Duelo emocional
Miércoles
Ayer pasado diez minutos de intentar dormir, el frío se calmó. Pienso que se debe a que me concentré más en dormirme que en el frío. Dormí como un bebé, aunque creo que esa frase no viene bien. Los bebés suelen despertarse por las madrugadas para llorar y así llamar la atención de sus padres, en cambio yo dormí sin la más mínima interrupción de ese sueño.
Soy de las personas que ponen cuatro alarmas para asegurarse de despertarse en la mañana y no quedarse dormido, pongo una para las 5:10, la segunda a las 5:20, la tercera para las 5:30 y la última a las 5:31. Llamo despertarse a cuando ya te levantas para hacer todo, para mí no es lo mismo estar dormido con los ojos abiertos, que estar despierto y listo para el día.
Son muchas cosas que hago en la mañana antes de ir a la escuela. Me levanto y me siento en el suelo a meditar por 10 minutos para llenar de energías positiva todo mi cuerpo y mente. Mientras me voy cepillando los dientes trato también de prepararme el desayuno. Luego me ducho y salgo del baño siempre con la toalla alrededor de mi torso inferior. Les confieso que me da algo de pena hacer esto por si algún miembro de mi familia se despierta y me ve en dicha situación, pero aún no ha sucedido y no sucederá, debido a que mi familia no tienen los mismos horarios que yo.
Mi mamá es la que más temprano se levanta, ya que ella tiene que estar a las 5:00 am en el trabajo y debe tomar su transporte a tiempo. Mi hermana está en la misma escuela que yo, solo que es dos años menor y le gusta llegar tarde, por eso es que ella se levanta a las 6:30 am. Mi hermanita está en una escuela primaria, ella se despierta poco después de mi abuelo, él es el encargado de ayudarla a prepararse para que ella salga de la escuela, ellos se van despertando a eso de las 7:00 am.
Antes de vestirme le dejo a Minerva en su plato unas croquetas para el desayuno. Llevo a mi cuarto un plato con tostadas con mantequilla y un vaso de yogurt para ir desayunando mientras me visto. He de decir que esto me ha traído varios infortunios, una que otra vez he terminado de vestirme y me he tirado sin querer parte del desayuno arriba, haciéndome tener que perder tiempo en buscar otra ropa para vestirme. Hoy me puse un pantalón de mezclillas, un pulóver negro que ponía "Dior París" en blanco, un par de tenis igualmente negros que hacían juego con el par de medias, y no podía faltar mi amuleto.
El amuleto es de cuero negro, en el centro tiene una media esfera incrustada en un soporte plateado, y alrededor de ella hay pequeños aros y cuentas plateadas. En la media esfera se puede ver en color azul a una mujer que porta el símbolo del zodiaco de virgo. Soy virgo, a ver si adivinan que día es mi cumpleaños y me envían algún regalo.
Hago la cama y me coloco perfume en las muñecas, codo, cuello y en el pecho. Automáticamente y sin pensarlo digo "Con este aroma sello mi energía. Nada ni nadie puede dañarme ni física, emocional o espiritualmente. Atraigo a mi vida puras cosas positivas. Sello este día con este olor de protección sutil. Que así sea, así es, así será". Me coloco mi mochila en la espalda cargadas de cosas que creo que necesitaré, pero que nunca he necesitado. Me acercó al rincón donde está el lugar de Minerva para dormir.
No funcionó el ritual -la movía suavemente para despertarla.
- Si funcionó -dijo con voz somnolienta sin abrir los ojos.
- No, no lo hizo. Me siento ansioso por lo de Beatriz.
- El ritual va frenando los sentimientos hasta llegar al punto que se detienen por completo.
- ¿Cuándo se detendrán? No quiero enamorarme de Beatriz.
- Deja dormir, vete ya -se levantó, se estiró hacia atrás y se volvió a acostar para seguir durmiendo.
Al llegar a la escuela era muy temprano. Por suerte no estaba solo y estaba con Claudia. Claudia es como mi compañera de bus, es ella quien marca de primera para así los dos llegar juntos. Digo que somos compañeros de bus debido a que ella no está en mi salón de clases ni en mi bloque, solo nos hacemos compañía en el bus y en el parque frente a la escuela para pasar el rato hasta que sea hora de entrar.
Yo miraba constantemente la hora en mi móvil, ya se acercaba la hora de entrar y Beatriz no llegaba. Faltando 20 minutos para que el reloj marcara las 7:50 am, fue que vi a lo lejos caminando a Beatriz hacia mi. Me acerqué a ella y.... Y me besó en la boca.
- Buen día Dans -me dijo al terminar de besarme.
- Buen día Fres -la saludé tratando de que Claudia no note que me tomó por sorpresa el beso que me acabó de plantar Beatriz.
- ¿Volvieron? -preguntó sorprendida Claudia.
- Si. Me di cuenta que nunca debí de terminar con Dans.
- ¿Sabes lo nuestro? -pregunté sorprendido por que ella no está en mi bloque.
- El Prófugo llega a todos los bloques, y ustedes han sido tema de él tres semanas seguidas. "Fresita Esquizofrénica", "Una Fresa Dos Caminos" y "Fresita Un Nuevo Amorío".
- Wao, no me había dado cuenta que el Prófugo hablaba tanto de mi.
- Al final él no hace más que contar chismes, aunque si me creo una que otra cosa, o que alguna vez ha dicho alguna verdad -dije sabiendo que el Prófugo solo me llama esquizofrénico por cosas de brujos que he tenido que lidiar en la escuela.
- Buen día -saluda Andrés que acaba de llegar-. ¿Cómo va todo?
- Bien -responde Claudia.
- Fantabuloso -respondo y voy a sentarme en el banco.
- ¿Y tú? -pregunta Andrés mirando a Beatriz.
- Bien, bien. Bastante bien -acomoda su mochila al lado de la mía y se sienta en mis piernas.
- Bueno mi gente, me voy por ahí a ver si veo a Arn y a Ana -excusó al ver la acción de Beatriz.
Tomé mi móvil, abrí el WhatsApp, y entré al chat de Beatriz para preguntar "¿Hasta cuando es la venganza?". A Beatriz le llegó la notificación a su móvil haciendo sonar la canción "Rompiendo corazones te entretienes, y cuando das el tuyo es de papel". Ella tomó su celular y escribió.
- ¿Hasta cuánto estás dispuesto a llegar?
- Por mi, como si es para siempre.
- Estás disfrutando con esto.
- Te aseguro que si.
El timbre sonó y entramos a la escuela. Hicimos lo que siempre se hace, un matutino donde se alza la bandera, se canta el himno nacional y se dan información de las que se supone que son importantes. Luego de eso todo fuimos a nuestros salones de clases, no todos los del grupito de tertulia estamos en las mismas aulas, aunque si estamos en el mismo bloque. Estuve toda la mañana dando clases hasta que fue la hora de merienda. A esa hora salí a un rincón de la escuela a la que siempre voy, allí siempre se encuentra Minerva con una merienda para mi. Mientras tomaba la bolsa con la merienda, sonó un estruendoso sonido de un carro chillando. Minerva y yo corrimos hacia donde vino el ruido.
- No llores -consolaba Alejandra a Ana que estaba llorando.
- ¿Qué pasó? -mi instinto de chismoso salió a la luz mientras observaba que todos miraban a un carro blanco que había atropellado a un animal.
- El chivo pidiendo hierba -se burló Arn de mi.
- Pobre chivito -le siguió la rima el Andrés que al parecer no tenía personalidad propia.
- Un carro atropelló al gato de Ana -me chismoseó la Flaca.
La puerta del auto se abre y de él se baja un chico con perilla, vistiendo una camisa a cuadros y un pantalón extravagante. Se acerca al gato que sangra en la calle y lo examina de cerca.
- ¡Tú! -señaló Ana en tono amenazante-. Regresas solo para hacerme daño. ¿Verdad?
- ¿Es Tom? -preguntó al escuchar la voz de Ana.
- ¡Hola Wilson! -exclamé al escuchar la voz de Wilson. Me lleve la mano derecha al corazón y sentí por primera vez que algo dentro de mi faltaba. Normalmente el "!Hola Wilson!" me causa felicidad, pero ahora no había ni una pizca de ella.
- ¡...LO MATASTE PARA TERMINAR EL TRABAJO DE DESTRUIRME MI VIDA! -llegué a escuchar a Ana gritándole a Wilson.
- ¡Hola Dan! -saludó Wilson-. Lo siento Ana -la miró a los ojos.- Si quieres podemos hacerle un funeral, no era mi intención...
- ¡CLARO QUE LO ERA, CLARO QUE LA TENÍAS CUANDO ME TERMINASTE EL DÍA DE MI CUMPLEAÑOS EN MI FIESTA, Y CLARO QUE TAMBIÉN CUANDO UN AÑO ANTES DE ESO ME PEGASTE LOS TARROS CON ESA CLAUDIA DEL OTRO BLOQUE!
- !SILEEEEENCIO! -mandó Alina la directora. Acababa de llegar con algunos maestros para controlar lo que estaba sucediendo-. ¿Qué pasó aquí? -preguntó mirando a Wilson, a Ana y al gato atropellado en la calle.
- Ana trajo su gatito para enseñarse...
- ¡¿Cuántas veces he dicho que no quiero animales en esta institución?! -miró a Minerva y luego a mi-. ¿Eso es un gato?
- No, es un cuervo -corregí antes que a todos les diera tiempo a mirar.
- Siempre anda hablando con ese ga... -Arn se calló al ver que a mi lado no había un gato, sino un cuervo negro que graznó y salió volando.
- Debí de haber visto mal -comentó Alina-. Se acabó el receso, todos a sus aulas. Ana y Wilson vayan a la dirección, Yarisel y Mirabel por favor quédense aquí vigilando al gato de Ana -ordenó.
Todos, incluyéndome, fuimos a nuestras respectivas aulas refunfuñando por que ahora nos habíamos quedado sin receso. Juntos con nosotros los maestros también murmuraban cosas, no les parecía bien que su momento de descanso también se viera alterado por una alumna que había traído su gato a la escuela.
A mitad de la clase de Inglés suenan los altavoces de la escuela para dar un enunciado.
- Este es un anuncio a petición de la estudiante Ana Monroy Velázquez. Todas aquellas personas que se encuentran en su grupo de WhatsApp llamado The Wombat Cat, conocido también como el TWC, se podrán ir al mediodía para sus casas. El resto de la información les llegará a ese mismo grupo de WhatsApp. Estaré controlando que personas son las que se encuentran en The Wombat Bat.
- The Wombat Cat -se oyó por un momento que Ana la corregía en un tono bajo para que no se le escuchara.
- No se crean los malandrines de la escuela que podrán salirse de la suya con este anuncio -continuó la directora sin haberle hecho caso a la corrección de Ana.
Como ya deben haber intuido yo formo parte del TWC. TWC es el acrónimo de The Wombat Cat, un grupo de WhatsApp que creamos nuestro grupito de tertulia. El nombre lo escogimos por un meme que vimos y pues cada vez que salía la oportunidad no la dejábamos pasar para decir "Lo hizo the wombat cat". Estando en el bus de regreso a casa me llega la información extra que decía el anuncio.
- Hablé con la directora para que nos dejara salir temprano. Quiero hacer un funeral a Tom.
- ¿Qué le pasó a Tom? -preguntó Melanie que no se había enterado aún de lo ocurrido debido a que en el último mes a estado de análisis en análisis.
- Wilson llegó y plop, lo atropelló -contestó Andrés.
- ¿Wilson regresó? -se sorprendió Melanie.
- ¿Ya pensaste el lugar? -consultó la flaca en respuesta del mensaje de Ana.
- ¿Y si lo hacemos en el parque? -sugirió Mayden.
- Allí no descansaría en paz -escribió Brisa.
- No es un lugar tranquilo -respondió a su vez Beatriz al mensaje de Mayden.
- Pienso que sería mejor la escuela abandonada -opiné.
- Holiwis Dans -me saludó cariñosamente Beatriz.
- Janakans fresita bonita -le devolví el saludo.
- Veo amor en el aire -destacó Melanie.
- Beatríz y yo decidimos volver.
- Ya dejen el temita o no están viendo que se está hablando un tema serio -protestó Andrés mostrando sus celos por lo que estaba ocurriendo en el chat.
- ¡Denle hierba al chivo! -replicó Arn.
- Según escuché allí en la escuela abandonada está el fantasma de una niña muerta -advirtió Beatriz.
- Ay no que miedo, así no voy eh -escribió la flaca.
- No hay nada allí -escribí.
- Dices que no hay nada allí por que es tu lugar para hacer tus esquizofrenadas -me echó en cara la flaca.
- No le crean al prófugo -comentó Beatriz.
- No es mentira lo que dice el prófugo -desmintió Arn-, el chivo a veces va allí con esa gata extraña.
- Arn ¿Tú eres el prófugo? -preguntó Melanie-. ¡@todos, Arn es el prófugo!
- Las veces que he ido a la escuela abandona es solo para buscar a Minerva -me excusé sabiendo que he ido a otras cosas-, y si propuse ese lugar es por que nadie se acerca por el tema de la niña muerta.
- Ves que si hay niña muerta -trataba de confirmar la flaca.
- Que no hay ninguna niña muerta -negué.
- Pero si lo acabas de decir -insistía la flaca.
- Ash, que no hay nada te digo yo. ¿@Ana dónde y a qué hora?
- Perdonen estaba escribiendo lo que voy a decir en el funeral. A las 6 en la escuela abandonada.
- Llegaré más temprano para tener el hueco listo -me ofrecí sabiendo que debía de llegar temprano para hablar con Laura, la niña muerta de la escuela abandonada.
- Gracias Dan, te lo agradezco.
Llegué a mi casa y me cambié de ropa. Me puse un short azul que tenía una línea blanca a sus costados, una camiseta de color negro que ponía en rojo "Supreme", y mis zapatos de andar. De una caja de zapatos que hay en mi librero, tomé una pala de jardinería que a veces uso para enterrar algunos de mis hechizos. Salí con Minerva hacia la escuela abandonada que queda a dos cuadras de mi casa.
A veces siento lástima por Laura. Esa escuela antes era una escuela becada. Laura tenía 8 años cuando murió. Le dió fiebre y no le bajaba, la llevaron a dormir así pensando que la fiebre le bajaría, sin embargo esta subió y se llevó con ella la vida de Laura. Es inocente, ella solo busca jugar, cosa que otros no entienden cuando han ido a la escuela derrumbada y terminan huyendo por miedo.
- ¿Laura estás? -pregunté mirando a todo alrededor mientras iba por los pasillos de aquella escuela.
- Laauuraa -esbozaba Minerva.
- ¡Un, dos, tres, adivina quién es! -sentí que me decían al oído mientras sentía unas manos frías que taparon mis ojos.
- Mmm, Minerva -dije a modo de no saber quién era.
- No -dijo aquella voz.
- Mmm, Dan.
- Dan eres tú tontito -rió.
- Me doy por vencido.
- ¡Gané, gané! -exclamaba victoriosa mientras me destapaba los ojos. Miré hacia atrás y vi flotando en el aire a una niña de pelo blanco que llevaba un vestido blanco-. Soy Laura. -rió-. ¿Vienes a jugar o hacer algún ritual?
- Vinimos a hablar contigo.
- Ahhh, un cuento. -se acercó a Minerva, la tomó entre sus brazos y se sentó con ella de pies cruzados en el suelo como si Minerva fuera un peluche.
- Hoy vendrán algunos amigos.
- ¡Amigos! ¡Amigos! ¡Amigos! -se elevó en el aire dejando caer a Minerva-. ¿Vendrán a jugar?
- No -Laura comenzó a descender-, vendremos a hacer un funeral a un gatito.
- ¡Gatito! ¡Gatito! ¡Gatito! -ascendió.
- No habrá gatito -advirtió Minerva.
- ¿Por qué? -cuestionó Laura descendiendo.
- Los fantasmas solo se quedan anclados en el lugar que murieron. El gatito no va a morir acá, ya está muerto.
- Pobre gatito. ¿Puedo ir al funeral?
- Para eso venimos a hablar contigo -habló Minerva.
- Wiiiiiiii.
- No puedes ir -dije.
- ¿Por qué?
- Sabes que las personas no entienden de nuestro mundo Laura.
- Entiendo, aunque no quiero asustar a nadie.
- Ellos no entienden, por eso vine a pedirte de favor que me ayudes en no hacer nada cuando estén mis amigos.
- ¿Puedo al menos asomarme a la ventana para ver?
- Sería muy arriesgado -informó Minerva.
- No seas gata de mala suerte -me referí a Minerva-. Si puedes asomarte en la ventana, pero sin que nadie te vea. ¿Si?
- Si -asintió Laura-. ¿Piensas cavar el hueco con eso?
- Si.
- En una de las aulas de arriba hay una pala con el palo medio roto, pero te serviría.
Fui a buscar la pala en las aulas de arriba y fui al patio trasero cerca de un tronco de un árbol para allí cavar la tumba. Esperé afuera a los del TWC y los conduje hacia el hoyo que había hecho. Ana tenía al gato en una caja de cartón, el jardinero de la escuela se había encargado de echarlo allí para el funeral que tanto pedía Ana. Todos nos colocamos alrededor de la caja con una flor que había traído Mayden para cada uno. Ana comenzó a leer lo que ella había escrito para Tom.
- Hoy quiero despedir a mi amigo felino, quien ha dejado una huella imborrable en mi corazón. Aunque pequeño en tamaño, su presencia era grande en amor y compañía -comenzó a oírse una voz temblorosa que llamaba al llanto-. Salmo 23: Aunque camine por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo -salieron lágrimas de sus ojos que daban paso a un ligero llanto-. Tom ha cruzado ese valle hacia la eternidad, donde no habrá más sufrimiento ni dolor, solo paz y descanso.
- Déjame seguir leyendo -me ofrecí al ver que ya Ana no podía seguir por si sola y que los otros se habían contagiado un poco de sus lágrimas. Supuse que no sentía tristeza por el congelamiento de mi corazón.
Ana me cedió el papel que contenía el escrito, Alejandra la rodeo con sus brazos y la abrazó fuerte.
- Que su alma juguetona y su espíritu curioso encuentren reposo en los campos verdes del cielo, donde corre libre y feliz sin ninguna preocupación. Hoy lloramos -cambié el "Hoy lloro" al ver que todos lloraban- su partida, pero también celebramos su vida y el regalo que fue para Ana -seguía cambiando algunas cosas para que tenga coherencia Que su memoria nos inspire a valorar cada momento con aquellos que amamos, porque la vida, así como la suya, es frágil y preciosa. Descansa en paz, Tom. Siempre vivirás en el recuerdo de Ana. Hasta que se vuelvan a encontrar en la tierra prometida.
- Miren hacia la ventana del segundo piso -susurró Andrés, haciendo que todos, incluyéndome mirásemos para allí.
- ¡AAAAAA! -alarmó la flaca- ¡LA NIÑA, LA NIÑA!
En la ventana del segundo piso se veía la cara risueña de Laura al ver que había personas en la escuela abandonada. Todos echaron a correr, hasta la misma Ana corrió dejando la caja con Tom adentro.
- ¡Yo me encargo del resto! -grité, pero al parecer ella no escuchó por que no obtuve respuesta.
Tomé la caja y cuidadosamente la puse en el hueco. Devolví a su lugar la tierra que antes había sacado del agujero y coloqué encima la flor que me había dado Mayden.
Tengo la teoría de el hechizo hoy solo pausó mis emociones básicas. No sentí alegría, ni tristeza, pero si sentía otras emociones como la ansiedad y la lástima. Y es lástima lo que siento por Ana, no se merece que esto termine así, ella llorando y asustada en el funeral de un gatito que seguro solo llevaba unos meses de vida. Tengo una idea, mañana les contaré, por ahora dejaré esto aquí, me regreso a la escuela abandonada con unas cuantas cosas.
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