• Baji Keisuke V •
No lo comprendía, nunca había comprendido cualquier mierda que hacían los superiores por eso evitaba involucrarse.
Pero en ese preciso instante, donde, Senju Akashi estaba recibiendo los golpes que él debería, los insultos que le pertenecían y sin duda las culpas que no le correspondían; se sentía en deuda con ella.
Kudou Chifuyu murió esa misma noche donde hicieron el amor, recibiendo una puñalada en el corazón gracias a la albina, llevándose parte de su vida, cuerpo y alma con la muerte se su alma gemela.
No podía gritar, las palabras estaban atoradas en su garganta pero las lágrimas que todos estaban observando en su rostro expresaba sin duda alguna lo que sentía; miedo, impotencia, enojo pero sobre todo duda.
¿Por qué Senju haría eso después de que ella fue el pilar principal en ayudarlos?
¿Por qué la albina se veía totalmente asustada al ver cómo el creador entraba al lugar?
Pero ¿Por qué Wakasa Imaushi lo veía con atención esperando su reacción?
"– Los Juicios de la vida no pueden ser interrumpidos. — Sentenció con crueldad e indiferencia la persona que se encontraba a sus espaldas— Baji Keisuke, lo único que has provocado al hacer que Senju cambiará tu lugar es el castigó divino del exilió."
El aire empezó a sentirse completamente pesado al escuchar las palabras, pero, en definitiva era lo que menos podía darle miedo.
Mitsuya había pasado un castigo similar en el primer siglo que el hábito en el infierno, estaba consciente de todo lo que era vivir en un exilió y sabía que la idea era que su cordura se perdiera.
Pero...
¿Qué cordura le quedaba aún?
Chifuyu había muerto en sus manos, el líquido carmesí del amor de su vida se había impregnado su ropa mientras que su último suspiró lo había dedicado para decirle que lo amaba, su último latido se lo regaló y el último movimiento que hizo el cuerpo del menor fuero apretar su mano.
¿Cómo iba a tener cordura después de eso?
Río sin gracia antes de pararse de su asiento, lo entendía o eso trataba.
Chifuyu le había contado que esa era la tercer vida que cursaban juntos, pero, que solo tenía borrosos recuerdos de la anterior; había una que quedaba en el vacío, una que todo el mundo sabía pero que evitaba nombrar.
"– Es una jodida mierda. — Contestó, acercándose con pasos lentos hacia la persona que había causado todos sus males— ¿De qué tienes miedo?"
Por un segundo pudo ver el terror bailar en las iris oscuras que portaba su verdugo, notó, como su manzana de Adán se movió al tragar palabras que no quería emitir y sus puños se cerraban con solo verlo.
Quería matarlo.
Con un pequeño asentamiento, pudo notar como Kononoi se acercaba por uno de los costados para cubrir con maleza el suelo del lugar y si miraba de reojo Mitsuya había corrido junto al pequeño Hakkai para desatar a Senju.
Sin mencionar que Wakasa lo veía con desconcierto y Takeomi intentaba decidir a qué lado unirse.
No lo pensaba, lo único que podía sentir era como la adrenalina corría por todo su cuerpo, como su mano se dirigía rápidamente al ojo derecho del creador para dejarle sin duda alguna una cicatriz que le recordará porque no debía meterse con él.
Siseo molesto en cuanto la sangre salió disparada hacia él por el hecho de llevarse el globo ocular que pertenecía al dueño de todo, gruñó en cuanto la mano de la misma persona había atravesado su pecho y robaba su corazón — literalmente —.
Los gritos empezaron a llegar a sus oídos conforme su cuerpo empezaba a perder fuerza, podía escuchar a Senju de fondo decirle que no se durmiera y a Wakasa elevando aún más la voz para que huyeran en cuanto pudieran.
Pudo escuchar un golpe secó en el momento que Takeomi golpeó a secas la cabeza del dueño de todo y unos brazos a su al rededor antes de que todo se volviera negro.
Pero por último pudo sentir como su inexistente corazón era apretado y los sentimientos que sentía hacia Chifuyu desaparecían poco a poco.
Sentenciandolo al verdadero castigó divino, regresandole sus recuerdos pasados y prohibiendo sentir algo por ellos.
Haciendo que la flor de loto ardiera y que el clavel que se estaba plasmando en su hombro izquierdo doliera.
Todo se podía ir a la mierda pero sin duda el mismo se encargaría de vengarse del que alguna vez le dio la vida, jurando encontrar al pequeño Chifuyu del último juicio para que lo ayudara a ser eterno.
Aún si no podía amarlo esa vez...
Los gritos molestos de las nuevas almas lo estaban volviendo completamente loco, sus dedos bailaban sin pudor por la cadera de Kazutora mientras observaba como el mencionado se dejaba llevar por las caricias vacías después del sexo.
Estaba completamente cansado de la espera para encontrar a lo que Wakasa le mencionaba era su alma gemela, era una persona que no tenía paciencia y en definitiva estar visitando el aposento terrenal cada año para saber si aquel Chifuyu había renacido le estaba volviendo loco.
"– De nuevo me ignoras, Baji. — Afirmó su amante en turno, paseando sus ojos por su pecho desnudo y restregando sus labios por cada pedazo de piel que alcanzará.
– Es cansancio. — Mintió, alejándose sin disimular para pararse de la gran cama que había compartido por los últimos siglos con Hanemiya— Debo irme.
– Baji...
– Solo sexo Kazutora, puedes aceptarlo o hacer una rabieta."
El suspiró llegó a sus oídos mientras se ponía el pantalón que había dejado tirado horas atrás en el suelo, haciéndolo chasquear la lengua con molestia para desistir a vestirse completamente; odiaba tener que aclarar aquel punto cada vez que se enrollaba con cualquiera.
No estaba interesado en nada, no quería que alguien le exigiera exclusividad cuando era claro que no la daría.
Había muchas cosas antes de que realmente intentará volver a sentir algo, había llegado a la conclusión que estaba mejor sin algún sentimiento; lo único que su cuerpo le exigía de vez en cuando era desahogo sexual y no mentiría al decir que eso lo podía hacer cuando quisiera.
Murmuró una pequeña maldición en el momento que al salir al pasillo principal del hogar de Kazutora se encontraba Wakasa esperándolo, viéndolo con algo de decepción y cansancio.
"– Esto es una mierda. — Bufó entre mitad queja y mitad chiste para colocarse la camisa que desistio a ponerse en la habitación — ¿Qué haces aquí?
– Senju quiere verte. — La simpleza lo hizo arquear la ceja, cuestionando realmente todas las decisiones que había tomado."
En un par de meses cumpliría veinticuatro siglos, un número verdaderamente grande si lo pensaba con cautela.
Veinticuatro siglos de los cuales hubiera amado a Chifuyu sin pensarlo, pero afortunadamente no fue así.
Quería ser eterno, quería ganar los cuatro juicios para que su vida se volviera completamente duradera.
Y con ello que su fuerza se incrementará para poder enfrentarse al hombre que le causaba pesadillas y días con el pecho doliendo.
Shinichiro.
Había sobrevivido claramente, cada noche se tomaba la molestia de cubrir su ojo derecho para poder ver todo lo que el creador veía.
Había tomado la decisión correcta en el momento que ingirió el globo ocular para poder tener vigilado a su presa, no entendía que lugar era pero en definitiva la persona que lo veía como un hijo había desaparecido y ahora solo quedaba...
"– Keisuke. — Senju entro en su campo de visión, molesta, pequeña y frustrada dándole a entender que él era el problema.
– Sen. — Saludó, cordial y palpando el terreno peligroso que lo amenazaba.— ¿Todo bien?
– ¡Vete a la mierda Keisuke! ¡No lo está!"
Suspiró, dejándose golpear por la pequeña chica albina, viendo sus lágrimas caer mientras se dedicaba a rememorar que claramente él no había sido la única persona que estaba pasandola mal.
Senju Akashi, era claramente la prueba de ello.
Los dolores en el cuerpo por los latigazos que había recibido siglos atrás seguían — sin olvidar que cada año se volvían a abrir— el miedo de estar escondida porque Takeomi la estaba buscando debido a traición y el hecho de que él era un cabrón; no le hacía la vida nada fácil a la albina.
En cierto punto el ganó al no dejarse amedrentar por sentimientos pero Wakasa y la pequeña Sen estaban perdiendo completamente al quedarse a su lado.
Podían vivir una vida normal, les daría algunos de sus demonios más fuertes y se encargaría de que Kononoi les consiguiera lo mejor para que se instalarán en el aposento terrenal, cumplirían el sueño que alguna vez el prometió y que ahora no importaba.
"– Váyanse. — Cruel, frío y sin una pizca de culpa— No necesito tanto drama en mi hogar.
– ¿Qué mierda? ¿Qué estás diciendo Keisuke? — Miedo, duda y sobre todo dolor fue lo que se sentía en aquel cuestionamiento— ¡Si Chifuyu estuviera...!
– ¡No lo está! ¡Yo solo tengo una noción de lo que fue Chifuyu, son recuerdos que ya no me hacen sentir nada! ¡Chifuyu es un desconocido para mi, una simple etapa de mi vida!"
El estruendoso golpe en su mejilla lo hizo reír, susurrando una maldición antes de dirigir la mirada a Imaushi.
Podía ver la duda en los iris ámbar del que se convirtió en su mano derecha, les estaba dando la opción de irse y que fueran normales, felices.
"– No quiero que lo busques. — La voz rota lo hizo prestar atención, ojos verdes acuosos y labios temblando de impotencia — Aléjate de Chifuyu en la vida que viene, no lo involucres en tus mierdas Keisuke."
Asintió, automáticamente antes de ver qué el par de iba, dejándolo.
Quería reír completamente, que su hogar se llenará de carcajadas mientras sentía un poco de algo en su estómago y sus manos actuaban por inercia al querer extenderla hacia las únicas personas que se habían quedado.
Mierda.
Dio la vuelta para ir del lado contrario, dirigiéndose rápidamente al dormitorio que ocupaba simplemente para trabajar y alguna ocasión para dormir si lo necesitaba.
Un pequeño dolor en el pecho lo hizo detenerse antes de perder completamente el control con su cuerpo, sintiendo como sus piernas corrían rápidamente por el lugar hasta llegar a la única conexión que tenía con el aposento terrenal.
Sus manos hormigueaban y podía asegurar que tenía todo la atención de sus subordinados a su espalda, había algo que lo llamaba, le pedía a gritos que lo encontrará y que no se cansará hasta tenerlo consigo.
Siguió, cruzando hasta el viejo bosque donde era la conexión y encontrándose frente a grandes ojos azules y cabello rubio cenizo que lo hizo temblar.
Era una mujer, bonita, con algo de miedo pero maldición.
Era la copia idéntica de Chifuyu y no cualquier Chifuyu, Chifuyu Matsuno el verdadero.
Sonrió de lado antes de asentir cordialmente, como un saludo silencioso ante la mirada asustada.
"– Quiero ser feliz. — Murmuró, con la voz quebrada y puños apretados a sus costados — Quiero tener dinero, una persona que me quiera y un trabajo estable.
– ¿Y yo que recibió a cambió? — Cuestionó divertido antes de poner verdadera atención a lo que lo llamaba."
No se notaba y podía dar todo lo que tenía para apostar que la pequeña mujer tampoco estaba consciente de ello, pero algo en su interior si estaba seguro.
Una pequeña vida se estaba formando dentro de la desconocida y no era cualquier vida, era la de Chifuyu, su Chifuyu.
"– Lo que sea, pídeme todo lo que quieras y yo lo daré. — Río ante la exageración antes de asentir.
– Tu primer hijo, lo quiero a él.
– Aceptó."
La mirada desafiante lo hizo arquear la ceja antes de extender su mano, conocía esa mirada porque la vio en tres vidas distintas y era la que su alma gemela le regalaba cuando pensaba que ya tenía el juego ganado.
"– Baji Keisuke. — Se presentó al apretar el agarre seguro de la portadora de su soulmate.
– Yukiko, Yukiko Matsuno."
Río ante la ironía, mientras terminaba de sellar el nuevo contrato que tenía.
Porque Yukiko Matsuno había vendido el alma de su hijo si quiera antes de conocerlo.
Y Baji Keisuke, el dueño de las tinieblas, no dejaría que nadie se la quitará.
Esta vez...
Hola, hola personitas ❤️.
¿Cómo están el día de hoy?
Yo muy emocionada por llegar a esta parte, realmente quería que conocieran un poco más a Baji aunque aún hay algo que falta para unir cabos.
¿Por qué creen que Keisuke y Chifuyu estén pasando por los juicios?
Bueno, muchas gracias por seguir aquí.
Realmente desde que mi pequeña y horrible monstruo entro al kinder me estoy volviendo loca, fue un cambio de rutina muy grande que ambas regresaramos a presenciales.
Por otro lado ¿Cómo se planea una fiesta de cumpleaños en menos de cinco días?
Yo no lo sé, pero posiblemente traiga un OS cómico de esto con el Bajifuyu de TOW.
Teorías, comentarios, sugerencias —>
Nos vemos en la siguiente actualización 😘.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro