Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 18: "No permitire que cometas un error: Un adolorido corazón"

Un jovencito de cabello alborotado comía sus alimentos de manera apresurada mientras sus padres y hermano lo observaban preocupados.

Cariño come despacio te vas a atragantar, aún hay tiempo para que llegues a la hora a la escuela, decía con cariño Gine.

Quede en encontrarme con los chicos media hora antes de clase, decía Gokú mientras comía apresuradamente.

De igual forma come con calma, yo te llevare a la escuela antes de ir a la empresa así llegas más rápido, dijo Bardock.

¡Eh¡ no papá, no es necesario, yo espero a Raditz, decía Gokú en tono nervioso.

¿No que tienes mucho apuro?, dijo Bardock intrigado.

Bueno más que apuro tengo mucha hambre, decía Gokú sonriendo mientras su madre miraba a su hijo y sonreía también.

Ojala y pueda alcanzarla antes de que se vaya a la escuela para así poder platicar con ella o de lo contrario tendré que esperar hasta que Milk llegue al aula, pensaba Gokú.

Mientras tanto: "Casa Ox"

Una ojerosa pelinegra se encontraba colocándose un bello vestido color blanco mientras pensaba.

Este vestido me lo regalo papá cuando cumplí los 15 años, nunca tuve la oportunidad de usarlo hasta ahora, pensaba Milk mientras se miraba con nostalgia a y un espejo.

La pelinegra luego de que se vistió salió de su habitación a paso cansino mientras pensaba: No tuve oportunidad de conocer este pueblo solo aquellos lugares a los que el maestro nos llevó.

Milk iba tan sumida en sus pensamientos que ni noto la presencia de su padre en la sala.

¡Milk¡ ¿a dónde vas?, pensé que te quedarías a apoyar a Misuki en lo que te pidió por algo hoy no iras a la escuela, dijo el señor Ox mientras dejaba un periódico sobre el sofá.

Justo a ello voy, la señorita Misuki me mando por un encargo que le enviaran muy temprano, dijo Milk con calma.

Ya veo, dijo el señor Ox haciendo una pausa mientras miro con detenimiento el vestido que su bella hija llevaba puesto.

Ya me voy papá, dijo Milk.

Me alegra que te lo hayas puesto, pensé que no te había gustado por ello nunca te lo ponías, dijo el señor Ox deteniendo el andar de la pelinegra.

Me gusta mucho padre, solo que lo estuve guardando para una fecha especial, dijo Milk con nostalgia.

Claro, dijo el señor Ox antes de que la pelinegra continuara su camino.

Ni noto mis ojeras, de hecho no le importo, pero esta tristeza acabara hoy, pensó Milk mientras caminaba hasta la salida de su casa.

Milk caminaba y caminaba sin rumbo aparente mientras su mirada se nublaba por las lágrimas que empezaban a caer de sus bellos ojos negros y humedecían su rostro.

Casa Son:

Gokú miraba con nostalgia un reloj mientras pensaba: De nada me valió levantarme temprano, no pude darte el alcance pero no importa en la escuela me acercare a ti, nada impedirá ello a partir de ahora tendrás a alguien a tu lado, ya no estarás sola como piensas mi niña, ya no.

¡Vámonos Gokú¡ dijo Raditz.

Ya esperaba que dijeras ello, dijo el joven e cabello alborotado.
Me sorprendes no pensé que te gustara tanto llegar temprano a la escuela, haber dime hermanito, ¿Qué se traen con tus amigo o eso de que quedaste con ellos media hora antes de tu clase solo fue una mentirita para ocultar algún encuentro con esa niña de la que me hablaste?, decía Raditz riendo.

Gokú no dijo nada solo sonrió ante el comentario de su hermano.

Raditz llevo al joven de cabello alborotado en su auto, durante el trayecto Gokú iba pensando en lo que había leído en el diario.

¿Te pasa algo?, dijo Raditz al momento que detuvo el auto frente a la escuela del joven de cabello alborotado.

Solo pensaba que las personas somos muy egoístas solo nos preocupamos por lo que nos pase a nosotros no vemos más allá, dijo Gokú con nostalgia.

¿A qué viene eso hermano?, dijo Raditz.

Sabes no estoy de acuerdo con el pensamiento de nuestro padre, creo que todos somos iguales ricos o pobres, de alcurnia o no alcurnia, eso no debe prevalecer para que haya felicidad, por personas de pensamiento egoísta como mi padre una personita a la que yo quiero mucho ha estado sufriendo pero por ahora no puedo contrate mas, dijo Gokú con calma.

Está bien pero me lo contaras en cuanto vuelvas a casa, dijo Raditz.

Así será, dijo Gokú antes de bajar del auto de su hermano.

El joven de cabello alborotado se despidió de su hermano mayor con un movimiento de manos mientras este pensaba: No puede ser lo que estoy pensado, será que la personita a la que se refiere Gokú es la chica que le gusta pero además hablo de prejuicio, de alcurnia y no alcurnia, será que la chica que le gusta es alguien pobre, no eso es imposible a esa escuela solo asiste gente de dinero, ahora que lo recuerdo la hija de los nuevos ricos parece que estudia en la misma escuela de mi hermanito. No puede ser, ¿o sí?, pensó Raditz con preocupación.

Mejor tendré que esperar a que el mismo me aclare esto, pensó Raditz antes de continuar su camino en su auto.

Mientras tanto:

El joven de cabello alborotado llegaba a su aula la cual ya estaba aparentemente completa con todos sus compañeros de clase.

Gokú busco con la mirada a la pelinegra al no encontrarla se empezó a preocupar.

Kakaroto, ¿no piensas pasar?, dijo Vegueta que estaba junto a sus demás amigos dentro del aula.

No aún no, dijo Gokú al tiempo que el timbre anunciando el ingreso a las aulas toco.

No puede ser, será que su padre volvió y ella piensa cumplir lo que escribió pensaba con preocupación el joven de cabello alborotado antes de echar a correr por el pasillo bajo la mirada sorprendida de sus amigos.

¿Qué le paso?, dijo Krilín.

A lo mejor se sintió mal, dijo Ten.

Parecía preocupado, dijo Piccolo.

A mí me pareció que buscaba a alguien, dijo Yamcha.

Ya cállense insectos dejen de especular, dijo Vegueta con molestia al tiempo que su maestra entraba al aula.

Mientras tanto:

Gokú corría hacia la salida de la escuela.

¿A dónde cree que va jovencito?, dijo uno de los maestros.

Estoy yéndome de la escuela no me siento bien, mintió Gokú.

Se puede saber, quien autorizo tu salida, porque aún no has pasado por el tópico de la escuela para probar si lo que dices es cierto, dijo el maestro.

Estoy mal, no puedo pasar por el tópico, dijo Gokú antes de continuar con su loca carrera hacia la salida de la escuela.

Son, detente, decía el maestro pero el joven de cabello alborotado no detuvo para nada su loca carrera.

Pensé que estabas cambiando pero veo que sigues dándoles problemas a tus padres, porque eso de que estés enfermo es una mentira, si estuvieras enfermo no correrías así, dijo el maestro tras verlo salir por el gigantesco portón de la escuela.

Una vez que Gokú estuvo fuera tomo un taxi y dijo: Al mirador ¡por favor¡

Si joven, dijo el chofer.

Tome el camino más corto, se lo suplico, dijo Gokú mientras pensaba: Espero y esté equivocado, que ella aun no esté allí, no permitiré que cometas un error tu vales mucho, mucho y tienes que saberlo.

Mirador:

Una bella jovencita pelinegra de mirada entristecida, se encontraba parada en el borde del mirador mientras un fuerte viento resoplaba a su alrededor y hacia que sus cabellos flotaran en el aire.

Quiero llevarme este bello recuerdo de esta ciudad en mi retina, desde aquí todo se ve tan bello, incluso el cielo aunque aún este distante pero dentro de poco dejara de estarlo, dentro de poco estaré allí en ese lugar tan distante, pensaba Milk.

Milk camino más hasta el borde del mirador, la pelinegra ubico una área que no cuente con enrejado para lograr su objetivo al encontrarlo se acercó a ella, ante el simple contacto de uno de sus pies una pequeña roca se desprendió al vacío. La pelinegra al ver lo sucedido sintió un ligero temor dentro de ella pero más pudo su dolor y decidida a lograr su objetivo se acercó más al borde del mismo, justo cuando iba a caer al vacío pues el suelo que pisaba empezó a desmoronarse sintió unos brazos rodearla de la cintura y atraerla hacia alguien mientras le decia: No lo hagas, no cometas ese error, tu vida es muy valiosa para que te autodestruyas así.

Milk no respondió nada, solo sintió que alguien la giro en sus brazos y la abrazo a su pecho mientras ella rompía en llanto.

Llora, llora mi niña, saca todo lo que llevas dentro con el llanto, no escondas nada de lo que haya en tu adolorido corazón, decía Gokú mientras la envolvía con sus brazos a su cuerpo al tiempo que depositaba un tierno beso sobre sus cabellos.

Yo, yo, debo morir, yo solo soy un estorbo, no valgo nada, nada, mi padre no me quiere, no tengo ningún amigo en la escuela a la que asisto, mi vida es un infierno, soy muy infeliz, muy infeliz, decía Milk mientras con voz entrecortada sollozaba.

No digas eso, como te dije tu vales mucho, mucho y no creo que tu padre no te quiera, él te debe querer y mucho, decía Gokú al tiempo que la pelinegra levantaba su rostro para ver el rostro de la persona que había evitado que ella se suicidara.

¡Tú¡ dijo Milk incrédula.

Sí, soy yo, dijo el joven de cabello alborotado.

¿Cómo supiste?, dijo Milk con voz entrecortada.

Me encontré algo que te pertenece de casualidad y lo leí llevado por la curiosidad, te pido me disculpes por ello aunque si no lo hubiera hecho no habría podido evitar esta tragedia, decía Gokú mientras se separaba lentamente de la pelinegra.

Debiste dejarme lograr mi cometido, decía Milk sollozando.

No, tu vales mucho, ya te lo dije, decía Gokú

Si fuera alguien valiosa en la escuela me aceptarían, dijo Milk con voz entrecortada.

La escuela está llena de chicos prejuiciosos y consentidos además hay muchas cosas que tu desconoces de ellas, que te parece si vamos a otro lugar para platicarlas mejor, decía Gokú.

¿Les dirás a los chicos de la escuela que me encontraste aquí?, dijo Milk.

No ese y todo lo que se de ti por medio de tu diario será nuestro secreto, dijo Gokú con una bella sonrisa.

Milk, no dijo nada, solo bajo la mirada, mientras el joven de cabello alborotado la miraba con ternura.

Mientras tanto: "Casa Ox"

¿Dónde se metió la estúpida chiquilla?, le dije que necesitaba su ayuda estos últimos días, decía furiosa Misuki.

Señorita Misuki ya la buscamos por toda la casa pero no hay rastros de la niña Milk, decía una de las empleadas.

¿Dónde demonios se metió la chiquilla?; es imposible que no la hayan visto salir, decía furiosa la rubia.

Pues nadie la vio señorita, decía la empleada.

Parque:

En una de las bancas de un pequeño parque un par de jovencitos pelinegros estaban sentados.

Toma, con esto te sentirás mejor, decía Gokú entregándole a la pelinegra un vasito con una infusión.

¡Gracias¡ dijo Milk en voz baja.

Como te iba diciendo la actitud de los chicos y mía estaba basada en un estúpido juramento que nos hicieron hacer el día que entramos a la escuela,................., decía Gokú mientras le comentaba a la pelinegra en qué consistía el juramento.

Minutos después:

¿Por eso no me aceptan, por no ser de abolengo como ustedes, por eso me decían nueva rica?, dijo Milk con nostalgia.

Si, aunque como te dije muchos de nosotros solo seguíamos órdenes de los líderes por temor a que cobren venganza con nosotros pero ello ya no será así Milk, yo he decidido darte mi amistad si tú la aceptas, dijo Gokú con una cálida sonrisa.

¿Darme tu amistad?, dijo Milk con ilusión.

Si, dijo Gokú sonriendo.

¿Quieres que seamos amigos?, dijo Milk con temor al acordarse de las amenazas de Lunch y las demás chicas.

Si y no temas que a partir de ahora nadie se burlara de ti, ni te harán daño, además sería bueno que hables con tu padre y le comentes todo lo que esa mujer te dice y ha hecho en tu casa, dijo Gokú.

Papá no me creerá, el ya no me quiere, me piensa mandar a un internado, decía Milk sollozando.

Ya no llores, en mi tienes a un amigo que estará dispuesto a escucharte y aconsejarte siempre, yo te aprecio mucho así no lo haya demostrado por cobarde en la escuela pero a partir de ahora será todo distinto y por ello quiero que vuelvas a recuperar la relación que tenías con tu padre, por lo que leí en tu diario la relación con tu padre cambio mucho tras su noviazgo con la tal Misuki. Milk aun puedes detener esa boda, no permitas que tu padre cometa un error es más si gustas vamos juntos a tu casa a hablar con tu padre, decía Gokú.

¿Me ayudarías a hablar con mi padre de esa mujer?, dijo Milk con voz temblorosa.

Sí, porque ya somos amigos, ¿no?, dijo el joven de cabello alborotado con una bella sonrisa.

Creo que sí, eres mi primer amigo en esta ciudad, dijo Milk con temor.

No temas, no tienes por qué temer, a partir de ahora todo cambiara, el dolor quedara atrás, los dos estaremos juntos para poder lidiar con todo lo que se presente, ya lo veras, dijo Gokú abrazando a la pelinegra quien con timidez correspondió el abrazo del joven de cabello alborotado.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro