Me sentía acorralado entre mis ideas, quería salir huyendo de todo para salvarme. No solo se necesita sentir mariposas para decir que es la persona correcta. ¡apunta bien y dispara!
Ya no jales el gatillo en las diferentes partes de mi. Muero desangrado, sufro mucho. Se directa con la bala. Sé mi funeral de una maldita vez.
Yo quería sentir demonios en la piel y calma en el corazón. Recibí demonios de tu corazón y calma cuando usabas tus piel para frotarme susurrandome al mismo tiempo esas frases que me estremecian. Cicuta y antidoto al mismo tiempo.
Tus buenas intenciones eran la respuesta al cara o sello de un moneda en el aire. Tus sentimientos eran cabalgados por el jinete de tus emociones ¿Querías que yo sea una emoción tuya? cuando querias amar me usabas para sentirlo y cuando te convertias por la ira destruias todo incluyendome a mi. Escupias veneno con tus palabras y me recogias entre los escombros poniendo pretexto para todo. Estoy desangrando y deja de aferrarte de los recuerdos bonitos que tuvimos. ¡Estoy desangrando! Y deja de manipularme con tus emociones. Ya ni suicidarme puedo.
¡Tira del gatillo!
Si me das paz me estas dando todo. Yo ahora quiero la paz eterna.
Ya no me arrastres cada vez que te arrepientes. Ya no me encierres en la jaula de tus emociones. Tu sabes mi talon de aquiles pero disparas a los alrededores de mi ser para tenerme ahí a lado tuyo para curarte solamente tú. Deja de someterme.
Reí malvadamente al notar que solo le quedaba una maldita bala. O bien muero desangrado o bien con la cabeza explotada.