Vuelta por la acera
¿Recuerdas que una vez me preguntaste si nunca me había masturbado? Apenas lo intente, no pude responderte entonces. Apenas hace unos minutos, la manecilla no ha girado más de tres veces, se sintió más húmedo que la saliva... suave, sonrosado.
Así como una flor crece y nace casi sin querer. Así el deseo va creciendo bajo el cierre y la mezclilla...Su playera era gris, estaba yéndose y luego pensé: Quizás si me apresuro logro alcanzarlo. Y fui, apresurando el paso y deteniéndome cuando un coche pasaba. La vez que intente llamarlo oía música y no me oyó ¡que mala maña! Por la acera unas pequeñas jugaban a la pelota, y vi esa casa sombreada de azul que me hace recordar la pizza ¿llamamos? no, el que dirán ¿llamamos? Llamamos pues.
-El cubrebocas - dijo y una mano adentro se lo extendió, titubee un saludo - Ma, cierra la puerta- Se metió la sudadera negra tan diferente a la otra vez, con zapatos. Yo quería caminar con él, es cierto. Que quería hablarle pero no me dejo pedírselo, tan solo cruzo la verja torcida de su puerta y me acompañaba. Y el cubrebocas era negro de tela, sencillo, pero no el de cuadros. Y sospeché que había roto, no sabía como empezar.
-Esto...¿si me acompañas a casa? para avisar en casa, y...-. Al cabo sabemos donde vivimos, él porque me asome en la ventana, y yo la de él por pasar cuando sacaba metía esas cajas de pizza en la basura. Esa esquina...casi muero.
-Tú ¿Cuáles dirías que son momentos importantes en una relación saludable? o sea para que lo sea-. pero no era lo mismo. Sus ojos son de un azul tan claro como el vacío, un niño que tiene cabellos como oro en la sombra de un rincón.
-Tienes, novio?
-No es que, bueno es que no es decir somos como amigos pero, no hay un compromiso.
-Ah no, tiene que haber compromiso-. Se siente bien tener a alguien a confiar, una sudadera que me saluda al pasar. Una boca de dientes pequeños de donde surgen regaños consejos y el cabello dorado que se sacude cuando le cae en los ojos. ...
-No sé es que a veces cuando tenemos un altercado o no logramos salir de un desacuerdo. Me lo recuerda me saca que, que yo no me enamoré de él sino porque fue el momento en que lo necesitaba y es que no..
-..No es así
-No es que ¿Cómo decirlo? Hubo un momento en que, no sé. Al escucharlo sé que en parte no tenía a nadie y literalmente nos encontrábamos en el parque y yo...Es un amigo, si es que sé que son los amigos.
-¿Vive aquí?
-... sí aquí.
-¿Lo conozco?
-Pues probablemente ¿pero tú porque...
-¿Dónde?
-De hecho por la calle, que...ya vez la esquina? la que da-. y señale atrás - ¿pero porque quieres saber? de repente.
-No es que, pues paso aquí y no había visto ningún joven...
-Ah sí, casi no salen. La mayoría son pequeños.
-Pero es normal, hay diferencias, es parte de conocerlo tu a él y él a ti. Quizás es la persona quién te acompañara el resto de tu vida y si no encontrarás a alguien. Todo pasa por una razón.
-Entonces solo me le confieso ¿así no más?
-Como lo sientas. Como te salga, no uses mis palabras dile lo que sientes. Yo creo que te escuchará y, tú debes escucharlo también.
-... siento que me va a frienzonar.
-No creo que lo haga-.
Iba delante mío y me llevaba de vuelta a casa. Fue como si sus palabras me dejarán una mochila llena de libros, pero no pude adivinar la asignatura. Doblamos la última esquina "No creo que lo haga" ¿qué sabía él? Llegaba el fin de la acera, el cruce de calles donde topaba mi casa. Acaso todavía alcanzaba a cenar.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro