Capítulo 19
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Y como lo pensé la mirada de le señora Kang estaba sobre mi, ¿y como no?, compraba condones a casi las 11 de la noche.
Espero fielmente poder cojer a gusto antes de que esta llame a mi madre.
Regresé literalmente corriendo al bote, me adentré al camarote encontrando a una curiosa Suran explorar el lugar.
Se encontraba vestida, y tocaba y veía todo a su paso.
No esperé más, quite mi ropa y está giró por el ruido que hice, me dedicó una risueña mirada por tan urgido actuar.
-¿Si sabe que me puede lastimar si viene a mi con tan necesitada urgencia?- era cierto.
-¿Que propones?- quitaba mi bóxer y mi polla salió disparada, con solo pensar en enterrar cada centímetro en ella ya estaba duro como roca.
-Deberá estarse quieto- ¿como si eso fuera posible? -No me mire así
-¿Entiendes el absurdo que dices?- me aproximaba a ella, sus manos en mi pecho me mantenían en mi lugar.
-¿Pretende lastimarme?- no lo haría, pero estoy consciente de lo brusco que puedo llegar a ser.
-¿Que propones?, que sea rápido por favor, mira como me tienes- lleve su mano a mi polla y está la apretó con fuerza sacándome un gruñido de placer.
Señaló la cama y me senté en está esperando por ella. -¿El condon?- mostré ambos envoltorios en mi mano. Alzó la ceja.
-No me subestime, cabo- ¿de donde le salió creer que con apenas dos míseros polvos tendría?
Se retiró el vestido, luego las bragas y cuando estuvo desnuda frente a la cama dándome una magnífica vista aprecié los cambios en su cuerpo.
Y valla que le había sentado ser madre, mi polla se sacudió con solo mirarla.
Se acomodo a horcadas sobre mí, me despojó de los envoltorios que traía conmigo y tomó mis manos para hacerme sujetar de la barra que se encontraba sobre la cama, -No se suelte- asentí para luego tomar su boca con la mía.
-Puedes solo sentarte por favor, estoy que me muero lo juro- y lo estaba, me encontraba palpitando de deseo, todos lo músculos de mi cuerpo estaban tensos y mi corazón tan desbocado como si hubiese corrido un maratón.
Colocó el condon con agilidad y se sentó sobre mí bajo mi atenta mirada, bajó cada centímetro haciéndome imposible no tratar de dominarla.
Apreté más aún la barra de metal que se encontraba entre mis manos, se levantó lenta y dolorosamente y luego cayó sobre mí con fuerza haciéndome apretar la barra más aún.
Mi quijada estaba apretada en demasía, odiaba esto.
Odiaba no ser yo quien la follara, no porque ella no lo hiciera bien, al contrario, se movía tan deliciosamente que me ponía difícil la tarea de no verterme dentro del condon en este mismo momento.
-No tiene que provarme nada Mayor,- negué, no pasaría por tal vergüenza de vaciarme dentro del látex a tan pocos segundos. -Está bien- en su rostro se dibujó una pícara sonrisa.
Esta subió lento y cuando esperé a que bajara como acostumbraba no lo hizo.
Movió sus caderas en círculo mientras bajaba lentamente luego volvió a subir y cuando estaba justo en la cima apretó mi polla con su coño y repitió la acción anterior.
Su risa me había sacado del trance en el que estaba, me había corrido sin siquiera poder evitarlo.
Mi cabeza choco con la pared del camarote buscando consuelo por tan vergonzosa hazaña, abrí los ojos notando la diversión en su rostro. -¿No que no?- ahh maldita.
-¿Que es eso que hiciste?- necesitaba saberlo, nunca antes lo había hecho conmigo y la idea de que lo había aprendido con alguien más me carcomía los testiculos.
-¿Le gusta?- ahh haré que se trague esa falsa inocencia -me lo enseñó mi ginecólogo, son ejercicios para estrechar la vagina luego del parto, no esté celoso.- ¿así que lo había notado?
Reí por la cara que puso al notar que ya estaba duro de nuevo en su interior, solté mi manos y esta se levantó permitiéndome deshacerme del condon usado, cuando regresé listo y con el siguiente cubriéndome esta estaba aún en la cama, su cuerpo estaba envuelto por las sábanas, me senté a un lado y la invité a subir nuevamente.
Lo hizo, pero no de la forma en que esperé.
Estaba a horcadas sobre mi, solo que de espaldas, levantó su trasero dejándome un exquisito visual y adentró cada centímetro en su interior.
Comenzó con sus movimientos, rápidos y circulares, movía sus caderas y piernas mientras sus manos la sostenían a ratos y otros apretujaban sus senos.
Las mías continuaban inmóvil en su sitio no queriendo tentarme a tocarla, un grito salió de su boca cuando alcanzó el clímax, ¿así que no solo yo disfrutaba de esa posición en sobre manera?
-Levántate- lo hizo tumbándose sobre la cama boca abajo -Levanta ese lindo trasero- demandé -Un poco más cabo, bien que sabes como- cuando este estuvo a mi merced roce sus muslos internos con mis dedos indicándole que abriera.
Abrió las piernas y entré en ella colocando mis manos hechas puño sobre la cama.
Las embestidas fueron fuertes y lograba mi cometido, la oía gritar en demasía, se retorcía como gata en celo y en más de una ocasión la sentí acabar, no me detenía, no le daba siquiera un respiro para aliviar el orgasmo anterior cuando ya se avecinaba el siguiente.
Cuando al fin me sentí acabar salí de su interior y me despojé del condon esparciendo toda mí esencia sobre sus generosas nalgas.
Me puse de pie y busqué algo para limpiarla, esta yacía dormida sobre el colchón así que me recosté a su lado y nos cubrí a ambos.
Esta sería la primera vez que dormiríamos juntos, y dejaba un sentimiento agridulce en mi, en verdad había sido un imbecil con ella en el pasado.
Las veces que usamos una cama era la de su cuarto, una pequeña y poco espaciosa y a pesar de que la mía era más grande prefería no usarla para así evitar que quisiera quedarse luego del sexo, ya que si lo hacíamos en la suya yo me iria al acabar y si era en mi oficina ella lo haría.
Eso debía cambiar.
Beban agüita 🥵😏
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