Recordar en como me sentí cuando vi esos hermosos, y profundos ojos azules, me siento nuevamente en paz. Incluso cuando esos hermosos, y profundos ojos azules no me están mirando.
Todos en ciertos momentos, pensamos en algo o alguien que nos trae paz, y así sentirnos bien. Anteriormente, la persona que me traía paz era Zoey. Pero ahora se sumo alguien mas a la lista: Nathalie. Y no se como sentirme al respecto.
–Entonces ¿qué me dices?
Me pregunta Fred, mi compañero de residencias. Persona con la cual me entendía, Fred era como yo. Nada de relaciones serias, solo sexo. Por eso el máximo de mis salidas nocturnas es junto a él.
–¿Sobre qué? –me frunce el ceño levemente.
–Te dije que este fin de semana Kristen y Verónica vendrán a casa. Y Verónica quiere verte.
Me sonríe y mueve sus cejas al ritmo de "sera tu noche, amigo" pero yo estoy a punto de decirle que no.
Kristen y Verónica son amigas, salimos mas de una vez con ellas, y son chicas que se animan a todo. Si, a todo. Y eso es excitante... Verónica es excitante, con su cabello azabache y sus grandes tetas, las cuales estaban decoradas con pecas. Y no olvidemos de su trasero. Esa mujer es ardiente como el infierno, siempre pensé que jamas podría negarme a algo que la incluya. Pero ahora estoy a punto de negarme.
–Lo siento, estaré ocupado.
Vuelvo a leer mi articulo de pediatría en la revista de medicina de la universidad, pero Fred me la quita y me esta observando seriamente.
–Estaba leyendo eso.
–¿Te veras con Nathalie?
–Aun no lo se, no hemos hablado de eso.
–Sabes que puedes ocultarle lo de Verónica.
–Si, eso no seria justo.
–Guau... –me sonríe y se cruza de brazos– Increible.
–¿Qué es lo increíble?
–¿A cuantas mujeres has rechazado?
–No lo se, pero digamos que mas de tres –ensancha sus ojos– ¿Qué?
–¿Como te sentiste cuando las rechazaste?
–Bien. Te dije que con Nathalie tuve el mejor orgasmo de todos, y los sigo teniendo.
Asiente con la cabeza y me estudia con la mirada. Odio cuando las personas hacen esto conmigo, me siento expuesto.
–¿Su relación es de solo sexo?
–¿A qué vienen tus preguntas?
–Responde.
Suspiro pesadamente.
–Antes de follarnos fuimos grandes amigos, la relación no solo se basa en sexo.
–¿Ven películas juntos?
–Y comemos helado –se ríe a carcajadas ante mi. Incluso yo también me hubiera reído si escuchaba a un tipo hablar así de su amiga con beneficios– No se cual es la risa.
–Te han atrapado, mi amigo Paul –ahora soy yo el que se ríe a carcajadas– Ríete todo lo que quieras, pero a ti te atraparon.
Me pongo de pie cuando veo que mi descanso se acabo.
–Cierra la maldita boca, Fred.
–Piensas en ella todo el día –se burla de mi.
–Callate.
–Cantas canciones de amor pensando en ella.
–Que te den –se ríe de mi mientras preparo los medicamentos de los niños.
–Mueres por llamarla a cada minuto de cada hora.
–¡Cierra la maldita boca! –lo enfrento y se ríe. Lo que mas me molesta de sus palabras, es que tal vez haya algo de razón. Pero no de la forma amorosa.
Pienso en ella teniendo en sexo. Canto canciones sobre sexo. Y si muero por llamarla es para que venga a casa, y tengamos sexo.
–Vale, amigo. La cierro, pero la oferta sigue.
–No iré.
–Veronica se pondrá triste.
–Lo superara.
–Como digas, sabes donde es mi casa de todas formas.
Y dicho esto sale de la oficina. Suspiro pesadamente y cuento hasta diez. Cuando me siento relajado, salgo y me dirijo a la habitación de mis niños favoritos. Chris y Miles.
–¿Como están mis niños favoritos hoy?
–Tuve nauseas, pero ahora me siento bien –me dice Miles, y me siento triste cuando lo veo.
–Yo cuide de él –agrega Chris.
–Eso me parece bien, amigo.
–Lo que no me parece bien son los medicamentos –Chris se ríe por el comentario de Miles, y yo sonrío. Pese a cada dolor, y a sus circunstancias, él siempre se mantiene positivo y fuerte.
–Pero hay que hacerlo –le digo para luego darle sus medicamentos correspondientes a cada uno.
Luego comienza nuestra charla animada habitual. Y eso incluye las bromas de Miles, y las risas incontrolables de Chris. Amo a estos niños. Son mi mayor muestra de fortaleza.
–¿Se puede? –nos interrumpe una voz femenina familiar, me giro a ver y veo a Nathalie sonriendo.
–¿Quien eres? –pregunta Miles.
–¿Qué haces aquí? –Nathalie entra y se para a mi lado.
–¿Olvidaste que almorzaríamos juntos?
Cierto. Ella tenia el día libre, y tuvo la idea de almorzar conmigo, justo cuando mi turno terminara.
–Un tal Fred me dijo que estabas aquí, y que te busque –gruño. Ahora tendré que soportar los comentarios de Fred hacia Nathalie.
–¿Ella es tu novia? –pregunta Chris, y creo que es ahí cuando noto que no estamos solos.
Nathalie los mira a ambos y sonríe.
–Tienes una novia muy bonita –agrega Miles, y Nathalie sonríe aun mas.
–No, chicos. Ella no es mi novia.
–Pero gracias por lo de bonita –Nathalie me mira– ¿Ellos son...?
–Te presento a la pandilla de Paul.
A Nathalie se le iluminan los ojos, y sonríe. Siempre les hablaba de los chicos, y veo como le llena de emoción conocerlos. Y no me equivoco, luego de presentarlos comenzaron a conversar de forma animada. Miles y Chris eran simpáticos con todo el mundo, era casi imposible conocerlos y no amarlos al instante. Es por ellos que cambie mi especialidad de medicina, es por ellos que quiero ser pediatra. Y Nathalie siempre es buena con los niños, y todos parecen adorarla. Así que no es difícil que los tres encuentren la conexión y la química.
Cuando mi turno termina, Nathalie se despide de los niños y ellos esperan volver a verla.
–Son geniales, ahora entiendo por que los amas tanto –le sonrío y cuando estoy a punto de responderle, Fred se reaparece. Sonriéndome de esa manera que solo yo entiendo. Me esta diciendo con esa sonrisa lo ardiente que es Nathalie, y siento un malestar por todo mi cuerpo.
–Veo que te encontró –dice.
–Si, gracias por eso –le responde Nathalie sin darse cuenta de la forma en que la mira– ¿Tienes que cambiarte? –me mira y asiento sin apartar los ojos de Fred– Bien, te esperare afuera. El hospital tiene un parque muy lindo.
Sin esperar respuesta alguna, Nathalie se aleja, y somos dos hombres los cuales le miramos el trasero. Solo que uno no lo puede hacer, y es Fred.
–¡Oye! –se queja cuando lo golpeo en el brazo, pero se esta riendo de mi.
–No la mires.
–Soy hombre, amigo. No puedes pedirme que no lo haga. Además... esta buena, ahora puedo entenderte –me mira a los ojos y se ríe a carcajadas. A mi no se me hace ninguna gracia– Estas celoso.
–¿Qué?
–Estas celoso, y no puedes ocultarlo.
–No estoy celoso.
–¿Puedo entonces decirte las cosas que me gustaría hacerle a tu amiga? –siento mi rostro endurecerse, y luego lo relajo cuando escucho la molesta risa de Fred– Eso que estas sintiendo son celos, mi amigo.
–Pudrete –me encamino hacia el vestuario.
No estoy celoso. Solo no quiero que la mire de esa forma.
Eso se llaman celos, Paul.
Me habla una voz en mi interior. Bien ¿ahora oigo voces?
Salgo del vestuario y me reúno con Nathalie, que se encuentra sentada debajo de un árbol, disfrutando de la leve brisa.
–¿Nos vamos o te quedaras aquí todo el día?
Abre sus ojos ante la sorpresa por mi forma de hablarle y se pone de pie.
–¿Qué ocurre contigo?
–Nada –comienzo a caminar, pero ella no me sigue– ¿Vendras, o qué?
