Capítulo 17
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Cuando colocamos las cosas en el cuarto, Suran se adentró al baño y me quedé en el cuarto no teniendo más que hacer, si algo se de mi madre es que cuando visita a sus amigas , se tarda, y mucho, y como ahora estaba acompañada por mi padre e hija supongo que tardará aún más.
Quería aprovechar eso para poder hablar con Suran.
Esta salió del baño envuelta en una toalla.
-¿Porque está aquí?
-Quiero hablar
-¿Y no podía esperar a que me cambie?
-Somos amigos ahora, podemos hablar así- dije mirando así abajo para que no notara mi risa. -Ademas curare tu herida- le mostré con la mirada el lugar donde había organizado las cosas para hacerlo.
Se sentó a un lado de la cama.
-Así no puedo, debes quitar la toalla
-¿Si sabe que estoy desnuda?- le tendí una almohada para se se cubriera la parte de abajo, luego dejó caer su toalla del lado donde tenía las puntadas, y sostuvo el lado contrario, cubriendo así sus pechos con ese lado.
Seque la parte afectada, coloqué las cremas y volví a vendar, más de una vez tuve que regañarme para no mirar más de lo que debía y así evitar incomodarla, cuando estuvo todo listo me puse de pie para llevar todo a la maleta nuevamente.
Esta se puso de pie y se acercó para tomar su ropa.
-Dijo que quería hablar- claro que quiero, quiero que sepa que considero nuestro matrimonio verídico.
El olor que desprendía su cuerpo era magnífico, sus labios seguían siendo igual de apetecibles desde la primera vez que la vi.
Sus senos seguían igual o más enormes, creo que no es el momento de hablar de esto. Negué -Iré a ver porque tardan tanto.
Cuando me disponía a salir pensé en lo cobarde que estoy siendo justo ahora, cerré la puerta con el puño y esta impactó con demasiada fuerza.
Cuando giré mi cuerpo Suran se encontraba estática, sorprendida por tan abrupta acción.
Me acerqué a esta para tomar su rostro con mis manos, luego acerqué mis labios a los suyos tomando así la exhalación de sorpresa que emitió por mi acción.
Adentré mi lengua en su boca saboreando todo de ella, esta continuaba con sus manos sosteniendo su toalla para evitar que cayera, dejé su boca y comencé a dejar besos cortos en su cuello.
-Dijo que seríamos amigos- asentí -Los amigos no se besan en la boca.
Llevé mi rostro hasta el suyo y miré nuevamente el ajeno, sus labios estaban hinchados y enrojecidos, no creí haber utilizado tanta fuerza.
-Quiero un matrimonio contigo, sexo también, se que lo deseas igual que yo, no tenemos que complicarlo- su respiración y la mía se encontraban unidas. -Solo te pido un poco de placer mientras esclareces tus sentimientos- besé sus labios. -Yo si quiero una familia contigo, pero también deseo tu cuerpo, se que tú deseas el mío- lleve mis manos a sus muslos y la levante para sentarla sobre mi escritorio. -Solo placer para ambos mientras decides que hacer- lleve mis manos a su cuello y jugué con este, besé, mordí y succioné.
Tomé sus manos con las mías y las coloqué a cada lado de su cuerpo, esta mordía sus labios.
Deshice el nudo de su toalla y la dejé caer sobre sus caderas.
-Béseme- obedecí y besé sus labios, aún tenía una herida a un costado y trataba de no lastimarla, descendí a su cuello siendo este el camino para llegar a lo que verdaderamente quería prestar atención justo ahora.
Pase mi lengua por su pezon derecho, su piel reaccionó al instante, delinee y mordí lo que deseaba, amacé lo que debía y esta se dedicaba a gemir.
Me encontraba haciendo presión con mi cuerpo, su poco cubierta intimidad rosaba exquisitamente con la mía.
Esta se inclinó aún más dejando su cuerpo totalmente a mi merced, mojé mis dedos y los llevé a su pezon restante mientras comía todo lo que podía del otro.
Sus piernas se cerraban instintivamente y cuando sentí que debía prestar atención a otra parte de su cuerpo está gritó de placer para luego relajar su cuerpo por completo.
Mi rostro se encontraba a altura de su ombligo, levante la mirada encontrándome a esta con sus ojos cerrados, mejillas rojas y labios entre abierto en busca de aire.
-¿Acabas de?- ni siquiera me permitió terminar la pregunta, asintió en respuesta.
-Lo.. lo siento, es que hace mucho no, yo no- su respiración era agitada, estaba prácticamente híper ventilando.
Besé su vientre, luego descendí un poco más y cuando me acercaban a mi meta alguien llamó a la puerta.
-Mami, Mami- negué
-No le respondas- está se incorporó quedando totalmente sentada frente a mi.
-Jungkook ¿están ahí?- era mi madre, dejé caer la cabeza sobre el hombro ajeno.
¡No se puede cojer en paz en esta vida!
-Ya bajamos mamá- los pasos se alejaron, cerré mis ojos y aspiré el olor del cuerpo que tenía en frente, -Esta noche por favor- pedí no pudiendo aguantar más.
-Con ellos aquí no, ¿como se le ocurre?- negó
-Yo me encargaré de eso, si no lo hacemos hoy acabaré lesionado- y era cierto, no sabía siquiera cómo acomodaría esto para bajar.
..
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