El cumpleaños de Lily
— Aun estoy soñando — se dijo un ojiazul, que al despertar lo primero que sus ojos captaron fue el rostro sereno de Magnus, sonrió agradecido por el magnífico sueño que estaba teniendo y subió su mano que estaba aferrada a la cintura del moreno para acariciar su rostro, su suave piel picaba al contacto, la barba de su brujo hacia acto de presencia y eso lo exitó como si fuera un adolescente. Estaba caliente, una parte de su anatomía se sentía prisionera y más cuando empezó a recordar las veces que Magnus había recorrido su cuerpo y..., cerro sus ojos para no ir por esos peligrosos senderos, pero no pudo evitarlo, le encantaba cuando su barba picaba en su espalda, pecho, abdomen y...
— Buenos días Alexander — Magnus lo observaba risueño, había despertado cuando Alexander lo estaba acariciando.
El nefilim se quedó mudo, su mano aún estaba en la mejilla del brujo y Magnus acercó su mano para ponerla sobre la suya e inclinó mas el rostro buscando un mayor contacto, entonces se dio cuenta de la realidad, no era su subconciente mostrándole algo que anhelaba, no era un sueño, y Alec no sabía que hacer.
Estaba muy avergonzado, sin querer había hecho algo que estaba reprimiendo hace mucho tiempo y se sonrojo en demasía cuando alguien en su entrepierna se hizo notar interesada, tenía que trazar un plan de huida ya, pero no contó con que Magnus se aferraría a su cuerpo para impedir su huida.
El rostro del moreno era un poema, apenas se pegó al cuerpo del nefilim sintió algo caliente, duro y grande presionando contra su vientre, levantó la vista y enfocó sus sorprendidos ojos en Alexander, lo observó unos segundos y luego mordió sus labios, este acto hizo enrojecer aún más a Alec y también lo hizo tartamudear al querer darle una explicación. Magnus estaba feliz, ahí estaban otra vez esas mejillas rojas que tanto había extrañado, ahí estaba, ahí estaba otra vez aquella mirada llena de deseo que lo llevaba a la locura y encendía la llama de la pasión en su cuerpo.
Lentamente llevo su mano dentro de las frazadas, tenía que ser cuidadoso y a la vez rápido para no dejarle escapar.
Cuando Alec se dio cuenta de las intenciones de Magnus ya fue demasiado tarde, el deseo estaba por consumirlo y las ansias de ser suyo era más grande que su intensíon de huir, estaba ansioso por sentir su piel frotandose contra la suya, quería sentirlo en todas las formas posibles, Alec quería ser suyo otra vez.
Una suave caricia sobre la ropa encima de su pene lo hizo estremecer y jadear, pero de frío, alguien había arrojado sobre Magnus y él una cubeta de agua helada — Maldito par de calenturientos, ¿pensaban tener sexo en mi cama?, vayan a hacer sus cochinadas a la habitación de Alec.
El nefilim se levantó de un salto, estaba demasiado abochornado como para mirar a la cara a Magnus, pero no para girarse hacia Jace aún con una evidente erección, el rubio volteó cohibido al igual que Izzy, Clary y Simón que no sabian para donde mirar, Alec suspiró cansado y salió de la habitacion azotando la puerta.
Todos voltearon a la cama y vieron a un Magnus retirando de sus cabellos algo que parecía ser un pedazo de apio medio congelado — ¿De dónde mierda has sacado esta agua teñido?
— Es el agua del congelador, papá lo estaba limpiando y..., no me cambies de tema brillitos, te dije donde estaba Alec para que hablaras con él, no para que te lo tiraras en mi cama.
— Para tu información teñido, yo jamás me he tirado a Alexander, cada una de las veces que tuvimos intimidad le hice el amor, cada una de las veces que mis manos tocaron su cuerpo he procurado que sienta lo valioso que es, cada vez que palabras salieron de mis labios fueron para que supiera lo enamorado que estoy de él..., hasta que cometí esa estupidez — Magnus susurró tan bajo que el rubio pensó habérselo imaginado.
El brujo lanzó a Jace la peor de sus miradas y salió de la habitación mientras Izzy tacleaba a su hermano por haber interrumpido una posible reconciliación, Simón no se quedó quieto, observó pedazos de hielo sobre la cama y se los metió a Jace en la espalda
— Estúpido peliteñido, ¿enserio tenías que interrumpir? si no lo hubieses hecho esta noche estaríamos celebrando la reconciliación de nuestros amigos — pocas veces Simon dejaba ver la expresión de furia en su rostro.
— ¿Cómo te soltaste Jace? estoy segura que te até bien, nadie había logrado deshacer los nudos a excepción de Alec, y no creo que él te haya enseñado el truco. ¿Quién fue? — Isabelle miró a Clary amenazante — ¿Fuiste tú? ¿Le ayudaste a escapar?
— Claro que no Izzy — la pelirroja retrocedió un poco al ver lo furiosa que estaba su amiga
— Fui yo... ¿Qué hacen chicos? ¿porque tanta agresividad contra su hermano?
— Papá, salvame de este trío de locas
Jace tenía el brazo estirado hacia su padre como toda una damisela en apuros mientras Isabelle mostró una expresión que hizo helar la sangre de Robert.
— ¿Fuiste tu Papá?, ¿Entonces es tu culpa que no haya reconciliación? se lo diré a Mamá.
Mientras Robert era intimidado por su propia hija, Magnus escuchaba el agua de la ducha caer, Alec se estaba bañando y por culpa del maldito Herondale, él no estaba acompañándolo, Jace había arruinado una oportunidad de oro.
El brujo daba vueltas en la habitación pensando en un hechizo para hacerle pagar a su ex cuñado cuando el celular de Alec timbró, dudó un momento en si debería tomar la llamada, algo que antes, cuando era novio del ojiazul hacia, pero cuando el tiempo pasó y dio el último aviso tomó la llamada.
— Hola bombón ¿listo para esta noche? necesito que te pongas sabroso que te quiero comer.
Ni siquiera había alcanzado a decir hola cuando el otro ser arruinó la poca felicidad obtenida en las últimas horas. Iba a mandar a la mierda a quien sea que estuviese al otro lado de la línea cuando el celular fue retirado de sus manos por un recién bañado Alec.
— ¿Quién habla?
— Tú amorzote
— Ah eres tú ¿Qué quieres?
— Son casi la una y no veo tu trasero aquí, ¿dónde estas idiota?
—¿La una? — Alec miró el reloj en la pared y luego sin querer se fijo en la expresión de Magnus, pero aún asi continuó con la conversación — mierda me quedé dormido, iré de inmediato
El ojiazul se vistió rápidamente e intentó salir, pero Magnus lo sujetó fuertemente del codo y lo jaló hacia él. Alec intentó alejarse, pero el moreno ejerció presión en el agarre y con su otra mano tomó su barbilla para luego unir sus labios en un violento beso, jamás lo había hecho, siempre fue dulce, apasionado, hambriento pero jamás violento, pero ahora era preso de los celos y solo quería marcarlo, quería hacerle entender, aunque fuera a la fuerza, que él era suyo.
Fue una lucha de varios segundos en la que se incluyeron mordidas y audibles gemidos, pero sin que el moreno se diera cuenta el besó fue tornándose más romántico y dulce hasta que llegó un momento en que se separaron para mirarse a los ojos y decirse todo aquello que sus labios se negaban a pronunciar.
— No es un amante, solo es un amigo al que le gusta mofarse de mi — Alec dio una explicación. El moreno no se lo había pedido pero por dentro gritaba que por favor le dijera que ese hombre no era su amante y Alec lo complació — quede en ayudarle a hacer algo, y, no vuelvas a besarme Bane ya no soy... — Magnus atacó sus labios nuevamente, toda la felicidad que le fue arrebatada cuando ese hombre llamó a Alexander le fue devuelta y aunque quería más que un beso se dijo que por el momento eso seria suficiente — ... tuyo — terminó Alec sin aliento y luego abandonó la habitación.
Ya entrada la noche, cerca a las 11:00 horas, Ragnor, Magnus y los habitantes del instituto fueron arrastrados por Catarina a una fiesta en el Dumort, todos se asombraron pues muchas personalidades del mundo de las sombras llegaban, ya sea en transporte mundano como mágicos.
Un grupo de vampiros sumamente elegantes, bajó de un carruaje volador que entusiasmo a Jace y Simon — Es energía demoniaca teñido, nada que ver con mis sorprendentes habilidades mágicas — Magnus se anticipó a la pregunta que Jace estaba por hacerle.
Las risas de los que habían llegado temprano se escuchaba hasta la calle invitándolos a ingresar y ver por ellos mismos que estaba sucediendo. Todo el recinto estaba elegantemente decorado, los mesereros impecablemente vestidos y repartiendo cocteles, mientras en el escenario uno de los grupos más reconocidos de Nueva York tocaba lo más pegajoso de su repertorio.
— Hoy es el cumpleaños de Lily Cheng — dijo Catarina para informarles el motivo de tan majestusosa celebración. De pronto se hizo silencio y se apagaron las luces por breves segundos y cuando se volvió a encender una despampanante Lily vestida de novia comenzó a cantar.
Lily - Es nuestro gran problema
Del siglo (XXI)veintiuno
No busques mas a un hombre
Que no queda ninguno
Después de otro desengaño
Junte coraje y volví a empezar
Simpático el divorciado
Casi me vuelvo a enamorar
Thiago - Hay algo que aún no te he dicho
Una sorpresa te voy a dar
Lily - Y entraron cuatro niñitos
Gritando juntos ¡Hola Papá!..
No creas lo que ves
No se puede confiar
Y ahora que voy a hacer?
A donde iré a buscar?
Donde están los hombres?
Donde se han metido?
Si no están casados
Son medio raros
O aburridos
Donde estan los hombres?
Que yo no los veo!?
Si no son tramposos
Son mentirosos
O tienen miedo
El día que vi a un soltero
Me dije no se me va a escapar
Salimos un mes entero
todos los días con la mamá
Alec - Si quieres vivir conmigo
A mi viejita hay que llevar
Lily - Al fin se marchó ofendido
Cuando la quise envenenar..
No creas lo que ves
No se puede confiar
Y ahora que voy a hacer?
A donde iré a buscar?
Donde están los hombres?
(Aquí!!)
Donde se han metido?
(Aquí!!)
Si no estan casados
Son medio raros
O aburridos
(No es así!!)
Donde están los hombres?
(Aquí!!)
Que yo no los veo!?
(Por qué!!?)
Si no son tramposos
Son mentirosos
O tienen miedo
(No puede ser!!)..
Y casi sobre la hora
Yo conocí al hombre ideal
Sencible y divertido
Era mi sueño hecho realidad
Raphael - Hoy vine con un amigo
Vamos a ir todos a bailar
Lily - Bailaron apretaditos
Toda la noche tal para cual
No creas lo que ves
No se puede confiar
Y ahora que voy a hacer?
A donde iré a buscar!?
Donde están los hombres?
Donde se han metido?
Si no están casados
Son medio raros
O aburridos
Donde están los hombres?
Que yo no los veo!?
Si no son tramposos
Son mentirosos
O tienen miedo..
Magnus y Ragnor tenian la mandíbula en el suelo, no podían creer lo que estaban viendo, Alec y Raphael estaban en medio del salon vestidos de novios y con toda la multitud vitoreando y gritando cada coro que cantaban.
A pesar de sentirse un poco avergonzados por estar frente a tanta gente, el trio de amigos siguieron cantando y bailando hasta que dieron las 12 de la noche y entonces pararon el espectáculo para que un guapo rubio entrara en escena llevando consigo un gran ramo de rosas y el más grande pastel de cumpleaños que Lily había visto en su vida, todo un cuento de hadas como a ella le gustaba.
El recien llegado era Luis, un vampiro frances que había chanteajeado a un nefilim, un vampiro y un mundano para darle una fiesta sorpresa a su novia, quería lo mejor para ella, quería demostrarle cuanto la amaba y más cuando acababa de recuperarla.
Luis y Lily acababan de reconciliarse, y para lograr aquello, tuvo que pedir perdón de rodillas por haberla engañado y también pedir al clan que le dieran una nueva oportunidad, pero no contó con Alec, que al inicio se opuso rotundamente a la reconciliación, estaba furioso con el vampiro y se enfrentó a él por haber lastimado a su amada amiga.
Después de haber pasado el obstáculo nefilim, fue amenazado por un mundano, ya que Thiago no podía hacerle daño fisicamente amenazó sus finanzas
— Si veo una sola lágrima en los ojos de Lily te juro que esas jugosas cuentas que tienes en las islas Caiman desapareceran, te dejaré más pobre que un mendigo.
Thiago era un nerd de la informática, un Hacker criminal en sus años mozos y ahora trabajaba para el Gobierno, pero eso no evitaba que volviera a sus andanzas por Lily, y Luis lo sabía, ya que se habían conocido cuando Thiago era un puberto buscado por la ley.
Mientras Magnus intentaba acercarse a Alec y él se alejaba disimuladamente, Catarina rompía la pista de baile con Thiago y a la distancia se veía a Ragnor mirando fijamente a Raphael que conversaba con una rubia buenorra de ojos verdes.
— Esta bonita, ¿verdad?
— Esta mas buena la maldita, ¿tú sabes quien es Magnus? está coqueteando descaradamente con Rapha aunque el no se da cuenta.
Magnus iba a responder cuando vio como una niña de la noche se abrazó a Alec y buscó sus labios, estalló en furia, no iba a permitir que esa mujer tocara lo que era suyo, pero cuando se estaba acercando Alec alzó la mano indicándole que se detuviera.
— Ella es Monic una de sus amantes, no, me corrijo, ella fue la primera mujer con la que Alec... — Thiago apareció a su espalda y soltó aquella información sin pensar en las consecuencias.
Magnus estaba aterrado, la poca felicidad obtenida esa mañana se le volvía a escapar como agua entre los dedos, volteó, pero ya no estaban, la pareja había desaparecido.
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