II
Naruto suspira profundamente y mira a los sirvientes que Sele asignaron desde que tenía cinco años.
Había sido adoptado por Yoshiyuki Kaneko y Lady Shijimi, fue rápidamente querido y tuvieron que asignarle maestro de etiqueta.
Nada nuevo desde que fue Diana, la etiqueta fue muy parecida por no decir la misma.
Cada celebración debía bailar.
Lo llamaban el Príncipe Amado, es muy querido y siempre le dan regalos muy caros, siempre son telas muy finas y elegantes o oro y joyas.
Ikkyuu siempre viene a visitarlo, a veces es para tomar el té en el patio de su pabellón o lo invita a tomar el té en el de él.
Madoka sería el próximo Daimiyo según lady Shijimi, ya que no tenían hijos propios y el mismo no podría heredar la posición por ser adoptado.
Extrañaba a Sarutobi Jiji, solo lo puede ver una vez al año, ya que no puede dejar el palacio.
Fue como otra especie de prisión.
"¿Estás bien, Naru-san?" Madoka toma una de sus manos con preocupación, la tasa de té fue dejada a un lado "Has suspirado mucho"
"Solo pienso en Jiji, Ikkyuu-sama" admite "Este año no vino"
"Tío me ha dicho algo por el estilo" acaricia el dorso de su mano con el pulgar "podremos ir este mes, puedo aplazar la reunión con el General Ryouko y te llevaré a Konoha"
Naruto hizo una mueca.
"No, Ikkyuu-sama. Puedo esperar, los tengo a ustedes"
Cómo Diana, comprendía algunas cosas que sucedían en el castillo. Por ello mejor guardaba silencio y esperaba las noticias.
Madoka entoces se levanta de la silla y deposita un beso en su frente, se despide pues tiene cosas que atender.
Este año hacía doce, por lo tanto, Madoka-sama cumplía diesiocho y Lady Shijimi ya le estaba buscando una prometida que beneficie a la familia.
Mientras no lo asignaran todo estaba bien, no quiere a otra persona a su lado que no sea Claude.
En eso, una sirvienta entra a su patio con una charola, su dieta consiste en frutas, verduras y mariscos, nada de carne animal o comidas grasosas, Lady Shijimi lo prohibió, algunas veces comía Ramen, cuando Jiji venía de visita siempre traía doce cuencos sellados en un pergamino y comían a escondidas.
Suspiró, este año no hubo Ramen,
"Momo-kun, puedes prepararme el baño" dice a su sirviente personal.
Es una chica que le recuerda mucho a Lily por su apariencia, cabello castaño y ojos azules, pero es diferente, Momo tiene entrenamiento Ninja y le gustan las formalidades.
"Hai, Diana-sama" y rogó que en soledad lo llamara así, para recordarle que lo que vivió no fue un sueño muy imaginativo.
Pensativo, camina a su tina con agua caliente, allí el aroma floral se extiende debido a la esencia y de más que hay en la tina.
Tiene su propio ritual de lavado para que su piel quedé perfecta, así como le gusta a Lady Shijimi.
Momo le ayudó a secarle su cabello y colocarse cremas que Lady Shijimi pidió para el.
Ya vestido con un Yukata, se coloca en su cama, Momo se queda a su lado hasta que duerma profundamente.
"Buenas noches, Momo-kun"
"Descanse, Diana-sama"
Naruto asiente y con un parpadeo, abandono el mundo exterior.
Claro que iba a dormir, pero abrió los ojos y ya no estaba en su cuarto, si no, en un lugar muy conocido.
Era el Palacio Ruby en una versión gigantesca, sale de allí y en el jardín una larga cadena la saluda. Aquí en su MindScape es Diana, su cabello largo se ondula, sus ojos azules tienen el rojo de joyas y es notablemente femenina.
"Tardaste, Gaki" la voz retumba y ella da un salto del susto.
"Lo siento, Kyuubi-sama" se disculpa.
Hace años que lo conoció, todo empezó con la carta de Jiji, donde le explicaba que fue un Jinchuriki al igual que Uzumaki Kushina, su madre, al parecer los Uzumaki de Konoha eran Jinchuriki y el es la tercera generación.
Trató de conectar a él la primera noche, estaba dormido y su pelaje fue tan suavecito, sus patitas traseras eran suaves y gorditas, las delanteras parecían manos, era tierno a su manera.
Claro, hasta que despertó.
Se espantó cuando le gruñó y gritó, maldijo y trató de seducirla con poder.
Y luego la miró fijamente, no era un niño al que vio, si no a Diana.
De allí fue la curiosidad por saber de otros mundos lo que hizo tolerarla, cada noche le contaba como era el mundo donde vivía y le enseñaba los idiomas de allí, más por aburrimiento que nada, estar allí encerrado era tan aburrido.
También la entrenaba, cuando estaba sola entrenaba su gran Chakra, el le fue explicando paso por paso, Lady Shijimi no la dejaba entrenar en otra cosa que no sea para la danza o reafirmar su cuerpo.
La relación con Kyuubi fue simbiótica, un ganar-ganar para ambos.
"Kurama, llámame así" ella asiente, por lo menos ya no hay tuberías como MindScape.
"Hai, Kurama-sama" el zorro alzó su hocico egocéntrico.
Había descubierto que le gustaba que lo adularan, al parecer antes de ser sellado, hubo una tribu que lo hizo parecer un dios y allí creció su ego.
"Hoy aprenderemos Obeliano, no estan difícil a diferencia de los otros idiomas" le dice, Kurama-sama se echa en el pasto con su hocico frente a ella "Como bailarina Shiddoniana nuestro grupo viajó a distintos países, nos vimos obligados a aprender varios idiomas"
Conforme iba explicando y vocalizando, Kurama la miraba fijamente. No era incómodo pero tenía cierta duda, ¿Tenía algo en la cara?
"Mocosa" Diana lo miró fijamente "Veré tus recuerdos pasados" no era una pregunta.
Ella asintió, desde que Kurama-sama estaba en su cabeza, podría hacer lo que quisiera.
"De acuerdo, Kurama-sama. Puede entrar a Ruby Palace" la cadena en su cuello se alargó, Diana pensaba que era como un perro amarrado y eso le causó gracia.
Entonces Diana comienza a desaparecer en pétalos mientras Kurama entra a la que una vez fue su habitación, allí están sus recuerdos.
El gran Zorro solo entró y de repente estaba en un corral mirándose fijamente en el espejo. Los recuerdos desde la perspectiva de Diana serían aburridos.
"Hitomi-dono, ¿Cómo ha estado su Madre?, ¿Ya ha mejorado su enfermedad?" Kazehaya Hitomi, la hija del Daimiyo del Viento se reunió con él, se podría decir que son amigos.
Cuando Daimiyo tiene una reunión con otro Daimiyo, trae a sus hijos para ver si podía formalizar una alianza por medio de un matrimonio.
Eso no pasó con ellos, afortunadamente Lady Shijimi objetó ante las insinuaciones de un matrimonio político con otro país.
"Desgraciadamente no, Naru-dono" ella suspiró de manera triste bebiendo su té "Ella parece cada vez más decaída"
"Lo siento mucho, Hitomi-dono. Espero que nuestras oraciones lleguen a los dioses para que su Madre mejore"
"Por cierto, escucharon que finalmente la heredera legitima de Yuki no kuni apareció y tomará las tiendas de su país"
"Harata-dono, ¿está invitado a la fiesta en su honor?" Hitomi-dono mira a Harata-dono, el hijo tercero de país del colmillo.
"No habrá celebración según he escuchado" Chikara Suzuki, hija del Daimiyo de Udon no Kuni, quien tiene más información que Harata-dono "la hija de Soutetsu-sama, Koyuki-sama no quiere una celebración internacional. Por lo que solo serán funcionarios de ese país"
Harata-dono y Suzuki-dono eran los informantes de su pequeño grupo de amistad. Cómo había mucho aburrimiento como noble, tendían a buscar donde perder el tiempo. Suzuki-dono tenía espías en todos lados rivalizando a Gama-Sennin, y Harata-dono era invitado a fiestas de té y celebraciones extranjeras, Hitomi-dono por otra parte influía mucho en las decisiones de su Padre y hermano gemelo mayor, ella apoyaba mucho a Konoha ya que su aldea no da tanto gusto como antes.
"Ya veo" Naruto sonrió tomando una galleta.
En eso, Momo-kun entra corriendo a su lado. Desacelera un poco, se agacha y susurra en su oído en idioma Atlanta, el idioma que le enseñó.
"Diana-sama, Sarutobi Hiruzen ha fallecido en acción. Hoy en el ataque de la hoja en los exámenes Chunnin" Naruto parpadea escuchando como su tasa de té cae en la mesa derramando su contenido.
"...lo siento" les susurra a sus amigos, un sirviente detrás suyo se apresuró a limpiar el desastre.
"Entendemos que ha ocurrido algo grave, Naru-dono" Hitomi toma su mano y sonríe comprensiva, de la misma manera cuando la madre biológica de ella falleció por envenenamiento y la consoló.
Suzuki-dono golpea con el codo a Harata-dono quien asiente, los tres se levantan de la mesa y Naruto se siente culpable.
"Naru-dono, son las siete. Me iré a mi habitación, no podré despedirme mañana en la madrugada. Así que nos vemos en nuestra próxima reunión" Harata-dono se inclina con una leve sonrisa "Y espero que use el Kimono que le regala mi hermano menor"
"Hai, Harata-dono. Lo usaré" ese niño molesto de su misma edad solo lo molesta pero es un niño lindo, solo por eso se lo pasa.
"Yo me iré enseguida, Naru-dono"
"Te acompaño con tu Padre, Suzuki-dono"
"No, conozco el camino sola. Al menos que recientemente hayan remodelado el pasillo"
"No se ha hecho, sigue igual que todos los años" la pelirroja ríe, sale con ese abanico cubriendo sus finos labios y su propio sirviente le sigue.
"Me despido"
Hitomi-dono toma sus manos y se atreve a abrazarlo.
"Lo que sea que haya pasado, puedes superarlo Naru-kun" le susurra "eres muy fuerte"
"Gracias, Hitomi-chan" su primera amiga, se juntan desde los seis años y puede considerarla a nivel de Lily.
Su cabello largo negro tan liso, sus ojos cafés rasgados y esa sonrisa pequeña, a simple vista parece reservada pero sabe que solo es una fachada para su sentimental ser. Es mayor por tres años, pero aveces se siente menor.
Una vez solo con Momo-kun, caminan en dirección al salón de reuniones, los Samurái lo saludan con una asentimiento cada que lo ven, los sirvientes se inclinan y Naruto solo les da una mirada pasando directamente.
Allí con los ojos húmedos, ve a Madoka-sama yendo en su dirección.
"Naru-san" toma sus temblorosas manos "Tío nos ha contado"
Naruto muerde su labios tragando su sollozo.
"Tía dio la orden de tomar un carruaje en tres horas, te esperaré en la entrada. Corre"
"H-hai"
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