–¿Van a adoptar? –me pregunta Hunter, un tanto sorprendido pero alegre– ¿Y se van a casar?

–Asi parece, amigo.

–Demasiadas noticias para un solo día. De las cosas que se pierde uno en su luna de miel.

–Bueno, no te perdiste nada. Tuve la idea loca de irnos a Las Vegas a casarnos, si lo hubiéramos hecho si te hubieras perdido algo. Pero Nathalie no me siguió en esa locura –sonrio negando con la cabeza.

–Guau –suspira y se relaja en la silla de la cafetería en la que nos encontrábamos. Se cruza de brazos y me mira atentamente como si fuera un cuadro de pintura– Solo... guau.

–¿Del bueno o malo?

–Del sorpresivo. Jamas pensé que te iba a escuchar hablar de casamiento, o de formar una familia.

–Si, yo tampoco –sonrio por el hecho de este cambio en mi vida.

–Realmente te atrapo.

–Creo que me atrapo desde el momento en que la conocí, solo que... no quise verlo.

–Siempre pensé que estuviste algo enamorado de ella, aun cuando eran amigos.

–Y al parecer así fue –sonrio y lo miro– Bueno, ahora estoy enamorado de ella.

Me sonríe y se sienta de mejor forma.

–Debo confesar que me gusta escucharte hablar de una sola chica, y no de varias en una semana. Es agradable verte enamorado, y bueno... se me ocurren miles de bromas para hacerte –se rie– El karma.

–El amor –sonrio y me encojo de hombros.

–Los apoyo en esto. 

–Necesitamos el apoyo de ustedes, y bueno de todos.

–¿Alguien dijo algo malo?

–No, solo nos dijeron que lo llevemos con calma. Creen que no estamos seguros de lo que estamos por hacer, pero yo me siento seguro con ella. 

–Y ella contigo –me sonrie– Le estas dando la oportunidad de formar su familia.

–¿Quien lo diría?

Hunter asiente dándome la razón, y cambio rotundamente del tema. Le pregunto cosas sobre su luna de miel, así que ahora escucho a mi mejor amigo hablar sobre lo increíble que fue su viaje, y sobre todas las cosas que hicieron. Evitando lo sexual, obviamente.

Me despido de Hunter, quien tiene que pasar a buscar a Chloe y Zoey por la casa de Marie y Blaine. Y yo me dirijo al trabajo de Nathalie, me había encargado de pasarla a buscar, y como sorpresa la iba a llevar a cenar. Hoy me di cuenta de que habíamos cumplido meses de habernos puesto de novios. Se que dije que me parece una ridiculez el ponerle nombre a lo que tenemos cuando ella es más que eso, así como también me parece algo tonto hacer algo especial en el día en que la pareja cumple un tiempo juntos. Creo que esos detalles hay que hacerlos diariamente, aunque sea algo mínimo.

Pero lo que más tengo en cuenta, es que ese día, el día en que le dije a ella todo lo que sentía, y luego ella vino a buscarme, ese día cambie por completo. Y si hay algo que festejar es eso, el gran cambio que ella hizo en mi vida. 

Cuando sale del trabajo, se despide de Alice, y se encamina con pasos apresurados hacia donde me encuentro estacionado. Se sube al auto, y luego de un beso fugaz, me regala una gran sonrisa.

–¿Qué me cocinaste hoy? –pregunta cuando enciendo el auto.

–Nada. Iremos a un restaurante –me mira con el ceño fruncido.

–¿Y eso por qué? Si no tienes ganas de cocinar, podemos pedir algo rápido –sonrio. Claramente no sabe que día es hoy– ¡Oh, por Dios! ¿Es tu cumpleaños?

Me río a carcajadas mientras conduzco hacia el restaurante.

–No, no lo es. No es hasta fin de año –su rostro se relaja en un enorme suspiro, y sonrio– Hoy cumplimos meses de estar juntos. Más bien... meses del día en que me cambiaste –le sonrío y estaciono frente al restaurante. Nathalie lo mira, y luego a mi.

–Paul... –su rostro me demuestra que lo siente.

–Tranquila. Se que sueles decirme que actúo como una chica, pero no lo haré ahora y no me quejare de que eres una bastarda por no acordarte –se rie– De hecho, yo tampoco soy de prestarle atención a esto. Pero... tengo en cuenta el cambio que hiciste en mi, y bueno –me encojo de hombros.

–Es un lindo detalle –me sonríe, y le devuelvo la sonrisa.

Nos bajamos del auto y cruzamos al restaurante. Nathalie se sorprende otro poco cuando nota que ya había reservado nuestra mesa, y cuando nos ubican, me regala la sonrisa mas sincera de todas. Ambos ojeamos la carta y elegimos nuestro plato.

–No era necesario que hagas esto, me conformaba con una comida rápida en casa.

–Me gusta hacer esto contigo. Estos detalles... –miro a mi alrededor, y luego a ella– Me gustan.

Me sonríe, y se pierde en sus pensamientos. Luego parece que vuelve a la realidad, se ríe y niega con la cabeza.

–¿Qué es tan divertido?

–Tú.

Le frunzo el ceño.

–¿Te doy risa?

–No, no quise que sonara así. Solo que... –me mira a los ojos– Solo que recuerdo todas las noches en las que pensaba en ti, mientras que tú estabas con una chica distinta. Creo que sobra la necesidad de decir que me gustaste desde el primer momento, solo que me negué a ese sentimiento debido a tu estilo de vida. No me gustaba escucharte hablar sobre tus conquistas, no me gustaba llegar a tu departamento y encontrarme con una chica distinta cada fin de semana, mucho menos me gustaba cuando me dejabas de lado por un polvo rápido. No me gustaba nada de eso, y aun así estaba a tu lado. Soportando tus delirios, soportando tus actitudes, y todas las cosas que me hacían mal –se rie y niega con la cabeza– Si, un tanto masoquista ahora que lo pienso. Pero creo que en la vida de toda persona existe el masoquismo, soportamos cosas que nos duelen solo para no perder a la persona que queremos. No nos hace bien porque perdemos una gran parte de nosotros al permitirlo, pero somos humanos y creo que nos gusta un poco el drama –se detiene a ver la panera por largos segundos, luego me mira y sonrie– Fui masoquista, y fui una estúpida. Más de una vez me habré dicho que tenia que alejarme de ti, pero... en mi interior tenia la esperanza de que llegara este día. El día en que por fin dejaras de lado ese estúpido estilo de vida, y te la jugaras por una sola persona. Imaginaba las veces de cuando iba a suceder, de cuando tú ibas a venir a decirme que te enamoraste de alguien. Solo que debo decir que me lleno de sorpresa saber que ese alguien... fui yo.

Me pierdo en sus increíbles ojos azules, me pierdo en mis pensamientos, y en lo que siento por ella. O en lo que sentí cuando la vi por primera vez. Al principio no era nada serio, pero cuanto más la escuchaba hablar, más la quería conmigo. Y como en ese entonces era un idiota, decidí conservarla como amiga.

Y las vueltas de la vida nos trajo hasta aquí, hasta este magnifico momento. Tuvimos que ser dos idiotas para darnos cuenta de lo que siempre sentimos.

–Desde el primer momento en que te vi lo sentí –comienzo a hablar– Solo que tuve que perderte para darme cuenta de lo enamorado que estuve siempre de ti –la miro a los ojos, y me sonrie– ¿Puedo confesarte algo?

–Creo que es el momento ideal –asiento.

–La primer noche que tuvimos juntos, sabia que te estabas metiendo debajo de mi piel. Sabia que eso que había sucedido era mas que sexo sin compromiso. Nathalie... ese día me debilitaste por completo, solo que me lo negué a mi mismo y me hice creer que solo era sexo y nada mas. Cuanto más estaba cerca de ti, más se complicaba. Creo que eso explica el por que una vez me notaste tierno. Esa noche hice el amor contigo sin darme cuenta –extiendo mi mano, y toco la suya– No se como demostrar cuan agradecido estoy de que estés en mi vida. No tienes la más mínima idea de todo lo que siento por ti. Si, te digo que te amo. Y si, te digo que estoy enamorado de ti. Pero... las palabras no son suficientes para hacerte entender todo lo que siento por ti, todo lo que significas para mi, y todo lo que me importas.

Sus hermosos ojos azules se llenan de lágrimas, y sonrío cuando unas cuantas acarician su rostro. Nathalie se las seca de inmediato, y me sonríe.

–Al apoyarme con el tema de formar una familia, lo estas demostrando. Te esfuerzas tanto por hacerme feliz, Paul. Y no tienes que esforzarte para hacerlo, soy feliz contigo incluso cuando te pones en idiota –sonrio– Gracias por todo lo que haces por mi.

–El agradecido soy yo. Lograste que sintiera algo y que no tuviera miedo de ello. Nadie nunca me iba a aceptar de la forma en tú me aceptaste.

Me sonríe y nuestro momento se ve interrumpido por la llegada de nuestros platos. Una vez que logramos calmar nuestro momento cursi, pero realmente agradable, disfrutamos de una cena llena de risas al recordar ciertos momentos que vivimos.

El restaurante había contratado un show para esta noche, y se trataba de una pareja que cantaba canciones de otros artistas, o bandas. En estos momentos estaban cantando a dúo una canción de Queen.

Luego de esa increíble versión, y de recibir todos los aplausos. La joven pareja sonríe, y ahora es el chico el que se ubica frente al micrófono, mientras que la chica va a tocar el piano. Una hermosa y tranquila melodía comienza a sonar, y muchos hombres sacaron a su mujer a bailar. El chico comienza a cantar una canción que me resulta bastante conocida, de seguro la habré escuchado en la radio. Nathalie sonríe al escucharlo, y al escuchar lo que la letra dice.

Me pongo de pie, y le extiendo la mano. Ella se sorprende, pero aun así me da la suya y se pone de pie. Nos dirigimos al centro de la pista, entre todas las parejas. Comenzamos a bailar al ritmo de la tranquila musica, inundando nuestros oídos con la increíble canción que sonaba de fondo.

–She completes me it's how she reads me right or wrong –le susurro a Nathalie en el oído luego de escuchar al chico cantar– It's so clear she's all that I need...

Es lo ultimo que repito de la letra, y cuando la miro me sonríe. Como respuesta me besa, y seguimos bailando al ritmo de la musica mientras nos embriagamos del sabor del otro.

Cuando nos separamos me sonríe, y le devuelvo la sonrisa.

–Aun me sigue sorprendiendo el cambio que veo en ti –dice.

–Bueno, es tu culpa –se rie– ¿Te das cuenta de algo?

–¿Qué?

–Supongo que la próxima vez que bailemos así... sera en nuestra boda –sonrio, y me sorprendo de mi mismo– Definitivamente me convertí en un idiota –se rie– Y te ríes porque sabes que es así. Este era tu plan ¿cierto? Convertirme en un idiota, para luego dejarme.

–Cierra la maldita boca, West. Eres mi idiota favorito.

–¿Tan favorito que no me dejaras nunca?

–No lo se, el rubio que esta allá me esta mirando, y es ardiente.

Sigo la dirección de su mirada, y veo como el rubio que ella dice la esta mirando de una forma babosa.

–Eso no es gracioso.

Se ríe a carcajadas.

–Es gracioso verte así.

–Eres una malvada ¿te das cuenta?

–Te estoy devolviendo todas las que me hiciste cuando salíamos a cenar, o al cine cuando eramos amigos "Mira las tetas de esa, ¿son reales o falsas?" "Mierda... que sexy esa chica, lastima que aun no es legal" –me río a carcajadas cuando me imita en mi tiempo de idiota, pero luego me dejo de reír y le frunzo el ceño.

–Sigues siendo una malvada –me sonríe.

–¿En serio crees que te dejare? –me encojo de hombros– ¿Y qué pasa si tú lo haces?

–Nadie me va a amar de la forma en que tú lo haces. Me aceptaste siendo un idiota, y me sigues aceptando ahora. Nadie haría eso, así que yo jamas te dejaría. En cambio a ti... cualquiera te amaría, eres increíble.

–No puedo imaginarme lejos de ti.

–Yo tampoco...

–Entonces deja de pensar en que te dejare, o en esas cosas raras.

–De acuerdo –la canción llega a su final, y las luces se encienden– Cuanta ternura hubo hoy.

Le sonrío elevando ambas cejas.

–Paul, no lo hagas.

–¿El qué?

–Se lo que estas a punto de hacer.

–¿Si? 

–Si.

–Bueno, entonces vayamos a casa por ese polvo –me río a carcajadas y me pega en el estomago intentando ahogar su risa.

–¡Siempre arruinando los mejores momentos!

–Me dijiste que soy tu idiota favorito.

Le regalo mi mejor sonrisa angelical, y se ríe negando con la cabeza.

Volvemos a la mesa, y pedimos la cuenta. Una vez que pague por nuestros platos, y nuestro postre, nos dirigimos al departamento.

Y lo que hicimos en nuestra habitación fue más que un simple polvo.

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El dia en que deje de escribir novelas de romance voy a dejar de ser yo (?) Jajaja. Hola! ♥ Gracias por su apoyo, no solo al leerme, y votarme. Sino que tambien al apoyarme con lo que voy haciendo en la historia, y con ellos dos.  Algunos de los deseos que ustedes tienen, de alguna forma se van a cumplir ♥ Les dejo la cancion que Nathalie y Paul bailaron Nothing really matters de Mr. Probz y les pido que no se la olviden... va a ser muy importante para ellos ♥
PD: Ya se dio a conocer en este capitulo algo del por que se llama Di cuando :)