El segundo día en el fui al trabajo acompañado de Suni fue bastante agradable, hasta me tomé el tiempo de sentarme con ella a jugar un poco.

Salimos a almorzar con Namjoon cuando esté hubo asegurado que la madre de esta ya lo había hecho, así que sin moros en la costa lo hicimos.

Ahora me encontraba en casa preparando la cena para ella, a pesar de que cantoneo sus pestañas para que pidiera una pizza otra vez no la complacería, comenzaba a creer que la consentía demasiado, y esta se estaba aprovechando.

Guarde un poco de cena para su madre dentro del microondas y me senté en la mesa con la pequeña.

-Quiero ver a mi mami- dijo por cuarta vez en esta hora.

-Vamos a esperarla despierta entonces, ¿que te parece?- asintió y comenzó a comer con entusiasmo, jugamos un rato en su cuarto y para eso tuve que sentarme en una pequeña silla a tomar un té imaginario con una cuántas muñecas.

Agradecía haber tomado un baño cuando llegue mientras esta veía un poco de televisión porque estar aún con el uniforme sobre mi cuerpo sería bastante incómodo.

La pequeña comenzó a bostezar cada dos por tres pero se hacía la fuerte para esperar a su madre, vi la hora en mi reloj y ya debía estar en camino, la niña comenzó a cabecear y supe que su espera no daría frutos.

-Vamos a tomar un baño mi amor- dije con intención de que espabilara un rato para que al menos la viera unos minutos.

La tomé en brazos y prepare la tina con espuma y algunos juguetes para ella, tenía solo algunos minutos dentro cuando se escuchó el auto estacionarse.

-Llegó mami- espetó con una sonrisa en su rostro, la imité. Estos meses sería más difícil de lo que creí para la pequeña.

El silencio de la casa se vio interrumpido por las botas de está tocando la madera y las llaves siendo colocadas sobre la encimera de sala.

-Estamos en el baño mami- estaba tan emocionada que se revolvía dentro de la bañera, linda.

Su madre entro, me miró de una manera que no supe descifrar y luego cambió totalmente su rostro para dedicarle una mirada a la pequeña.

-Hola mi amor, ¿te divertiste con papi en el trabajo hoy?

¡Maldición!

-Si, pero tú no puedes saber- dijo susurrando como si contara un secreto.

-Ella quería verte,- carrapeé -Las dejo.

-No se duerma Mayor, hablaremos- dijo cerrando la puerta del baño tras de mi.

Bien, creo que se dio cuenta antes de lo que tenía pensado.

¿Y si salgo y espero a que se duerma?

Así me evitaré lo que sea que quiera gritarme a la cara.

Tomé mis llaves pero luego me arrepentí, así que solo tomé camino por los alrededores de la casa, varios minutos de camino y aún no tenía una respuesta coherente sobre él porque lo había hecho.

Camine un poco más y cuando me asegure a mi mismo que debía ser un hombre y afrontar las consecuencias detuve mis pasos y regresé a la casa.

Las luces estaban apagadas, encendí una pequeña lámpara que se encontraba en la entrada y vi hacia la cocina, en el mesón yacía en plato en el que se encontraba su cena, luego giré por un resoplido que escuché.

En el mueble se encontraba esta, pelo aún húmedo y un suéter bastante grande cubriendo su cuerpo, su cara dejémoslo en bastante molesta.

-No lo hice con mala intención- rio como si no pudiese creérselo. -La escuela la aceptará hasta dentro de un mes, dijiste que no entrarías a la milicia si ella no iba a la escuela y..- me cortó

-Y le pareció buena idea mentirme  diciendo que llevaba a MI HIJA a la escuela todos lo días.

-No me hablé en ese tono, también es mi hija y tengo todo el derecho sobre ella.

-¿Así que eso es?, una estupida muestra de hombría, la decisión de entrar o no nuevamente a la milicia era mía, la decisión de donde y con quien pasaría el tiempo la niña también es mía, hasta hace unas semanas ella ni siquiera conocía su rostro así que no venga a decirme estupideces. Yo se lo que es bueno y lo que no lo es para ella, ¿en serio cree que pasearse por un pelotón es buen ambiente para una bebe de 3 años?

-No, pero tampoco es que ande por ahí, solo salimos de mi oficina para almorzar, sabe bien que mi trabajo ahora es meramente oficina cabo, puedo cuidar de ella este mes.

Volvió a reír y no había notado lo cerca que nos encontrábamos hasta que sentí su respiración sobre mí cuando resopló molesta.

Su pelo húmedo había humedecido su camiseta dejando un poco a la vista sus pezones, y me la estaba poniendo muy difícil.

Continuaba siendo una mujer bastante atractiva y se podría decir que su cuerpo había madurado un poco más ahora que había tenido a la pequeña, caderas más anchas y senos más grandes, podría jurar que la amamantó hasta hace poco.

Piel enrojecida quizá por el sol de hoy y labios rojos por la fuerza que empleaba en ellos para contenerse de golpearme, porque claro que quería hacerlo.

-Le estoy hablando maldición- ni siquiera sabía que había dicho.

Sus ojos inyectaban fuego hacia mi y no se si por el tiempo que tenía sin estar con alguien o por que en realidad me continuaba gustando de la misma manera o aún más e de lo que lo hacía, me vi tomando su nuca y estampando mi boca con la contraria.

Mis labios apretaron los ajenos con tanta fuerza que dolía, se zafó de mi agarre y mi mejilla ardió instantáneamente, llevé mi mano a esta sin poder creérmelo.

Memiraba furiosa y di un paso atrás cuando se aproximó nuevamente a mi pensando que volvería a golpearme, no fue así. Ahora fue ella que atacó mis labios, él beso  era necesitado y posesivo, mi lengua y la suya peleaban y nuestros labios trataban de someter al contrario.

Se alejo como resorte, miró mi rostro y luego hacía los lados planteándose lo que había hecho, no dejé que tuviera otro segundo de duda y me acerqué a ella tomando la de sus muslos para atraerla hacia mi, la tela que apenas la vestía se arrugo sobre la piel de su trasero y mientras nuestras bocas se comían una a la otra.

Las inmensas ganas de hundirme en ella se apoderaron de mi, me acerqué a la pared más cercana siendo muy poco cuidadoso no pudiendo sostenerla  y quitar mi pantalón al mismo tiempo, cuando coloqué mis manos entre ambos para despojarme de la prenda algo nos interrumpió.

-Mami- los pasos de sus descalzos pies llegando hacia la sala me hizo bajar a su madre de donde estaba, esta arregló su ropa y cabello y luego se acercó para esperarla hasta que saliera totalmente por el pasillo. -Quiero dormir contigo- dijo la pequeña a medio dormir  abriendo sus bracitos a su madre para que la tomara.

-Vamos mi amor- se perdieron ambas por el pasillo.

¿Así que a eso se refiere la gente cuando dice que tengas mucho sexo antes de tener hijos?

Menuda mierda.

Las voluntarias para bajarle la calentura al mayor se inscriben aquí 🔥

..