A media noche el resplandor de la luna iluminaba el sereno rostro de Alec y Magnus no lo resistió se acercó  con movimientos felinos a su amor y rozó sus labios con los suyos no era suficiente, quería más y empezó a lamer y succionar.

En la inconciencia Alec sentía las caricias y jadeo abriendo la boca cosa que Magnus aprovechó para meter la lengua.

Respondió el beso y empezó una batalla, suspiros y jadeos salían de sus bocas hasta que sus pulmones dolieron por la falta de oxígeno.

Alec abrió los ojos y enfocó su mirada en Magnus, pensó que era un sueño pero no, estaba ahí frente a él jadeando en busca de aire.

- Como te atreves a besarme

- Me respondiste el beso, eso quiere decir que lo deseabas - estaba feliz que le haya respondido significaba que lo amaba por dentro saltaba de felicidad.

- Pensé que eras Thiago mi novio - mintió desde que sintió el roce de sus labios sabía que era él pero ya había llorado suficiente, no más.

- Que... - no de seguro escucho mal eso no podía ser cierto.

Alec lo miraba serio sin emoción alguna.

- ¿Novio?

- Eso dije ¿Ahora eres sordo?

- No puede ser, me estas mintiendo para castigarme se que lo merezco pero por favor Alec perdóname, no debí creerle a Camille pero yo...

- Ahorratelo no quiero explicaciones.

- Quiero dartelas, quiero que ya no haya malos entendidos entre nosotros nuestro amor...

Fue interrumpido por un curioso Alec.

- ¿Amor? No me vengas con mentiras Magnus, ya no hay un nosotros y en cuanto al amor te ame muchísimo aunque tú nunca me hayas amado.

- Te ame y te amo más que a mi vida Alec no dudes de mis sentimientos por ti.

Alec se carcajeo con fuerza

- ¿Te estas burlando de mi Magnus, me amas? Te acostaste con una rubia pechugona al mes de que me terminarás sin dejarme explicarte por que fui con Camille, si me amaras no te abrias revolcado con un hada nada más dejarme, si lo sé escuché a un hada hablar sobre la maravillosa noche que pasaron juntos.

- Alec yo...

- Ya te dije que no quiero explicaciones, ya no tienes que preocuparte por mi, te he superado, al inicio me dolió y estuve a punto de cometer una estupidez por alguien que no se lo merecía - recordó cuando fue al puente para suicidarse.

- Me dolió mucho verte en otros brazos pero eso ya es pasado, salí con otras personas y ahora entiendo porque te acostaste con otros, es placentero sentir diferentes cuerpos, experimentar en la cama, sentir la suavidad de la piel de las mujeres, su dulce sabor, sus gemidos todo lo contrario a los hombres con su voz gruesa, sus roncos gritos de placer y sentir como te pica la barba cuando recorre tu cuerpo.

Magnus estaba llorando le dolía el corazón, cada palabra lo mataba, Ragnor tenia razón Alec había estado llevando el mismo estilo de vida que él.

- Por favor no sigas, no quiero escuchar más me haces daño.

- No mientas, ahora te agradecería te fueras ni siquiera se que diablos haces aquí, como entraste.

- Yo le permití pasar, él cuido de ti cuando estabas drogado después hablaremos de eso jovencito ahora descansa. Magnus acompañame.

Maryse había escuchado la conversación no toda pero lo suficiente para saber porque lloraba Magnus.

Lo llevo hacía la cocina donde le sirvió una valeriana para calmarlo y hacerlo dormir Magnus la bebió toda de golpe y siguió llorando, inesperadamente se aferró a ella hundió su rostro en el cabello de su ex suegra.

Estaba sorprendida no sabía como reaccionar, al final lo hizo como una madre lo abrazo y lo arrullo en sus brazos luego cuando estaba más calmado lo llevo a una habitación para que descansara.

Alec caminaba en circulos en su habitación estaba mal había echo llorar a Magnus, no quería hacerlo pero cuando abrió la boca las palabras salieron solas, tenía que desahogarse se vistió y fue a la enfermería, antes de irse su madre le dijo que Thiago estaba ahí.

Lo encontró profundamente dormido acaricio sus cabellos y se fue, salió del Instituto a buscar compañía.

Gritos y cuerpos moviéndose rítmicamente fue lo que encontró, vaya bacanal de seguro el hombre que buscaba estaba escondido en su pieza porque no lo veía por ningún lado, todos los ahí presentes lo conocían así que le dejaron subir en busca de su jefe mientras seguían en lo suyo, un par de chicos le acariciaron el trasero descaradamente, el solo les sonrió y siguió su camino subió escaleras y entró.

Ahí estaba quien buscaba entró y cerró la puerta.

- Otra vez aquí niño, no hay alguien más a quien puedas ir a molestar.

- No, me gusta joderte eres mi favorito.