¡Hola chicos! Lamento no haber publicado hace tanto tiempo. Esta vez estoy aquí para terminar la obra. No se cuantas cartas en total vaya a tener pero serán bastantes. Es una historia basta compleja y hay mucho que contar.

Los dejo con la nueva carta!
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¡Oh por Dios! ¡Te bese! ¡Nos besamos!

Fue lo más lindo, hermoso que me ha sucedido. Puedo asegurarte que este beso es mucho mejor que el primer beso que me dieron. Y mi primer beso no fue malo ni con alguien feo, de hecho fue un muy buen beso con un chico perdón. Me desvié un poco.

Cuando te bese, el mundo se detuvo y cuando me correspondiste me sentí la chica más afortunada del mundo. Hasta me hiciste temblar. Estaba tan feliz hasta que Ashley me dijo que no me hiciera falsas ilusiones. Y tenía toda la razón. A la salida, decidí ignorarte, no tenía idea de cómo actuar después del beso y realmente estaba tan afectada aun. Seguía muy nerviosa y tenía miedo de tu reacción.

Al siguiente día era viernes. Decidí ignorarte porque me daba miedo acercarme y que me rechazaras. También me sentía un poco avergonzada de lo sucedido. Era vergüenza por haberte besado de esa forma, así tan de repente, vergüenza por haberme declarado sin antes tener la certeza de que tú también sintieras lo mismo por mí. Pero estaba tan emocionada, tan feliz que hasta te pensaba a cada instante. Te tenía dentro de mi mente a cada rato en cada acción y no sabía cómo sacarte. Era decir algo y acordarme de ti.

Estaba tan feliz, pero necesitaba un consejo y ya sabía quién me lo podría dar. Mr. Peterson era como un padre. Siempre te andaba reprimiendo y a mí me estima como su hija. Así que, él era la persona indicada para preguntarle acerca de qué hacer.

Mr. Peterson era la única persona que me podría aconsejar bien, pero no contaba con lo que me iba a decir...

- J