Diana

Ayer mis manos se manchaban de sangre y hoy simplemente ayudo a una pequeña niña con su hermoso cabello castaño.

-¿Puedo tener el cabello raro como tu?- pregunta sosteniendo las trensas que Tali me hizo en la mañana.

-Tu cabello ya es hermoso...- contesto tomando su pequeño rostro entre mis manos.
Ella pone se pequeña mano en mi mejilla he inclina la cabeza.

-Wao... es asombrosa la tristeza que sale en estas marcas- murmura sonriente. -"Convierte tu tristeza en fuerza..." Eso dice papá- agrega mientras se aleja feliz. Sus saltos me recuerdan por completo a Tali.
Todos aquí caminan en son de danza. Tan delicados y finos, pero mantienen la humildad y la calidez que mantiene feliz a toda persona que los conozca.

Tali aparece al final del callejón cargando una cesta llena de frutas.
-No se tú, pero la cantidad de comida que dejan aquí es ridícula. - dice dejando salir carcajadas. Estoy completamente de acuerdo, asi que asiento y la llevo al interior de la choza.

-Nos quedaremos aquí.- dice Tali. Su rostro cambió drástricamente en segundos.
-¿Alguna vez sentiste eso?- pregunta Tali viendo por la ventana, dándome la espalda.
-Cuando tu hogar está en peligro, pues eso siento ahora.- cierra su puño con fuerza y lo lleva a su pecho.
Noto los pequeños escombros de polvo aproximándose hacia ella.
-Por eso regresé...- se gira y me mira directo a los ojos. -Eso es lo que todos debemos hacer, Pelear por tu hogar cuando está en peligro, ya que en el está tu historia.-
Sin duda alguna Tali presiente algo y su preocupación demuestra que no seá fácil afrontarlo.

-Estoy contigo, Taliyah...- digo sonriendo. Ahora ella es mi hogar... y voy a pelear.

***

El silencio me aterra. Abrí los ojos en mi cama "Tali debe haberme cargado hasta aquí" deduzco luego de un rato. Recuerdo claramente hsberme dormido en la habitación de estar junto con Tali.

Las mañanas suelen ser movidas, pero esta no lo es. No escucho el ruido habitual de las persona caminando fuera.

La silbar del viento perfora mis oídos, como si cantaran como se avecina un desastre.

-¿Taliyah...?- digo a la vez que espero por una respuesta, la cuao nunca llega. Y entonces, por fin comprendo.

***

Casi derrumbo la puerta al salir. Ahora estoy corriendo por en medio de los caminos. Recuerdo que en ni llegada pasamos una enorme montaña de arena, la cual podía ver desde cualquier parte del pueblo, pero ahora... no está. A desaparecido por completo.

Puedo sentir el miedo escapando por la ventanas de las casas y noto la mirada que recaen en mi a medida que voy avanzando a la entrada principal del pueblo.

Los habitantes (La familia de Tali, mi nueva familia) están muertos de miedo dentro de sus chozas.

"¡¿Qué demonios está sucediendo?!" Me pregunto impaciente. Lo que sea que esté sucediendo debe ser detenido y más si Taliyah no aparece por ningún lado.

Por fin llego a la entrada freno en seco. La escena me deja confundida, pero camino hacis Taliyah cuidadosamente.

Taliyah está de pie a unos metros de ls entrada. El lugar donde una vez hubo una montaña de arena, ahora es un terreno plano, casi perfecto de arena. Recordar la montaña y verla ahora de esta manera me petrifica.

Aún así mas que eso, la imagen que hay a una pequeña distancia de Tali me da un escalofrío que agudiza mis sentidos y pone mis marcas lunares a arder de la emoción.

Cuando estoy lo suficientemente cerca, logro escuchar con claridad.

-Da vuelta y vete de aquí...- Tali está de frente a una persona.
Lleva una capucha por lo cual es imposible ver su rostro. Su capa se mueve a causa del viento y con solo logro ver parte de su cadera... es mujer.

-Ya te has enterado del poder que viene, no te resistas. Se perderán vidas a causa de tu estupidez.- dice sin moverse, su voz suena seca y desafiante. Está hablando con alguien que carece de sentimientos.

La tensióm crece mientras intercambian palabras de temas que no comprendo. Entonces, las líneas que dicen desenadenan furias.

