Ya habían pasado tres semanas desde que la pelinegra asistía a su nueva escuela, tres semanas que para ella fueron un verdadero tormento, no solo en la escuela sino también en su casa, si en la escuela tenía que soportar la indiferencia de sus compañeros quienes la ignoraban, no le dirigían la mirada ni el saludo, en su casa estaba casi pasando lo mismo, desde que su padre empezó a trabajar en la empresa que había puesto en la capital en sociedad con otros amigos este pareció alejarse de su hija por estar pendiente de sus negocios. Milk los días de semana no veía a su padre durante el día o la noche, los fines de semana que eran los únicos que el estaba en casa, se la pasaba encerrado en su despacho revisando documentos, no hablaba con Milk a las justas le contestaba el saludo y los últimos días la pelinegra había notado que su padre llegaba a altas horas de la noche y aparentemente muy feliz, lo extraño era que su padre parecía no querer confiarle el motivo por el cual estaba últimamente tan contento, los pocos minutos que pasaban juntos, miraban alguna película o le platicaba de cómo iban sus negocios, eso si para nada le preguntaba como le iba en la escuela y la pelinegra por vergüenza a decirle como estaba siendo tratada prefería callar y tampoco hablar de ello.

Para suerte de Milk en esas tres semanas los maestros solo habían asignado trabajos individuales y del único curso en donde trabajaría en equipo aún no le asignaban trabajos, ello le dio tranquilidad a Milk pues sentía temor de reunirse con los chicos y chicas de su grupo ya que ninguno de ellos le dirigían la palabra al igual que ningún alumno del aula.

Pero la dicha de la pelinegra acabaría en esa nueva semana ya que lo que ella tanto temía esa semana se daría.

Escuela Dragón:

Un hombre que estaba vestido con un elegante terno se dirigía a su grupo de alumnos.

Y ese es el trabajo que harán en grupos, decía el maestro.

En grupos, dijo la pelinegra mentalmente mientras sentía su cuerpo temblar de solo imaginarse junto a los cinco jovencitos con los que tendría que reunirse y que parecían odiarla sobre todo las chicas, pues ellas la miraban con recelo cada vez que sus miradas se encontraban con la de ella.

El momento que esperaba llego, dijo Dieciocho haciendo tronar sus dedos.

¿Por qué dices eso amiga?, es cierto que no es como nosotras y que debamos serle indiferentes pero tú pareces odiarla, dijo Bulma.

Así es, dijo Dieciocho.

Pero ¿por qué?, si hasta ahora no nos ha hecho nada, dijo Bulma.

Es cierto pero creo que tenías razón ella es un riesgo además a los líderes de la escuela no les gustara nada saber que ella aún sigue en el aula, dijo Dieciocho.

Si es cierto, dijo Marón.

Dieciocho dime algo, ¿a poco le gusta mi Vegui?, dijo Bulma preocupada y a la vez celosa.

No, claro que no, no se si le gusta pero una vez la encontré mirando a Gokú, dijo Dieciocho celosa.

¿Al bombón?, dijo Lunch furiosa.

Si, dijo la rubia.

Pues no te preocupes amiga, como dijiste el momento que esperábamos llego y por suerte llego de la mejor manera, con la creación de una obra de teatro y se me están ocurriendo muchas ideas para hacerla entender que ella debe largarse de aquí, dijo Lunch riendo.

Mientras las chicas platicaban un par de apuestos chicos hacían lo mismo.

No lo puedo creer ¿por qué al maestro se le ocurrió que hagamos una obra de teatro?, decía Vegueta.

Que se yo, lo único que espero es que no sea nuevamente yo el personaje central, decía Gokú lamentándose mientras el maestro daba las pautas del trabajo en grupo.

Minutos después:

El maestro les pidió a sus alumnos que se reúnan en grupos de trabajo para que empiecen a crear su obra.

No lo puedo creer la mejor obra que sea presentada según criterio del maestro será la que tendrá que presentarse en el aniversario de la escuela, decía Krilín.

Si, eso dijo, decía Ten.

Bueno chicos, pensemos que obra haremos, dijo Piccolo mientras Yamcha asentía.

Pero primero llamemos a las chicas, dijo Krilín.

Si es cierto, dijo Ten riendo.

Creo que tendremos que ir con nuestro grupo, dijo Vegueta con molestia.

Si, dijo Gokú mientras trataba de ocultar su alegría al tiempo que pensaba: Estaré cerca de ella.

Gokú y Vegueta se acercaron al lugar donde estaban las dos rubias y la peli azul.

Ya estamos completos, dijo Bulma.

No aún no, falta la chica nueva, dijo Gokú tratando de mostrarse indiferente.

Si es cierto, dijo Vegueta.

Esa no cuenta, dijeron el par de rubias.

Pues así no queramos es parte del grupo y no creo que al maestro le agrade que la hagamos a un lado además el maestro esta observando a todos los grupos, dijo Vegueta.

Si es cierto, dijo Gokú al tiempo que una temerosa pelinegra se acercaba al grupo de chicos.

¡Buenos días¡ dijo con voz temblorosa la pelinegra mientras se acercaba al grupo.

Llego la que faltaba, ¿aunque no se para que llego?, dijo con sarcasmo Lunch mientras Bulma y Dieciocho sonreían.

Apúrate niña, siéntate que tenemos que pensar mucho para la obra que pidió el maestro, espero y hayas traído tus neuronas bien despiertas porque nuestra obra tiene que ser la mejor, dijo Dieciocho mirándola con desprecio.

Milk no dijo nada solo tomo asiento en una de las carpetas que casualmente estaba junta a la del joven de cabello alborotado aumentando la molestia de las rubias.

Bueno empecemos, que les parece una historia de amor, dijo Bulma.

No que cursi, dijo Vegueta.

Mejor una de acción, dijo Gokú.

Y que incluya muchas luchas, dijo Vegueta.

Pero puede ser romance con acción o tener un poco de todo, decía Bulma.

A mi se han ocurrido unas ideas geniales, claro solo son ideas, tendríamos que redactarlas, hacerle el guión y todo pero creo que será muy divertido, dijo Lunch.

¿Haber transmítelas amiga?, decía Dieciocho.

Si somos todo oídos, dijo Bulma mientras Vegueta y Gokú se miraron y asintieron y Milk solo observaba a los jóvenes en completo silencio.

Para empezar el nombre de la historia sería "Tú no encajas aquí ilusa", dijo Lunch con ironía mirando a la pelinegra que solo bajo la mirada ante ello mientras el joven de cabello alborotado la miro con nostalgia.

Pues el nombre me gusta, dijo Dieciocho.

A mi también, dijo Bulma.

¿Y de qué tratara esa historia?, dijo Vegueta intrigado.

¿No lo imaginas?, dijo Lunch sonriendo.

Pues la verdad no, dijo Vegueta mirando con cautela a la pelinegra que tenía la mirada baja.

Yo creo que un título así suena a discriminación y no creo que al maestro le guste ello, dijo Gokú con calma.

Pero si no tiene nada que ver con la discriminación, es más será una obra de teatro muy cómica, decía Lunch.

¿En verdad no trata de discriminación?, dijo Gokú girando su rostro para ver a la pelinegra que estaba junto a él en silencio con la cabeza baja.

No, es más como les dije es una historia muy cómica con la cual trataremos de dar a entender que cada uno pertenecemos a una clase social y así lleguemos a tener dinero ello no nos da abolengo, decía Lunch

Eso es discriminación, dijo Gokú.

No, no lo es, es solo enseñarles a cada uno el lugar que ocupan en un determinado lugar, dijo Dieciocho.

Así es, tú si me entiendes amiga, dijo Lunch.

Yo también, dijo Bulma.

Entonces mis ideas quedan, dijo Lunch sonriendo.

¿Por qué?, dijo Vegueta.

Somos mayoría, dijo Lunch.

Eso no es cierto, yo no las apoyo, yo no estoy de acuerdo con esa obra, dijo Gokú con firmeza.

Yo apoyo a Kakaroto, tampoco estoy de acuerdo con esa obra, dijo Vegueta.

Pues las cosas no cambian seguimos siendo mayoría, dijo Dieciocho.

Eso no es cierto, ella aún no opina, dijo Gokú mirando a la pelinegra.

Su opinión no cuenta, dijo Lunch riendo mientras sus amigas asentían.

¿Por qué no?, dijo Vegueta.

Porque ella no encaja aquí y ustedes lo saben, dijeron las tres chicas riendo mientras la pelinegra seguía manteniéndose callada.

Además ni habla, dijo Bulma.

Si es cierto, te mordió la lengua el ratón, dijo Lunch riendo al tiempo que el maestro se acerco al grupo.

¿Cómo van?, dijo el maestro.

Pues ya tenemos una idea para plasmar, dijo Lunch riendo.

Recuerden que si su obra me convence podría ser la que quede para ser presentada en la fiesta de aniversario de la escuela, dijo el maestro.

Si, si lo sabemos, dijeron los jóvenes excepto Milk.

Luego que el maestro se retiro Bulma dijo: Creo que esa obra no nos servirá para obtener una buena calificación.

A ello me refería, dijo Vegueta mientras el joven de cabello alborotado asentía.

Pero si era original, dijo Lunch con molestia.

Ello no esta en discusión amiga, pero para bromas ya estuvo bueno creo que deberíamos pensar en otro tipo de historia, dijo Bulma.

¿Entonces que proponen?, dijo Lunch con molestia.

Una historia como Romeo y Julieta, eso si Gokú y yo seriamos los personajes principales, dijo la rubia.

¿Y yo por qué?, dijo Gokú.

Porque Dieciocho lo dice y yo apoyo su idea, dijo Vegueta sonriendo.

Porque te conviene, dijo Gokú con molestia.

A mi me gusta una historia así, eso si Gokú y yo como protagonistas principales, dijo Lunch.

No mejor Vegui y yo, dijo Bulma.

Claro que no, dijo Vegueta alarmado.

Y si hacemos algo de súper héroes, dijo Milk en voz baja.

Hablaste, dijo Lunch de manera irónica.

¡Que sorpresa¡ dijo Dieciocho riendo.

Me parece buena idea, dijo Gokú haciendo que el par de rubias sintieran molestia ante el comentario del joven de cabello alborotado.

Si no es mala la idea, podrían haber villanos, un súper héroe, una persona en problemas, decía Vegueta.

No, nos parece una muy mala idea, dijeron Lunch, Dieciocho y Bulma a la vez.

¿Entonces que haremos?, dijo Gokú.

No te preocupes hermoso, ya se nos ocurrirá algo, dijo Dieciocho de manera melosa.

Para suerte de Gokú y de Milk el timbre sonó anunciando el término de las clases.

La pelinegra tomo su bolso, sus libros y salió del aula, mientras los demás jóvenes hacían lo mismo.

Hermoso, espera, dijo Dieciocho.

¿Qué sucede?, dijo Gokú deteniendo su andar.

Solo quiero recordarte que todos aquí hicimos un juramento al entrar a estas aulas, espero y no se te haya olvidado el mismo, dijo la rubia.

No, no se me ha olvidado, dijo Gokú con calma.

Que bueno, dijo la rubia.

Si eso es lo único que tenías que decirme ya me voy, dijo Gokú continuando su camino.

Espero y lo tengas muy claro Gokú porque así seas el chico más bello y popular de la escuela todo ello acabaría si decides hacerte su amigo, pensaba la rubia mientras veía alejarse al joven de cabello alborotado.

Horas después: "Mansión Ox"

Milk se encontraba en el jardín de su casa escribiendo como todas las tardes en su diario lo que le había sucedido durante el día.

Hoy tuve otro de esos días que a nadie desearía que tuviera, hubiera preferido que no me hablaran a que se burlen de mí como hoy lo hicieron, ¿porqué esas chicas parecen odiarme?, no las comprendo, esa obra que pensaban escribir lo que querían hacer para hacerse sentir mal por suerte esos chicos se opusieron, espero y la nueva obra que elijan hacer sea algo lindo no algo que cause daño a otros..........

La pelinegra escribía en su pequeño diario cuando oyó un auto entra a su casa.

¡Papá¡ dijo Milk poniéndose de pie para ir a su encuentro.

La pelinegra camino presurosa hacia el lugar donde estaba el auto de su padre pero al llegar cerca de este detuvo sus pasos al ver bajar del mismo a su padre junto a una mujer rubia que la pelinegra había visto cuando vivían en Fri pan.

¡Hija¡ dijo el señor Ox al notar la presencia de la pelinegra.

¡Buenas tardes papá¡ ¡buenas tardes señorita Misuki¡ dijo Milk con calma.

¡Hola linda¡ dijo la mujer sonriendo.

Misuki hoy cenara con nosotros, dijo el señor Ox.

Claro papá, dijo Milk con calma.

Vamos Misuki al despacho, tenemos que revisar esos documentos, dijo el señor Ox.

Claro dijo la mujer sonriendo mientras se tomaba del brazo del gigantesco hombre para caminar junto a él.

Milk miro a su padre alejarse con la mujer rubia y sintió un ligero dolor en su corazón mientras pensaba con nostalgia: Es la primera vez que papá viene solo con una mujer a la casa además esa señora parece tenerle mucha confianza, hasta lo tomo del brazo, será que papá ya se está olvidando de mamá.