Amado Alan:

Ni yo misma me creía haber aceptado ser su novia.

En alguna parte de mí, sentía que te traicionaba, que te engañaba por que eras tú al que yo quería.

Creo que, Max me gustaba un poco después de todo.

Pero eso no me bastaba, yo te deseaba a ti.

Luego todo empeoró en la escuela cuando se enteraron. Sus amigos no me aceptaban, las chicas me odiaban más y tú parecías molesto... celoso.

Por esa razón no lo terminé.
Lo usé sí, y me arrepiento, pero en esos días no tenía otro pensamiento que no fueras tú.

Max me defendía cada vez que podía y por fin, un día, dejaron de molestarme. Se resignaron.

Fue cuando caí en la cuenta de que estaba con el chico más popular del instituto, ya no era invisible, y no me explicaba el como de ese cambio.

Todo por venganza, por acercarme al Alan que alguna vez fue mi mejor amigo, mi confidente.

Ese chico dulce y amable. No el que llevaba una máscara de amargura.

Aunque, supongo que era la misma máscara que yo traía puesta todos los días.

Tuya:

Amelia.