
Había pasado un mes desde el primer intento. Un mes en el cual nos brindamos apoyo mutuo, mes en el cual vivimos las cosas mas hermosas, locas e inolvidables junto a Nolan.
Siempre se disfruta del tiempo que pasas con él, todo gracias a su inocencia, su timidez, su simple persona.
Nathalie todo este tiempo trato de no pensar en las pruebas, y en los intentos que nos esperaban. Lo cual eso es bueno, ayuda a su estado de animo, ayuda a la relación y ayuda a la familia.
Y en este mes, llenamos la pared de la sala con fotos de nosotros, fotos con Nolan, y con los amigos de siempre. La pared del departamento cobro vida con los momentos que se ven reflejados en las fotografías, tal como me paso a mi con la llegada de Nathalie y ahora la de Nolan.
Todos mis momentos junto a ellos están guardados en mi memoria, son todos esos momentos los cuales me hacen sentir que esta vida vale la pena. Todo porque ellos son parte.
–¿Papá? –Nolan me interrumpe cuando estoy viendo las fotografías.
–Dime, hijo.
–¿Podemos ir a ver a Zoey? –lo miro, y me observa con ojos suplicantes– Es que la echo de menos.
Nolan se balancea en su lugar, con las manos metidas en sus bolsillos, mostrando su timidez.
–Claro, luego podemos pasar por mamá en el trabajo.
–¡Si! –grita Nolan y sonrío.
–Ve a calzarte las zapatillas –asiente– ¿Necesitas ayuda?
–No, ya he practicado ¿quieres ver?
–¡Por supuesto!
Nolan corre a su habitación, y vuelve con sus zapatillas azules. Nos sentamos en el sofá, y yo lo observo sonriendo. Susurra para si mismo el mecanismo que le enseñe, hasta que finalmente consigue atar sus cordones.
–¿Lo hice bien? –me pregunta y me mira a los ojos.
¿Como decirle que no cuando me mira de esa forma?
–Como todo un campeón –me sonríe, y chocamos los cinco.
Bajamos hasta el estacionamiento, y emprendemos viaje hasta la casa de los Orwell. En el camino, Nolan y yo cantamos canciones que se aprendió en el jardín de infantes. Y como no dejaba de cantarlas una y otra vez, obviamente se me terminaron pegando.
Llegamos, y Zoey sale corriendo desde la casa como si nos hubiera estado esperando.
–¡Nolan!
–¡Zoey!
Ambos se abrazan y parece ser que no se vieron por años, cuando tan solo pasaron dos días.
Zoey lo mira, y sus mejillas se sonrojan. Y esto me hace pensar en lo que Chloe y Nathalie dijeron, pero de forma inmediata aparto esos pensamientos.
–¿No hay un abrazo para el tío?
Zoey se ríe y corre a abrazarme, y deja un delicado beso en mi mejilla.
–Papá me termino de construir la casita del árbol ¿quieres ir? –le propone Zoey.
–¡Si! ¿Podemos jugar a Peter Pan y Wendy? –agrega Nolan, y Zoey sonríe con sus mejillas sonrojadas.
–¡Si! Vayamos antes de que el sol se vaya a dormir.
Zoey y Nolan corren hacia el patio trasero, y yo entro a la casa.
–Estoy pensando seriamente en eso de apartarlos –me dice Hunter en cuanto entro.
–Quedate tranquilo que somos dos –agrego y me siento a su lado en el sofá.
–Nadie va a apartar a nadie, maduren –dice Chloe cuando se aparece con una bandeja con jugo de naranja.
–Voy a madurar el día en que crezcas unos centímetros –le digo y Hunter se parte de la risa, pero luego deja de reír cuando Chloe lo mira.
–Lo siento. Pero tienes que admitir que fue bueno.
–No, no lo fue.
–Bueno.
Miro a Hunter y Chloe, y niego con la cabeza.
–Amigo, no puedes permitir que esta mujercita te tenga de esta manera.
–¿Mujercita? –pregunta Chloe.
–Si, por lo pequeña –Hunter intenta no reírse y Chloe me lanza un cojín.
–Nathalie también te tiene así –dice Hunter.
–Ella no... –pienso en todas las veces que agache la cabeza como Hunter y le dije "bueno" Hunter y Chloe se rien– No siempre es así.
–Claro, cuando no es así duermes en el sofá –contraataca Chloe.
–Vete al carajo –se ríe.
–El poder de las mujeres.
–El poder de las mujeres, y las mujercitas –la corrijo, y me lanza su mirada malvada– A mi no me asustas con esa mirada.
–¿Algun día vas a madurar?
–No –le contesto para luego abrir la boca y mostrarle como luce mi galleta ya masticada.
Busco a Nathalie en el trabajo y volvemos a la casa de Hunter y Chloe. Compartimos una cena, y un agradable nuevo momento.
Se que peleo a Chloe y parece que no la quiero, pero no es así en absoluto. Gracias a ella mi amigo hoy es feliz, y no puedo no quererla cuando es así. No puedo cuando Hunter la mira como si fuera la primera vez en que la ve. Y ni hablar de todo lo que construyeron juntos.
Siempre que los veía me sentía feliz por ellos, pero decía que eso no era lo mio. Y ahora estoy aquí, con mi propia familia y con la mujer que amo.
Nolan ya se encontraba dormido cuando llegamos al departamento, lo recuesto en su cama y le dejo el beso de las buenas noches, para luego salir a la sala y sentarme en el sofá junto a Nathalie.
–¿Le has dicho a Nolan que mañana tiene que madrugar? –me pregunta cuando me siento a su lado.
–¿Qué? ¿Para qué?
Nathalie suspira negando con la cabeza.
–¿Olvidaste que tiene turno en el dentista?
–Oh... esto... si –le sonrío.
–Bien, si se enoja porque lo despertamos sera tu culpa.
–Alguien no esta de humor me parece...
Bromeo con ella cuando la veo con el ceño fruncido.
–Fue un día largo de trabajo, Paul. No me molestes.
Actúo como si hubiera sido herido por una bala en el pecho, y ella rueda los ojos.
–El sexo nos alegra a todos.
Nathalie suspira.
–Para ti la respuesta a todo es el sexo.
Finjo que soy herido una vez mas, solo que esta vez ella intenta no reírse.
–Ya vas a venir de rodillas a mi pidiéndome sexo –me cruzo de brazos– Y cuando te vea de rodillas... –la miro, y le sonrío divertido– Voy a sacar mi poll...
–Te juro que si lo dices te vas a quedar sin ella.
–Voy a sacar mi polla y te la meteré en la boca –completo mi frase sonriendo, y Nathalie golpea mi entrepierna sin dudarlo– ¡Joder, mujer!
–Te lo dije...
–No tienes una puta idea de lo mucho que duele –me llevo ambas manos a mi zona golpeada.
–Asi aprenderás –apaga la televisión, y se pone de pie– Me iré a bañar –la miro alzando ambas cejas– No es una invitación.
–Que te den, Rochester.
Se ríe.
–Si, hoy nadie me va a dar.
Me contesta y luego se encierra en el baño.
Es una maldita, pero ella no me puede decir que hacer y que no ¿el poder de la mujer? ¡A la mierda!
Me pongo de pie y me dirijo al baño, entro en silencio y me desvisto.
–¿Paul?
–Callate.
Nathalie corre la cortina de la ducha.
–¡Sal de aquí!
–No grites que Nolan esta durmiendo.
–No lo volveré a repetir...
Sonrío y me meto en la ducha con ella, antes de que me diga algo la beso y el agua tibia recorre mi cuerpo. Nathalie gime en mi boca y sonrío.
–¿Hoy nadie te iba a dar? –le pregunto divertido.
–Cierra la boca.
Me río y ahoga mi risa con un beso lujurioso.
Nolan se quejo todo el camino al departamento. Haciéndonos saber a Nathalie y a mi que su visita al dentista no fue para nada de su agrado.
Creo que jamas lo vi tan enojado como ahora. Cruzado de brazos, refunfuñando, arrugando la nariz de vez en cuando y mirándonos como si fuéramos los peores seres de la tierra.
–Creo que nos odia –le digo entre risas al observarlo entrar enojado a su habitación.
–Se le pasara –me sonríe Nathalie.
Me siento en el sofá a ver los resultados del partido, ya que Nathalie se ofreció a cocinar. Y Nolan seguía sin salir de su habitación.
–Nolan, a comer –le aviso una vez que Nathalie pone la pizza sobre la mesa.
–¡No quiero! –me grita.
–Bueno, mas pizza para mi.
Me siento, y puedo escuchar como la puerta de su habitación se abre. Levanto la vista unos segundos, y lo veo observándonos e intento no reírme.
–Antes de venir a comer te disculparas por haber contestado de esa manera –le advierte Nathalie, y él suspira.
–Lo siento, estaba enojado.
Nolan se sienta junto a nosotros y agarra la porción más grande de pizza.
–¿Puedo dejar de ir al dentista? –pregunta.
–Claro que no. Si dejas de ir no tendrás los dientes sanos –le contesta Nathalie, y él suspira resignado.
Luego de haber almorzado, Nolan enciende la televisión y encuentra un canal donde estaban pasando una maratón de Harry Potter. No pensé que le gustaría, pero no despego los ojos de la pantalla ni un segundo.
Mientras Nolan esta metido en la magia, yo ayudo a Nathalie a limpiar la cocina.
–¿Crees que... –me pregunta Nathalie y dejo de hacer lo mio para observarla, y notar sus nervios– que podamos volver a... ya sabes?
–¿Intentarlo? –le pregunto, y asiente– ¿Te sientes lista? –vuelve a asentir– Bien, si es así puedo solicitar un turno. Pero necesito que estés tranquila, y segura.
–Lo estoy. Solo que siempre me llenara de miedo este tema.
Me acerco a ella y pongo mis manos en su cintura. Nathalie apoya las suyas en mi pecho, y al mirarme a los ojos, me regala una sonrisa para tranquilizarme.
–Esta bien tener miedo, es normal en la vida de todos. Pero no podemos vivir siempre con miedo, siempre llegara el momento en el cual nos tenemos que enfrentar a uno de ellos. Tú te estas enfrentando a este, y yo estoy aquí contigo para protegerte. Así como tu padre mataba a una araña cuando eras pequeña y le tenias miedo, yo estaré aquí para hacer de esos miedos tu felicidad. No te estas enfrentando a ellos sola, y siempre es mejor tener una mano amiga –le sonrío cuando sus ojos se llenan de lágrimas.
–¿Eres consciente de lo increíble que puedes llegar a ser?
–¿Eres consciente que soy así gracias a ti?
Ella sonríe y niega con la cabeza.
–No, Paul. Siempre fuiste así, solo que nunca fuiste capaz de verlo.
–Como sea. Ningún miedo tuyo podrá acabar con nuestra y tu felicidad.
Nathalie suspira.
–Pero la ciencia si.
–Hey... –hago que me mire a los ojos– Creo que nuestro amor puede hacer todo lo que nos propongamos.
Nathalie sonríe y seca sus lágrimas.
–El diario de Noah.
–Tu novela y película favorita –asiente y la abrazo para calmar sus miedos, nervios y todo lo que esta sintiendo.
Cuando amas a alguien con todo tu corazón, siempre querrás que esa persona sea feliz y este bien. Muchos dicen que no te debes dejar de lado jamas a la hora de amar a alguien, porque terminaras sufriendo. Pero si todo lo que hago por ella, es una sonrisa en su rostro ¿como voy a sufrir? Si ella sonríe, yo soy feliz.
Cuando de verdad amas a alguien las palabras de tercero pasan de largo, y cuando la otra persona te ama con todo su corazón también y sientes que su amor es realmente real ¿qué tan feliz puedes ser? Yo creo que demasiado.
El amor tiene la fuerza de debilitarnos, pero también tiene la fuerza de elevarnos.
Cuando el amor es verdadero, y sientes que es así, nada más importa. Solo su sonrisa, la tuya, y la felicidad mutua.
Las personas que vuelven del amor algo feo, no saben de lo que están perdiendo. Y si alguien vuelve al amor feo, es porque no amo con su corazón. Muchas personas en su primer falla con el amor, se niegan a volver a él. Es absolutamente normal, pero así como alguien no supo amarte, créeme que otra persona llegara y te amara como si fueras la única persona en el mundo.
Nathalie me hizo creer en todo esto. Ella siempre sera mi todo, y más.
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Esta novela esta entrando en su recta final. Quedan menos de diez capitulos, y termina. Aun tengo que dividir lo que pasa en capitulos, asi que no sabre decirles con exactitud cuanto queda. Pero se que poco... Gracias por acompañarme siempre ♥
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