Inhumano, demonio, criminal y homicida son sólo algunos de los muchos nombres que recibe una persona que guiada por su "sed de sangre" termina extinguiendo la vida de otra. Pero, ¿Basta solamente el realizar la acción lo que te convierte en asesino? ¿O el simple hecho de pensar un posible escenario te hace merecedor de tan temido título?, ¿Es algo innato en sólo unos cuantos, o es más un instinto reprimido que todos poseemos? Lo cierto es que, sea cual sea la respuesta que creamos, lo único que puede ser verdad, es que en una sociedad en dónde el poder "matar" requiera de una aprobación legal, cualquier persona que cometa asesinato será vista como un criminal.

No es de extrañar que muchos asesinos terminaran siendo odiados y temidos por la gran mayoría, pero ¿Son ellos realmente diferentes al resto del mundo?, ¿Qué los hace a ellos diferentes de un soldado en la guerra? ¿O a un verdugo en la cámara de ejecución?, ¿Será tal vez el método?, ¿El número de asesinatos?, ¿El permiso otorgado? Quizás la pregunta correcta no sea el "Qué", sino el "Por qué".

¿Por qué mata un asesino? Las respuestas pueden ser muy diversas, y todas dependen desde el punto de vista del espectador. Por esta misma razón, no pueden ser descritas con palabras para que otros lo entiendan. Yo no había podido comprenderlo hasta hace algún tiempo, cuando debido a un accidente mi vida dio un giro de 180 grados.