Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4. Trabajo

¿Ya había dicho que estos cuatro traerían problemas?

¿No?

Pues, nos traerán problemas.

No sé como en poco tiempo se volvieron tan unidos, no me pregunten, de verdad que no lo sé.

Se encontraban en el patio de la casa de Luis, conversando, como venían haciendo desde hace poco más de un mes.

Jay se integro perfectamente en el grupo de amigos y todos se contentaron con la presencia de uno más.

—¿Como vas con el trabajo en la feria? —la pregunta de Mateo hacia Luis cambio el rumbo de lo que conversaban antes.

El rubio termino su bebida antes de responder.

—Ha ido bien pero debo buscar otro trabajo porque pronto acabaran las ferias en la ciudad y cerrarán hasta el año que viene de nuevo en estas fechas.

Todos hicieron una mueca ante tan devastadora noticia.

Jay sonrió aprovechando la oportunidad de ofrecer trabajo a sus amigos.

—Los puedo ayudar —todo el lugar se puso en silencio a la espera de que siguiera sus palabras— Creo que mi jefe necesita algunas personas para un trabajo.

Jimmy alzo una ceja de manera interesada.

—¿De que trataría? ¿Que tendríamos que hacer?

Se notaba la desesperación de los adolescentes, querían ayudar en la casa y era frustrante no poder hacerlo.

—Solo tendrán que entregar un paquete a un socio de mi jefe, es al otro lado de la ciudad —se contuvo a solo decir eso hasta que aceptaran y cruzo sus brazos para estudiar las expresiones de sus amigos.

—¿Solo eso? —fruncio el ceño Mateo, cierta sospecha se instalo en su pecho.

—Si, solo eso —asintió completamente seguro de sus palabras.

—¿Cuanto sería el pago? —solo en eso se basaba el interés de Luis.

—Todo depende de como les salga la entrega —estuvieron a punto de echarse para atrás hasta que prosiguió— Pero les aseguro que la paga es muy buena.

Jimmy y Luis se miraron, compartiendo sus pensamientos el uno con el otro, intentado buscar algún pero.

—No lo sé —Mateo aún sentía que la situación no iba— ¿Que se entregara?

Jay dirigió su mirada al castaño tratando de ver sus dudas al respecto pero en cuanto se dio cuenta que el chico era bueno en ocultar lo que sentía se resigno a decirlo.

—Es solo merca de... Ya saben de lo que hablo ¿no? —las posturas de los chicos se volvieron tensas, sus pensamientos arremolinandose en sus cabezas.

—¿Droga? ¿Hablas de droga? —Luis soltó las palabras antes de pensarlas bien, era algo inédito lo que había escuchado de su amigo.

—¿Tú vendes droga? —está vez Mateo se dejo llevar por su incertidumbre, sabía que algo andaba mal.

—¿Qué? No —la cara de Jay se volvió seria, intentando encontrar las palabras correctas se tardo unos largos segundos— Yo no vendo absolutamente nada. Los chicos que necesita mi jefe solo deben transportar el paquete sin decir alguna palabra ¿bien? Solo es ir, entregar y regresar, sin riesgos.

—¿Es droga lo que quieren que llevemos? —Jimmy pregunto en un susurro, casi prohibido, necesitaba saberlo aunque ya era más que obvio la respuesta ¿no?

El mayor de los cuatro suspiro de manera exagerada ante las preguntas incoherentes de sus amigos.

—Si, lo es, pero ustedes no tendrán contacto directo con ella, no hay que preocuparse.

Varios segundos pasaron hasta que Jay volvió hablar, de verdad necesitaba a los chicos.

—La paga de verdad es muy bueno, podrían mantenerse hasta por un mes.

Luis alzo la mirada al oír esas palabras, la esperanza bordeando sus ojos, si eso era cierto ¿que importante era correr un poco de riesgo?

—¿De verdad lo están considerando? —Mateo se enderezó al no obtener respuesta de sus amigos— No sé ustedes pero yo no estaré dentro de esto.

Tomo rumbo a la salida y por un momento tuvo la necesidad de detenerse, en su casa solo eran su abuela y él y aunque el dinero que el llevaba a casa estaba bien no vivían de manera cómoda, podía ser una gran oportunidad.

No.

Estaba decidido en que no entraría en esto, se alejo de la casa dejando a los tres restantes en sus lugares, dos de ellos aún pensativos.

Podían ayudar en casa, traer dinero jamás se había visto tan tentador.

—¿Cuando seria? —las palabras del pelinegro hicieron que en los labios de Jay se mostrará un atisbo de sonrisa.

Luis miro a su amigo y el le dio una mirada tranquilizadora.

—El martes de la semana que viene, puedo hablar con mi jefe y conseguirles la mitad del dinero antes del día —ambos asintieron de manera un poco frenética— Pero deben conocerlo primero.

Volvieron a mirarse, un poco intrigados pero a la vez preocupados.

¿A donde los llevaría esto? —Se preguntaban.

Miraron de nuevo a Jay y asintieron lentamente mientras miraban sus ropas.

¿Cómo se verá alguien que vende drogas? Absolutamente no como ellos.

Se levantaron y siguieron a su amigo para salir de ahí pero a medio camino, en la sala de estar se oyó la voz débil de una anciana llamando a Luis.

—Un momento, veré a mi abuela.

Sin esperar respuesta camino con rapidez a la habitación que compartían su abuela y su madre y al entrar la encontró recostada sobre la cama, tenia una manta sobre ella y sus débiles huesos provocaban que no pudiera moverse con normalidad.

—¿Que ocurre, abuela? —pregunto el chico restregandose sus manos sudadas contra su pantalón y mostrando la sonrisa que mostraba más tranquilidad a su abuela pero claro que no estaba tranquilo.

Iría a vender droga.

—¿A donde vas, hijo? —murmuro sus palabras la anciana pero su nieto oyó con perfección.

—Saldré un momento con mis amigos ¿estarás bien? —su pregunta salio nerviosa mientras controlaba su respiración.

La mano de su abuela se alzo y con lentitud le acaricio la mejilla sonriendo de manera cálida.

—Estare bien, diviertete y no lleguen tarde tú y Jimmy.

Luis asiento dandole un suave beso en la frente y retirándose de la habitación y caminando a donde lo esperaban.

—Ahora si, vamos —Jay los condujo a aquel callejón donde conoció a Jimmy semanas atrás.

Contando los containers se detuvieron en el cuarto de un lado de la calle y Jay abrió mientras la puerta de metal hacia un chirrido casi espeluznante.

Entraron sin saber que encontrarían y así comenzó todo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro