Capítulo XXI: Mensaje
Xemx (Energía mensajera)
Ya no me queda tiempo. Una vez llegué al fuerte atravecé su puerta destrozándola de un choque. Los guardias encargados de custodiarla quedaron estupefactos al ver el portón en mil pedazos. Son mortales, no pueden verme.
Abrí la puerta de el vestíbulo, entré en la primera habitación que tenía el marco de la puerta adornado con el estandarte del Monte Targón y lo reconocí de inmediato.
Leona pasó varios años de su niñez relacionado con este hombre, antes de que fuera separado de sus familiares y se uniera a las tropas. Su fuerza es asombrosa, pero no es tan puro como Leona para convertirlo en un guerrero Solaris.
-¡SALTA!- grité una vez me acerqué a el. Ya casi se acaba mi energía para mantenerme aquí.
-¿Y tu quién eres?- preguntó con una expresión de asombro peculiar, claro no cualquiera ve a un niño brillando.
-¡SALTA, LO MÁS ALTO QUE PUEDAS!- insistí.
-¿Cómo entraste aquí?- continuó preguntando y el tiempo se me acababa.
No tuve mas opción que asustarlo de alguna manera.
-Leona está en peligro de muerte, si no saltas de inmediato, no llegarás a tiem---.
Antes de terminar la frase, un gran agujero estaba en el techo de la habitación. Nubes se abrían dando paso a aquel soldado.
Sin duda es fuerte... dije mientras desaparecía.
El tiempo había terminado, pero cumplí.
¿Quién será el amigo y porqué tiene tal fuerza?
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