Querido diario:

No te lo conté antes, pero salió solo.

Sí, tengo estrés. ¿Y qué?

No voy a morir por ello.

Es más, prefiero vivir luchando, que morir por no haber luchado.

Y esto es entre él y yo.

Una batalla constante.

Una lucha desenfrenada.

Y unas amigas: unas pastillas.

¿Qué puede salir mal?

Nunca me he enganchado a nada.

Nunca creo que pruebe el alcohol.

Nunca creo que tome drogas.

¿Qué puede ocurrir si lo hago?

Todo el mal.

Esto parece un soliloquio.

A veces pienso que estás solo para escucharme.

¿Qué opinas de todo esto?

A veces tengo miedo.

Miedo por no saber si la realidad es real o no.

No sé si me entiendes.

A veces creo que nadie me entiende.

Y ella sigue distante.

Ella parece no percatarse de nada.

La nieta de Rosa es tan cambiante...

Hay días que sí; pero otros que no.

Y a veces no sé qué decir.

A veces no sé cómo actuar.

A veces se me olvida hasta respirar.

¿Esto es amor?

Porque más bien parece una cárcel.

Buenas noches.