Diamantes
Primero que nada antes de comenzar el cap quiero agradecer a todas las autoras que formamos parte de "fate legion Gilgamesh" por participar de este desafio de crear historias kusia o Kasia (como quieran llamarle), me he divertido un monton con esto, asi que nuevamente muchas gracias a:
AbaddonDewitt
KiriCristal
infamous_raven
Bien, ahora es mi turno, espero les guste y sin más comencemos...
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Aquellos copos de nieve que caian lentamente por aquella hermosa ciudad era como si estuvieran hechos de diamantes y las luces que se encontraban en aquella plaza ayudaban a que le dieran ese toque cada vez que se reflejaban en el copo, eso sin duda le parecia un hermoso espectáculo visual a cierta joven que con total calma observaba el comienzo de aquella nevada, eso le parecia incluso más hermoso que aquella maravilla del mundo que se encontraba a sus espaldas, el frio estaba más que presente, pero para ella eso no era ningún problema, ya que llevaba su vestido y su largo abrigo que la protegían de aquel clima, si bien aquella tierra cubierta de nieve era su tierra de origen, no había ningún motivo para sentirse comoda, todo lo contrario desde que había pisado aquel lugar los recuerdos de inmediato golpearon su mente y en su corazón nuevamente se abria aquella herida, esa que nunca sanaria por más que se esforzara, desde entonces solo buscaba distraerse con cualquier cosa, aun asi era inútil, siempre regresaba a su cuarto con un rostro triste y lleno de melancolía, pese a que ya llevaba más de una semana en aquella ciudad rusa.
Sacude un poco su cabeza para apartar los recuerdos de su familia siendo masacrada, la perdida de su hermano habia sido uno de los últimos golpes que la habian terminado por quebrar, desde ese entonces su corazón no volveria a ser el mismo, nunca más, o eso pensaba hasta que lo conoció.
-Kadoc....
Murmuro esbozando una leve sonrisa y cerrando sus ojos para recordar a aquel hombre que habia sido su master y que recordaba con sumo cariño, recordar aquel cabello tan blanco como la nieve que caia en aquella plaza, recordar sus ojos de color marron y aquellas ojeras que cualquiera que lo viera diria que no era de los que tenian un buen sueño, aun con ese aspecto no evitaba que se viera atractivo.
"Atractivo"
Anastasia sonrio al pensar que él era atractivo, observo a su alrededor y prefirio tomar asiento, mientras veia aquel manto nocturno adornado de estrellas y aquells hermosa aureola que terminaba de coronar aquel espectáculo de la naturaleza de los cuales turistas de otros lugares del mundo aprovechaban para tomarse fotos y asi recordar aquel momento, luego observa a las parejas que se encuentran en aquella plaza, no puede evitar pensar que esos podrian ser ella y Kadoc en alguna realidad donde la guerra del santo grial no estuviera presente en sus vidas, donde los deseos egoistas de los demás masters no los afectaran.
Cerro sus ojos nuevamente, ahora para recordar bien aquellas facciones de aquel rostro pálido y expresión carente de emociones dulces, a pesar de eso el joven Kadoc demostraba ser todo lo contrario, al menos con ella, porque con otros su actitud era distante y fria como el hielo que cubria aquel palacio, con ella habia sido muy atento, amable, hasta cariñoso cuando cruzaban palabras y estas se tornaban tristes por los recuerdos que afectaban a la chica, el incluso la abrazaba para reconfortarla cada vez que ella despertaba entre gritos y sollozos en la noche producto por aquellas pesadillas mezcladas con recuerdos de su vida pasada y que él por más que quisiera no podía ignorar.
Sin duda el era importante para ella, no solo fue su master, fue su consejero, amigo y primer amor, toco sus labios por un momento al recordar aquel primer beso que se dieron una vez terminado su primer balls, recordaba como Kadoc pese a que no tenía mucha experiencia con el baile se había esforzado solo para complacerla con ese capricho, un capricho que les ayudaría a acercarse más.
Lamentablemente el destino es cruel, después de aquella batalla ambos terminarían separados, Anastasia recordaba como se había interpuesto en entre billy y Kadoc cuando una bala amenazaba con acabar su vida, ella no estaba dispuesta a verlo morir y si era necesario ella daría su vida por evitarlo, ahora nuevamente se siente miserable, recordaba las pequeñas lágrimas que habían asomado por la mejilla de su primer amor mientras la sostenía con delicadeza, mientras ella le hablaba de que viviría con el arrepentimiento de "casi haberlo logrado".
