Capítulo 6: Aprendiendo magia.
Bajé las escaleras de camino al comedor. Algo extraño fue que de repente tenía mucha hambre. Debía ser porque Nya adelantó la hora. Cuando llegué al comedor estaba completamente lleno. Fui a la derecha, donde servían la comida. Después de que me sirvieran la comida busqué con la mirada a Angélica y a Mérida.
-¡Hey Candela!
Me di la vuelta para ver quien era. Eran Angélica y Mérida.
-Hola, ¿qué tal?- dijo Angélica.
-Bien. ¿Y vosotras?
-Yo genial. Y Mérida también. ¿Mérida...?
Angélica miró a su hermana. Ella estaba comiendo el pan, por eso no decía nada.
-¡Mérida! ¡No empieces a comer sin hacernos sentado!- gritó Angélica.
-Fueno fueno. Tanod a coperd zzgitio.- dijo Mérida con la boca llena.
Las tres fuimos a la mesa más cercana y cogimos sitio.
-Este sitio está muy lleno. ¿Realmente hay tantas brujas?-pregunté.
-Bueno, más bien es que aquí comen los magos y las brujas.-rió Mérida.
-¿Y por qué hay una Casa de magos y otra de brujas?
-Simple. Hay lecciones que sólo aprenden los magos y otras que sólo las brujas, y las que son en común las aprenden los dos juntos. Igualmente, hay tanto magas como brujos, lo que pasa es que la mayoría son magos y brujas.- explicó Angélica- ¿Verdad Mérida?
Como la anterior vez, Mérida ya estaba comiendo.
-¡Acajad de habluar y emfexemos a coler! ¡Qué tenlo jaaaambr!- gritó Mérida.
-Bueno vale, no hace falta que grites.
Sinceramente pensaba que la comida no iba a saber bien, que iba a saber como la del instituto, pero para mi grata sorpresa me equivoqué. Las tres acabamos de comer muy rápido. Realmente teníamos hambre.
-Y... ¿qué pasará cuando comience?
-Primero sonará en el altavoz un mensaje de que los magos y brujas vayan al jardín para su presentación. Allí os hablarán de los rangos y todo lo básico. Luego te llevarán a tu habitación con un pequeño libro llamado: "Rango 0: Básico de lo básico", y lo primero que aprenderás es a usar la escoba.- dijo Angélica.
-Sí. Aunque en ese libro lo único útil es eso, lo otro son varias mierdas.- añadió Mérida.
-¡Mérida! ¡No hables de esa forma!- gritó Angélica.
-¡Bah, da igual!
Justo en ese momento se escuchó por el altavoz:
Atención a todos los magos y brujas novatos, reúnanse en el jardín ahora mismo para su presentación. Repito: reúnanse ahora para su presentación. Muchas gracias.
-Ya sabes lo que toca. ¿No Candela?- preguntó Angélica.
-Sí.- reí.
-¡Nos vemos!- gritó Mérida.
Salí del comedor de camino al jardín. Allí me encontré a tres brujas y cuatro magos. Contándome a mi éramos ocho.
-H-hola.-dije intentando calmar el ambiente.
En vez de calmar el ambiente, creo que lo empeoré. Algunos me miraron con cara asesina, y otros simplemente me miraban con curiosidad.
-Hola.-dijo un mago de ojos azules.
-¿Qué tal?- dijo una bruja de pelo muy corto.
-Eres nueva como nosotros, ¿no?-dijo un mago con dientes de conejo.
-Bienvenida. Bueno, bienvenida como nosotros.- río una bruja de pelo verde.
-¡Espera! Antes de que contestes vamos a presentarnos. Yo soy Izan, la de pelo corto es mi prima Kate, el de dientes de conejo es Norto y la de pelo verde es Wendy. La que tiene el tatuaje de una calavera en el hombro que te mira mal es Lina, y el de pantalones violetas es Merlo .- dijo el de ojos azules.
Empezamos a hablar, y los que al principio me miraban mal vinieron para donde estábamos. Sólo había uno de ojos rojos que me miraba mal.
-Oh, se me olvidó presentar a ese. Se llama Pedro. No te preocupes por él, básicamente es gilipollas.- dijo Izan.
Ellos me pidieron que contara mi historia antes de que llegará él o la que nos iba a explicar las cosas. Les hablé de Iván, de Luisa, de Alicia y sobre todo de ti. Sobre como nos conocimos todos, como eran nuestros veranos... Realmente me encantaba hablarles sobre nosotros. Me hacía sentirme... bien.
-¿Entonces te separaste de ese Mark para siempre?- preguntó Kate.
-Bueno... Para siempre no, pero desde entonces no nos volvimos a ver. ¡Pero le escribo cartas!- respondí.
-¿Y qué tipo de animes le gustan a Luisa?- preguntó Norto.
-Bueno... Le gustan la mayoría, pero sus favoritos son los de gore.
-Si eses son sus gustos de anime, ya me cae bien.- comentó Lina.
-No se porqué... pero el nombre de tu hermano me suena haberlo escuchado...-dijo Wendy.
-¿Iván? Será un nombre muy común.- supuso Merlo.
-No, me suena de haberlo escuchado aquí.- suspiró Wendy.
-Hey pringaos, los maestros ya llegaron.- gritó Pedro de forma muy vulgar.
Entraron al jardín un chico y una chica. El chico llevaba una varita mágica y la chica una escoba.
-Buenas, principiantes.- saludó el chico.
-Desde este día, vosotros, pequeños novatos, vais a empezar en el camino de la magia.- exclamó la chica.
-¡Conoceréis aliados!
-¡Y enemigos!
-¡Aprenderéis hechizos!
-¡Hasta podréis crearlos!
-Tenéis el mundo a vuestro alcance.
-¿Estáis listos para el reto?
Los maestros chocaron los cinco.
-Y... ¿Podríamos saber un poco de lo básico?- pregunté.
-¡Por supuesto gran principiante!- dijo el chico haciendo una pose que haría un personaje que es un robot de un videojuego que no sé el nombre.
-¡Sí! ¡Pero primero nos presentaremos! Él es Juan, y yo Juana.- dijo ella haciendo otra pose.
-Ahora os daremos el libro del rango 0, una varita mágica o una escoba y sus uniformes.
-Hay muchos rangos, pero para convertirse es un mago o bruja totalmente oficial hay que superar cuatro rangos sin contar el 0.
-Rango 0, lo básico. Rango 1, los elementos. Rango 2, hechizos, con modo teoría y modo práctica. Rango 3, como crear tus propios hechizos. Y rango 4, telequinesis, control mental y varios, con modo teoría y modo práctica.
-Al acabar el rango 4 se hace un examen de todo para conseguir el título de mago o bruja oficial.
-Por supuesto, hay partes de rangos distintas entre magos y brujas, pero también hay algunas en común.
-Por eso, aunque seáis de distintas Casas, las brujas y los magos son como una Casa junta en los momentos duros.
-Pero por ahora no miraremos lo de los rangos y eso. Lo importante ahora es que aprendais a usar vuestras varitas o escobas.
-Acercaros y os daremos lo básico.
Los ocho nos acercamos para recoger nuestras cosas.
-Ahora, id a vuestras habitaciones a entrenar.
Al recibir las mías me despedí de los demás y me fui a mi habitación.
-¡Vaya! Ya has regresado de tu presentación, ¿verdad?- exclamó Nya.
-Sí. Ya tengo el rango 0, mi uniforme y mi escoba.- dije emocionada.
-Bien, pero primero tienes que aprender a usar la escoba. Abre el libro y ahí te explicará.
Abrí el libro, donde tenía una hoja con un diploma que ponia: "Bruja principiante, rango 0". Miré en el apartado escobas, donde salían los pasos de como montar una escoba. Lo malo... Es que era todo tan lioso que no lo entendía.
-Mmmm... Nya, ¿podrías explicarlo tú?- pregunté.
-¡Claro! Pero primero vamos al balcón, o terraza, o como lo quieras llamar.
Las dos fuimos al balcón, que comparada con la habitación era bastante grande.
-Bien. Tienes la escoba, ¿no?- preguntó Nya.
-¡Sí!- exclamé levantando la escoba.
-Bien. Primero pon la escoba entre las piernas. Ya sabes, lo típico. Y por supuesto, con las manos en la parte superior.
Coloqué la escoba tal como lo dijo Nya.
-Bien. Ahora cierra los ojos y salta. Cuando pasen cinco segundos abres los ojos y empiezas a volar. ¡Simple!
Seguí al pié de la letra las indicaciones de Nya. En menos de un minuto ya estaba volando por la cuidad. Era increíble. Ver a la gente, los edificios, el cielo. Todo era increíble. Ojalá lo hubieras visto.
Por curiosidad, ¿has hablado a tus amigos de Londres de mí?
¿Por qué lo pregunto? Como dije, curiosidad.
Candela.
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