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Parecía como si hubiera soñado esa noche de viernes. Como si nada de lo que sucedió hubiera sido real, pero gracias a una fuerza superior, lo fue. Nathalie realmente acepto que seamos amigos con beneficios, y joder... me siento en el paraíso. Aun es un poco extraño que diga que el mejor sexo me lo esta dando mi mejor amiga, aun pensándolo es extraño. Pero si pienso en lo increíble que es, me provoco a mi mismo una reacción y solo quiero estar con ella. No quiero tocarme a mi mismo, quiero que ella lo haga.

Como en estos momentos que me encontraba en mi turno en el hospital, a punto de salir. Mi mente me recordó todo lo que hice con ella en la ducha en la mañana del sábado, el domingo no la vi, tampoco el lunes. Hoy martes me encuentro recordando todo lo sucedido, para sentir como mi cuerpo responde a ello.

Quiero verla. Pero tampoco quiero quedar como un maldito desesperado. 

De todas formas, hoy la veré. Chloe y Hunter harán una cena en su casa, y fuimos invitados. Por cierto, ambos se alegraron de nuestra reconciliación. Me pregunto cual hubiera sido su reacción si supieran que nuestra reconciliación supero los limites de amistad. Chloe tendría una conversación seria con Nathalie, y Hunter me regañaria. Estoy completamente seguro.

Salgo de mi turno en el hospital, y me encamino al departamento para darme una ducha rápida antes de ir a la casa de la familia Orwell.

Una vez listo, me encamino hacia allí. Llego a la casa, y soy recibido por un fuerte abrazo de Zoey, y un choque los cinco de Riley. En la casa se encontraban Marie y Blaine, felizmente enamorados. Creo que es la primera vez que no miro con odio a Blaine, ni él a mi. También estaba Sam y su aun novia France. Es una total sorpresa para mi que aun lo sea, yo a su edad no quería saber nada de novias, solo quería divertirme. Bueno, las cosas no cambiaron.

Ayudo a Hunter con la parrillada, mientras que las chicas ayudaban a Chloe con las ensaladas. 

Estábamos hablando de los resultados del partido con Sam, Hunter y Blaine, cuando Nathalie llega. Sale al patio trasero para saludarnos, y mis ojos recorren su figura. Sonrío ante lo increíble que luce en ese vestido de verano rojo. Cuando me ve, me devuelve la sonrisa.

–Hola tu –se acerca a saludarme, y como veo que los chicos están distraídos le doy un golpe en el trasero– ¡Hey!

–Era necesario hacerlo –nos sonreímos.

Cuando la parrillada esta lista, todos nos ubicamos en la mesa que se había preparado afuera. Nathalie se sentó frente a mi, y de vez en cuando nos dedicábamos una sonrisa cómplice. Así como también, cada vez que la miraba y ella se daba cuenta de que lo hacia, me provocaba. Me provocaba comiendo de una forma pornográfica.

Saco mi celular y le envío un mensaje a escondidas, mientras todos se ríen por una broma de Riley.

Eres una desubicada, Rochester.

Sonríe al ver mi mensaje.

Tienes una mente sucia, West.

Me río y guardo el celular regalándole otra sonrisa cómplice. 

Todos cooperamos en juntar la mesa, ya que Chloe se quejo diciendo que siempre son las mujeres la que lo hacen. Una vez que la mesa esta limpia, disfrutamos del helado que traje como postre. Mi forma de ver el helado cambio por completo. Gracias a él, Nathalie termino desnuda en mi cama. Por la sonrisa de Nathalie, se a ciencia cierta que esta pensando lo mismo que yo.

–Con su permiso, iré al baño –dice ella sonriendo, y todos le asienten con la cabeza para luego seguir en lo suyo. Observo cada paso de Nathalie, hasta que desaparece. Saco mi celular y finjo que recibo una llamada, para así tener una excusa para levantarme de la mesa.