-¡Esta tierra es reclamada por el msyor soberano y único dueño de Shurima!- gruñe señalando a nuestras tierras.

El rostro de Tali no demuestra furia, si no, compasión y por un último intento de evitar esta pelea habla...

-El puede ser tu sangre, pero nosotros somos tu puebo... debes elegir, Sivir.- dice Tali.

-¡YO YA ELEGÍ!- Grita esta apartando su capucha, dejando ver un arma en forma de estrella con 4 extremos. La lanza y dando curvas asombrosas se dirige directo a Taliyah.

-¡TALI...!- dijo en un grito desesperado, pero ella ya la había esquivado y la curiosa arma volvió a las manos de la mujer.

Su cabello es castaño y sus labios un poco gruesos. Lleva uns coronilla en la frente qñcon una esmeralda verde en el medio. Sus ojos muestran furia en varios sentidos, pero puedo ver decisión ellos. Me recuerda a mi...

Salí de mis pensamientos y me puse en acción.

-Te atrevez a desafiarnos, lamentarás haber atacado a Taliyah frente a mi.- mis marcas que están iluminadas y la energía lunar se desborda en mi pecho. En eso, Tali me sostiene.

-Mala idea, Diana.- dice con una sonrisa forzada sin mirarme, mantiene su vista fija en Sivir. - Ya estamos completamente rodeadas...- agrega.

-¿Rodeadas?-

Sivir mantiene ahora una sonrisa siniestra (Me recuerda a mí).

Levanta su arma y nos señala.

-Acábenlos... a todos ellos...- dice la retadora de la coronilla.

Las arenas empezaron a sacudirse y de golpe. Se levantaron.

Cientos... miles y millones de guerreros se materializaron frente a nosotras, me irs imposible ver donde terminsbsn sus filas, Sivir había desaparecido de nuestras vista y ahora solo vemos soldados de arena formados listos para erradicar nuestra existencia.

Mi corazón vibra a mio y mis manos tiemblan (Tengo miedo, yo no debería tener miedo), luego de unos segundos comprendo mi temor, posiblemente sea el último día que Tali y yo estemos juntas.

Los guerreros empiezan a avanzar. Marchan y dejan sonar sus armaduras con cada paso. Sus zancadas son extremadamente sincronizadas.

Planto con fuerza mis pies en el suelo y respiro profundo.

-Tali, Vamos, debemos protejer nuestro hogar.-

-¿Crees que seremos capaz de derrotarlos a todos?- pregunta con la mirada baja.

-No lo sé, pero debemos intentarlo- contesto.

-Este poder nisiquiera es de ella, el verdadero enemigo nisiquiera se presento ante nosotras...- dice desanimada -Retirate hoy para vencer mañana- no se yo si la frase es así, pero no es hora de hablar de ello.

Pero es imposible, el pueblo está lleno de gente. No podremos evacuarlas a tiempo.

Mis pensamientos fueron muy lento y Tali ya estaba en acción. Su baile es agresivo y majestuoso, una conbinación asombrosa.

-¡SHURIMA NO ES DE NADIE!- grita Taliyah haciendo el suelo sacudirse.

Una roca se levanta debajo de ella y otra me empuja directo al pueblo.
Sin duda, ella me envió aquí.

Escucho los gritos de Taliyah a la distancia mientras presiona todo su poder en su obra. Mi boca se mantiene abierta asombrada de lo que estoh viviendo, si no lo estuviera viendo no creeria que existe tal poder en una chica tan joven.

Una montaña de roca se levantaba frente al pueblo. Ellos desaparecieron una montala de Arena y ahora Tali hace aparecer una de roca sólida. Una enorme sombra se levantó sobre todo el pueblo y las personas salieron a admirarlas.
Había confusión, pavor y alegria en diferentes rostros, pero una vez Tali bajó y se dirigió al grupo de habitantes se calmaron.

-Vámonos de aquí, ya no es seguro... esta pequeña montaña nos dará tiempo de alejarnos...-

Taliyah puede tomarlo como nada, pero esa montaña es todo, menos pequeña...

Este episodio nos trajo un nuevo enemigo y a uno aún mayor que no aparece, ¿Cómo afectará esto nuestra historia?

Próximo episodio muy pronto ewe