16 de febrero.
Hoy te vi nuevamente. Esto se esta volviendo un patron, pero era de esperarse ya que vives al lado de mi casa.
Yo regresaba en la mañana con total tranquilidad, caminaba por la calle mirando el cielo teñirse de colores con el sol, cuando tu apareciste. Llegabas a tu casa en el auto que yo conocia tan bien, en aquel auto en el que me besaste por primera vez y en el que solias recogerme despues de clases.
En ese momento, yo tenia la completa seguridad de lo que tenia que hacer si volvia a verte. Te ofreceria una rama de olivo para borrar todo y volver a como eramos antes de que todo esto sucediera.
En mis planes estaba verte y saludarte, como se saluda a un vecino al que conoces de vista y con quien nunca has hablado. Volver a ser extraños que se saludan al verse era lo que necesitaba, sentir que todo era como antes y que lo nuestro nunca paso.
Pero no pude hacer lo que planeaba.
Y una vez mas, termine decepcionada de lo que eras.
Me viste, lo se, y en lugar dar la cara, volviste a esconderte.
Bajaste del auto para abrir el porton de tu casa, y en lugar de salir, te quedaste detras de la puerta, oculto muy descaradamente, hasta que yo pase por detras del vehiculo que estaba en media acera.
Cuanta cobardia.
Me senti muy molesta. Miles de cosas que decirte se me cruzaron por la mente, hasta que reflexione y recorde algo que habia visto hace unos dias.
"Matar la esperanza es el primer paso para superar a una persona"
Y no necesité matarla yo, tu lo hiciste por mi.
Con cada actitud de cobardia tuya, mis esperanzas, de que en algun momento me busques para areglar las cosas y quedar en paz, se perdian hasta desaparecer.
Tu me ayudaste a matar esa esperanza, y te lo agradezco.
Tu me demostraste que no importan que tan buena persona seas, siempre va a existir alguien opuesto a ti en tu vida, que te hara mas daño del que puedas imaginar.
Y es lo que duele.
Pero una vez destruidas las esperanzas, lo que queda por sanar son heridas de los recuerdos y no de las expectativas.
Es mucho mejor llorar por algo que sucedio, recordando lo que sentimos y lo que vivimos, a llorar por ver nuetras expectativas caidas y destruidas repetidamente.
Mas vale sufrir por los recuerdos de lo que fue, que por la idea de lo que pudo ser.
Y ya que no tengo mas mis esperanzas puestas en ti, se que sera mas sencillo dejarte ir.
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