Capítulo 1: Del hospital a la casa.
Recuerdo como si fuera ayer el día en que fui a verte al hospital. Por supuesto, no iba sola, estaba Iván conmigo. Estuvimos esperando en la sala de espera, dado a que no nos dejaban verte aún. En la sala también estaban las dos niñas. Una era alta, de cabellos rubios y grandes ojos marrones, y la otra era un poco más bajita, pelirroja y de ojos verdes. En el momento me miraban muy mal. No entiendo porque, si te había salvado la vida. Como Iván no hablaba, para manejar un poco mejor la situación decidí decirles hola a las niñas.
-Ho-hola.-dije yo
-Hola. ¿Fuiste tú la que salvó a Mark?-dijo la más alta con un tono seco.
-Sí, fui yo. ¿Por?-contesté.
-¡O DIOS MIO! ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS! ¡NO SABES LO AGRADECIDAS QUE ESTAMOS! ¡ERES LA MEJOR!-empezó a gritar la pelirroja.
-¡Alicia! Cálmate un poco, por favor.-bufó la otra.
-Vamos Luisa... Si no fuera por ella Mark estaría ahogado. ¡Oh! Perdona nuestros modales. Yo soy Alicia, y ella es mi mejor amiga Luisa. ¿Tú como te llamas?
-Yo... Candela.
-Bonito nombre...-dijo Luisa de una forma muy fría.
-Oye Candela, ¿y ese niño que estaba contigo? ¡Dile que venga! ¿Es amigo tuyo? ¿Cómo se llama?-preguntaba Alicia muy exaltada .
-Es mi hermano Iván.-contesté yo- ¡Iván! ¡Ven!
Iván vino de muy mala gana.
-¿Qué quieres, Candela?
Antes de que pudiese hablar, Alicia ya soltó todo su subidón:
-¡Hola Iván! Tu eres el hermano de Candela, ¿no? Gracias a ella nuestro mejor amigo está vivo. Y tú, ¿como eres? ¿Qué aficciones tienes? ¿Vives cerca de aquí? ¿Cual es..?
Antes de que Alicia pudiera seguir hablando, la enfermera nos avisó de que tú ya habías despertado, así que decidimos dejar la conversación para otro momento e ir a visitarte.
Cuando entramos Alicia y Luisa fueron corriendo a abrazarte.
-¡MARK! ¡MENOS MAL QUE ESTÁS BIEN! Podrías haber muerto. Dios mio... ¡MENOS MAL QUE ESTÁS VIVO!-repetía Alicia sin parar.
-Me has preocupado, idiota. Solo era una pelota.- dijo Luisa en un tono muy Tsundere para luego susurrar- No vuelvas a hacer eso.
Tú, sin embargo, me mirabas fijamente. Bueno, mirabas fijamente a mi y a mi hermano. Parecías como hipnotizado.
-Y, ellos dos...-preguntaste como si estuvieras dormido.
-¡Ah sí!-exclamó Alicia como si hubiera recordado algo super importante- ¡ELLA FUE QUIEN TE SALVÓ LA VIDA! Se llama Candela. Y él es su hermano, que se llama Iván.
-Oh... Gracias, Candela...-dijiste.
-De nada.-te dije sonriendo.
-Oye Mark. ¿Y tus padres?-preguntó mi hermano con tono muy adulto y responsable. Al fin de al cavo, era el mayor.
-Oh... No viven aquí.-comentaste- Yo estoy aquí de vacaciones viviendo en la casa de mis tíos.
-Eso me recuerda. ¡DONDE ESTÁ CARMEN! Esa maldita nos deja solos en la playa como si no pasara na'.-exclamó Luisa.
-¿Quien es Carmen?-pregunté.
-Es la prima de Mark. Ella ya es mayor, tiene 16. Se suponía que tenía que vigilarnos, fue lo que le mandó su padre, pero se fue al bar con sus amigos.-dijo Alicia.
-¿Pero vosotras estáis viviendo con ellos?-preguntó mi hermano.
-Sí, somos huérfanas y su tío nos adoptó. Técnicamente somos las primas de Mark, pero preferimos llamarnos solo amigos.-contestó Luisa.
-Perdonad por meterme.-dijo la enfermera-¿Pero sabes donde está la casa de tu tío, Mark?-preguntó la enfermera.
-No, yo... No se.-dijiste.
-Vale. Mark, tú tienes que quedarte un día más en el hospital, pero Luisa y Alicia tienen que quedarse en algún sitio.
En ese momento me vino una idea.
-Oye Iván, ¿crees que mamá...?
-¿Dejarnos? No se... Si hubiera teléfono aquí podríamos llamar.-contestó.
-Iván, el teléfono está al lado de la camilla de Mark.-suspiré
Iván cogió el teléfono y marcó el número de mi madre.
-Hola mamá. Mira, ¿no te importará que estén 2 o 3 niños más en casa, no? ¿Por qué? Recuerdas lo que pasó hoy, ¿verdad? Pues que necesitan un lugar donde dormir. ¿Enserio? Gracias ma.
Iván colgó el teléfono.
-¿Qué te dijo?-pregunté yo.
-M-me dijo que sí.-contestó.
-¡Yay! ¡Vamos a estar en casa de Candela!-dijo Alicia.
-Perdona, pero solo conocemos a Candela de media hora como mucho.-replicó Luisa.
-¿Prefieres estar en la calle o algo peor?-preguntó Alicia.
-No... Eso no...
-Bueno chicos.-dijo la enfermera- Así que vais a quedaros temporalmente en el lugar. Debéis decirme el nombre completo de los tres y vuestra edad.
-¿Los tres?-preguntaste.
-Claro Mark. Mañana cuando estés de alta tendrás que quedarte allí.
-Ah... claro...
-Bueno enfermera, comienzo yo: Soy Alicia Wood, 7 años.-dijo Alicia.
-Yo soy Luisa Acevedo, 9 años.-dijo Luisa.
-Yo Mark Reed, 6 años.-dijiste tú.
-Bueno... ya está apuntado.-dijo la enfermera-Creo que no hay nada más que decir.
Justo cuando dijo eso, Alicia y Luisa vinieron con nosotros corriendo hasta nuestra casa. Mi madre no es ni era rica, pero nuestra casa era y es gigantesca.
Si supieras como nos lo pasamos ese día. Fue como mi primera fiesta de pijamas. Al final de tanto hablar nos dormimos por las tres de la mañana... Fue tan genial...
No lo malinterpretes. Cuando llegaste tú también nos lo pasamos genial. Si ese día lo recordaba como ayer, el día en que mi madre te buscó para que llegaras a mi casa fue el mejor día de mi vida.
Fue y siempre lo será.
Candela
Hola. Bueno, esto solo es un aviso de que cambié de opinión. No creo que haga falta hacer mini epílogos. Pueden ser capítulos normales, creo yo.
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