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Capítulo IV: El origen de aquella voz

DIANA

Galet enterró mi cabeza en el suelo de un solo cabezazo, fue el ataque mas estúpido que pude haber hecho.
-Aún no estas acabada- dijo un susurro a mi oído. -Te necesito- Una niña de trapos blancos y ojos brillante sostenía mi espalda para evitar que el impacto rompiera mi cráneo por completo. Ella me salvó. Este era el poder de Sol, estaba segura de ello.

Solo Galet y yo podíamos ver a aquella niña. De un solo apretón logré arrancarle el Guantelete a Galet junto con su mano. Luego de intercambiar unas palabras con él me ordenó acabar con él y lo hice sin dudarlo. Fui cruel y frívola. No me arrepiento de ello, ella lo dijo, El iba a matarme, así que estaba preparado si era yo quien lo asesinaba. Al terminar con el estuve apunto de atacar a ese miserable vejestorio, pero la niña se interpuso diciéndome que sería una tontería. Me dijo que me fuera con Leona... el duelo había concluido. Fui con Leona y bajo la luz de la luna, nos dirigimos directo a su choza.

***

Todo el camino estuvimos en silencio, las únicas palabras fueron las de Asher despidiéndose al tener que tomar un camino diferente para llegar a su hogar. Era como si el Monte estuviera totalmente en silencio. Ningún animal, insecto, ni siquiera el sonido de las hojas de los arboles. Solo mis pisadas y las de Leona por el camino cubierto de nieve y las llamas de las antorchas que iluminaban nuestro camino. Cuando entramos a la choza no pude resistir este frío silencio, así que lancé la primera piedra.

-Leona, ¿Vas a darme de tu producto mágico?- pregunté, mientras parpadeaba repetidamente para convencer a Leona con mis encantos.

-Enseguida, déjame voy por ella- contestó con una sonrisa forzada. Era notable su preocupación o simplemente no sabía como demostrar su alegría al verme triunfadora en esta batalla. Leona volvió con su frasco. Puso su mano en la herida y la cubrió con el ungüento. Los vendajes los trajo poco después, pero al final estaba bien atendida.

Leona preparo algo de comer y nos sentamos en el techo de su choza a conversar mientras comíamos. Las risas y palabras salían de nosotras como si todo el camino hubiéramos estado esperando para soltarlas.

- Perdón por hablar aquel momento- dije entonces cuando por fin tuve el valor. - No te preocupes- contestó ella - No fue tu culpa en absoluto, él es quien vino a nosotras- agregó acariciando mi cabeza y regalándome una sonrisa.

- Fue asombroso como acabaste con él- dijo por fin a la vez que desviaba su mirada hacia las estrellas mirando de una a otra, como si las contara para probarse a si misma que ella era capaz de lo que fuera. Y tal vez lo era. Estire mi mano y tomé la de ella entrelazando mis dedos entre los de Leona. La lleve a mis labios y la besé, no se por que lo hice, simplemente pasó. Leona no apartó su mano, solo me posó la mirada. Notaba su alegría.

- Perdón por preocuparte de nuevo, Perdón por hacer que me vieras peleando por mi vida de esa manera- termine de decir, esta era la disculpa por la que debía acumular valor.

***

A la mañana siguiente, después de haber desayunado empecé a hacer ejercicio una horas, Leona arreglaba el jardín y Asher de ves en cuando aparecía por la choza para hablar con Leona sobre los movimientos del anciano miserable. No querían decirlo, pero yo me daba cuenta que querían excluirme de tales conversaciones. No me molestaba en lo absoluto, pero tampoco era necesaria tanta discreción.

Después de lo sucedido ayer había que arreglar el recinto. Bastantes daños en el interior harían casi imposible continuar a gusto con las prácticas según Leona. -Prepárate, Diana. Debemos ir a limpiar el desastre del recinto. - dijo Leona mientras sostenía una mochila de piel, seguramente un regalo de los habitantes que alaban e "Idolatran" a Leona. Pues deberían prepararse para alabarme a mí, ayer demostré el poder Solari que hay en mí y deberán aceptarlo. Tomé mis zapatos y corrí hacia Leona que esperaba por mi en la puerta de la Choza para por fin marcharnos.

***
Los chicos ya estaban en el recinto ordenando y limpiando. Al llegar bastante de ellos me lanzaron sonrisas, pude sentir su admiración hacía mi. No era algo que necesitara. Tomando en cuenta el tipo de personas que eran antes de ver lo sucedido ayer. Pude sentir... Aceptación... pero rápidamente me di cuenta que la única aceptación que necesito es la de Leona... en un lugar donde nadie te toma en cuenta, que una sola alma te reconozca, es mas precioso que mil aceptaciones vacías de gente vacía.

Mis brazos estaban agotados, sentía un peso indescriptible en mis hombros, un ardor intenso recorría mis piernas. Pase a la parte superior del recinto y me recosté sobre unos sacos de algún material suave y como si nunca lo hubiera hecho en mi vida estire mi cuerpo y caí dormida.

***

Esta chica de prendas y brillo blanco aparece en mis sueños. Me llama. No entiendo bien que quiere, ¿Esto sintió Leona? ¿Porqué nunca habló de ella? Esas preguntas van y vienen a mi cabeza cada vez que pienso en esta niña misteriosa.
-Solo me muestro ante ti, Diana- dijo la pequeña niña tomando mi rostro en sus manos, frías, mas frías que todos los años que he pasado en el Monte Targon. Mientras ponía sus manos en mi, pude sentir tanta... calidez, igual a la que sentí aquella vez durante la pelea.

- ¿Eres "Las voces" de que habla Leona?-pregunté, esperando la respuesta que quiero

- ¿Voces? Si...digamos que eso soy-contestó la niña embozando una sonrisa, a la vez que acercaba su boca mi oreja derecha -Tienes muchas preguntas, puedo verlo. Pero no es momento de contestarlas...- susurraba en mi oído. Extrañamente no tengo ganas de apartarla, sentía que era alguien que conozco de toda la vida, su voz me tranquilizaba.

Soltó mis rostro y empezó a alejarse sin quitarme los ojos de encima.

- ¿Quieres respuesta, Diana?-preguntó la pequeña niña de blanco mientras se alejaba. - Las tendrás todas, solo sigue la voz durante la----.

Un fuerte sonido me despertó, provenía del piso inferior. No pude terminar el sueño, pero no era momento de pensar en ello, parece que había problemas y debía ir a ayudar.

***
Los chicos entraban corriendo al recinto, gritando y empujándose entre ellos, parecía que ya estaba atardeciendo. Posiblemente dormí dos o tres horas.
Bajé velozmente las escaleras para llegar a la planta baja y averiguar la razón de tal conmoción.
Llegando abajo 2 chicos corren hacia mí, uno era pequeño de cabello rubio y el otro castaño quien si mal no recuerdo, se llamaba Lenoy. Su habilidad lanzando objetos era esplendida. Los dos lo bastante jóvenes para notar el pánico en el que estaban sumergidos.
-Señorita Diana("Señorita" cuando empezaron a decirme de esa manera), afuera hay bandidos-dijo el pequeño rubio con una voz temblorosa.-Son demasiados, los demás están afuera.- continúo el otro niño.
-Mantengan la calma-La primera tontería que se me ocurrió fue esa, ¿Mantener la calma?.
-¿En donde esta Leona?-pregunté esperando una respuesta de cualquiera de los dos.
-Alguien llego del pueblo hace horas dijo que regresaría y luego se fue con Asher. No tenemos idea de quienes son ellos-las lágrimas corrían por las mejillas de los chicos -Señorita Diana, han matado a unos de nuestros compañeros...-termino de hablar mientras el niño de cabello castaño me abrazaba. Jamás nadie aquí me había tratado así ademas de Leona y otro amigo nuestro que ya no veo hace mucho. El niño me apretaba con fuerza y estrujaba su rostro contra mi estómago-Ayúdanos- dijo entre sollozos y sin pensarlo dos veces me aproxime a la puerta principal.

***

Cuando salí pude ver a varios chicos en el suelo, completamente inmóviles, otros arrastrándose con heridas realmente graves y algunos aun en pie, estabas luchando contra tipos encapuchados lo cual me dejo claro que no eran bandidos, sus armas estaban demasiado nuevas y aun brillaban. Alguien los había enviado aquí. -ALTO!-grité apretando los puños. Uno de los atacantes me miro fijamente y señalo a los demás hacia mi. -Allí esta!- gruñó, a la vez que corría hacia mi apuntándome con la punta de su espada. Los demás atacantes formándose de una manera muy organizada para ser bandidos arremetieron contra mí. Dí un salto para esquivar el ataque del primer atacante lo cual resulto bien, pero en ese momento un ardor recorrió mi hombro derecho, una flecha se había clavado en el, sin embargo no tenía tiempo de quejarme, los chicos estaban en peligro y solo yo podía ayudarlos.

- ¿Que quieren aquí?- pregunté- es bastante obvio que no son simples bandidos. ¿Quien los envió?!- agregué con un grito intentando intimidarlos, pero ninguno contesto. Solo giraban alrededor mío, buscando un punto ciego para atacarme, la sangre brotaba brutalmente de la herida y ya estaba empezando a marearme, el sol se ocultaba cada vez mas y en la noche seria casi imposible acabar con todos. Un tipo se lanzo sobre mi, justo en el punto ciego que descubrí cuando ya lo tenia a centímetros de mí. Cuando casi vi mi vida pasar por mis ojos en atacante cayó inerte en el suelo. Escuché su cuerpo tocar el suelo y su ultimo suspiro, antes de tener aquella daga clavada en la nuca. -Señorita Diana, Corra- una voz joven y atolondrada gritaba, Lenoy llevaba bastantes dagas en el cinturón, los demás chicos se había formado alrededor de el y estaban llenos de furia, pero no podrían contra ellos.

- VUELVAN ADENTRO!! AHORA!!- grité con toda mi fuerza.

- BASTARDO! MÁTENLOS! -gritaba también quien parecía el líder de los atacantes agitando su espada, mientras todos corrían hacia los chicos. Antes que llegaran a donde ellos, pude ver el cuerpo de bastantes atacantes cayendo al suelo, después que una gran ráfaga de dagas, flechas y lanzas perforaran críticamente sus cuerpos. ¿Porqué estaban aquí?, ¿Que querían de mí?.

Empecé a correr hacia la batalla, pero frente a mí se interpuso un encapuchado, solo podía ver sus ojos y aun así noté lo fríos que era, igual... igual a los de Galet... El no era Galet, pero estoy completamente segura, que solo hay una persona que mandaría a una persona con esa mirada a este lugar. Efarir... mandó a este grupo de patanes a matarme... ahora todos están pagando por culpa de su egoísmo. Sentí una rabia insoportable recorriendo mi pecho, el encapuchado lanzó un golpe hacia mí, pero fue inútil, antes que hasta yo misma me diera cuenta mi puño ya estaba clavado en su pecho, mientras una luz blanca salía de boca y ojos, aquella luz provenía de mi mano.

- Es de noche, Diana... Ahora puedes matarlos a todos -dijo una voz en mi cabeza, me dí cuenta de inmediato, la herida en mi espalda ya no dolía, era obvio... esta voz, este frío... aquella niña de blanco... no es el poder del sol, sino... algo mas que me llamaba a gritos.

Entonces, todo se derrumbo con un grito que agitó mi pecho, quitando toda la rabia por un segundo, levanté la mirada y quite el cuerpo de aquel encapuchado de mi puño ahora ensangrentado.

Todos los chicos estaban en el suelo derrotados, algunos encapuchados aun los golpeaban ya vencidos en el suelo, pero no había señal de Lenoy. Corrí velozmente hacia ellos y sentí como se intensificaba la luz blanca que ahora emanaba de mis pies.

En un abrir y cerrar de ojos ya estaba sobre uno de ellos, choque contra el pero ni siquiera sentí tocarlo, antes de llegar a el, su cuerpo ya estaba cayendo al suelo... muerto. salté hacia los demás propinando patadas y puños a cualquiera que se pusiera en mi camino o estuviera golpeando a los chicos. No había señal de Lenoy, pregunté a algunos si lo habían visto, pero no estaban lo suficientemente bien como para presionarlos.

Los últimos encapuchados me rodearon 2 de ellos con espadas largas y otros 3 con una lanzas bastante afiladas, el primero con una lanza se lanzo hacia mi, casi por inercia golpee la punta de la lanza con el pie y la lance a lo alto durante la confusión al ver su lanza en el aire, le propiné una patada en la entrepierna y lo remate con un puño en el pecho, escuche sus huesos romperse contra mi puño. Los demás saltaron hacia mí, la lanza que ya estaba cayendo parecia estar moviendose a mi merced, la tome y con un veloz giro sr iluminó con aquella luz blanca y rebané el cuello de los atacantes restantes de un solo giro.

***

No estaba tranquila, pero no tenía ni el mas mínimo sentimiento de cansancio quería encontrar a Lenoy. Giré mi cabeza intendo localizarlo, pero parecía imposible. Cuando estuve a punto de rendirme, una vez mas la vi... saltando con sus ojos blancos y brillantes. Dando giros mientras bailaba tarareando una canción que se me hacia muy familiar y mas que eso... agradable. Me miro fijamente y señaló hacia el recinto, movió su mano y la puerta se abrió de golpe como si obedeciera la orden de la niña de blanco. Inmediatamente fui hacia allá, no tenía un buen presentimiento, pero parecia ser el único lugar en que busqué.
Entré de golpe estrellando la puerta y allí estaba... un encapuchado... junto a Lenoy... con la garganta rebanada por una espada que el atacante llevaba en su mano.

HËNË

En cuanto Diana visualizo tal atrocidad se notó en su mirada como algo se quebró dentro de ella, pero sus ojos no se llenaron de dolor ni pena, lo único en ella era odio, un odio aterrador que nadie sería capaz de soportar. Diana fijo su mirada en aquel hombre que sostenía la espada bañada en la sangre del niño. Un grito atemorizante salio de Diana que puso los pelos de punta al atacante. Su cabello por un segundo se torno blanco y unas marcas se formaron en si frente iluminadas de un color blanco y azul... Diana saltó hacia el hombre con uma velocidad extraordinaria, estrellandolo con una fuerza lo suficientemente fuerte para aniquilarlo de un solo toque.

Diana contemplando a Lenoy en el suelo sin minguna expresión en su rostro. Se arrodillo ante el y de golpe puso sus ojos sobre mí. Su cabello había vuelto a la normalidad y las marcas había desaparecido.
-No pude salvarlo... pero no siento ningún dolor- dijo mientras caía de rodillas y yo me acercaba a ella.

-¿Tu?...- balbuceó mientras lentamente perdía la conciencia.

-sh... pequeña Diana, esto es exactamente lo que debía pasar...-

- Niña de blanco...- dijo a la vez que caía inconciente.

-Niña de blanco, ¿no?... Mejor, llamame HËNË-.

Debo decir que no me siento muy satisfecho con este capítulo tarde mucho en escribirlo y no quedo como hubiera preferido, pero espero que lo hayan disfrutado... dejen su opinión en los COMENTARIOS Y LIKE por el próximo la otra semana :*♡♥

¿Prefieren los capítulos así largos o mas cortos?










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