Tres años después de la muerte del Rey Iemitsu, las cosas en el reino Vongola empeoraron, al parecer el oro de la mina real se había agotado; Nana, al ser la única gobernante, se preocupó pues no sabía qué hacer para sacar adelante a su pueblo, al menos no sola; en momentos asi deseaba que el consejero real (su cuñado) estuviera presente, asi tendría mejores ideas, más este se encontraba de viaje en ese momento.

Así que sola y con temor, Nana comenzó a leer una pequeña hoja, la cual contenía información de los países aliados, y fue cuando sus ojos se agrandaron y una sonrisa surco su cara, ¡había encontrado la solución! Al parecer el Rey del reino Arcobaleno buscaba un bello esposo Doncel o una hermosa esposa; sin perder tiempo escribió una carta donde le ofrecía al Rey Reborn la mano de su hijo doncel a cambio de la unión de ambos reinos, una vez terminó llamo al mensajero real, esperando la carta llegara el mismo día; el mensajero sabiendo la urgencia de aquella carta montó su caballo y sin esperar más salió con la petición rápidamente.

La reina al ver al mensajero partir, toma una bocanada de aire y la suelta lentamente, mientras toma rumbo a la habitación desu hijo, el príncipe Giotto...

Es momento de comunicarle sobre su compromiso...