Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Par De Tontos.

Poco después de entrar y con plato de papas y huevos en mano (gratis) Mukuro y Tsuna muestran un aura un tanto nerviosa.

—Sabes...— dicen al mismo tiempo

—¿Qué?— pregunta Mukuro viendo seriamente al castaño

—Yo... Bueno... Es raro verte solo—

—OH ya... Luce-san cocina ahora y bueno... Kyoya puede comerlo por la costumbre, pero yo tengo que refrescar mi paladar después, kufufufu~

—oh, ya entiendo— dice mientras simula lavar trastes —amm ¿Cómo está Kyoya...?—

—Igual que siempre—

—Bien me ale...— intenta decir cuando ve la mirada que Mukuro tiene sobre si.

Tsuna ante aquello se pone nervioso y termina tirando una botella de salsa que se encuentra a sus pies, Mukuro notando eso sonríe burlón y sin darle tregua termina por seguir hablando.

—No tratas de evitar a alguien, ¿verdad?— sonríe mientras lleva un par de palillos con comida a su boca —Por cierto también hay algunos tipos rudos vagando afuera, ¿Los conoces, cierto?—

Ante aquella deducción Tsuna frunce el ceño y con reciente valentía se levanta a encarar a Mukuro.

—¡No se lo digas a nadie, Por favor!—

kufufufu~ ya entendí... Bueno, gracias por la cena— se despide y sale del local

—¡Espera!, aun no has ter...— calla al ver el plato vacío frente a él

Mientras tanto afuera y con un Mukuro pasando cerca de ellos, "los amigos" de Tsuna se encuentran hablando sobre el trabajo del castaño y que le pedirán pague el la cena, todos se encontraban emocionados ante la propuesta, excepto Mochida, ya que al ver al peli morado salir del lugar frunció el ceño y apretó ligeramente su mandíbula.

.

.

Mientras tanto al otro lado de la ciudad, en el Bar de Fon, un pelinegro de aspecto sensual se encuentra pensativo y un tanto triste.

—¿Algo en tu mente otra vez?— indica otro pelinegro pero con una trenza, de ascendencia china y dueño del lugar

Los maestros tienen tantas preocupaciones como los estudiantes

—¿Estudiantes como el amigo de tu hermano, cierto?— contesta el barman mientras alimenta a los peces de su pecera —Lo trajiste una vez, ahora que recuerdo—

Me ha estado evitando últimamente

Ah~ así que le rompiste el corazón, ¿eh?— indica un tanto sonriente —Lastima, no dejaba de verte con esos ojos lindos y brillantes—

No puedes tenerlo... Fon— respondió serio y con una octava más alta

—No me interesa tenerlo, gracias— indica mientras se va a la parte trasera del bar a ver unas cosas

Una vez solo Reborn saca otro cigarro, lo prende y comienza a pensar mientras observa a los peces.

"Pensé que se rendiría enseguida. Creí que con un pequeño empujón, admitiría que me evitaba, y luego me haría saber lo que le esta molestando, ¿Cuanto me harás esperar?"

Poco después de aquel pensamiento Fon entró junto a su minino, el cual al ver a Reborn se acerco para que lo cargará.

.

Más noche en la casa Arcobaleno Kyoya comenzó a pensar maneras para que su amigo volviera con ellos, no quería pasar de nuevo otro rechazo, aunque gracias a tal dilema Mukuro pudo hablar por teléfono con Kyoya más tiempo, ya que trataba de que su –amante del orden– novio asistiera a clases, incluso si eso significaba tener que inmiscuirse en aquel asunto (aunque también estaba harto de las tonterías que hacían esos dos).

Al día siguiente, en horario de almuerzo Reborn fue abordado por dos alumnas, al parecer había cometido un pequeño error al calificar y las chicas querían que arreglara aquello debido a que bajaba su calificación, Reborn sólo asintió con la cabeza, una vez las vio irse soltó un suspiro... No eran las primeras en comentarle que había tenido errores al calificar las pruebas.

Toda aquella evasión de Tsuna le estaba afectando, y justo cuando se decía a sí mismo aquello, el castaño iba saliendo de un salón de tercero junto a otro chico de aquel grado y parecían muy divertidos, lo estaba por seguir cuando se topa con su hermano menor, Mukuro y la bola de chicos que siempre le acompañaban.

Kyoya, ¿vas a almorzar ya?

—Hmp...— indica cabizbajo

Asegúrense de comer bien chicos— intenta sonreír al decir aquello

Mukuro ante aquellas palabras de Reborn, las quejas de los otros chicos sobre la comida de Luce y el rostro abatido de su novio, se detiene y molesto mira al maestro.

—Ey, ¿A que estas jugando?, ¿Por qué no te apresura y haces algo?—

Reborn ante aquellas palabras y notando la seriedad de las mismas debido a que el chico no termino con su típica risa, sonríe y suelta una pequeña carcajada.

Oh... Estas preocupado por él, ¿eh?

—Está actitud tuya me enoja, siempre estás pensando en los demás pero ignoras tus propios problemas... si quieres algo admite que lo quieres—

Ahhh... Tienes razón. Me rindo— respondió después de un largo silencio

.

Ese mismo día en la noche, Tsuna se encuentra nuevamente solo en su casa, escuchando un programa de televisión sobre héroes, mientras reflexiona sobre su actuar.

Pov Tsuna

No puedo olvidarme de él, incluso aunque llene mi mente de otras cosas.

¡Pero debo hacerlo!
¡Debo intentarlo!

¡Lo olvidaré!

Incluso si me guardo algunas de sus expresiones o algunas de las pequeñas cosas que hizo... No importara.

Soy al final, solo un niño débil y frágil.

No importa cuanto intente superar aquellas palabras que mis vecinas o madres de compañeros decían, no importa que intente olvidar sus expresiones o acciones... Porque justo ahora se repite aquel ciclo nuevamente.

Escuela, trabajo, realizar recados para matones...

Ya estoy en mi límite, ahora si.

No se como diablos creí que podría lograr que todo saliera bien...

Ahh... Me pregunto, ¿cuando Bermuda y los demás van a renunciar en buscar a Reborn?

De verdad soy un iluso.
Que sea el súbdito de un héroe no significa que algún día seré uno...

¿Ah?, Mi teléfono suena. Eres tú. Reborn.

¿Sabes...?

Si las cosas van a volver a ser como antes por lo menos dejame olvidar... No necesito me sigas buscando.

Dejame ir...

Fin Pov

Tsuna se encontraba en su cama, evitando ver su celular, el cual no dejaba de sonar, cuando paro, escucho como intentaban entrar a su casa, creyendo que sería alguien de la banda se aleja de su cama y pone sus manos en los oídos, tratando con eso dejar de escuchar, quiere en ese momento estar solo con sus pensamientos, solo para poder seguir con aquello a lo que regreso.

Sin embargo, parece que quien intentaba abrir la puerta no captó el mensaje porque a los minutos con una patada rompió uno de los vidrios de la puerta que estaba justo de detrás de Tsuna y entró a la casa.

—¡Bermuda-san, lo siento!, ¡Estaba cansado del trabajo y me quedé dormido! ¡No escuché tu llamada!—

Oh vaya... Así que estabas en casa, casi fue allanamiento...— indica un sonriente Reborn

Tsuna en cambio solo tiene un pensamiento, uno que parece siempre aparecer cuando de Reborn y él se tratan.

Un héroe siempre tiene una debilidad...

No saldrán al rescate hasta el último momento de desesperación.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro