Capítulo 19: "Yo te protejere: Ya no estas mas sola"
Un jovencito de cabello alborotado limpiaba con la palma de su mano las lágrimas que resbalaban por las sonrosadas mejillas de la pelinegra mientras le decía de manera cálida: Ya no llores más mi niña, yo te protegeré ya no estas más sola, ahora me tienes a mí.
¡Gracias¡ ¡gracias por darme tu amistad¡ decía Milk con voz temblorosa.
No tienes que agradecer nada, dijo Gokú tomando con delicadeza su rostro entre sus manos para acercar el suyo y darle un cálido beso en la frente que estremeció el adolorido corazón de la pelinegra.
Mientras tanto: "Casa Son"
¿Cómo?, decía con molestia el señor Bardock mientras su esposa la miraba preocupada mientras este hablaba por teléfono.
Lo que oye señor Son, su hijo no entro a clases pues refirió sentirse mal, eso me informo el maestro que lo vio salir como me quede preocupado pues no quiso pasar por el tópico de la escuela decidí llamarlo para saber cómo estaba su hijo, ya sabe que él es una joven promesa para las artes marciales por ello en la escuela se lo considera mucho a pesar de algunas faltas que él ha tenido aquí decía una voz a través de la línea telefónica.
Le agradezco la estima que le tiene a mi hijo profesor pero él no ha llegado a la casa aun pero en cuanto llegue le hare saber su preocupación, dijo con molestia Bardock preocupando más a su esposa con su repuesta.
Está bien señor Son, disculpe la molestia, decía la voz al tiempo que Bardock dejaba su celular sobre una mesa.
¿Qué sucede cariño?, dijo Gine con preocupación.
Gokú no entro a clases, se escapó de la escuela fingiéndose enfermo, dijo Bardock con molestia.
¿Qué eso no puede ser posible?, dijo Gine con nostalgia.
Pues si lo es pero en cuanto llegue hablare claramente con él, decía Bardock mientras tomaba nuevamente su celular.
¿Lo llamaras?, dijo Gine.
Si mujer, dijo Bardock marcando el número de teléfono de su hijo.
Luego de algunos minutos Bardock dijo: Lo trae apagado, pero ya hablaremos seriamente cuando llegue. Iré a la empresa, en cuanto llegue ese niño llámame mujer.
Si, dijo Gine con nostalgia.
Casa Ox:
Una mujer rubia caminaba con molestia por el jardín de la casa.
¿Dónde demonios se metió esa chiquilla?, le dije claramente que necesitaba su apoyo, pensaba la mujer rubia cuando su celular empezó a timbrar.
Ring ring ring
La mujer al ver el nombre que aparecía en la pantalla contesto inmediatamente la llamada.
Cariño, dijo la mujer rubia.
¿Cómo van?, dijo el señor Ox a través de la línea telefónica.
Bien cariño, Milk es un gran apoyo, dijo con sarcasmo la mujer rubia.
Me alegra saber que mi hija se está involucrando en los preparativos de nuestra boda, dijo el señor Ox.
Así es querido, Milk está muy feliz ayudándome a buscar lo que necesito, dijo la mujer rubia.
¿Me la podrías pasar?, dijo el señor Ox.
Es que ahora está un poquito aleja da de mí, viendo unas tiendas, mejor hablan más tarde cariño, decía la mujer rubia de manera melosa.
Parque:
Gokú se ponía de pie mientras miraba a la pelinegra.
¡Vamos con tu padre¡ dijo el joven de cabello alborotado con ternura.
¿Y si no me cree?, dijo Milk con temor.
Te creerá, además yo llevo tu diario, ello es la mayor prueba de todo el sufrimiento que has pasado si tu padre confía más en esa mujer que en ti al leer tu diario confirmara que lo que dices es cierto, decía Gokú
¿Y si a pesar de ello decide seguir con ella?, dijo Milk con nostalgia.
Me tendrás a mí siempre a tu lado y si te llevan a ese internado yo iré contigo a ese lugar así tenga que disfrazarme de chica aunque no creo que se llegue a ese extremo, dijo Gokú sonriendo haciendo que en el rostro de la pelinegra se forme una ligera sonrisa.
Milk sonríe siempre, tienes una sonrisa muy bella no la niegues al mundo como te dije por más problemas que se te presenten en la vida no vuelvas nunca más a pensar en algo tan triste como el suicidio siempre hay una forma adecuada para solucionar los problemas y ella no era la correcta a partir de ahora tienes que volver a sonreír, ya no estés más triste mi niña ahora si vamos con tu padre, dijo Gokú tomando la mano de la pelinegra para ayudarla a ponerse de pie.
Vamos, dijo Milk en voz baja.
Ya no estás sola me tienes a mí, dijo Gokú sujetando su mano para caminar con ella.
Ante tal acto Milk se sintió extraña un sentimiento de alegría a pesar de su nostalgia aparecía en su corazón.
Tú me indicas donde, dijo Gokú con una cálida sonrisa
Nunca he ido a la empresa de papá pero si se la dirección, dijo Milk.
Con ello basta, dijo Gokú mientras hacía detener un taxi para que ambos suban a este.
Mientras tanto:
En una oficina un gigantesco hombre miraba unos documentos junto a otros hombres.
Sin duda nos está yendo bien amigo, decía uno de ellos.
Si, dijo el señor Ox.
Creo que tu futuro matrimonio con Misuki trajo suerte a la sociedad, dijo otro de los hombres.
Yo también creo eso, dijo el señor Ox.
Casa Son:
Una preocupada Gine caminaba en el jardín de su casa de un lado para otro pensando: ¿Dónde andas mi niño?, Bardock anda muy molesto contigo. No comprendo porque te saliste con mentiras de la escuela, nunca antes has hecho ello.
El pensamiento de Gine se vio interrumpido por el ingreso de su hijo mayor a su casa.
Mamá, ¿Qué tienes?, ¿sucedió algo?, dijo Raditz preocupado al ver el rostro de nostalgia de su madre.
Gokú no entro a clases, se escapó de la escuela, dijo Gine con nostalgia.
¿Qué?, dijo Raditz.
Lo que oyes hijo, tu hermano no entro a clases,........, decía Gine comentándole a su hijo mayor lo que su esposo le dijo.
Luego de algunos minutos:
Hijo, tú no sabes ¿A dónde pudo haber ido tu hermano?, dijo Gine con nostalgia.
No mamá, lo único que puedo decirte es que Gokú hoy estaba muy extraño, me hablo de los prejuicios, de la maldad de la gente,......, decía Raditz mientras Gine lo escuchaba preocupada.
Empresa:
Una mujer de cabello recogido entraba a la oficina donde estaba el gigantesco hombre.
Señor Ox, lo buscan, dijo la mujer.
¿Quién?, no tengo citas de negocios para hoy, dijo el gigantesco hombre.
Son un par de jovencitos, uno de ellos dice ser su hija, dijo la mujer.
¿Mi niña está aquí acompañada de un joven?, dijo el señor Ox alarmado.
Si, dijo la mujer.
Pero eso es imposible Misuki me dijo que estaba con ella, dijo el señor Ox.
Entonces nos los dejo pasar, dijo la mujer.
Hazlos pasar, dijo el señor Ox.
Si inmediatamente señor, dijo la mujer.
¿No comprendo porque Misuki me mintió?, pensaba el señor Ox al tiempo que la puerta se abría y por ella entraban el par de pelinegros.
El señor Ox vio a su hija y al apuesto jovencito que la acompañaba incrédulo.
¡Papá¡ dijo Milk con nostalgia.
¡Buenos días señor¡ dijo Gokú.
¿Qué haces aquí Milk?, no se supone que deberías estar con Misuki apoyándola, dijo el señor Ox.
Señor Ox, Milk tiene que decirle algo importante, dijo Gokú con calma.
¿Tú quién eres?, dijo el señor Ox con molestia.
¡Disculpe¡ no me presente, Gokú Son compañero de escuela de Milk y su amigo, dijo el joven de cabello alborotado extendiendo su mano.
¿Son?, dijo el señor Ox intrigado.
Si Son pero mi apellido es lo de menos lo importante aquí es que escuche a Milk, ella necesita que la escuche, dijo Gokú.
¿Te paso algo grave hija?, dijo el señor Ox preocupado.
Milk miro al joven de cabello alborotado y este a ella.
Señor Ox antes de que empiece Milk a platicarle algunas cosas déjeme decirle que su hija lo necesita mucho, más de lo que pueda imaginar, dijo Gokú antes de tomar asiento a unos metros de ellos.
¿Qué quiere decir con que me necesitas hija?, dijo el señor Ox preocupado mirando a la pelinegra.
¿Papá tienes tiempo hoy para mí?, dijo Milk con voz quebrada y ello basto para que el señor Ox se dé cuenta del error que estaba cometiendo.
¡Hija¡ dijo el señor Ox abrazándola.
Tienen mucho de qué hablar, yo te espero afuera Milk y dile todo a tu padre no guardes nada en tu corazón solo así te sentirás mejor, dijo Gokú antes de salir del lugar.
Padre e hija platicaron por más de una hora en las cuales Milk le comento a su padre como se estaba sintiendo desde que llego a ese pueblo, como había sido su vida en la escuela, los problemas con su futura madrastra y la decisión que ella había tomado y que se vio frustrada gracias al joven de cabello alborotado. Mientras Milk le confesaba a su padre todo este sintió culpa por haber descuidado a su hija y la abrazo fuerte muy fuerte para que ella pudiera sentir que él nunca dejo de quererla como la malvada mujer rubia le había hecho creer.
Hija perdóname, dijo el gigantesco hombre mientras abrazaba a la pelinegra.
Papito perdóname a mí por pensar que no me querías, dijo Milk mientras sollozaba.
Si algo te hubiera llegado a pasar yo nunca me lo hubiera perdonado, dijo el gigantesco hombre.
¿Qué pasara ahora?, dijo Milk con nostalgia.
No abra boda hija, la boda se cancelara si ella no te acepta, no te quiere entonces tampoco me quiere a mí, de la empresa no puedo echarla tiene acciones en ella pero de mi vida si, por suerte me lo dijiste a tiempo hija y en cuanto a la escuela te sacare de ella, no me importa que pierdas el año escolar lo único que me importara es que no sufras más, dijo el señor Ox.
Ya no sufriré papá, ya no será necesario que me saques de la escuela ya no estaré sola, ya tengo un amigo que me protegerá, dijo Milk con calma.
¿Estas segura que quieres seguir allí?, dijo el señor Ox.
Si, dijo Milk.
Luego de algunos minutos Milk junto a su padre salieron de la oficina de su padre, el joven de cabello alborotado al verla se puso de pie y se acercó a ellos.
¡Gracias muchacho¡ ¡gracias por salvar a mi hija y por darle tu amistad¡ dijo el señor Ox abrazando al joven de cabello alborotado.
Luego de ello el señor Ox llevo al joven de cabello alborotado y a su hija en su auto.
Tú me indicas donde dejarte muchacho, dijo el señor Ox.
Yo vivo frente a ustedes, dijo Gokú.
Ya lo imaginaba, ¿eres hijo de Bardock Son?, la persona con la cual compito en el mercado por nuestros productos, dijo el señor Ox.
Así es pero no se oponga a mi amistad con su hija por ello ¡por favor¡ dijo Gokú.
No, no me opondré, no tendría por qué hacerlo yo te estoy muy agradecido muchacho y si tú quieres ser amigo de mi hija por mí no hay inconveniente, dijo el señor Ox.
¡Gracias¡ dijo Gokú.
Luego de que el señor Ox dejo al joven de cabello alborotado frente a su casa el entro con su auto a la suya.
No te preocupes hija, tu ve a tu habitación mientras yo hablo con ella, dijo el señor Ox al detener su auto.
Si papito, dijo Milk.
Minutos después:
El señor Ox hablaba en su despacho con la mujer rubia.
No puedes creer lo que una jovencita egoísta y caprichosa te dice, yo pensé que nos llevamos bien pero veo que ella solo actuaba para luego hacerme esto, decía la rubia.
Ya no finjas mas Misuki, no tiene sentido, si tú no aceptas a mi hija, es como si no me quisieras a mí, no podemos seguir adelante con nuestra boda, agradezco los buenos ratos que viví contigo pero nuestra boda se cancela, dijo el señor Ox con firmeza.
No puedes hacerme esto, dijo Misuki furiosa.
Si puedo, ahora mismo te vas de mi casa, lamento mucho esto porque yo si llegue a quererte y hasta tenía planes de ampliar mi familia contigo pero ello ya no podrá ser, por encima de todo está la tranquilidad de mi hija y contigo nunca la tendrá porque no la quieres y nunca la podrás querer, no te preocupes te daré un cheque en reparación al tiempo que perdiste conmigo, ahora si ve a recoger tus cosas y vete de mi casa, dijo el señor Ox.
La mujer rubia sin replicar nada salió de la oficina con molestia mientras pensaba: Maldita chiquilla, trajiste abajo mis planes pero juro que me vengare de ti, ya veré como pero me voy a vengar de ti, pensaba la mujer rubia mientras caminaba furiosa por el pasillo.
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