"Tonta"
Se dijo mentalmente, aquello no fue lo que realmente queria decirle y lamentablemente quedaria en deuda consigo misma por no decirlo.
De pronto su corazón comienza a acelerar, una emoción de profunda felicidad se manifiesta en su rostro, escucha a la distancia como los instrumentos formaban aquella música de vals (aqui les dejo a su elección) que tanto ella como Kadoc disfrutaron en aquel entonces, de la nada comienza a correr como si aquella música fuera un iman para ella, siente que algo maravilloso sucedera si corre en esa dirección.
-¡Kadoc!
Grita de la nada y ni ella sabia bien el porque de esto, pero algo le dijo en su mente de que el estaba ahí y que solo debía correr, una vez llega al lugar ve solo a los músicos y a la gente comentando de lo hermoso que era aquella música de balls, se siente decepcionada y hasta tonta por haber creido que aquella música lo traería de vuelta ante él, que ingenua, sin más comienza a llorar de tristeza mientras cubre su rostro para que nadie la vea, lo extrañaba, quería verlo, sin importar lo que tuviera que sacrificar, se detuvo de golpe con este último pensamiento, de seguro Kadoc se pondría muy triste y decepcionado si ella tuviera que sacrificar algo por el nuevamente.
-Anastasia...
Como si sus plegarias hubieran sido escuchadas, quito sus manos del rostro y levanto la vista observando a la persona que se encontraba frente a ella y que sin duda era la más importante en su vida.
-Ka...Kadoc...
Tartamudeo de forma leve, estaba demasiado sorprendida y feliz por eso, sin decir nada más ambos se abrazaron, con aquel acto ambos expresaban lo mucho se extrañaban, estuvieron asi un par de minutos, puesto ninguno quería soltar al otro por miedo a que alguno desapareciera o se fuera de su lado una vez terminado aquel gesto, al final es Anastasia quien se separa del joven, quien la mira con ternura.
-¿Cómo me encontraste?.
Pregunta de forma ilusionada, el joven sonrie de forma leve, esa era su Anastasia y estaba feliz por el hecho de que no haya cambiado aún a pesar del tiempo que llevaban separados, penso por unos momentos en que responder, pero la verdad es que ni el lo sabia.
-No lo se, pero algo me dijo que si venia a este lugar era seguro que te encontraria...¿Llegue muy tarde?.
Pregunta algo preocupado, la chica le sonrie de forma tierna y toca su rostro acariciandolo con sus manos finas y delicadas.
-Para nada...llegaste justo a tiempo.
Responde la joven mientras ambos se obervan a los ojos, no necesitaban decirse nada más, ambos sabían lo que querian hacer en ese momento, pero antes de que el joven se acercara a ella esta lo interrumpe alejándose un poco, esto sin dudas confunde al chico, ella le sonrie forma cálida para que no se preocupe.
-Hay algo que no alcance a decirte en aquel entonces...y que ahora que te tengo aqui conmigo deseo hacerlo.
Dice la joven entrecerrando sus ojos y ruborizandose un poco más, toma aire y como si eso le diera el valor suficiente le dice lo siguiente a su amado.
-Te amo Kadoc...
El beso anterior al igual que el primero era más que suficiente para confirmarlo, aun asi ella prefería aclararle sus sentimientos al joven albino, este se sonrojo y tosió un poco observando a su alrededor, luego miro a la joven nuevamente a los ojos, dios como adoraba ver a su pequeña soñadora, aquella que a pesar del sufrimiento todavia creía que los sueños se podian cumplir, aquella que era dueña de su corazón, aquella que anhelaba escuchar su respuesta, si bien no era bueno expresando con palabras sus sentimientos por ella lo intentaría, sin importar que quedara muy avergonzado.
-Yo también te amo Anastasia...
Dijo el joven ahora juntando su frente con la de ella, ella cerro sus ojos sonriendo con mucha felicidad, tanto que sentía que su corazón estallaría por aquello, lo amaba y ella a él, eso era lo único que necesitaban saber, las luces continuaron prendidas, la música continuaba sonando, la gente seguia alabando a los músicos que tocaban aquella hermosa obra maestra y la nieve seguia cayendo como si fueran diamantes, diamantes que ahora adornaban aquel escenario de dos amantes que expresaban su amor con un beso lleno de sentimientos cálidos apartando asi no solo el frio de aquella noche, si no que también todo el dolor que se hallaba oculto en sus corazones.
Fin.
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