–No iré a almorzar contigo si traes ese humor de perros conmigo. La comida me cae pésimo cuando es así.
Se cruza de brazos, y suspiro profundamente intentando calmarme. Ni siquiera se por que me siento molesto.
–Vale, lo siento –la miro y le sonrío para tranquilizarla, pero su rostro no se relaja– ¿A donde iremos?
Suspira y se inunda en sus pensamientos. Luego me mira, y me sonríe, como si decidiera hacer que nada paso.
–¿Sushi?
Y en el restaurante, logramos reírnos como de costumbre. Disfrutamos del almuerzo con un buen trato de ambos. Y dejo de lado mi estúpido malestar, ese malestar que no se a que demonios se debía.
–¿Qué haremos este fin de semana?
Le pregunto una vez que termino de pagarle el almuerzo a la camarera.
–Oh... olvide de decirte que estaré ocupada este fin de semana.
–¿Algo familiar? –niega con la cabeza.
–Nick hará una reunión laboral, y estoy invitada.
Otra vez ese tal Nick. Otra vez siento como el malestar crece en mi interior como un monstruo que quiere acabar con mi cordura.
"Estas celoso, y no puedes ocultarlo" Mi mente me recuerda lo que Fred me dijo.
–Ya veo –contesto sin disimular mi malestar.
–No te molestes, Paul. Nos hará bien estar lejos uno del otro. Estábamos pasando mucho tiempo juntos, y no esta mal extrañarse.
La miro a los ojos, a esos mismos ojos que me dan paz. Solo que ahora me siento realmente molesto como para recordarlo.
–Bien. Usare ese tiempo libre para estudiar –suspiro y finjo sonreír para tranquilizarla, y esta vez funciona.
La camarera trae el cambio de mi paga, y le dejo propina. Luego de eso salimos del restaurante y dejo a Nathalie en casa de sus padres. Cuando llegamos nosotros, también estaban llegando Ivan, y su novia Christy. Por mas que el tipo haya cambiado demasiado, aun sigue sin agradarme.
–Puedes pasar si quieres –me dice sonriendo. No seria la primera vez que entro a la residencia Rochester. Sus padres son amables conmigo, y me llevo muy bien con Sam. Pero aun así, hoy no quiero entrar.
–Estoy muy cansado, tal vez en otra ocasión. Pero déjales mis saludos a tus padres, y a Sam.
–Lo haré –me sonrie– Y que este fin de semana sea leve tu estudio.
–Nunca es leve –suspiro y me sonríe dándome confianza– Pásatelo bien en tu aburrida reunión.
Se ríe y me empuja levemente.
–Callate. Nick es genial y dudo que sus reuniones sean aburridas –¿Acaso no nota que me molesta que lo nombre? Gruño ante eso, y ella solo sonríe. Pasando por alto mi malestar. Nathalie me toma por sorpresa y me abraza– Cuídate. Te quiero.
No me da tiempo de responder, que ya desaparece entrando en la casa de sus padres.
Cuento hasta diez e intento calmarme. Comienzo a pensar que Fred tiene razon, comienzo a creer que estoy celoso. Pero ese pensamiento dura solo unos segundos. No puedo estar celoso, no de ella.
Necesito hablar con la única persona que se que me dirá la verdad, y me entenderá. Necesito hablar con Hunter.
Así que me subo al auto y lo llamo.
–¿Hola? –era la dulce voz de Zoey.
–Zoey, cariño ¿esta papá ahí?
–Hola, tío Paul. Si esta aquí... ¿te lo paso?
–Por favor.
–¡Papá, el tío Paul quiere hablar contigo! –sonrio ante el grito, un tanto dulce viniendo de Zoey– Ahí viene, te amo.
–Y yo a ti, princesa.
Puedo escuchar los movimientos en el intercambio de poder en el celular.
–Dime, amigo.
–Necesito hablar contigo.
En la noche, Hunter llega a mi departamento, y esta solo. Me pone realmente contento verlo con dos cajas de pizza, y un pack de cerveza.
Como en los viejos tiempos.
Mientras disfrutamos de las pizzas, disfrutamos también de un partido en la PlayStation.
Hunter me gana en la revancha, y disfruta de eso ya que muy pocas veces logra ganarme.
–¿Y bien? –bebe largos tragos de su cerveza– ¿Qué te pasa?
Suspiro pesadamente y me termino mi cerveza.
–No lo se.
–Me recuerdas a mi cuando no sabia que me estaba pasando con Chloe, y... –detiene sus palabras y me mira con ojos interrogantes y a la vez llenos de sorpresa.
–Ni se te ocurra decir que estoy cayendo en el amor.
Se ríe, y me encojo de hombros.
–No lo haré, pero dime lo que sientes.
Le cuento todo. Desde como sentí paz cuando la vi a los ojos el día en que me cruce a mi madre, y en como me molesto ver como Fred la miraba, o como me molesta ese tal Nick.
A Hunter lo que mas le lleno de sorpresa es que haya llorado delante de ella, lo cual también me llena de sorpresa a mi. Hunter me conoce realmente bien, y sabe que no lloraría delante de nadie, y si lo hago, intentare disimularlo.
–Fred tiene razón –lo miro– Estas celoso.
Suspiro.
–Celos de amigo. Así como te celaba a ti cuando empezaste tu historia con Chloe.
Ambos nos reímos recordando mis ataques de celos.
–Oye, pero a mi no me follaste.
–Guau... has dicho follar, extrañaba eso de ti. Y me siento realmente excitado –le sonrío, y me golpea en el brazo haciéndome reír.
–Lo que quise decir, es que los celos que tenias hacia mi, no se comparan con los celos que sientes hacia Nathalie.
–¿Como se explica eso?
–Facil. Sientes algo mas por Nathalie.
–¿Qué? –me río a carcajadas– No siento nada por Nathalie. Nada que no sea un cariño de amigo, y bueno un deseo incontrolable.
–Ese cariño de amigo como lo llamas tu, se esta transformando en algo mas. Y estas tan negado a los sentimientos, que obviamente lo negaras.
Creí que Hunter me iba a decir la verdad sobre todo, pero lo que esta diciendo son puras estupideces.
–Y te lo digo por experiencia –dice cuando ve que nada digo– Negarse a los sentimientos, no ayuda. Mientras mas lo niegas, mas cosas acumulas. Y un día estallas, y muchas veces estallar no es sano. Ahora me crees un loco, y crees que estoy diciendo pavadas, espero que así sea. Si no es así, muy pronto podre decirte "te lo dije" y realmente espero que cuando lo diga, las cosas no estén jodidas.
Pienso y razono cada palabra que me acaba de decir Hunter. Siento que tiene razón, así como siento que no la tiene.
–Las cosas se están poniendo jodidas ahora.
–Al decir eso me referí a que tal vez el día en que te diga te lo dije, Nathalie se encuentre feliz con otra persona.
Pensar en Nathalie con otra persona me hace sentir enfermo.
Se que ella merece ser feliz, pero no la quiero en brazos de otro tipo. Y es un pensamiento muy egoísta, porque se que no podre darle lo que necesita.
–Como sea, no siento nada por Nathalie.
–Es obvio que lo seguirás negando.
–¿Podemos dejar de hablar de ella?
–Me llamaste para eso.
–Si, bueno. Pero ya tuve suficiente.
–Es que no te gusta escuchar la verdad.
Lo miro y me esta sonriendo. Juro que lo golpearía.
–Ahora me toca jugar a mi con el Barcelona –le esquivo el tema, y él se ríe sin decir nada. Comenzamos a jugar y dejamos de lado la conversación anterior.
O al menos eso intento. No siento nada por Nathalie, y no es que me quiero negar a la verdad, se que no siento nada por ella.
¿Qué como lo se?
Bien. Elizabeth, mi supuesta madre, destrozo mi corazón desde niño. Y mato todos mis sentimientos, así que no puedo sentir nada mas que cariño de amigo hacia ella. Nada mas.
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Hola :) Y mas de los sentimientos de Paul siguen saliendo a la luz ♥
Gracias por su apoyo de siempre en cada capitulo, en cada historia, en todo.
Les dejo una cancion que es ideal para esta historia, Friends de Ed Sheeran. Asi como tambien les dejo una foto de Paul (Dean Geyer) No se ustedes, pero yo quiero que me abrace con esos fuertes brazos, jajaja. Hasta la proxima. Los quiero ♥
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