Entro a la casa, y me escondo cerca del baño. Nathalie sale de allí tarareando una canción, y cuando pasa por mi lugar de escondite, la tomo por sorpresa y la agarro. Por suerte tapo su boca, sino hubiera gritado demasiado fuerte que asustaría a todos.

–¡Demonios, Paul! –me río cuando la suelto.

Me acerco a ella, y la acorralo contra la pared. Dejándola indefensa.

–Hola –pongo mis manos en su cintura.

–Hola –me sonríe y pone sus manos en mis hombros– Es un peligro que estemos así.

–Me gusta el peligro.

–Nos pueden ver.

–Eso seria mas excitante –comienzo a besar su cuello.

–Nos puede ver Zoey –dice jadeante.

–Mmmm.... eso no seria lindo –le sonrio– Podemos irnos.

–¿Qué excusa metemos para irnos y que nadie sospeche?

–Nadie sospecharía. No seria la primera vez que nos vamos juntos de un lugar.

–Cierto –le robo un beso fugaz.

–Quiero irme, y no lo haré sin ti. 

Acaricio sus muslos, logrando que su piel se erizara. Dirijo mis caricias a su trasero firme, y lo agarro haciéndola gemir.

–Bien, ya entendí. Nos vamos.

–Bien hecho, nena –le sonrío.

Salimos, y nos dirigimos a la mesa una vez mas. Nos quedamos allí unos pocos minutos, para luego decir que nos íbamos. Ninguno sospecho nada, nos saludaron sin pensar mal de nosotros. Solo que Zoey quiso venir a dormir conmigo, pero por suerte Chloe le dijo que no iba a poder ser ya que mañana irían a visitar a sus abuelos.

Cada uno se encamina a su auto cuando salimos, y acordamos en ir al departamento de Nathalie. Cuando estoy en el auto, recibo un mensaje de Ruth. Una chica del gimnasio.

Estoy aburrida, y sola en casa. Quieres venir?

Ruth. Ardiente de pechos grandes, deja que le hagas lo que quieras. Incluso deja que le folles sus enormes tetas. Aun así... ignoro su mensaje, y lo borro. Y no me siento terrible por ello, solo quiero llegar al departamento de Nathalie y hacerle las cosas que tengo en mente.

Para cuando llego a su departamento, ella se me adelanta y sube mas rápido que yo hasta su piso.

Lastima, me hubiera gustado jugar con ella en el ascensor.

Toco timbre y espero a que me abra, por momentos pienso en que tal vez quiso adelantarse para vestirse de una forma provocativa. Pero me decepciono un poco cuando veo que aun esta en su vestido rojo. Aun así... se ve ardiente como el infierno.

–Al fin solos –le sonrío y la tomo por sorpresa cuando la beso y cierro la puerta detrás de mi.

–Tranquilo, campeón –me sonríe.

–No te he visto en tres días, y cuando te veo juegas conmigo comiendo de forma provocativa ¿Y ahora me dices que tranquilo? 

Se rie de mi, y se aleja.

–¿Quieres beber algo?

–Si, tus fluidos.

–¡Paul!–se ríe mientras se sonroja, y me encojo de hombros sonriendo.

–De todas maneras lo haré –me siento en el sofa– ¿Tienes cerveza? 

Me asiente y se dirige a la cocina, mientras se encuentra allí observo con mas atención el departamento de Nathalie. No es de extrañar que el decorado sea de violeta, su color favorito.

–Aqui tienes –me pasa la botella y se sienta a mi lado con otra en su mano.

Mi celular vibra en mi bolsillo, lo ignoro pensando que es un mensaje, pero como continua vibrando me doy cuenta de que se trata de una llamada. Lo saco para ver quien es, puede que sea del hospital. Pero no es así, era Holly. Ignoro la llamada y apago el celular dejándolo en la mesa de café. Nathalie me mira con cierta sorpresa.

–¿Qué? ¿Creiste que no iba a cumplir con mi palabra?

–Puede ser –me sonríe.

–Soy un chico de palabra.

Se ríe y niega con la cabeza.

–¿Te llamare suena a que eres un chico de palabra?

–Bueno, eso... eso no es mi culpa. Saben de antemano que busco solo sexo, no una relación –suspira y asiente. Luego me sonríe.

Nathalie se acomoda aun mas en el sofá estirando sus piernas y apoyándolas en la mesa de café. Mis ojos están allí, y lentamente los subo hasta llegar a sus labios. Me esta hablando, no se que esta diciendo, no pude prestar atención. Me mira esperando mi respuesta a lo que dijo.

Maldición...

–Totalmente –me frunce el ceño y sonríe.

–No me has escuchado.

–Bueno, es tu culpa. Culpa a tus piernas –se rie– ¿Qué estabas diciendo?

–Olvidalo, cosas de trabajo –se encoje de hombros– Hablando de trabajo, ¿como va el tuyo? –le frunzo el ceño– ¿Qué?

–No quiero hablar de trabajo.

–Oh... ¿las cosas van mal?

–No...

–¿Entonces?

–Quiero follarte.

Le sonrío, y me devuelve la sonrisa negándome con la cabeza.

–Eres todo un romántico.

–Voy directo a lo que quiero.

–Ya veo...

Pongo mi mano encima de su muslo, y lo acaricio, subiendo así hasta sus bragas. Nathalie cierra los ojos y muerde su labio inferior. Beso su cuello, y bajo un poco su vestido para dejar uno de sus pechos libre. Muerdo su pezón ya endurecido, y la escucho gemir. Comenzaba a sentirla húmeda, y quería probarla. La recuesto, y subo el final de su vestido hasta sus caderas. Su braga azul con encaje hace su presencia. Subo aun mas su vestido, hasta su estomago. Me acerco a sus labios y la beso de forma intensa, jugando con su lengua, danzando con ella. Me alejo mordiéndole el labio inferior, y bajo mis besos hasta su cuello, mientras que con una mano acaricio su sexo húmedo por encima de sus bragas. Nathalie gime, y me nombra. Bajo mis besos hasta su estomago, y cuando llego a sus bragas la miro, ella me esta mirando. Sus ojos están aun mas azules, y sus labios algo hinchados. Sin apartar mis ojos de ella, le quito sus bragas. Introduzco un dedo en su humedad, ella cierra los ojos y gime con la cabeza hacia atrás, introduzco otro dedo y gime aun mas fuerte. Continuo haciéndolo mientras la escucho nombrarme entre gemidos. Cuando se que esta a punto de correrse, paso mi lengua por su clítoris y gime aun mas fuerte.

Sabe tan bien.

La follo con mi lengua, hasta que se corre para mi. Bebo todos sus fluidos, tal y como se lo dije, y sonrío cuando la escucho nombrarme una vez mas.

Me mira y le sonrío.

–Te dije que lo haría.

–Y lo has hecho muy bien.

–No sera la primera vez, preciosa.

Le sonrío y ella se sienta en el sofá. Nos miramos unos segundos, para luego observarla acercarse aun mas a mi.

–Tengo que devolverte el favor.

Se sienta encima mio y me besa, me besa duro e intenso, ahora es ella quien juega con mi lengua. Sus manos se deslizan por mi estomago y me desabrocha el botón del pantalón negro que llevaba.

Mete su mano, y toca mi erección. Estoy duro por ella, y nada mas que por ella. Ahora soy yo el que gime, soy yo el que respira de forma costosa, y soy yo el que la nombra. Ella sonríe por eso.

Intenta quitarme el pantalón y la ayudo a hacerlo, ahora mi erección se encuentra libre, firme para ella.

–Tomo la píldora... –me dice jadeante mientras desabotona los botones de mi camisa azul a cuadros.

Sin esperar una respuesta de mi parte, ella se monta sobre mi, introduciendo mi erección en su sexo.

¡Mierda, mierda, mierda. Que bien se siente sin tener un puto condón!

–Mierda, Nathalie... –ella sonríe y pongo mis manos en su cintura. Comienzo a moverme, pero ella me niega con la cabeza.

–Ahora yo tengo el poder.

–Joder...

