No entendía por que rayos Kawahira lo había ofrecido como "embajador" de los arcobalenos, bien sabía que él las detestaba por completo, bueno...
En general odiaba cualquier tipo de reunión donde hubiese más de dos personas y no es que fuera un genio como para que lo ofreciera; bueno si era un genio pero tambien era de conocimiento público su agrio y maldito carácter, porque si...

Sawada Tsunayoshi, aliás #27, Alfa, mejor hitman de ese mundo y cielo nocturno de la división arcobaleno era un maldito egocéntrico, sádico y sobre todo arrogante hombre de 23 años, aunque parecía que ser así le traía más beneficios pues dicho hombre era el pecado mismo, poseía un cuerpo musculoso pero no exagerado, cabello castaño con algunos mechones largos, labios finos color cereza y principalmente unos hermosos ojos caramelo que cuando mataba brillaban cual estrellas en la Noche.

Todo un adonis y también mujeriego pero eso poco importaba, después de todo, tanto hombres como mujeres eran felices con pasar al menos una noche con tan galante caballero y eso era algo que el castaño gustaba tener, pues decía que nada era mejor que una buena ronda de sexo para terminar tu día de mierda.

Así que con eso en mente y pensando a donde ir después de aquella junta, entra a paso firme y con una postura sería, levanta su ceja de manera elegante cuando nota que no había nadie más que aquel chiquillo que tanto odiaba...

Reborn Di Vongola, nieto de su buen amigo Thimoteo, segundo jefe de la división Vongola y sorpresivamente un Omega.

El cual a veces, el castaño quisiera golpear pues ver aquellos ojos oscuros siempre brillantes, le causaba molestia, ¿acaso el omega no sabía que él mundo era una jodida mierda?
¿Tan consentido es, que no mira el daño que hay en la humanidad?
De verdad que quisiera darle unas pequeñas tutorias a haber si así madura.

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En cambio Reborn, notando que al fin llega Tsunayoshi sonríe de manera imperceptible pues sabe que el alfa mayor se molestará si nota su alegría, aunque no puede evitarlo... Desde que su abuelo se lo presentó no pudo evitar quedar prendado del mayor, y no...
Curiosamente no fue por su sensual y sexy físico o por el delicioso aroma a café y chocolate que desprende; bueno talvez influyó en su momento pero no fue por eso completamente, sino por aquella actitud que portaba.

Pues parecía que podía comerse al mundo, hundirlo y este fácilmente cedería.

Eso fue lo que le encantó, lo que hizo que su corazón le perteneciera al mayor.

¿Acaso creyeron que por ser un omega tierno (con ciertas personas), feliz y sonriente era iluso, tonto y bueno? ¡Pues no! El azabache omega amaba la destrucción, la agonía y el sufrimiento de aquello que lastimase a su familia, a su mundo.
Solo que debía tener la apariencia de bondad y dulzura, porque después de todo se suponía representaba al cálido y amado sol.

Así que usaba su máscara de chico bueno siempre, ya que creció con la idea de que lo mejor era engañar a tus enemigos; y aunque en su momento quiso mostrarse como era realmente frente al mayor, notó que este le prestaba atención simple y sencillamente porque le fastidiaba aquella aura de bondad que le rodeaba y Reborn divertido ante aquello y no queriendo el chico le quite la mirada actúa aún más lindo y bondadoso delante del castaño.

¿Quién dice que su manera de conquistar sin insinuarse como Omega no era bueno? ¡Deberían darle un premio!

De pronto sus pensamientos fueron interrumpidos, pues Thimoteo entró a aquella sala con ciertas carpetas en mano, una vez se sienta en la cabecera de aquella mesa de madera, mira al alfa y al omega presentes, notando rápidamente la actitud entre ambos, sonríe ligeramente ante lo que ve y decide poner en marcha sus planes...

Pues aquel viejo Alfa siempre quiso que Tsunayoshi fuera familia.

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¿Cómo carajos había aceptado esa maldita misión?

Lo mejor era haberse negado o adelantarse y hacer aquella misión de infiltración sólo, pues según el alfa, aquel omega de cabellos azabaches sólo le estorbaría y para sorpresa, este lo calló antes de siquiera comenzar con la misión.

Reborn sabiendo (gracias a su confiable intuición y las experiencias que le contaban sus compañeros) tomó apenas una pequeña mochila, metió lo realmente necesario y se cambió  su siempre amado traje Armani negro por un bello conjunto de ropa casual, ya que irían a la cede principal del gobierno donde las computadoras de ellos se encontraban, todo para meterles un pequeño programa para hacerlos caer, algo fácil para el alfa castaño pero sabiendo que posiblemente terminarían con cuerpos regados, una distracción para los guardias o algunos líderes  no estaba mal vestir así, tardó apenas 3 minutos en cambiarse y salir del baño del tren que los llevaría como turistas hasta aquella parte de la ciudad.

Al llegar se registraron como una pareja que viajaba para conseguir dinero para su boda, pues según el padre del omega había perdido todo debido al juego, y eso les abrió las puertas en muchos lugares para coartadas, pues mientras el asesino repasaba mentalmente el mapa y mejoraba el plan a seguir el azabache entraba a cada casa de préstamos por la ciudad, dando la historia y escuchando las ofertas; así hasta que llegó la noche, pues el castaño había decidió actuar con el cielo obscuro, ya que al parecer solo en ese momento había una brecha para entrar, todo porque se daba el cambio de guardias.

En si el plan era entrar sigilosamente al cuarto de ventilación, colocar el gas del sueño, esparcirlo y después ir cómodamente hasta las computadoras, el único detalle que molestaba al azabache era que el alfa le había dado el puesto de vigía desde el techo del edificio de enfrente y ¡eso no le gustaba! Ya vería ese sexy castaño...
¡Le demostraría lo que valía!

Y vaya que lo hizo, pues aunque todo parecía haber salido bien, al momento de entrar al cuarto de máquinas no contaron con que una alarma silenciosa se activará, ocasionando que más guardias llegarán, Reborn al notar aquello, tomó su mochila y sacó un hermoso vestido para omegas de color amarillo y salió corriendo rumbo al edificio pidiendo ayuda, los guardias al sentir el dulce aroma a vainilla y menta del azabache que parecía venir corriendo asustado y por ayuda, detuvieron su ingreso al edificio y esperaron a que aquel exquisito omega llegara con ellos, una vez Reborn estuvo en medio de todos aquellos Alfas y betas, se soltó a llorar mientras abrazaba a quien parecía el comandante de escuadrón, este al sentir al joven en su pecho, lo rodeo con sus brazos intentando consolarlo, claro que también le llenaba de sus feromonas, tratando con eso poder llevarse al azabache, sin embargo, al aumentar más el aroma una bala rozó su mejilla haciéndolo reaccionar.

Abrió sus ojos enorme, al ver a todos sus subordinados muertos, y no parecían haber sido por balas, miro hacia abajo y noto como el lindo omega azabache sonreía mientras sostenía en su mano un pequeño control de dardos, el alfa molesto ante su propia torpeza empujó al omega, más aquello ocasionó que una bala se incrustára en su cabeza, matándolo en el acto.

—Gracias 27— agradeció el azabache cuando el castaño se acercó y le abrazó

—Tch... Eres una jodida molestia, ¿Cómo se te ocurre dejarte abrazar por un alfa de baja categoría?— habla furioso el castaño mientras cubre inconsciente al azabache con sus feromonas

—Era la forma más rápida para acabar con el grupo, y no hubiera más complicaciones— le sonrió al castaño, ocasionando sus ojos se conectaron

—hmp... Jodido Omega— soltó el castaño pues no supo como debatir aquello.

Reborn soltó una pequeña risa ante la actitud del mayor y separándose de su abrazo, dio media vuelta y comenzó a caminar rumbo a la estación de tren, era hora de volver e informar el éxito de aquella misión.

Corrección, confirmar lo que su abuelo Thimoteo le estaba ayudando a obtener...