A la mañana siguiente la reina entra junto a Ricardo, el consejero real, al cuarto de su hijo llamándolo pues este no había bajado a desayunar y eso era algo extraño, sin embargo, parecía tampoco estar en su habitación, extrañada mira a Ricardo esperando le aconseje cuando el mayor le señala la cama, al parecer un sobre dirigido a ella se encontraba sobre la colcha, la reina toma el sobre y lo lee, al finalizar mira a Ricardo afligida.

—Huyó... ¡Huyó Ricardo!, ¡todo porque no quiere casarse con el rey Reborn!—

—¡Ah!, pero que desastre, ¡que infortunio!— exclama mientras camina hacia cierto escritorio donde ve lo que parece oro y lo toma

—¡Hay que buscarlo!, debe estar herido o algo peor— indica la reina mientras se dirige a la puerta

—Mandaremos un equipo de rescate de inmediato, no debe estar muy lejos, Su alteza— informa mientras sale sonriente detrás de la reina quien sabe debe informar al embajador, que llegaría en unas horas

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—Esto es inaudito su alteza, una falta de respeto— indica un poco molesto el embajador ante la noticia de la huida del príncipe —Si finalizando el día el príncipe no aparece debemos cancelar la boda— finaliza

—Lo encontraremos, estoy segura embajador— indica una triste Nana, pues siente que todo es culpa suya por obligar a su bebe a casarse

—Esto no tiene sentido... el príncipe nunca huiría— interrumpe intrigado Alaude

—Bueno, léalo usted mismo... profesor— habla arrogante Ricardo mientras le muestra la carta "que el príncipe escribió"

Alaude toma la dichosa carta y un curioso aroma a violetas llega a su nariz, extrañado pregunta donde se encontró pues el más que nadie, sabia que al príncipe le gustaba perfumar sus cartas con rosas y un toque tenue de vainilla, con una ceja levantada por aquello, habló.

—Yo puedo ayudar a buscar también su alteza— solicita Alaude

—Tu solo debes limitarte a cuidar ahora a la princesa y príncipes menores... profesor— indica en un tono burlón Ricardo mientras se retira del lugar

Alaude intuyendo que algo ocultaba aquel hombre optó por idear un plan para desenmascararlo aunque para eso necesitaría ayuda de cierta personita considerada hermano del príncipe (aunque solo esos tres lo hacían), así que realizando una reverencia salió del salón y sin ser visto tomo rumbo al pueblo, mas específico al emporio del vestido; una vez llego al lugar, la dueña de cabello pelirosa le ofrece mil y un vestidos así como trajes para la reina y el príncipe, sin embargo Alaude alza una mano en señal de que se calle, esta al verlo lo hace y espera el hombre hable.

—No vine por eso Señorita Bianchi, vine a hablar con uno de sus trabajadores, el joven Tsunayoshi—

Bianchi se sorprende ante aquella petición, pero sabiendo que esta frente a un guardia real, lo guía hasta la parte trasera del lugar, le pide espere un momento y entra al taller, avisando al castaño que cierto caballero le buscaba, una vez dado el mensaje sale del lugar y sin decir más, sube hacia su negocio. A los minutos un histérico castaño sale del taller, esta emocionando pues creía que el caballero que había ido por él era debido a lo dicho por el príncipe sobre cantar en el palacio, más al ver la cara seria de aquel hombre llamado Alaude, volvió a poner los pies en la tierra.

—No estás aquí por lo de ir al palacio a cantar, ¿cierto?— pregunta algo temeroso de la respuesta, el castaño

—No...— mira a todos lados y se acerca al oído del menor —El príncipe ha desaparecido y necesito tu ayuda para encontrarlo—

El castaño abre los ojos sorprendido por aquellas palabras, ¿Qué Giotto? Su auto proclamado hermano ¿desaparecido?, ¿a días de su boda? Algo paso se dijo y aquella intuición que poseía le confirmo el peligro que el príncipe corría.

—¿Qué debo hacer?— pregunto decidido pues intentaría ser de ayuda

—Hacerte pasar el príncipe— indica Alaude, Tsuna lo mira como si estuviera loco, mas antes de hablar el rubio platinado se adelanta —Escucha... estoy seguro de que ese Consejero real, el tal Ricardo se ha llevado al príncipe a algún lugar solo para que cancelen la boda—

—Pues si esta seguro, ¿para que me necesita?— pregunta el castaño, pues aun sentía que aquello era una locura

—Necesito pruebas o que Ricardo confiese y estoy seguro de que si se hace pasar por el príncipe este dejara alguna pista de donde se encuentra el príncipe— finaliza el caballero

Tsuna mira la desesperación en los ojos de aquel hombre y es cuando su mente hace clic, al parecer aquel caballero esta enamorado de Giotto, así que aun sabiendo que podría ir a la cárcel por suplantar a un príncipe acepta, pues tal vez y solo tal vez algún milagro pase y ambos enamorados se queden juntos...