Lo más difícil de todo es el entierro.

Cuando te puedes despedir de la persona pero ella no puede despedirse de ti, y ni si quiera saber si hay manera de que te escuche.

El seguro de vida de Fred cubría todos esos gastos. Y Freddy nunca había pasado un momento tan difícil en su vida.

La idea de rendirse en el momento que le dieron la noticias y la carta se apoderó de él, haciéndole pensar que sería mejor si simplemente se iba con Fred.

Pero no lo hizo.

Y durante mucho tiempo el dolor en él era el único sentimiento que le hacía despertar.

Debía seguir con su vida.

Porque Fred así lo hubiera querido.