"Con libertad, libros, flores y la luna, ¿quién no podría ser feliz?" Oscar Wilde.

¿Te sucede a veces que simplemente te sientas y sigues mirando algún objeto al azar sin verlo realmente y sin pensar en nada en particular?

Bueno, le pasa a Jimin. Mucho.

Esta mañana, preparó su café con dos cucharadas de azúcar como de costumbre y se sentó en el sofá que debe tener cien años con todas las manchas de chocolate, salsa de tomate y orina para perros que cubrían el color beige natural. Nunca tuvo la oportunidad de limpiarlo, o nunca tuvo tiempo.

Encendió la televisión no para verla, sino porque las voces y la música de las personas lo hacían sentir menos solo.

Puso un poco de mantequilla y mermelada de fresa en su tostada y comió un bocado antes de tomar su café. No iba a terminar su comida ni su bebida, pero se tomó la molestia de preparar su desayuno con delicadeza todas las mañanas antes de abandonar el pequeño apartamento.

Era un tipo muy ocupado, pero cuando decimos ocupado no estamos hablando de tener muchos amigos, citas o fiestas todos los días. No, su vida solo consiste en asistir a clases en la universidad por las mañanas y limpiar la casa de una anciana por la noche.

Comenzó a vivir solo después de la muerte de su padre hace tres años en un accidente automovilístico. Era su única familia porque nunca antes había visto a su madre. Papá le diría que los dejó después de haberlo dado a luz. Cuando era niño no podía entender por qué la mujer que lo tuvo durante nueve meses lo abandonaría después de que él naciera, cuando comenzó a crecer dudaba de su padre, pensó que tal vez le estaba mintiendo, tal vez ocultaba hecho de que se divorciaron o peor, que ella está muerta. Pero después de años, finalmente se dio cuenta de por qué la mujer los dejaría, dejarlo a él.

La razón obvia por la cual todos escapaban de él era su cabello antinatural.

Si bien la mayoría de las personas tenían cabello oscuro o claro, rubio, rojo o gris cuando envejecen, su cabello tiene un tono muy extraño que nadie tiene en nuestro mundo.

El color más cercano que podría sugerirse sería la perla blanca, pero era muy diferente porque su cabello brillaba con mil fuegos. Era visible incluso en la oscuridad extrema, por eso nunca tuvo miedo de dormir solo en la noche.

Después de muchas comparaciones, él y su padre habían concluido que su color era lo que se llama diamante. Era un brillante y magnífico color cristal.

Se veía muy hermoso y puro.

Su padre pensó que era una bendición porque solo tenía que echarle un vistazo y desapareció toda la fatiga, el estrés y el mal humor.

Pero estaba equivocado, desafortunadamente era la única persona que se sentía así porque, por otro lado, la gente huía de su hijo pensando que era una especie de criatura peligrosa.

No podían salir sin recibir miradas extrañas y escuchar susurros e insultos.

Los periodistas incluso habían invadido su hogar para preguntar si eran magos, si usaban magia negra, si su madre estaba maldecida solo para llenar la portada de sus periódicos con fotos y artículos falsos de Jimin.

Varias escuelas lo rechazaron porque atrajo mucha atención y no dejó que otros estudiantes se concentraran. No podía tener una vida escolar normal debido a su cabello y es por eso que su padre tuvo la amabilidad de ser su maestro durante todos estos años a pesar de su agotador trabajo.

Después de su muerte, Jimin trabajó duro para el examen de ingreso a la universidad. Quería enfrentar sus miedos e inseguridades y elegir una carrera como todos lo hacen.

Realmente nunca tuvo un sueño, pero si tuviera que elegir algo que hacer por el resto de su vida, sin duda sería escribir libros. Pero no tenía ningún libro, tenía una gran debilidad por las historias fantásticas porque leerlas lo hacía feliz, por alguna razón se sentía más cercano a los personajes que nunca antes con cualquier ser humano. Le encanta cómo son diferentes como él y cómo no era malo tener un color de ojos diferente o tener alas largas y oscuras en la espalda. Eran como él y deseaba poder vivir en un mundo mejor como el de los libros.

~~

Después de terminar su desayuno, hizo las maletas y corrió hacia el autobús.

Como de costumbre, todos lo miraban fijamente, pero él decidió no preocuparse, así que se sentó en la parte de atrás y puso música a todo volumen en sus auriculares.

Los flashes de la cámara lastimaron sus ojos, por lo que se vio obligado a cubrirse la cara y el cabello. Se puso un gorro negro en la cabeza y una máscara sobre la cara. El interior del vehículo estaba caliente debido al brezo, pero se estaba asfixiando con toda la ropa que tenía que ponerse para cubrirse.

Llegó a la facultad de literatura y se dirigió al auditorio.

El profesor hablaba de una de las obras más populares de Inglaterra. Orgullo y prejuicio.

Jane Austen fue una de sus autoras favoritas porque no tenía miedo de escribir y describir las cosas como las veía en la vida real.

Él sonrió porque sabía todo lo que el profesor decía porque ya había leído todos sus libros, tal vez dos veces o más.

Para no perder el tiempo, abrió su libro; El león, la bruja y el ropero.

Una vez más fue transferido al mundo de Narnia, donde yacían sus sueños.

Echó un vistazo a las ventanas y vi la nieve caer majestuosamente en el suelo. Él sonrió y murmuró para sí mismo: "Está nevando como en Narnia".

Algunos estudiantes lo miraban de vez en cuando porque todavía no estaban acostumbrados a ver ese color de cabello.

A veces Jimin se enoja y toma unas tijeras, listo para cortarlo, pero sucede algo extraño. La tijera se rompe en pequeños pedazos cuando entra en contacto con su cabello. Por eso, estaba condenado a vivir siempre así.

Después de la clase, se escondió en un rincón del jardín que nadie conocía para comer su almuerzo en silencio.

Puso su mochila en el banco de madera y suspiró profundamente, "¿Cuánto tiempo voy a vivir de esta manera?" murmuró él.

Cerró los ojos y apoyó la cabeza en el banco, mientras los copos de nieve humedecían su rostro.

De repente, surgió un violento flujo de aire. Los árboles se movieron peligrosamente hasta que varias hojas cayeron al suelo y el polvo del suelo voló a su alrededor, bloqueando su vista. "¿Que esta pasando?" rápidamente se puso la capucha de su suéter.

Entonces, una voz surgió. "Tu casa es Fantasía".

Abrió mucho los ojos y saltó al banco. "¡¿Quién es?!" gritó.

Se dio la vuelta para ver de dónde venía la voz, pero no pudo ver nada debido a la niebla alrededor del jardín.

"Tu casa es Fantasía". la voz de la mujer era plateada; Clara, ligera y agradable. Le ha estado acariciando las orejas lentamente hasta el punto en que ya no siente su cuerpo. "¿Q-quién eres?" murmuró, su corazón latía muy rápido.

Le pareció ver una figura caminando con gracia por la niebla. Su visión no era tan perfecta, pero podía ver el cuerpo de una mujer con el pelo largo y negro que llevaba un vestido blanco que bajaba hasta el fondo, ocultando cada parte de su cuerpo.

"¡¿Hey quién eres tú?!" gritó, esperando obtener una respuesta, pero la mujer desapareció de repente y todo volvió a su paz normal.

Jimin se sentó, respirando lentamente. Intentó cerrar y abrir los ojos una y otra vez para asegurarse de que no solo estaba soñando.

¿Que pasó? ¿Quién era esta mujer? ¿Qué es fantasía?

Permaneció atrapado en el medio de sus pensamientos durante mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que solo faltaban diez minutos para la próxima y última clase del día. Tomó el sushi que preparó más temprano en la mañana y se los tragó rápidamente para ahorrar tiempo.

Descansó un poco y luego se dirigió a la facultad.

~~

Caminó por los pasillos, el libro en sus manos. Sabía que la gente lo miraba, pero cuando estaba leyendo, nada le importaba.

"¡Eh, tú!" Alguien gritó.

Jimin frunció el ceño porque sabía exactamente quién era pero fingió no escuchar. "¡Alto ahí!"

Sus pasos se hicieron más rápidos, quería a toda costa escapar del tipo que lo acosaba desde que ingresó a la universidad.

Intentó correr pero fue más rápido que él, lo tomó del brazo y lo golpeó contra la pared. "¿Quieres escapar de mí, eh?" Junhoe sonrió de lado.

Jimin le tenía miedo cada vez que lo veía, solo su rostro demostraba lo suficiente como para que uno nunca debería buscar problemas con él. Tenía grandes cicatrices en la cara y el cuello estaba cubierto de tatuajes. "¿Cuántas veces debería decirte que abandones esta facultad?" murmuró él. "No necesitamos monstruos como tú". agregó, presionando los delgados brazos de Jimin, haciéndolo gemir de dolor.

"No soy un monstruo." susurró el chico.

"¿Qué?" el pelo negro fruncido. "¿Qué acabas de decir? Creo que lo escuché mal".

"Dije que no soy un monstruo". Jimin respondió, más fuerte esta vez.

Junhoe abrió mucho los ojos y se echó a reír. "¿Lo oyeron chicos?" se giró hacia su grupo de amigos. "¡Está diciendo que no es un monstruo! ¡Que este cabello raro y feo es tan humano! ¿Verdad?"

Los otros muchachos comenzaron a reír.

"No voy a repetirlo, vete-de-esta-facultad". dijo, su mirada profunda penetraba peligrosamente los ojos del joven.

Jimin tragó saliva. "E-esta facultad no es tuya". murmuró, maldiciéndose mentalmente por responderle.

El más alto apretó los puños. "¿Te atreves a responder?" dijo, veneno en su voz. "¿Sabes lo que les sucede a los monstruos como tú?"

Jimin sacudió la cabeza.

"Ellos mueren." Junhoe murmuró antes de golpear la mejilla del joven con tanta fuerza que cayó al suelo.

"Esto no es suficiente para ti" se acercó a él, listo para patearlo con los pies.

"N-no por favor n-no". Jimin lloró, sintiendo que le dolía la mejilla.

"¡No me hables!" Junhoe gritó y golpeó su estómago, haciéndolo gritar de dolor.

"¡N-no!"

"¡Necesitas mas!"

"H-hey Junhoe, creo que lo lastimaste lo suficiente ..." uno de sus amigos lo detuvo.

"¿Quieres morir con él?" murmuró el pelo negro.

Jimin aprovechó su conversación para levantarse e intentar huir, pero una vez más, Junhoe lo agarró. "¿A dónde crees que vas?"

El más joven se asustó y lo único en lo que pensó fue en patear sus bolas.

"¡Ahh, hijo de puta!" Junhoe gimió, sus manos entre sus piernas.

Jimin quería correr pero el mayor se tiró del pelo y fue entonces cuando se escuchó el gemido más fuerte.

Junhoe estaba gritando mientras miraba su mano sangrar debido a un corte profundo.

Jimin sonrió porque solo él y su padre podían tocar su cabello. Por alguna razón, toda persona que intente tocar incluso un cabello pequeño podría sufrir quemaduras o heridas graves.

"¡Eres un monstruo!"

Frunció el ceño y corrió a pesar de que su estómago lo estaba matando, llegó al baño y se encerró allí.

Escuchó pasos acercándose y entró en pánico. Encontró una silla y bloqueó la puerta con ella.

"¡Ya! ¡Abre la puerta!"

"¡D-déjame en paz!" el joven gritó y miró el rasguño que tenía en la mejilla. Después de unos segundos desapareció por completo. Esto era otra cosa extraña sobre él, nunca se enferma y sus heridas siempre sanan en este momento.

"¡¡ABRE!!"

El chico temblaba de miedo, ya no podía escapar de él.

Estaba caminando en medio del baño, su cuerpo temblaba mientras los chicos golpeaban con fuerza la puerta.

"¡Déjame solo!" se puso en cuclillas en el suelo y comenzó a llorar.

Hubo esos momentos en que se odiaba a sí mismo, o no era la persona que era. Momentos en los que quería ser como los demás, ser amigo de ellos y vivir normalmente.

Pero fue solo un sueño.

Cuando abrió los ojos, fue recibido por la misma niebla de antes.

"Tu casa es Fantasía".

Esta mujer otra vez...

No podía ver nada, solo olía un bonito olor a rosas. "Por favor dime quién eres" murmuró él.

"Tu casa es Fantasía" la voz seguía repitiéndose en su mente.

"¡ABRE LA PUERTA!"

Se cubrió las orejas y comenzó a gritar.

"Tu casa es Fantasía"

"Por favor, déjame en paz ..." el chico estaba sollozando.

De repente, una luz brillante apareció frente a él.

No sabía qué era, pero estaba seguro de que se sentía atraído por eso. Es como si una parte de él tuviera que cruzar esta luz.

"Voy a contar hasta tres y tú vas ¿bien?" escuchó a Junhoe decirle a sus amigos.

Él entró en pánico.

"Tu casa es FANTASÍA"

"1"

"2"

"¡3!"

Escuchó un fuerte estallido y cinco sombras aparecieron frente a él.

"Tu casa es FANTASÍA"

Miró a Junhoe y luego a la luz.

¿Qué tengo que hacer?

"Monstruo, solo asegúrate de una cosa". escuchó a Junhoe decir. "Hoy te mataré" se acercó a él lentamente hasta que pudo ver que su sangre aún caía de su mano herida.

"¡N-no te acerques a mí!" tartamudeó mientras caminaba hacia atrás, escapando de su superior.

Lo extraño es que no parecían molestarse por la niebla ni por la luz cegadora.

Jimin era el único que podía verlos.

"Es tu último día". Junhoe sonrió antes de levantar el puño.

Jimin rápidamente se volvió y se dirigió hacia la luz.

"No creas que puedes escapar de m-"

Oscuridad.

~~

Un rayo de sol lo despertó, abrió los ojos y se encontró frente a un cielo azul, un color que no había visto desde principios de invierno.

No podía separar sus ojos porque era muy relajante ver el color claro mientras una suave brisa acariciaba su rostro.

Sintió que algo le hacía cosquillas en los brazos, se sentó y encontró dos conejos rosados ​​a su alrededor.

"Espera, ¿conejos rosados?" él frunció el ceño. "¿Quien te hizo esto?" Lo tomó en sus brazos y acarició su pelaje rosa claro.

Cuando levantó la vista, se quedó sin aliento cuando vio el hermoso paisaje frente a él.

Oh, qué hermoso era el paisaje con su alfombra verde decorada con flores multicolores y su sol que brilla su luz sobre el universo. Hay montañas altas que tocan el cielo, cielo azul con nubes hermosas que tienen formas extrañas pero bonitas.

"¿P-por qué es primavera aquí?" él abrió mucho los ojos. "¡Pero debería estar nevando!" dijo antes de escoger una flor extraña que nunca había visto antes.

Se puso de pie y siguió observando pájaros multicolores que volaban alrededor de un río que cambiaba de color cada cinco segundos. Buscó un proyector o algo que pudiera estar jugando con luces, pero no había nada, ningún dispositivo ni nada parecido. El agua parecía cambiar naturalmente de color. "Qué es esto..."

Comenzó a caminar y dejó que sus ojos se perdieran en los campos verdes e interminables, bordeando las muchas colinas. El piso sobre el que caminaba no tenía nada que ver con mármol o concreto, era tan suave que no sintió sus pasos, pensaría que estaba caminando sobre malvaviscos.

No tenía idea de lo que sucedió después de cruzar la luz antes ni de dónde estaba ahora, pero no dijo que se estaba quejando porque era muy agradable de ver. Por primera vez, tuvo ese extraño sentimiento de libertad y paz.

El olor a árboles refrescantes ha despertado su deseo de contemplar este hermoso paisaje. En la cima de la colina, los grandes castaños, los robles y las manzanas de pan se alzaban bajo el cielo azul. En el centro de la colina, vio un antiguo castillo gigante que agregaba a este paisaje un personaje romántico y misterioso. "Me pregunto quién está viviendo allí". murmuró para sí mismo mientras admiraba la majestuosa belleza de su arquitectura gótica.

La vegetación era tan verde como una llanura recién plantada. El viento azotaba la hierba, haciéndola bailar con cierta gracia, lo que hacía que la vista fuera más dinámica. Su mirada fue atraída más tarde por estas montañas titánicas que se entronizaron majestuosamente en la parte inferior de este panorama, sus magnitudes similares a las de un edificio que domina el pueblo. El viento estaba presente y bueno, hacía crujir los frondosos árboles con un hermoso sonido acompañado de un canto de pájaros, que deleitó su corazón.

Era simplemente una hermosa descripción de un hermoso arte de colores.

Siguió caminando hasta que vio una casa en medio de la extensión. Una casa solitaria que parecía tan pequeña e insignificante frente a las montañas gigantes que se alzaban detrás de ella.

"Pareces perdido" una voz surgió desde atrás.

Se giró y se encontró frente a un tipo bajito con un hermoso cabello rosa pastel. Sus ojos eran muy pequeños y su piel pálida.

"Oh, ¿quién eres tú?" Jimin preguntó mientras se acercaba a él.

"Mi nombre es Woozi". El desconocido sonrió. "¿Cuál es tu nombre?"

"Soy Jimin"

"Oh." el cabello rosado se frotó la barbilla. "Un nombre muy extraño" murmuró él.

Siguió mirándolo y vio su cabello. "Parece que no puedo reconocerte, ¿qué criatura eres?"

El pelo de diamante parecía confundido. "No sé de qué estás hablando"

"¿Eres... uhm ..." el chico pequeño lo miraba fijamente y observaba sus rasgos. "Realmente no sé lo que eres"

Jimin se rió nerviosamente. "Y... uhm... ¿qué eres?" preguntó.

"Soy un enano" Woozi dijo con orgullo. "Puedo parecer pequeño pero no juzgues mi apariencia física, ¿de acuerdo? Me molesta."

"Bien."

"¡Soy pequeño pero muy fuerte! ¡El rey incluso me convirtió en uno de los guardianes más importantes del reino!"

"Oh." Jimin asintió con una sonrisa. "Ya veo."

Debo estar soñando, sí, está confirmado.

"Conozco a alguien que puede adivinar lo que eres." Dijo Woozi.

"¿Quién?"

"Sígueme."

~~

Lo siguió para descubrir paisajes más maravillosos.

Las grietas encerraron torrentes impetuosos, cuyas aguas cristalinas chocaron contra las rocas, y terminaron en el fondo con espléndidas y mágicas cascadas.

En el centro, fascinante, plácido y magnífico, un inmenso lago recogía toda esta agua benéfica, en un choque ensordecedor y reparador, a la manera de un jardín tranquilo. La humedad de una lluvia reciente agregó capas de niebla a las formas encantadoras y vaporosas.

En primer plano, las mismas colinas que se inclinaban hacia el lago, salpicadas de flores.

"Es aquí." Woozi dijo cuando se pararon frente a una gran mansión.

Susurró como un código secreto a una pequeña flor que estaba pegada en la puerta de madera. "Adelante."

"El maestro debe estar en su oficina" murmuró él.

"¿El maestro? ¿Quién?" Jimin preguntó.

Woozi subió las escaleras de mármol y se dirigió a una habitación en particular.

Entraron en una gran oficina, donde reinaba el olor a vainilla.

"Su Gracia, estamos aquí para verlo" dijo el enano.

Después de unos momentos, alguien apareció detrás de los estantes de libros. "Oh, Woozi. Qué placer verte"

Jimin miró al hombre asombrado, sorprendido, asombrado por su impresionante belleza.

Su postura alta se adaptaba perfectamente a su largo vestido blanco con bordados dorados en los costados y en las mangas.

Su cabello era increíblemente hermoso, blanco como la nieve, era largo y le llegaba a la parte baja de la espalda y enmarcaba una bonita cara redonda donde dos ojos almendrados brillaban con un color azul zafiro. "Oh, tenemos un invitado" le sonrió a Jimin.

Caminaba con tanta elegancia, tal clase.

"Su Gracia, este es Jimin. Lo conocí antes en frente de mi casa" el de cabello rosado se inclinó ante él.

"Oh, estoy encantado de conocerte" El hombre sonrió.

"Yo también estoy encantado de conocerte" Jimin se sonrojó.

"Parecía bastante perdido, ni siquiera recuerda su especie" Woozi agregó.

"Mmm" el hombre alto se frotó la barbilla y siguió girando sobre Jimin. "Tu cabello..."

Jimin asintió con la cabeza. "S-sí, mi cabello es extr-"

"Muy hermoso." murmuró el bello desconocido.

"¿P-perdón?" Jimin abrió mucho los ojos. En toda su vida, nadie ha dicho algo tan bueno sobre su cabello.

"Asombroso." el pelo largo le acarició el pelo suavemente.

"Ten cuidado, podría quemar-" el joven estaba sorprendido porque no parecía lastimarlo. "¡Puedes tocar mi cabello!" él exclamó.

"Oh." El hombre se detuvo. "¿No se me permite tocarlo?"

"¡N-no!" Jimin agitó las manos. "Está bien, ¡sí puedes!"

El extraño le sonrió.

Luego vio sus oídos, no eran humanos normales, eran más altos y agudos.

Le recordó a uno de sus personajes de fantasía favoritos, Legolas de El señor de los anillos.

Abrió mucho los ojos y le señaló con el dedo. "¡E-eres un elfo!" él exclamó.

El hombre se echó a reír. "¿Por qué te ves tan sorprendido?"

"Nunca antes había visto un elfo..."

"¿Eh? ¡Pero hay elfos por todas partes en Fantasía!" Él rió.

¿Fantasía?

"A-acabas de decir... ¿Fantasía?" Jimin estaba confundido.

Había estado escuchando ese nombre durante toda la mañana sin saber de qué se trataba.

"¿Qué es Fantasía?" preguntó.

El extraño y Woozi compartieron una mirada confusa. "¿Estás seguro de que estás bien querido?"

"Sí." Jimin asintió con la cabeza.

"Bueno, Fantasía es ... nuestro reino"

¿Eh?

"Te ves muy perdido, Jimin" el elfo se rió entre dientes. "Te prepararé un té y te dejaré descansar un poco"

"Gracias." el joven se sonrojó.

"Quienquiera que seas y de donde sea que seas, debo presentarme ante ti. Soy Taehyung, el duque de este reino". educadamente se inclinó ante él. "Y..." besó suavemente su mano fría. "Bienvenido a Fantasía".