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Episodio IV. La llegada

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Yuki, miraba a los lados a ver si veía alguien, para que le abriera, hasta que una mujer de cabellos rojizos que llevaba ropas como de Loli, salio de la mansión con tanta seriedad.

La chica gritó, llamando la atención de la mujer, que enseguida alzo la mirada y vio a la joven, esta camino hacia allá, al llegar a la puerta, saco de sus bolsillos de su mandil blanco, una llaves para abrir, al meter la llave y girar, para abrirse la puerta, la chica entró haciendo una reverencia a la mujer que la dejo entrar.

-Al cerrar la puerta camina hacia ella.-¿Eres la nueva sirvienta?-Le pregunta con un tono de voz seria y fría.

- ¡Si! Mi nombre es Yuki Hitomi, el día de hoy trabajaré aquí, espero que podamos llevarnos bien.-Dice con una reverencia, la mujer solo se le queda mirando de arriba y abajo, al ver sus prendas sabia que era una mas de las aldeanas.

-Tenemos mucho trabajo, antes de empezar.-Hizo una pausa.-Te mostrare tu dormitorio, y luego te diré cual serán tus deberes,para empezar comenzar, sabes como hacer la limpieza o debo enseñarte como hacer las cosas.-Comenzó a caminar hacia la puerta de la mansión.

-Claro que si se señora.-Le dice mientras la seguía.

-Bien-Esta afirmó - Muchas como tú, que llegan aquí, no saben ni como lavar un plato o limpiar los pisos o cortar una patata,¿ sabes cocinar?

-¡Si!-Contesto

- Es bueno escucharlo ya que ayudaras en algunas tareas en la cocina, ya que como dije; hay mucho trabajo y pobre de ti si rompes algo, ya que habrá problemas lo has entendido.

-¡Si! Señora.

-Llámame Mei.

-Si, Mei...

-Una cosa que quieras preguntar antes de empezar.

-Si.-Antes de que enteran a la mansión se detienen.-¿Cuando descansamos? Me refiero que cuando podemos salir para ver a nuestras familias.

-Gira la cabeza de lado la pelirroja.-Veo que no te han mencionado nada verdad.

-¿No me han dicho de que?-Pregunto algo sorprendida al escuchar eso.

-¿Cuando llegas aquí? Nadie vuelve a salir de este lugar.-Queda impactada al escucharlo, ahora recuerda el abrazo de su madre ,como si nunca se volverían ver las caras, ahora comprendía todo, el broche para que nunca las olvidará. -Pero no te preocupes el señor cumple lo que promete, tu familia estará bien.-Le dice y entra a la mansión, Yuki, tenia ganas de gritar por el dolor que le inundaba por dentro que nunca podría volver a ver a su familia, dejándola completamente solas,pero debía que tranquilizarse ya que estaba aquí para ayudarlas y no debía olvidarselo, se limpió con su brazo las lágrimas que estaban apunto de salir, y respiro profundo para después exhalar; al estar bien caminó para entrar a la casa, al este adentro escuchó cerrarse la puerta por si sola, ella voltea sorprendida.

-Vamos Yu, que no tenemos todo el día.-Le hablo la pelirroja, que estaba del lado izquierdo del pasillo, Yuki volteo de lado y camino hacía Mei, rápidamente.

-Lo siento...-Se disculpo.

-Bueno te daré información de cuales lugares debes estar y no.-Yuki, asiente.-En este lado de la mansión, que es el jardín esta prohibido entrar.-Le señala en la parte de atrás. - Tienen prohibido irte mas allá de la mansión, que es del otro lado de este sitió que es la parte de atrás nunca debes pisar ese sitió.

-Puedo saber que hay allá de la otra parte.

-Vive los señores, y no le gustan los intrusos menos que los molesten y interrumpan...

-Entendido.-Responde.-Podría saber que parte de la mansión puedo estar.

-Los lugares que puedes estar solo donde se te indiquen tus labores nada más, no puedes andar muy libre como si fuera tu casa, siempre recuerdan cual es posición , nosotras somos la servidumbre, estamos para una cosa; obedecer a los jóvenes y la señora, sea bueno o malo no importa cual sea, nunca se e niegues a sus peticiones o exigencias, ese es nuestro trabajo para eso estamos aquí.

-Si, comprendo.-Baja la mirada Yuki, y continua caminando.

Un rato mas tarde...

Yuki, estaba comenzando con los labores que era limpiar las habitaciones de los jóvenes, que se le asigno cuatro para empezar, ella estaba un poco nerviosa y se sentía rara con el uniforme ya que la falda estaba muy corta, para su gusto no estaba acostumbrada, pero una falda no le impediría apara trabajar, ella al llegar a la habitación que ele asignaron, acerco su mano en la manija y al girarlo hizo un ruido al abrirse.

La puerta entre abrirse, lo empujo despacio, para mostrar una habitación más o menos desordenada, al acercarse con una cubeta con las cosas adentro que limpiaría y una escoba, miro a su alrededor, era nuevo para ella ya que nunca había estado en la habitación de un chico, hasta que al caminar piso algo y resbalo cayendo hacia atrás y las cosas junto la cubeta volaron hacia arriba para después en unos segundos, caerse al suelo.

Yuki, se quejo de dolor intento levantarse , para quedar sentada y al mirara con que cayo, miro curiosa un plastiquito de huele con unas cosa blanca adentro, ella lo tomo y lo acerco a ella , pero el plástico estaba pegajoso, mientras miraba con curiosidad el objeto que tenía en las manos.

-Nfu ~Nfu~ ¿Que tenemos aquí?-Ella soltó lo que tenia en las manos y se puso de pie rápidamente con la mirada así abajo.

-L-Lo siento joven, no era mi intención tocar sus cosas solo que es todo es nuevo para mi.

-¿Es la primera vez que te veo,debo suponer que eres nueva?

-¡Si!-Hace una reverencia.-Yuki Hitomi para servirle joven...-Ella olvido preguntar el nombre de los jóvenes que serviría, se sentía tan mal

-Yuzu...-Camino hacia la joven que tenia agachada la cabeza , al llegar tomo su mentón de ella, su mirada se encontraron unos ojos verdes musgo claro podía apreciarse.

Yuki , estaba inoptizada, al apreciar de tener tan cerca a un hombre casi sus labios estaban unos centímetros cerca que parecía un ángel, por sus cabellos blancos con un tono plateado, su cabello largo y ondulado, esa sonrisa que se dibujo en sus labios le mostraba hacia que no reaccionara a la realidad, pero luego despertó al escuchar que tronaron los dedos

-La servidumbre mas joven que contratan hoy en día son mas inútiles de lo usual-Yuki, volteo al escuchar una misteriosa voz, de la que provenía de un muchacho de cabello medio largo y ondulado color castaño, y ojos marrones, que estaba acostado sobre la cama, muy estirado de lado ,con su codo recargado sobre ella almohada y su mano tenia recargada su mejilla del chico que leía una revista detenidamente.

-Discul-pe, usted es...

-Eres estúpida-Le contesta él chico de cabellos castaños.

-¿Eh?

-Como puedes hablarnos con tanta confianza, puedes decirme quien te dio el permiso.-Cerro los ojos, si no hacia un esfuerzo la echarían de aquí debía ser mas cuidadosa de lo que hacia.

-P-Perdón...-Pero al abrirlo ya no estaba, hasta que la voltearon bruscamente y tomaron de su muñeca con tanta fuerza.

-Crees que perdón soluciónaras las cosas-Dijo cerrando la quijada con tanta rabia y apretando con mas fuerza la muñeca la chica, ella hizo una mueca de dolor.

-¡Kamura! ¡ De nuevo tratando mal a la servidumbre!-Otra voz se escucho atrás de ella.

-¡No te metas Jorsh!

-Me meto porqué antes de ser tu primo, soy como tu padre, así que me mereces respeto niño mal educado-Le dice un hombre alto y atractivo de cabello medio largo , color lila y ojos color violetas. Puso su mano en el brazo del chico, el castaño chasqueo la lengua con molestia y soltó a la chica-Disculpe el comportamiento de Kamura.-Le da la mano para que se levante la joven.

-Yo puedo sola joven-Jorsh, cierto.

-Si...y no tengas desconfianza con darte mi mano, no significa que debes darme algo a cambió-Ella toma la mano del hombre no con mucha confianza , al estar de pie hace una reverencia.-¿Y tú? -Señala con la mirada al albino-Haber si controlas el carácter de Kamura.

-¿Yo porque?-Dice con tanta molestia.

-Porque eres su hermano mayor, te das cuenta que por su estúpido carácter de Kamura es casi parecida a Kay, hemos perdido bastante servidumbre durante estos meses.

Yuki, no sabia que pensar al escuchar "perdido mucha servidumbre" ¿Y quien era Kay? Ya se estaba arrepintiendo al haber aceptado, al mirar a los dos no le daba buena espina.

-¡Tu!-Dijo Yuzu, mirando a la chica.

-¡Si!

-Si aprecias tu vida, alejate de ellos si no quieres morir en sus manos..

-M-M-Morir...-Dijo con una mirada pálida de lo que acaba de escuchar.

-Eso si duras aunque evites a esos dos eso no significa que los demás seamos fáciles, las chicas mas jóvenes estúpidas y torpes como tú, no sobreviven ni una semana, y las que sobreviven es suerte, pero cada día que pasa es mas difícil para decirlo mas claro es un infierno, así que suerte.-Dice, para luego retirarse.

-Lo que paso hoy, solo fue un aviso, no creas que voy a defenderte y cuidarte, cada vez que necesites ayuda, no olvides cual es tu lugar,nosotros mandamos y ustedes son unas insificantes sirvientas que vinieron aquí para atendernos y satisfacernos en nuestros caprichos, y las que no obedecen...-La toma del brazo bruscamente haciéndolo que vea frente a frente.-Se atienden a las consecuencias-La suelta y pasa aun lado de la chica, ella queda algo impactada, al escuchar esas palabras que le provocaban escalofríos, pero debía sobrevivir a toda consta, por su madre y hermana que dependen de ella, era su única salvación para seguir adelante.