CAPITULO II: Amistad
DIANA
No fue fácil ver llorar a Leona de esa manera. Siempre se le ve tan fuerte y decidida que jamás pense qie estuviera bajo tanta presión.
-Bueno, tendras tiempo para decirmelo tu luego, ahora mismo tenemos 13 problemas del cual ocuparnos- dijo Leona cerrando la mano y moviendo sus ojos de un lado a otro analizando la situación.
-Diana, ellos son bastantes, no se muy bien...-
-si puedan vencernos-interrumpí a Leona. -Eran mas hace unas horas-.
Podria conrtarle a Leona la razón por la que me seguian, pero no era el momento.
-Maldita ¡ZORRA! Por entrometida tendras que pagar tu!-dijo uno de los agresores con una obvia inseguridad. Rapidamente uno de ellos corrio hacia nosotras empuñando una espada, moviendola amenazadoramente. Cuando estuvo a centímetros d.e nosotras Leona se movio primero pateandolo en la parte inferior de la pierna haciendolo perder el equilibrio y rematandolo con un codazo en la nuca una vez que su cuerpo ya pasaba entre nosotras dejandolo completamente inconsiente.
-¡DEJENSE DE TONTERIAS!- gritó Leona con una mirada enfurecida. -Ustedes son el tipo de personas que hacen este lugar miserable. Si se dan la vuelta y se retiran los perdonaré.- dijo ya con la voz un poco mas calmada.
-¡ACABENLAS!- ignoraron por completo las palabras de Leona y empezaron a avanzar agresivamente hacia nosotras.
Dimos un salto hacia atrás para tomar distancia de los enemigos. No habia tiempo de dividirnos a los contrincantes, asi que no quedo de otra mas que enfrentarlos como llegaran.
Flechas empezaron a volar por el aire, amezando con acabar con nosotras, pude sentir como muchas pasaban cerca de mi cabello al esquivarlas por milimetros. Los 2 primeros en acercarce a mi empuñando una daga y una lanza bastantes afilidas para ser bandidos cualquiera. El que llevaba la daga se lanzo hacia mi sin ningún tipo de compasión seguido por l tipo de la lanza, un simple giro hacia la izquierda fue suficiente para despistarlo. Una vez se paso de largo despues de su inexperto ataque tenia al bandido de la lanza frente a mi, agitandola directamente a mi torso. Golpee con la palma de la mano el lateral de la lanza para desviar su trayectoria haciendo al bandido perder el equilibrio por su insistencia en no soltar su lanza. Al ver un punto ciego acabar con el lo mas rápido posible era lo mas ventajoso y lógico. Sin siquiera tomar mucho impulso di un salto que me puso al alcanze de su garganta, dando un golpe mortal en ella que lo derribo enseguida. Sin emitir ningún ruido cayó al suelo. Todo eso en cuestion de segundos. Tome el lado filoso de la lanza y la arroje directamente a uno de los bandidos que arrojaban flechas. Al ver desplomarse al arquero en el suelo despues que la lanza perforara su pecho. Gire para enfrentarme al bandido de la daga del que me habia olvidado completamente. Cuando pude ver el bandido de la daga ya estaba frente a mi tirandose con toda seguridad hacia mi. Fue entonces que sentí una punzada seguida de un ardor insoportable recorriendo mi espalda. El impacto de una flecha me hizo perder la concentración y el tipo de la daga aprovecho eso. Movio su brazo en línea recta directo a mi estómago con su daga. No tenia tiempo de esquivarlo. Debía hacer algo y rápido. Puse mis brazos en la trayectoria de la daga y mi estómago, dejando que lo rasgara. Entonces sentí su puño golpeando mi mejilla derecha. Un sabor a oxido se sentio en toda mi boca en un segundo. Caí al suelo. ¿Cómo pudieron vencerme?. ¿Acaso me confie demasiado? ¿Por tener a Leona cerca me sentí invensible?. Todo esta nublado, no podia ver nada claramente. Pero vi a esa niña, agachada con sus manos sobre sus rodillas sonriendo. Vestida de blanco con sus ojos brillando completamente blancos mientras sonreia y me extendia su mano. No le tengo miedo, parece que quiere ayudarme, pero u a luz aun mas fuerte hizo a la niña desaparecer -¡NO LA TOQUEN!-un grito que venia con aquella luz tan fuerte como la del sol se acercaba a toda velocidad hacia el bandido de la daga.
Una ráfaga de luz arremetia contra los bandidos restantes. Por un momento se detuvo y pude ver a Leona, su expresión era de ira y compasión. Se detuvo frente a mi, saco la flecha y presiono su mano contra ella. -¡NO ESCAPARAN DE ESTA!- gritaba quien parecia ser el líder de los bandidos levantando su mano ordenando lanzar una ráfaga de flechas hacia nosotras. La ola de flechas de acercaba hacia nosotras como una nube negra. Leona sin siquiera mover un músculo. Miro hacia enfrente con la mayor intension de enfrentar las flechas. Una se interpuso entre nosotras y las flechas, quemandolas dejandolas casi todas en cenizas. Leona se puso de pie, dejando salir una luz casi tan calida como la del sol en la mañanas.
-Ustedes no escaparan de esta- dijo Leona susurrando casi solo para ella. Una luz enceguesedora cubrio toda mi visióny en unos segundo tambien perdí el conocimiento.
***
Cuando por fin abrí los ojos pude sentir como mi cuerpo era cargado cuidadosamente. Tambien me percate del bendaje cubriendo mi torso y brazos. Intenté orientarme para saber en donde estaba explorando el area moviendo mis ojos de un lado a otro. -Leona, ¿Cuanto tiempo llevas cargandome? Ya casi anochese. Bajame, ¿no?- Dije con la voz un poco débil. Leona se detuvo y me dejo bajar sin dirigirme la palabra o mirarme, simplemente paso mi brazo por su hombro y continuó caminando. Su enojo era evidente. Tampoco me parecio apropiado preguntar que habia sucedido, lo sabia muy bien. Leona se habia encargado de todos ellos y no estaba muy alegre ello.
Los habia matado. Y los lloro durante el camino a la choza.
***
Cuando estabamos en la puerta de la choza Leona entramos en completo silencio. Me llevo hasta su cama y me recosto en ella. Salió del cuarto aun sin siquiera detenerse a verme, cerró la puerta y dijo por detras de ella -Intenta dormir un poco, vuelvo enseguida- me gusto escuchar su voz, aunque sono quebrada y sin vida. Soplé la vela que habia junto a la cama, cerré mis ojos y me puse a descansar un poco. No pude dormir, era imposible siquiera intentarlo. Leona la estaba pasando mal y era por mi culpa.
***
La puerta se abrió de golpe y Leona entro pidiendome que me quitara las prendas para cambiar mis vendajes.
Sin terminar de levantarme Leona ya estaba sentada a mi lado, intentando sacarme mi sueter.
-Acuestate de espaldas- dijo Leona mientras abria con pequeño envase marrón. -mas te vale que esto no me vaya a doler- Le dije en un tono amenazante mientras me giraba y cubría mi descubierto pecho.
Leona y yo nos conociamos desde pequeñas, pero jamás te acostumbras lo suficiente a que te vean sin ropa. -este ungüento es muy bueno, te mejoraras pronto- no podia notar ningún tipo de emoción en las palabras de Leona, estaba siendo muy fría. -lo siento, Leona- me parecio que venía al caso disculparme, no fui la causante de este problema, pero los causantes ya no podian pedir perdón y eso era lo que Leona queria escuchar.
Pasó toallas mojadas para limpiar mi sangre de mi espalda y brazos. Empezó a frotar sus manos con el ungüento por alrededor de mis heridad, apresar del frío que hacia, las manos de Leona siempre estaban tibias y eso me hacía sentir cómoda.
Una vez termino con el ünguento me rodeo con las vendas y las ajusto bien. - Mañana estaras perfecta-
-Bueno, voy a vestirm...- antes de que pudiera termunar de hablar Leona me rodeo con sus brazos, se abrio espacio en la cama y acostó junto a mi.
-Estas hecha un desastre-dijo despues de unos momentos con una voz suave y triste.
Me gire dentro de los brazos de Leona, la cubrí con mis brazos, apoyandole la cabeza en mi pecho y descansando mi rostro en su cabello. -Lo tenía controlado, esto no es nada- intenté sonar como si no estuviera segura que casi muero.
-No me gusta verte lastimada...- se detuvo por un segundo, tomó aire y continuó-Los maté a todos... no me dieron opción- termino secando sus lágrimas en mis bendajes.
-No es tu culpa, ellos se lo buscaron. Me perseguian por que impedí que saquearan a una familia viajera era casi 20- Leona se mantuvo en silencio y empezó a negar con la cabeza sobre mi pecho. - Enfrentarte así a 20 hombre armados?...-
- No pude evitarlo, iban a matarlos, habian niños-
-Hiciste bien, pero si yo no hubiera llegado- se detuvo una vez mas y subio su cuerpo para estar frente a mi, podia ver las lagrimas correr por su rostro y el dolor en sus ojos.
-Si mueres ya no tendre razón para permanecer aquí, ¿Lo sabes, no?-
-No moriré-
-Me aseguraré de ello- dijo Leona apretando su cabeza con fuerza hacia mi.
-No será necesario, seré fuerte.... La mas fuerte.-
Leona no respondio esa última frase, ya se habia dormido.Talvez siquiera la escucho. Estaba muy cansada y se merecia dormir.
***
No puedo abrir los ojos y tampoco moverme, pero estoy despierta.
La escucho en la habitación con nosotras, pero no quiere lastimarnos.
-Levántate...Levántate...- decia esa voz una vez mas
-¿Que esperas? ven...- Esa voz era de lo que Leona habla.- Te estoy esperando- Pero...
- Solo tu puedes venir...-¿Porque solo me llama en la noche?
Jumm... espero que le haya gustado este capítulo. No quiero que piensen nada mal, simplemente quiero hacer la amistad de Diana y Leona muy profunda y sincera. Una vez mas gracias por leer. Like, comenten cualquier idea que les gustaria, siganme y preparense para mas♡♥
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