de una vez lo del internado.
El gigantesco hombre bajo del auto y espero a su bella hija fuera de el.
Mientras tanto: "Casa Son"
Gokú buscaba dentro de unas cajuelas algo cuando de repente lo encontró.
Aquí están, sabía que tenía otras, ahora el problema será subir a la terraza sin que nadie me vea, papá me lo prohibió pero ya llevo días sin verte por las tardes además los fines de semana me encanta subir a la terraza y verte podando tus flores, pensó Gokú mientras miraba unos binoculares de color azul.
El pensamiento de apuesto jovencito fue interrumpido por el sonido de la puerta de su habitación.
Toc toc toc
Adelante, dijo Gokú.
Gokú me acompañas a comprar algo que necesito y luego almorzamos por allí, aprovechando que papá y mamá salieron a almorzar con unos socios, dijo Raditz.
Está bien, dijo Gokú ocultando sus binoculares.
Entonces vamos, dijo Raditz.
Vamos, dijo Gokú dejando los binoculares sobre su cama para salir junto a su hermano de la habitación.
Casa Ox:
Milk llegaba junto a su padre con una bella sonrisa en su rostro.
Papito, dijo Milk abrazando a su padre.
Hija, iremos a almorzar a uno de los mejores restaurantes de esta ciudad, ya verás que te fascinara el lugar, decía el señor Ox.
No importa el lugar padre lo importante es que estemos juntos como la familia que somos, dijo Milk dulcemente dirigiéndose hacia el asiento de copiloto para esperar que su padre le abra la puerta.
Milk ese asiento esta ocupado, tú irás aquí, dijo el señor Ox abriendo la puerta trasera del auto.
¿Ocupado?, dijo Milk confundida.
Si hija, Mikusi esta allí, ella almorzara con nosotros, dijo el señor Ox.
¿La señorita Misuki almorzara con nosotros?, dijo Milk confundida.
Si hija, dijo el señor Ox.
De seguro no acabaste los pendientes de la empresa ¿verdad?, por eso ella nos acompañara, dijo Milk con calma.
Hija sube, en el restaurante lo platicamos, dijo el señor Ox.
Si, dijo Milk con nostalgia mientras subía al auto al tiempo que pensaba: pensé que sería un almuerzo familiar pero creo que papá lleva el trabajo al restaurante donde iremos.
¡Hola linda¡ dijo la mujer rubia.
¡Buenas tardes señorita Misuki¡ dijo Milk con una ligera sonrisa al tiempo que su padre subía al auto.
Ahora si nos vamos, dijo el señor Ox sonriendo.
Si cariño, dijo la mujer dejando desconcertada a la pelinegra.
¿Cariño?, ¿por qué llamo así a papá?, pensaba Milk.
El auto del padre de Milk salió de su mansión al mismo tiempo que de la mansión de los Son salía el auto de Raditz. Gokú iba junto a su hermano en el asiento de copiloto, el joven de cabello alborotado iba mirando por la ventana cuando vio pasar junto al auto donde él iba al auto de su vecino y dentro de este pudo ver a la bella niña que amaba en secreto.
¡Milk¡ dijo Gokú en voz baja.
¿Milk?, ¿quién es Milk?, dijo Raditz que había logrado oír lo que su hermano menor dijo.
¿Milk?; yo no dije Milk, dijo Gokú sonriendo.
Ya no mientas hermanito, es el nombre de alguna niña que te gusta, ¿verdad?, dijo Raditz.
Pues si pero no se lo digas a nuestros padres, dijo Gokú en tono de súplica.
¿Por qué acaso es alguien que no es de nuestra clase?, no eso es imposible, a la escuela que asistes solo van los hijos de las mejores familias de la ciudad, decía Raditz.
No lo digo por ello, dijo Gokú.
¿Entonces?, ¡ah ya se¡ no quieres que mamá empiece a decir que su niñito ya creció, aunque la verdad hermanito tú has crecido desde hace mucho, no creas que no sé que eres el chico más popular de tú escuela y que sales con cuanta chica linda te pide una cita, dijo Raditz riendo.
Pues si, no quiero que mamá diga eso y en cuanto a popular pues creo que es herencia de familia ¿no?, tú también fuiste muy popular en la escuela, dijo Gokú sonriendo.
Si es cierto, dijo Raditz sonriendo mientras manejaba.
En el auto del señor Ox:
Milk iba en el asiento trasero en completo silencio mientras escuchaba a su padre platicar y reír con la mujer rubia que iba junto a él.
Lo bueno es que todo salió bien y pudimos cerrar el negocio, decía la mujer riendo.
Si es cierto, dijo el señor mientras estacionaba su auto frente a un lujoso restaurante.
Ya llegamos, dijo el señor Ox quitándose el cinturón de seguridad para bajar del auto.
El señor Ox ayudo a bajar a la mujer rubia y luego a su hija, después de ello los tres entraron al restaurante y ocuparon una de las mesas que ya había apartado el señor Ox.
Una vez que se sentaron e hicieron el pedido el señor Ox miro a su bella hija y le dijo: Milk, el motivo de este almuerzo es para hablar sobre algo que me hace muy feliz y quiero compartir contigo esa felicidad, hija me volví a enamorar, Misuki es mi novia desde hace algunas semanas y yo pues quería que lo supieras porque tengo planes de matrimonio con ella.
La pelinegra quedo en shock ante la confesión de su padre, no supo que decir, solo se quedo callada mirando a su padre y a la mujer rubia que tomaba la mano de su padre.
Linda, tú padre y yo nos enamoramos, yo se que tú comprendes ello, tú también un día te enamoraras de algún chico y sabrás lo que se siente, es un sentimiento tan lindo que quieres compartirlos con todos además lo que menos quiero es que me veas como una madrastra quiero que en mí veas a una amiga, decía la mujer rubia.
Si hija, esa es la idea, con Misuki podrás hablar más cosas de mujeres que conmigo, en cuanto ella y yo nos casemos, tendrás a una amiga contigo en casa, dijo el señor Ox.
Padre si eres feliz yo también lo soy, dijo Milk con nostalgia.
¡Gracias hija¡ sabía que lo entenderías, dijo el señor Ox mientras el mesero llegaba a la mesa y colocaba sobre ella el pedido y una botella con el mejor licor del país.
Para la niña el refresco que le dije, decía el señor Ox.
Si aquí está el refresco de la niña, dijo el mesero mientras miraba de manera coqueta a la pelinegra que ni siquiera lo miraba.
Hagamos un brindis, por nuestra futura familia, dijo el señor Ox levantando su copa.
Salud, dijo la mujer rubia topando su copa con la del gigantesco hombre.
Milk no dijo nada solo bebió su refresco mientras pensaba: Está fue una noticia que no esperaba, papá se volvió a enamorar, la señorita Misuki no se ve mala persona y si hace feliz a papá yo también seré feliz, solo espero que a partir de ahora las cosas cambien que papá vuelva hacer el de antes conmigo.
Durante el almuerzo la pelinegra consumió sus alimentos en completo silencio los únicos que hablaban eran su padre y su novia, Milk solo los escuchaba pero no se atrevía a intervenir en la plática.
Luego de un par de horas, el señor Ox llevo a la pelinegra a su casa y la dejo allí y él fue a dejar a su novia a su casa.
La pelinegra subió a su habitación, saco su pequeño diario de su mochila, un bolígrafo y se sentó sobre su cama a escribir en el.
Querido diario, hoy mi padre me dio una noticia que nunca pensé que escucharía en mi vida, papá se volvió a enamorar y hasta piensa casarse, yo pensé que papá solo amaría a una sola mujer, a mi madre pero veo que me equivoque, no quiero ser egoísta, se que él merece buscar su felicidad, rehacer su vida pero no puedo evitar sentir este dolor que siento, no puedo..................
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