¿Qué hago aquí?

Tengo una semana viviendo en casa de Jungkook, comiendo su comida, usando su agua. Aceptando que compre ropa de invierno con la excusa de que se lo devolveré en cuanto cobre mi pago mensual.

Me paso los ratos encerrada, solo salgo para ir a mi trabajo y lo hago prácticamente a hurtadillas. Por alguna razón no quiero verlo. O verla.

Ella es hermosa, tiene un rostro hermoso y sonrisa amigable que no hacen más que recordarme que el no me necesita en su vida, yo a el si.

Más estoy consiente de que el amarla a ella le hace bien, es mejor que la ame a ella que a mí. Conmigo se preocuparía demasiado, conmigo tendría que reparar lo que la vida que alguien más se ocupó de romper.

El merece lo mejor el mundo, esa no soy yo.

-Suni, ¿estás aquí?- la voz de Jungkook me hizo llevar mi vista de la ventana hasta él. Luego de haber crecido se convirtió en un atractivo hombre, más su amabilidad supera todo aquello.

Jeon Jungkook es uno de los amigos que cualquier persona querría tener y ahora me arrepiento de haberlo tratado tan mal al inicio, cuando nos reencontramos.

-Hola- tomó asiento a mi lado en el suelo -¿Qué pasó en tu trabajo? ¿Algo interesante como lo del otro día?- sonreí de manera inconsciente.

-Una chica le lanzó un café a su novio. Más bien ex. Le terminó el día de su cumpleaños, no se acordó- hice una mueca de disgusto. -Luego la llamó loca y la gente comenzó a mirarla, se fue llorando.

-Vaya, que idiota.

-Sí. Lo peor de todo es que quienes quedaron en el café hablaban sobre la buena decisión que había tomado al dejarla, y poniendo en duda su estado mental.

-Vamos a pasear- dijo luego de unos minutos de silencio e ignorando totalmente la conversación anterior.

-Pareces dar rodeos. También pareces querer decir algo. Algo malo. Puedes pedirme que me marche, yo...

-No es eso- su vista estaba sobre la mía. -Tu madre... ella, ella murió ayer.

Si digo que las palabras de mi amigo me hacen sentir mal de alguna manera o que me genera algún sentimiento ajeno a la indiferencia seria mentira. Mi madre era una mujer cruel y calculadora.

Interesada y caprichosa.

-Al parecer unos ladrones entraron a su casa. La encontraron atada. Sin vida.- continué sin responder -Tu padre murió hace años, ¿no quisieras ir al funeral? Solo ella te que...

-No me quedaba, mi familia murió el día que me fui de casa y se que para ellos también es lo mismo.

-No puedes estar...

-Déjalo ya Jungkook

-Solo no quiero que... no quiero que sufras, eres mi amiga y te amo.

-También eres mi amigo Jungkook. Me voy a recostar, hasta mañana.

-Hasta mañana Suni

La luna se dejaba ver por la ventana que se encontraba al lado de mi cama. Mis pies descalzos estaban contra la cama mientras removía mis dedos.

Es cierto que había decidido recostarme, más el sueño nunca apareció. Salí a hurtadillas a la sala encontrando al dueño del departamento en el sofá cama.

Su torso estaba al descubierto y su piel blanquecina y sin marcas dejaba ver lo buena vida que ha tenido.

Tomé el encendedor y lo llevé conmigo hasta el baño. Cuando la primera llama tomó la carne de mi abdomen sentí mi cuerpo un poco más relajado.

Repetí hasta que el agotamiento de la vida dejó mi cuerpo flotar  y cuando al fin me fui a dormir esa noche lo hice con una sonrisa en el rostro.

...

Soñaba con mis gritos y gimoteos mientras me encontraba al borde del puente, mientras deseaba tener el valor para lanzarme.

Había tomado algo de alcohol pero tampoco sirvió para hacerme hacerlo. Así que solo me paré sobre el muro. Cerré mis ojos y me dejé caer.

Cuando impacté en el suelo mis ojos se abrieron, me encontraba sobre el punte con la mano extendida, era poético.

Pues mi mano había tirado de mi para hacerme caer. Luego aquello se repitió. Mi yo que se encontraba sobre el puente comenzó a sollozar y subió sobre el borde, se dejó caer entre gritos y otra apareció tras el lugar había dejado. Como un ciclo.

Un ciclo interminable de suicidios, como si esa fuera mi única salida. Como si aquello fuera un presagio de lo que me espera.

Desperté al fin, estaba sudorosa y sobresaltada. Fui a la cocina encontrando allí a Jungkook, iba de traje negro pero por la hora llegaba tarde a su trabajo.

-¿Pasa algo?- asintió

-Jina falleció, sé suicidó anoche.- mis ojos se abrieron en demasía

-Pero ella...- asintió dándome la razón

La rubia era un mar de risas, ¿como alguien tan feliz podía desear suicidarse?

-Debo... voy al funeral. Hoseok está destrozado.

-Iré contigo- dictaminé

Era cierto que había decidido dejar ser feliz a mi amor con quien el ama. Pero ahora que ella no estaba al menos podía brindarle un consuelo, se que para el es duro.

Él la amaba mucho.

..