¡Deja de Jugar!
Al día siguiente Tsuna estuvo esquivando un poco a Reborn tras lo sucedido, ya que le estaba afectando demasiado, tal fue el shock que en su trabajo realizó el trabajo de casi tres días en uno solo, aunque al final no pudo evitarlo completamente, debido a que como su madre llevó a un cliente a su casa y el no iba a tolerar eso, fue al parque cercano, ocasionando que cierto policía –amigo del azabache– le confundiera con un ladrón de ropa interior y entre discusiones sobre si era inocente o no, se terminó por comunicar con el azabache maestro para corroborar que aquel joven no era un ladrón.
Reborn llegó unos pocos minutos después de aquella llamada, intuyendo los problemas por los que Tsuna debía estar pasando.
—Oh, Sempai, discúlpeme por molestarlo, pero note que este chico era de su escuela—
—Si, de hecho conozco muy bien a este estudiante. Me encargo ahora yo... Lacayo~—
Tsuna ante aquel intercambio intercambio solo baja la cabeza, porque no está cómodo ya con lo pasado con Reborn, el detective nota aquella reacción y le sonríe al azabache.
—No ha cambiado en nada... Reborn sempai~—
—Tch. Métete en tus asuntos, Lacayo— indica Reborn mientras toma de la mano al castaño y lo mete a su auto
Una vez toman rumbo por las calles Tsuna siente el frío silencio y tratando de que eso termine intenta iniciar una buena conversación.
—Entonces... ¿El detective es tu amigo?— lo mira serio —No has sido arrestado antes, ¿cierto?—
—tch... ¿Quién me crees?... Es solo un viejo amigo de la secundaria y también es cierto hermano mayor de alguien— indica mientras lleva a su boca un cigarro y baja un poco la ventana de su auto
—¿Como han estado las cosas en casa últimamente?— habla mientras suelta el humo del cigarro —Puedo ayudar si me hablas de ello—
El castaño frunce el seño ante aquellas palabras, provocando que el recuerdo de hace unos días invada su mente y una ligera molestia naciera en él.
—Todo esta bien, solo cosas de familia— sonríe —Las cosas son mejores de lo que eran antes. No te preocupes por mi, realmente no es tan malo...—
Reborn ante aquellas palabras se molesta, detiene el auto y sin mirar a Tsuna, habla con un tono grave.
—Es eso así, Entonces ¿quieres ir a casa— apaga el cigarro en el cenicero —Si todo va bien, te llevaré a casa—
Ni bien termina de decir aquellas palabras, apaga completamente su cigarro y se acerca demasiado al castaño, que tiembla ligeramente ante la repentina acción del mayor.
—Dime ¿Qué quieres?... ¿Ir a casa o ir a mi casa?—
—Yo... Yo... ¡Me voy a casa!— grita Tsuna y sale —¡Adiós!— se despide mientras corre de vuelta a su casa
Cuando llega a casa Tsuna reacciona que tal vez su madre siga ahí con su "pareja", mas al observar su casa bien, nota que todo está oscuro y silencioso –aunque un tanto sucio por las cajas de comida–, así que suspira y se va a su habitación; ya en ella se acuesta en su cama y su mente empieza a traer recuerdos sobre Reborn, ya que al ser muy fuerte e inteligente, la gente se siente atraída hacia él, además cuando sonríe, es indicativo de que pudo sobrepasar alguna situación difícil o complicada y que por ello le pidió le pidió ser su subordinado.
"¿Entonces porque tu corazón late tan fuerte al recordar aquella pregunta, sobre envidia?"
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Al día siguiente, Tsuna se encuentra confundido, cansado y estresado debido a que su corazón tardo en volver a la normalidad y durmió poco debido a eso, aunque a la hora del almuerzo no espero que Mukuro comenzará a burlarse de él mediante curiosas palabras debido a su situación con Reborn –situación que aún Kyoya parece no notar—, y toda aquella jugarreta del peli piña termina con un Tsuna en el suelo, para risa de la pareja.
De pronto se escucha abren el salón y Reborn entra, al parecer Kyoya se había dormido en una clase anterior y aquello podría meterlo en problemas, iba a continuar regañando a Kyoya cuando Tsuna se levanta rápidamente y en voz alta –aunque un poco automatizada– indica que irá por algo de comer, todo bajo la mirada de Reborn. Aunque al llegar al punto de venta de comida del piso, nota que tardo demasiado en ir, ya que ahora no ha quedado nada que comer, así que decaído y un tanto hambriento comienza a caminar de regreso a su salón, pero a mitad de camino se topa con tres chicas Kyoko, Hana y Haru.
—¿Tsuna?— pregunta una peli castaña de ojos cafés oscuro
—Haru—
—¡Hey mira por donde vas!— dice un poco molesta Hana
—¿Qué estás haciendo Tsu kun?— pregunta sorprendida Kyoko ante aquel choque
—Bueno... Fui a comprar un almuerzo, pero ya no había— indica con una sonrisa forzada
—Oye Tsu-kun ¿no vas un poco tarde?— sonríe un tanto divertida la chica ante la torpeza de su viejo compañero
—Este... Tsuna-kun... Si quieres te regalo este par de sandwichs, dudo poder terminarlos— sonríe tiernamente la chica de nombre Haru
Tsuna acepta aquel pequeño gesto, debido a que tenía hambre, sin embargo y para mala suerte suya, Reborn iba pasando en el pasillo izquierdo y al notar aquella escena que parecía sacada de un shoujo, chista molesto, aunque no planea quedarse quieto, es por eso que decide ir al camino en el que Tsuna se encuentra.
—oye...—
Ante aquella palabra, el castaño nota al mayor frente a él, así que siguiendo su cometido intenta huir del lugar; sin embargo, Reborn lo jala del cuello evitando escape.
—Kof... Kof, ¿Estás tratando de matarme?—
—Lo siento, pero parecía que estabas evitandome— Indica —"Bueno, si no me hubieras dicho toda esa mierda antes..." eso pensabas ¿verdad?—
Tsuna lo mira mal ante aquellas palabras pero se sigue callando, por lo que Reborn con una ligera sonrisa continua hablando.
—Pero si no hubiera dicho eso, las cosas serían muy difíciles para ti, ¿cierto?—
—¡Basta!, solo quiero que te detengas. ¡No te preocupes por mi! Todo ha sido un malentendido— baja la mirada el castaño —Podría querer ser como tú, pero yo soy normal... Me gustan las chicas—
—Tsuna... No te hagas el fuerte conmigo— indica un tanto molesto con aquellas palabras y poco a poco acorrala al castaño a la pared —Es verdad que dije que no podía corresponder tus sentimientos, pero... Si es por uno de mis estudiantes, no creo que pierda el sueño—
El castaño se encuentra nervioso ante la situación y las palabras del mayor, sin embargo su rostro se colorea de rojo cuando Reborn toma la cadena que siempre usa y se acerca hasta rozar sus narices.
—¿Q... Qué sucede contigo?— habla nervioso aunque valiente el menor —¿Por que sigues diciendo cosas así? ¡Si no puedes corresponderlos entonces dejame en paz!—
Reborn simplemente sonríe de lado ante aquellas palabras y se acerca por completo, besando entonces a Tsuna, aunque se cubre con el pequeño cuaderno que llevaba en sus manos; una vez finaliza aquella acción se separa del menor, jugando le indica que consiga pronto una novia entonces y en seguida se va, dejando al castaño en shock y deslizándose lentamente hacia el suelo.
—Re-Reborn... Reborn me beso—
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