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Capítulo 2: "Un cambio de vida: El inicio de mi desdicha"

Un grupo de hermosas jovencitas estaban dándose un refrescante baño en una gigantesca alberca mientras platicaban.

Entonces le bombón te llamo, decía en tono celoso una sexy peli roja.

Así es me invito a tomar un helado el fin de semana, decía una bella rubia de cabello corto.

Pero eso no significa que sean algo aún, decía una sexy peli azul de cabello largo.

Si es cierto, dijo otra sexy rubia de cabello ondulado.

No pero por algo se empieza ¿no?, además considerando que aún no cumple los 16 como todos los del aula incluyéndome yo por supuesto, creo que tengo muchas probabilidades de ser su primera novia, porque aunque ha salido con muchas a ninguna aún a besado y la que ha estado más cerca de un beso soy precisamente yo, decía con orgullo una rubia de cabello corto.

Es cierto lo que Dieciocho dice, aún no se me olvida aquel beso en la mejilla tan cerca de los labios cuando Gokú y ella interpretaron Romeo y Julieta en el curso de literatura, decía Bulma sonriendo.

Como olvidarlo allí fue donde me dije: "Este bombón tiene que ser para mí", decía riendo Dieciocho.

Pues no cantes victoria aún Dieciocho que él aún no elige, decía Marón con firmeza.

Eso es cierto, dijeron Lunch y Cirys a la vez.

Lo sé pero también sé que la chica a la que le de su primer beso está entre una de nosotras claro excepto Bulma que tiene interés muy obvio en Ouji y en quien por supuesto Gokú no se fijaría porque sabe que su amiguito tiene una amistad especial con ella, por ello nosotras somos las indicadas para ser su futura novia y prometida ya que somos tan millonarias como él, somos muy bellas y sobre todo tenemos abolengo algo que a su familia le interesa mucho como a las nuestras, decía la vanidosa rubia.

Eso es muy cierto, decía Bulma sonriendo mientras las demás chicas asentían.

Fri pan:

Un gigantesco hombre hablaba con una mujer rubia y un par de hombres más en el despacho de su casa.

Pues que bueno que te convenciste amigo, ya verás que tú fortuna crecerá más, decía uno de los hombres.

Y no solo eso, además el vivir en la Capital Central no solo ayudara a que tú empresa siga expandiéndose más sino también le hará bien a tú hija, no es lo mismo vivir en un pueblo que en la capital, allá ella tendrá un mejor futuro, decía el otro hombre.

Además me alegra que hayas considerado mi consejo de enviarla a aquella escuela, como te dije es la mejor del país y sobre todo en ella asisten los hijos de las personas más poderosas de todo el país, sin duda ello va beneficiar mucho a nuestra sociedad, dijo la mujer rubia.

Si yo también pensé ello por eso seguí tú consejo Misuki, dijo el señor Ox.

Si es cierto, salud por ello, dijo uno de los hombres levantando una copa que tenía en su mano.

Salud, dijeron todos.

Días después:

Milk y su padre subían unas maletas a un auto con ayuda de una mujer mayor.

Verás que la nueva casa te encantara hija, es una casa muy grande además tiene una alberca, decía el señor Ox.

Pues eso es lo de menos padre, lo importante es que sigamos juntos como hasta ahora, decía Milk con dulzura.

Así será hija, así será aunque ya sabes que ahora que la empresa ha crecido más pues mis horas de trabajo también crecerán pues tengo que estar vigilando el negocio al menos hasta que vea que los empleados me dan la confianza de dejarlos trabajar solos, decía el señor Ox.

Comprendo padre, dijo Milk con nostalgia.

Pero no te preocupes de seguro en la escuela harás tantos amigos que ya ni necesitaras de mi presencia, dijo el señor Ox sonriendo.

Como dices eso papá, eso nunca pasara, yo siempre te necesitare hablar contigo para que me escuches y brindes tus consejos, dijo Milk dulcemente.

Pues allí estaré para escucharte y aconsejarte hija, dijo el señor Ox.

Ya están todas las maletas señor, dijo la mujer.

Entonces suba que partimos, antes de que se me olvide contratare a dos personas más por ahora si veo que nuestra economía sigue mejorando contratare más empleados para que la ayuden en la casa, ya que es más grande de lo que puedan imaginar y usted sola no podrá con ella como hasta ahora lo ha hecho y como nos está yendo cada vez mejor pues hay que darse sus gustos, dijo el señor Ox.

¡Gracias señor¡ dijo la mujer.

Horas después: "Capital Central"

Luego de varias horas de viaje el auto de los Ox se detuvo frente a una bella casa.

Esta será a partir de ahora nuestra casa, dijo el señor Ox con una amplia sonrisa.

Es muy grande, dijo Milk sorprendida.

Si hija es una mansión por ello es así de grande, la casa esta completamente amoblada, solo tendremos que comprar más ropa para este nuevo cambio de vida. Por suerte el que era dueño de esta casa me la traspaso por un precio muy accesible ya que me dijo que lo único que deseaba era dejar su casa en buenas manos y el vio en mi a la persona ideal para venderle su casa. En esta zona viven las familias más adineradas del país, dijo el señor Ox con orgullo.

Mientras los Ox entraban a la mansión en el auto, los habitantes de la casa de enfrente miraban a los mismos desde un balcón.

Casa Son:

Los Son se encontraban desde su terraza mirando hacia el exterior de su casa.

¿Tenemos nuevos vecinos?, decía un atractivo jovencito de cabello alborotado mientras miraba desde la terraza el ingreso del auto de sus nuevos vecinos a la mansión que estaba frente a su casa.

Si, unos nuevos ricos, dijo Bardock con desprecio.

¿Nuevos ricos?, dijo Gokú.

Si hijo para nuestra mala suerte esta zona ya no es tan exclusiva, el señor Cho decidió venderle su casa a un nuevo rico que viene de un pueblucho llamado Fri pan, pero desde ya les digo algo a todos ustedes, ninguno de nosotros puede darle su amistad a esos nuevos ricos, esa gente tiene que entender que por más dinero que llegue a tener no son como nosotros, decía Bardock con firmeza.

Eso lo sabemos padre, dijo un joven de cabellera larga.

¿Y tú que dices Gokú?, dijo Bardock mirando a su hijo menor.

Que lo que dice Raditz es cierto, dijo el joven de cabello alborotado con nostalgia.

Que bueno que lo entiendan hijos, no comprendo porque ese desgraciado viejo hasta antes de irse tuvo que seguir causándome molestia, solo falta que también le ya traspasado la empresa, dijo Bardock con rabia.

Ya cariño cálmate, te va hacer daño, además lo importante es que el señor Cho ya se fue, ya no tienes competencia en los negocios porque aunque le haya traspasado la empresa no podrá manejarla como él, mejor vamos a que nos preparen algo para tomar, dijo Gine sonriendo.

Si es cierto, vamos, dijo el señor Son.

Gokú, ¿no piensas venir?, dijo Raditz mientras caminaba tras sus padres.

No, me quedare un rato, respirando aire fresco, dijo Gokú sonriendo mientras se colocaba sus binoculares para seguir viendo a los nuevos vecinos.

Luego de algunos minutos vio bajar del auto a un gigantesco hombre seguido de una bella niña de cabello negro, blanca cual porcelana y de vestimenta bastante sencilla para ser una chica de dinero.

Es muy bella, dijo Gokú en voz baja mientras la miraba embobado con ayuda de sus binoculares. 

Gokú la siguió con la mirada hasta el ingreso de su casa hasta que el sonido de su celular hizo que reaccionara del hechizo en el que se encontraba.

¡Alo¡ dijo Gokú como autómata sin ver siquiera quien lo llamaba.

Bombón te estoy esperando, decía una voz a través de la línea telefónica haciéndolo reaccionar.

¡Dieciocho¡ dijo Gokú alarmado.

Si cariño, ya llevo media hora esperándote donde quedamos, decía con molestia la rubia.

Disculpa, tuve un pequeño inconveniente pero ya voy para allá, dijo Gokú sonriendo.

Minutos después: "Heladería

Gokú llegaba presuroso a la heladería donde una bella rubia lo esperaba.

¡Disculpa el retraso¡ decía Gokú acercándose a saludar a la rubia.

Esta bien te disculpo pero que no se vuelva a repetir, decía la rubia guiñándole un ojo al joven de cabello alborotado que solo sonrío ante la actitud de la coqueta jovencita.

Horas después: "Mansión Ox"

Una bella jovencita pelinegra guardaba su ropa en un armario mientras pensaba: A partir de hoy empieza un cambio de vida para mí y para mi padre espero que esta nueva vida aquí en la capital nos traiga alegría a los dos.

Los pensamientos de la bella jovencita pelinegra fueron interrumpidos por el ingreso de su padre a la habitación.

¡Papá¡ dijo Milk dulcemente.

Solo vine a comunicarte que en dos semanas empiezan tus clases en la "Escuela Dragón", dijo el señor Ox sonriendo.

¿Dos semanas?, dijo Milk.

Si hija, dos semanas, dijo el señor Ox sonriendo.

2 semanas después:

Ya había pasado dos semanas desde que Milk y su padre llegaron a la capital, dos semanas desde las cuales Milk debido a las ocupaciones de su padre en su nueva empresa a las justas lo veía llegar por las noches. Ella ya no podía platicar como antes con él pues siempre llegaba muy cansado y a las justas cruzaban unas cuantas palabras, ello entristecía a la pelinegra pero la jovencita guardaba la esperanza que en cuanto su padre se acoplara al ritmo de su nueva vida las cosas volverían hacer como antes.

Milk desde que llego no había salido de la mansión se la pasaba en su casa leyendo un libro o escribiendo en su pequeño diario ya sea en su habitación o en el jardín, lugar en donde sin que ella lo supiera un atractivo jovencito de cabello alborotado la observaba casi a diario desde la terraza de su casa con ayuda de unos binoculares.

El día en que Milk tendría que asistir a su primer día en la escuela había llegado. La pelinegra se encontraba muy nerviosa, no solo porque era su primer día de clases con personas desconocidas por ella sino además era el primer día que ella podría ver más de la ciudad aunque sea solo en auto.

Habitación de Milk:

Hija apresúrate, que no quiero que llegues tarde en tu primer día de clases además recuerda que tengo que ir al trabajo, así sea yo el dueño de la empresa tengo que llegar a la hora para dar el ejemplo, decía el señor Ox.

Ya voy papito, dijo Milk saliendo presurosa con un pequeño bolso en su hombro y un cuaderno en su mano.

Vamos hija, vamos, dijo el señor Ox.

Escuela Dragón:

Un grupo de hermosas y vanidosas jovencitas que vestían una blusa color blanca, saco azul, corbata roja en el cuello, falta a cuadros azul con negro, medias blancas largas y zapatos blancos, se encontraban en uno de los pasillos de una lujosa escuela platicando mientras esperaban el inicio de sus clases.

¿Qué dices?, decía alarmada Bulma.

Lo que oyes queridita, tendremos a una nueva rica este año en la escuela, dijo con desprecio Lunch.

¿Pero porque la aceptaron?, solo vendrá a contaminar nuestro circulo social, dijo Marón mientras Cirys asentía.

Mi padrino me dijo que su padre pago en efectivo todas las cuotas del año y pues no pudieron negarle la educación a la niña, dijo con ironía Lunch.

Pues veremos cuanto tiempo dura aquí, dijo con sarcasmo Dieciocho.

Si, veremos, dijeron las demás jovencitas.

Mientras las chicas platicaban en el pasillo en otro de los pasillos un grupo de jovencitos que vestían una camisa blanca, corbata roja, saco color y pantalón azul, platicaban entre ellos.

Una nueva rica, decía sorprendido Vegueta mirando a su amigo de cabello alborotado.

Si eso escuche cuando pase por la dirección parece que es la hija de un empresario agrario, dijo Ten.

¿Y cómo es?, dijo un joven de cicatriz.

Como se te ocurre preguntar eso Yamcha, no escuchaste que es una nueva rica, dijo Krilín.

Si, si escuche pero si es bonita bien podríamos jugar con ella, ¿no?, dijo Yamcha.

No, como se te ocurre, no es bueno jugar con los sentimientos de las personas, dijo Gokú.

Quien lo dice el que sale con las chicas para aumentar su popularidad, dijo riendo Piccolo.

Si es cierto salgo con ellas pero no las uso, solo salgo con ellas como amigo, dijo Gokú con calma.

Ya, ya, no discutamos por esa niña que de seguro ni durara en la escuela, decía Vegueta cuando escucharon murmullos en el pasillo.

Gokú y su grupo de amigos miraron hacia el lugar de donde provenían las voces y quedaron sorprendidos al ver a una bella jovencita pelinegra que con la mirada baja y el rostro sonrojado caminaba presurosa.

Ella debe ser la nueva, dijo Ten.

Es una belleza, lastima que no sea de nuestra clase, dijo Piccolo.

Se le ve muy tímida, dijo Yamcha mientras Krilín asentía.

¿Cómo quieres que se sienta con tanto murmullo a su alrededor?, y este solo es el comienzo del infierno que le tocara vivir aquí porque así sea bella no es de nuestra clase y todos sabemos lo que tenemos que hacer si alguien que no es de nuestra clase entra a esta escuela, dijo Vegueta mientras los demás jóvenes asentían al tiempo que un sorprendido joven de cabello alborotado no dejaba de seguirla con la mirada.

No lo puedo creer mi bella vecinita estudiara en el mismo lugar que yo, ahora podré verla más cerca, lo único malo es que no podré hablarle o todos aquí me consideraran un enemigo y me harán la vida imposible, pensaba Gokú con nostalgia mientras la miraba alejarse.

Luego de ellos Goku y sus amigos fueron a su aula.

Minutos después:

La pelinegra después de tanto buscar encontró al fin el aula que buscaba y justo cuando iba a entrar una voz le dijo: Oye tú nueva rica, tienes que sacarte los zapatos y dejarlos fuera o guardarlos en tu bolso sino no puedes entrar al aula.

La inocente pelinegra creyendo que ello era cierto, se saco los zapatos y los guardo en su bolso, luego de ello entro al aula causando la risa general de todos los que estaban en ella haciendo que la pobre jovencita se pusiera más roja que un tomate.


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