Querido diario:

1 día. 24 horas. 1440 minutos. 86400 segundos de vida.

Parece más largo el tiempo de lo que es, ¿verdad?

Solo quedan 2 cartas. Tengo que terminar con esto antes de que caiga la noche.

“Querida señorita:

A lo largo de estos años, su calidad de vida ha caído por las nubes. Hemos considerado su familia y yo trasladarla a un centro psiquiátrico por sus continuos problemas neurológicos y mentales.

Atentamente:

Doctor Robert.

“Querida paciente:

Durante estos días me he dado cuenta de su afición por la escritura. Le ruego que acepte este diario por parte de la comunidad de médicos.

Esperemos el regalo sea de su agrado.

Un saludo:

Rosa.

El baúl se ha quedado vacío. Cantidad de imágenes reales abordan ahora mi mente.

¿Es esta la realidad, querido diario? ¿Qué he estado viviendo hasta ahora entonces? ¿Estoy en verdad escribiendo en ti o es parte de mi locura?

No hay tiempo para saber las respuestas.

Mi vida parece haber llegado a su fin.

Podemos hacer la cuenta atrás, si quieres.

Cinco.

Cuatro.

Tres.

Dos.

Uno.

Quiero llorar. Saber que vas a morir no es agradable.

Cero.