Se ríe de mi reacción y comienza a moverse, así como yo comienzo a sentirme en el paraíso. Mientras se mueve, llevo mis manos a sus pechos, los libero de la tela del vestido y juego con ellos. Los beso, y los toco.

Nathalie aumenta mas su ritmo, y ambos respiramos jadeantes. Hasta que ambos nos venimos al mismo tiempo, me corro dentro de ella, y Nathalie sonríe.

Jamas había follado sin usar condón. Muchas chicas me aseguraron de tomar la píldora, pero no eran chicas confiables como lo es Nathalie.

–Vaya forma de devolver el favor.

Me sonríe y la beso, pero esta vez el beso es mas tranquilo.

Lo que resto de la noche, la pasamos escuchando musica. Nathalie se reía de mi cuando cantaba canciones de Justin Bieber, y me hizo un test que encontró en internet para ver que tipo de Belieber soy. No se como sentirme respecto a los resultados, según el test soy un gran Belieber.

Comienzo a sentir como mi masculinidad comienza a agotarse.

Continuamos bromeando, cantando y bailando, hasta que llego el momento de irme. Ella quiso que me quedara a dormir, pero eso no forma parte del trato. No somos una pareja. Somos amigos con beneficios, y cuando se lo dije, lo pensó de la misma forma que yo.

–Fue una muy buena noche –la beso de forma intensa en la puerta de su departamento.

–Sueña conmigo, y no te toques sin mi.

–No te prometo nada –me sonríe y volvemos a besarnos.

Cuando llego a mi departamento, veo que Holly esta allí a punto de tocar timbre. Pero cuando me ve, sonríe y se detiene. Como siempre vistiendo con poca ropa, dejando nada a la imaginación. Se veía ardiente, no lo niego.

–¿Qué haces aquí?

–Me aburría, y me pareció extraño que no contestaras mi llamado.

–Si, bueno estaba ocupado.

Se acerca sonriendo, y la alejo con negándole con la cabeza.

–¿No?

–No.

Me mira con sorpresa.

–¿Esta la niña otra vez en tu departamento?

–No, ella no esta aquí. Pero aun así no quiero, Holly. Lo siento.

Veo la decepción en sus ojos, y luego la noto molesta.

–¿Me llamaras?

–No esperes mi llamado.

Luego el enojo pasa a ser sorpresa, una vez mas.

–Wow...

–¿Qué?

–¿Estas con alguien?

–Algo así.

–¿Algo serio?

–Eso no es asunto tuyo.

Se ríe y niega con la cabeza.

–No durara mucho.

–Como sea, Holly. Cuídate.

Paso por su lado, y entro a mi departamento. Dejándola allí, aun observándome con cierta sorpresa, y una sonrisa en su rostro. Esa sonrisa que decía que me vería pronto.

No me importa en absoluto. Saco mi celular del bolsillo, y borro su numero, luego me llega un mensaje de Nathalie.

Llegaste bien?

Si, ya estoy aquí

Bien. Entonces te dejo descansar

Hoy estuviste increíble

Aun no has visto nada, West

Lo mismo digo, Rochester. Ahora déjame dormir

Esta bien. Iré a ducharme

No me des ese tipo de información

Soy una chica mala

Te lo haré pagar cuando te vea. Imagíname en la ducha contigo, nena

Lo haré

Mierda. 

Dejo mi celular en mi mesa de noche y activo la alarma. Me desvisto quedándome solo en bóxer y me recuesto.

Mi mente reproduce cada escena de esta noche, y comienzo a sentirme duro. Hace mucho no me toco a mi mismo, pero aquí me encuentro. Masturbándome mientras pienso en ella, y en como debe de lucir en su ducha.

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Amo a estos dos ♥ Jajaja. Hola! Gracias por su apoyo en esta historia :) 
Les tengo un aviso para darles. Voy a estar ausente una semana, me voy de vacaciones, asi que hasta la vuelta no subo. No me extrañen (?) Jajaja.
Les dejo una foto de la linda de Nathalie :)

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