Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

El primer asesinato

Hola Shiruku

Dije que me volvería una samurái, y lo seré cueste lo que cueste.

Pero tal vez tenga que cambiar los métodos un poco...

Tras encontrar al verdadero mounstro con el que vivía supe que debía hacer algo al respecto, así que despuntando el sol tomé mi espada y me puse a practicar por mí cuenta.

Con el tiempo, y a medida que me iba volviendo una adolescente; fui llamando la atención de ciertas personas de las cuales desconocía que existían hasta este momento:

La facción Imperial.

Ellos dijieron que veían potencial en mí, o al menos eso dijo la persona con la que me tocó interactuar.

Simplemente dije que mi corazón ardía en llamas abrasadoras y que quería sanarme, pues no puedes humillar a un samurái que ya perdió su honor.

Ví como sonreía, era una sonrisa socarrona; así que mantuve mi distancia.

Me dijo que si quería podía unirme a la rebelión Imperial como soldada de primera línea, dije que iba a considerarlo. Cuando se fue retomé mi entrenamiento.

Necesitaba un muñeco de prueba para practicar los cortes aprendidos y terminé desollando al caballo de mi padre manchando mi katana con su sangre mientras el pobre animal se desvanecía en la nada.

Mis instintos se activaron, ese líquido rojo me daba mucha curiosidad; al ser mitad Kitsune podía comer la carne cruda sin excusa o pretexto, así que le dí una lamida a mi katana.

Era...

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Lo más delicioso que había probado nunca.

Mi pelaje y mis colas se esponjaron, sentía una corriente de energía viajar por todo mi cuerpo.

¿Acaso había logrado activar mi Núcleo de Poder?

No lo sé, simplemente se sintió demasiado bien para solo ser sangre, necesitaba seguir adelante con mi entrenamiento pero simplemente mi cabeza me distraía de mis objetivos.

Y ahí tuve una idea...

Una maravillosa y sanguinaria idea...

"Te mataré, Shogunato".

Corrí lo más rápido que pude en cuatro patas hasta llegar a un pueblo cercano de dónde yo solía entrenar y le pedí a quien atendía una tienda que me diera su veneno más fuerte.

Claro que me preguntó muchas veces que si estaba segura de lo que pedía, le dije que sí y que simplemente me lo diera.

Me dió un recipiente con veneno y me dijo que ya conocía el resto, quizás podría preparar algo de té. Me fui a casa y tras actualizar mi situación hice los preparativos.

Guardé esa mezcla venenosa en una alacena y preparé algún objeto contundente, tras hacer mis preparativos me senté en la puerta esperando a Shogunato...

Esperé...
Esperé...
Esperé...

Finalmente, entró a casa.

Lo saludé con neutralidad, ya hacía mucho tiempo que mis sentimientos hacia él estaban muertos, me devolvió el saludo con la misma neutralidad.

Se quitó el casco samurái que traía puesto y no pude contenerme a mi misma, tomé el la pala que tenía cerca y le dí un golpe en la nuca, descalabrandolo...

Pasó un tiempo, yo me uní a la facción Imperial; estaba harta de estas condiciones de vida y mi padre tenía cuentas pendientes conmigo...

"¿Qué... Qué fue lo que me pasó?"

"Veo que al fin despiertas, bolsa de mierda"

Haciendo resonar mis pisadas me acerqué a mi padre mirándolo con frialdad, en mis manos sostenía una taza con líquido adentro.

"Eres una hija de perra, desatame; ahora"

"No puedo hacer eso, no estamos en el mismo bando"

"Rata miserable de mierda"

"Mira quien lo dice"

Porque me dió tanta pena le desate los brazos para hincarlo y le volví a amarrar uno de los brazos a la pared, le dí la taza que tenía en mis manos.

"Es té de menta, lo preparé yo misma como te gusta"

Se tomó todo el contenido sin dejar gota, si que estaba desesperado por líquido.

¿Quien iba a decir que eso sería lo último que Shogunato Tokugawa bebería?

Ví que sintió un dolor insoportable en el estómago, era mi señal.

Tomé unos kunais y le empezé a llenar el cuerpo de cortes, enterraba profundamente las armas blancas en su cuerpo y perforaba sus huesos, ese crujido era tan dramático...

Lo acosté en el suelo y le metí el kunai por el recto y lo saqué con brusquedad, no me iba a quedar sin verlo sufrir aunque sea una pizca del infierno que me dió en casa.

Nosotros los zorros nunca olvidamos.

Mi padre desangraba, yo sonreía, todos sus líquidos corporales se mezclaban los unos con los otros.

Y decían que una mujer jamás mataría a alguien tan bien como un samurái entrenado, pues resulta que yo soy una Countryhuman.

¡Una Countryhuman que hoy marcaba su camino!

Abrí el pecho de mi padre usando sus costillas, y extraje el corazón, decidí abrirlo para ver con mis propios ojos como era el Núcleo de Poder.

Ahí estaba. Una pelotita de color amarillo brillante que emitía pulsaciones de energía, mi padre me miraba con los ojos desvanecidos. Le regresé la mirada y dije.

"Nunca debiste menospreciar a tu verdugo y mucho menos debiste arrancar mi inocencia al violarme... Nos vemos en el infierno".

Y me tragué su Núcleo de Poder sin dudarlo.

La sensación regresó, era erizante...

Me giré a mis compañeros de la fuerza imperial, mis colas se desplegaron como un abanico. Tras levantarme del piso me fui no sin antes hablar con el que estaba a cargo.

"Ten en cuenta que soy una Countryhuman, tengo mis privilegios igual que Kioto. Tal vez sea mujer pero viste de lo que soy capaz, como no cumplas tu parte... Te meteré una espada más grande por ahí abajo"

"Sí, señora; se cumplirá nuestra palabra. Al menos ustedes Countryhumans valen totalmente la pena"

"Ahora a ganar la guerra y consolidar este Imperio"

Pasó un tiempo y la guerra llegó a su fin, incinere las cosas que quedaban de mi padre para borrar cada rastro de su pasado que pudiese atormentarme.

Y vaya que los privilegios para las féminas de mi especie son útiles, me nombraron la mano derecha del emperador Meiji. Nunca defraudaría a mi emperador.

Derroté a sus mejores hombres en combate y nisiquera use mi Núcleo de Poder o el poder extra del Núcleo de Poder de Shogunato. Simplemente no lo valía.

Eso me ganó mi nuevo alías, y he de decirlo, me encanta:
El Zorro de la Muerte.

Me iré a Nagasaki en los próximos días para poner orden allá, supongo que está es mi nueva vida.

Soy una soldada de la facción Imperial.
Soy un Imperio sanguinario.
Soy el Zorro de la Muerte.

Yo soy, el Gran Imperio del Sol Naciente.

¡Yo soy Imperio Japonés!

Imperio Japonés.

U

na aclaración que quiero hacer antes de proseguir con el diario:

• En mi universo al menos cuando Imperio Japonés se unió al bando Imperial dijo que tenía privilegios al ser ella la representante del futuro imperio.

Dichos privilegios le ayudaron a servir como soldada. En mi AU las Countryhumans mujeres son bastante útiles en el campo de batalla o en la administración de la nación, pero también tienen restricciones.

Así que Imperio Japonés también está sujeta a ciertas normas, pero al menos está segura que nadie le hará los mismos abusos que su padre.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro