HËNË

Toda su piel brillaba y su cabello dorado caía por su lado derecho del rostro. Ha cambiado, pero sigue siendo el mismo por dentro. Esa es su desventaja.

Ahora que lo pienso, esta media luna que ilumina esta noche puede cambiar.

XEMX

Su rostro era todo lo que veía, pero mi rostro era todo lo que mi gente podía ver.

-Me alejé de esta tierra por tí. Te arrebaté el privilegio de libertad y me privé a mi mismo de él por tí. ¿No podias simplemente dormir en paz?- reclamé una vez estuve frente a ella luego de alejarla de todo ser humano.

-No es tiempo de hablar, Xemx.- respondió secamente.

Notaba su odio desde hace meses incrementando, pero ahora, es inmenso.

Cuando me di cuenta que Hënë estaba interfiriendo en la tierra, no creí que desataría tal desastre. Pueblos arrasados, ejecuciones mas allá de las que pasan a diario y ahora hasta una Elegida de la Luna.

-Hënë, vámonos de aquí.- intentaré razonar con ella.

-Razonar no servirá, traidor- no sirvió razonar.

Pelear con Hënë alteraria demasiado esta tierra, tendré que llegar a un trato con ella lo antes posible, aún tengo que arreglar lo que está sucediendo en el Monte.

-Podemos llegar a un tra---- mis palabras se ven interrumpidas por una enorme explosión a mi costado.

No me mueve ni un centímetro, pero fue lo suficientemente grande para dejar un segundo cráter en el hoyo.

-¡ME ENCERRASTE POR MAS DE MIL AÑOS EN LA NADA!- gritó Hënë con ira y dejando escapar una luz cegadora de sus ojos y boca.

-¡MIL AÑOS EN LOS QUE ARRAZARON CON MI GENTE!. ¡¡MIL AÑOS SOLA!!.-

-¡SOLAAAAA!. - gritó mas fuerte haciendo temblar la tierra. La luz enpezaba a quemar mi piel que enseguida de regeneraba una y otra vez.

-Te mostraré el dolor que sufrió mi gente-

(Creo que esa es una de las cosas que mas amaba de Hënë.)

-Arrancaré tu cabeza y te haré ver como aniquilo a tu gente-

(Nisiquiera en 4 milenios, seré capaz de vencerla en una batalla... es demasiado poderosa).

Lo que hace unos segundos era una media Luna, ahora es una luna llena.

Hënë saltó disparada hacia donde mí, haciendo explotar en suelo en donde estaba parada.

Lanzó una patada que pude bloquear con mi brazoel cual quebró. Salté hacia atrás para alejarme de ella y dejar sanar mi brazo.

-Hënë, es suficiente. Vamos a---- Todo se oscurece y siento mi cuerpo caer al suelo.

Veo mis dientes en el suelo y un dolor intenso se dispárara por todo mi rostro.

Hënë me acertó un golpe en la boca.

Un golpe con odio, rabia y sed de venganza, sentí todo eso en ese instante.

Sanò inmediatamente y además me hizo reaccionar... se acabaron las palabras, es hora de pelear.

***

-------★-------

Los Dioses se miraban fijamente, esperando el momento adecuado para acabar el uno con el otro.

La niña de blanco y el niño de dorado.

La diferencia de poder era impresionante, pero un Dios no se arrodilla ante nadie fácilmente.

En un abrir y cerrar de ojos dejaron enormes hoyos en el suelo que pisaban al moverse rápidamente para atacarse.

Hënë lanzaba luces blancas que cortaban el mismo viento. Xemx se mantenia a la defensiva, esperando el momento adecuado para actuar. El tenía un plan.

-¿ESTO ES TODO?- gritó la niña de blanco cegada por la rabia -Mientras estás aquí, Mi Elegida masacra tu gente y luego de ello acabará con tu elegida- agregò Hënë orgullosa de su exitoso plan.

Xemx estaba frustrado, no sabia como llevar acabo su plan y Hënë no dejaba de lanzar ataques que si conectaran directamente no seria capaz de sanar en un dos por tres.

"¿Hënë tiene esta batalla ganada?" Se preguntaba el Dios del Sol una y otra vez.

La Diosa continuavmba atacando salvajemente hasta que en un descuido de Xemx dejo una abertura en su defensa.

Hënë saltó hacia el con su mano iluminada en una blanca luz. Acercándola feroz al cuello de Xemx, pero a segundos de separar su cabeza de su cuello, un dolor en su pecho la hizo retroceder.

Xemx asombrado de verla retroceder y poner su mano en su pecho se dio cuenta de lo que seria su respuesta a este problema... su carta de victoria.

"Es un arma de doble filo, ya que ella puede usarlo en mi contra" pensó el Dios debatiendo consigo mismo.

-NO MAS PENSAR- gritó el Dios abriendo sus brazos.

-Lo que te hize no tiene perdón aún pasen 500 milenios, asi que te recompensaré- dijo el Dios mirando fijamente a Hënë.

Hënë inclinó su cabeza curiosa de lo que el Dios diría ¿Recompensar milenios de soledad?

-Te escucho, Dios del Sol- respondió finalmente.

-Estallaré y borraré esta tierra junto conmigo, así mas de millones de vidad se perderán y no quedará ningún seguidor del Sol.-

-Claro, luego de que muera una tierra nace otra y la vida vuelve a ella, pero pasarán milenios para ello.- dijo Hënë insatisfecha por la propuesta- Además no tienes poder para destruir esta tierra, no seas ridículo-

El Dios dio una sonrisa arrogante

-Llevo milenios albergando poder para este dia, Hëne. Y ahora se como usarlo.-

-Muéstralo, ese gran poder- dijo Hënë mientras caminaba hacia Xemx preparando una esfera de energia en su palma. -Muéstralo o acabaré contigo-.

El Dios empezó a brillar haciendo estremecer la tierra al soltar tal poder. Sus pies abandonaron el suelo y se vio rodeado por una luz aún nas cegadora.

-HACE UN SEGUNDO NO PUDISTE MATARME, HËNË- gritó el Dios en medio de su poder.-Sabes bien por que los otros dioses mueren, se enamoran, como tu y yo. Por eso no podiamos seguur en esta tierra, yo no queria morir y no queria verte morir.-

-Deja de decir tonterías y muere ya, no soporto verte un segundo más- dijo Hënë apartando la mirada.

-Te amo, Diosa de la Luna- dijo Xemx cerrando los ojos preparándose para desaparecer junto con la tierra.

En ese segundo Hëne bajo sus manos sorprendida de sus palabras... mal por ella.

Xemx saltó sobre ella y la abrazó fuertemente.

-Esto no me matará, Xemx- dijo Hënë intentando soltarse.

-No nos matará, pero nos sacará de aquí... por mas milenios- dijo Xemx mirando a Hënë.

Hënë sonrió y miro a Xemx directo a los ojos "Eres el peor amante de la historia, Xemx" dijo mientras se dejaba llevar.

Xemx sonrió "Vacío Solar" murmuró haciendose desaparecer junto con Hënë y gran parte de la tierra en que luchaban.

***

HËNË

-Volviste a mentir, debe ser costumbre de Dioses débiles- dije sin verlo a la cara en medio de la nada.

-Lo siento, pero solo así podia traerte aquí- contestó bajando la cabeza.

-Si desde el principio me hubieras traído a la nada contigo, nada hubiera sido así.-
-No debemos interferir mas en las desiciones de los humanos.- dijo Xemx.

No quiero siquiera verlo, será difícil al ver que somos los únicos en este vacío, al menos no estoy sola.

-Mentiroso, aún siento tu presencia en aquella tierra, mientes muy seguido, ¿no?- gruñí viendo su figura correr por la tierra

-Es solo un mensajero, es mi turno de ayudar a mi elegida, ¿no?- contestó.

Si miente mucho...

Tramposo...

Xemx se encerró a si mismo con Hënë para acabar con esta pelea de Dioses y dejar lo demás a los humanos.

¿Leona encontrará a Diana?
¿Que mensaje dejó Xemx en la tierra y a quien?

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