Mientras Chloe y Hunter se encontraban en su dichosa luna de miel, Zoey había quedado a nuestro cargo por decisión propia. Al parecer sus padres le dieron a elegir entre sus abuelos, Marie y Blaine, y nosotros. Claramente ganamos la competencia. Zoey dijo que amaba a sus abuelos, pero que le apretaban mucho las mejillas. Y nos contó que Blaine es sonámbulo, y eso la asusta. Creo que ya se como burlar a Blaine la próxima vez que lo vea, más allá del hecho de que alguna vez me gusto su novia, hoy en día nos llevamos bastante bien.

Nos encontrábamos en la casa de Zoey cuidando de ella, aquí tenia más lugar, tenia sus juguetes y demás cosas que en el departamento no tiene. Salvo por alguna que otra muñeca que olvido.

En estos momentos, Nathalie y Zoey estaban viendo Frozen por... bien, ya perdí la cuenta de cuantas veces la van viendo. Y mientras ellas cantaban las canciones de la película, o se reían de las escenas de Olaf, yo me encuentro en la cocina cocinándoles unas ricas pastas. 

Por suerte la película termina, pero para mi desgracia Chloe y Hunter le habían comprado a Zoey el soundtrack de la película.

–Matenme... –digo desde la cocina cuando las escucho cantar. Me asomo para verlas, y sonrío ante la ternura de la escena. Ambas cantando Love is an open door, en cuanto me ven disfrutando del show me llaman para que sume, y cuando me quiero escapar me agarran y me obligan a cantar con ellas. No me queda otra que sumarme, así que me encojo de hombros y las sigo en sus bailes, y cantos. Nos reímos de nosotros mismos, y logro escaparme con la excusa de que la comida ya estaba lista.

Y de hecho así era, así que le sirvo una porción a cada una y nos sentamos en la mesa con Olaf cantando de fondo.

–¿Tio Paul?

–Dime.

–¿Tú eras amigo de mi papá cuando tenia los ojos oscuros?

La miro, y sonrío ante la inocencia de su pregunta y forma de preguntar. Nathalie la esta mirando de la misma forma que yo.

–Si, soy amigo de tu papá desde pequeños. Es como un hermano de la vida –sonrio– ¿Te hablo de eso?

–Él no, pero mamá si. Me encontró viendo una foto de papá de antes que yo naciera, estaba escondida. Y me dijo que papá antes tenia los ojos oscuros o algo así entendí.

–¿Por qué me preguntas esto?

–Porque tengo miedo de preguntarle a papá y que se enoje conmigo.

–No se enojara contigo, tal vez él esta esperando a que seas un poco más grande para hablarte sobre esa vida que tuvo –asiente y se pierde en sus pensamientos.

–¿Estaba triste? –me mira, y suspiro.

–Si, lo estaba. Pero una milagrosa operación lo ayudo, hizo que sus ojos ya no fueran más oscuros.

Sonrío y me pierdo en mis recuerdos. Vuelvo al momento en que mi mejor amigo me volvió a ver luego de esa operación.

–Oh... santa mierda –me dice cuando entro a la habitación. Mi mandíbula por poca llega al suelo. Hunter sonríe, y acto seguido me encuentro riéndome a carcajadas. 

–¡Estas viendo, viejo! –me sigo riendo de la emoción del momento. Creo que me estoy riendo para no llorar, podría llorar pero seria la broma de Hunter por muchos años.

–¡Te estoy viendo, maldito cabrón! 

De forma inmediata me lanzo a sus brazos y me recuerda a esos abrazos que nos dábamos de pequeños luego de no habernos visto por meses.

–Te dije que iba a ser posible –lo miro sonriendo, y nos quedamos viendo por largos segundos. Hunter me observa detenidamente disfrutando de su milagro– Bésame.

Le digo cuando nada dice, y se ríe a carcajadas. Luego de eso, nos volvemos a abrazar.

–Ese día tu papá fue feliz –miro a Zoey cuando vuelvo al presente– Pero fue el doble de feliz el día en que naciste.

Zoey me sonríe. Luego de la operación, el nacimiento de Zoey esta en mis momentos favoritos y felices.

–Mi mamá me dijo que lloraste.

Nathalie se ríe.

–Yo no llore.

–Si que lloraste –dice Nathalie, y mira a Zoey– Cuando te tuvo en brazos por primera vez, dijo que eras tan pequeña, tan hermosa y cuando nos dimos cuenta –Nathalie me mira– Estaba llorando.

–¡No estaba llorando! –me cruzo de brazos y Nathalie se ríe.

–Tio Paul, papá dice que las mentiras son malas.

Nathalie asiente dándole la razón.

–No le mientas a Zoey –agrega y la fulmino con la mirada.

–Vale... si, llore –ambas se ríen.

–No olvidemos el día en que Zoey te dijo tío Paul por primera vez –dice Nathalie.

–¿Qué hizo? –pregunta Zoey.

–Te quedo mirando tildado por varios segundos, tu papá tuvo que quitarte de sus brazos porque parecía que estuviera congelado, y tenían miedo de que te tirara al suelo. A la hora parece que recién se dio cuenta de lo que le dijiste, y comenzó a festejar como una niña.

Zoey se ríe a carcajadas, y mas aun cuando Nathalie me imita.

–¡Suficiente! –me levanto de la mesa, pero ellas siguen riendose– Ahora por malvadas ustedes lavaran los platos.

–¡Yo lavo, y tú secas! –grita Nathalie y Zoey esta de acuerdo.

Mientras las chicas se encargan de eso, yo me recuesto en el sofá a ver los resultados del partido y la opinión de los panelistas del programa de deportes.

Sonrío cada tanto cuando escucho la conversación de Zoey y Nathalie. Quiero que Zoey se quede para siempre así de pequeña, conservando su inocencia. No quiero que crezca y se vuelva una adolescente rebelde como la de la película que encontré.

Nathalie vuelve con Zoey trayendo el postre, así que disfrutamos del helado mientras miramos uno de los dibujos animados preferidos de Zoey.

Cuando veo que Zoey esta con sus párpados pesados del sueño, la cargo en mis brazos y la subo a su habitación. Para cuando la recuesto en la cama, ya se encontraba semi dormida, así que me quedo un rato con ella hasta que logra dormirse, la arropo y la dejo descansar.

Bajo a la sala, y veo a Nathalie buscando una película en el sector de películas que se encontraba junto a la televisión.

–¿Alguna buena? –le pregunto cuando me siento en el sofá.

–La mayoría son infantiles –me rio– ¿Vemos Begin Again?

–La película favorita de Chloe y Hunter.

–Para ellos esa película es como Simplemente no te quiere para nosotros –me río dándole la razón. Nathalie coloca la película en el dvd y se ubica a mi lado. Las promociones de otras películas empiezan a verse en la pantalla. Nathalie se ubica de mejor manera a mi lado, y cuando la rodeo con mis brazos parece realmente cómoda.

–¿Paul?

–¿Si? –me encontraba atento viendo el tráiler de una película de comedia romántica en la cual estaba Rachel McAdams. 

–¿Mañana podemos ir a un lugar?

–¿A qué lugar?

Se sienta y me mira a los ojos.

–Tal vez sea demasiado pronto, pero quiero ver como es todo.

–¿De qué lugar estamos hablando?

–Un centro de adopción.

–Oh...

–¿Crees que es muy pronto?

–Contigo nada es apresurado, disfruto cada momento –le sonrío.

–Quiero ver si estaré lista para ese paso, por si acaso –se encoge de hombros– ¿Es muy loco?

–Para nada.

–Si no estas de acuerdo con esto...

–Calla –le beso la frente– Estoy de acuerdo. No tengo problema en ir a un centro de adopción –le sonrio– Ahora... sabes que me gustan los niños, si quiero llevarme a todos sera tu culpa.

Se ríe y me abraza.

–Te amo.

–Te amo –le contesto sonriendo, y nos quedamos en silencio cuando la película comienza.

Me tomo por sorpresa lo de Nathalie. Pero realmente me gustaría ir a un centro de adopción y conocer como es todo, conocer a niños que quizás podamos salvar.

Estoy ansioso, y algo nervioso por la reacción de Nathalie en el momento.

Al otro día, dejamos a Zoey en la casa del padre de Chloe un rato, para así ir al centro de adopción. Hubiéramos llevado a Zoey, pero se que por curiosa comenzaría a preguntarle cosas a Nathalie, y tal vez ella no este lista para eso.

Una señora de mediana edad nos recibe con una enorme sonrisa. Su cabello que alguna vez fue de un rojo intenso, se ve opacado por unas cuantas canas.

Nos hace pasar a un despacho, y cuando nos sentamos frente a ella, escuchamos el sonido de unas risas de niños que se encuentran jugando en el patio.

La señora de nombre Beth, nos hace algunas preguntas y nos informa sobre el lugar, sobre como funciona todo aquí, y sobre como seria todo si decidimos adoptar.

–¿Puedo saber por qué quieren adoptar? –pregunta con amabilidad, y miro a Nathalie quien suspira y baja la mirada– Oh... ya entiendo. Lo siento mucho.

–No es nada –contesta ella sonriendo. A veces su fortaleza me sorprende, pero así como puede ser la persona mas fuerte, puede ser también la más débil.

Beth asiente, y mira sus papeles.

–Esta pregunta es la más importante entre los requisitos... –nos mira– ¿Estan casados?

Miro a Nathalie y ella a mi.

¡Maldicion, habíamos olvidado ese detalle!

–Es necesario que lo estén. Pueden conseguir una adopción sin estar casados, pero... es algo realmente difícil. Veo que se aman, lo noto –nos sonrie– Pero eso no es suficiente para la ley.

–Podemos solucionarlo –Nathalie me mira, y yo a ella– Uhm... no quiero asustarte.

Beth se ríe, y Nathalie sonríe negando con la cabeza.

–¿Podrias casarte si salimos de aquí enamorados de un niño?

–Podria casarme contigo ahora, mañana, dentro de cinco años. Te amo, Nathalie –y por momentos Beth deja de estar presente– De todas formas me veía casado contigo.

Sonríe, y cuando Beth suspira caigo en la cuenta de que esta aquí. Y le sonrío encogiéndome de hombros.

–¿Tenemos que llevar un tiempo en el matrimonio? –pregunta Nathalie.

–Siempre y cuando sea un acuerdo legal, y la ley lo apruebe todo ira bien.

Nathalie me mira un tanto asustada.

–¿Qué?

–Solo... esto es un paso enorme. Lo sabes ¿verdad?

–¿Y?

–No quiero que te arrepientas.

–Estoy enamorado de ti, maldición –miro a Beth que me sonrie– Lo siento.

Nathalie se ríe.

–De lo unico que me arrepentiria es de no poder hacerte feliz.

Nuevamente Beth suspira, y Nathalie me sonrie susurrandome que me amaba.

–¿Podemos ver a los niños? –le pregunta.

–Claro –dice Beth y se pone de pie. La seguimos por un largo pasillo, y salimos al patio. Una pequeña cantidad de niños se encontraban jugando allí, corriendo, gritando, y riendo. Sonrío al verlos divertidos, y de como disfrutaban de su juego en grupo.

–Los dejo solos –dice Beth sonriendo.

–Gracias –le digo y se retira. Miro a Nathalie quien observaba a los niños con atencion– ¿Todo va bien?

–Si –me mira sonriendo– Solo... es un poco fuerte estar aquí.

Asiento dándole la razón, y la abrazo por detrás mientras seguimos observando a los niños que seguían jugando sin notar nuestra presencia.

Un niño pequeño de rizos negros se cae cuando pasa por nuestro lado, me separo de Nathalie de forma inmediata y tanto ella, como yo nos agachamos para ver como estaba.

–¿Estas bien? –le pregunto, y me mira con sus ojos color miel.

–Siempre me golpeo en el mismo lugar –me dice, y sonrío. Es de la edad de Zoey, y su rostro esta acompañado por unas cuentas pecas– La tía Beth dice que mi rodilla es de acero, me golpeo pero nunca me duele.

–¿Nunca te paso mas que un golpe? –Nathalie me mira al ver que estaba sacando a lucir mi futuro trabajo de pediatra.

El niño asiente, y me mira mientras inspecciono su rodilla derecha.

–¿Eres doctor?

–Aun no –le sonrío.

–¿Como se llaman?

–Ella es Nathalie, y yo soy Paul.

–Hola –Nathalie le sonrie– ¿Y tú?

–Nolan –sonrio y me da ternura cuando veo la ausencia de un diente– ¿Puedo volver a jugar con mis amigos? 

Nos pregunta y vuelvo a sonreír.

–¿Seguro que no te duele la rodilla?

–Seguro, nunca digo mentiras –me frunce el ceño– Aunque una vez le mentí a la tía Beth de que yo no me había comido las galletas de chocolate –me rio– No le digan nada.

–Tu secreto esta a salvo con nosotros –le dice Nathalie, y Nolan le sonríe encantado.

–Puedes volver a jugar con tus amigos.

Nolan se pone de pie, y para sorpresa mía y de Nathalie nos abraza antes de irse a jugar con sus amigos, y nos regala una sonrisa agradable. Nolan corre como si nunca se hubiera caído de mala manera, y mas allá de que su rodilla no le duela, me preocupa.

–Creo que acabo de tener un pequeño enamoramiento –dice Nathalie y la miro– ¿Qué?

–No quería decirlo por miedo a asustarte. Pero en el momento en que me miro... también tuve ese enamoramiento –me sonríe, y me abraza.

Beth se aparece nuevamente, y nos dirigimos a su despacho. Nos pregunta como nos fue, y le contamos sobre Nolan. Y ella nos contó sobre él. Su madre se encontraba muy enferma cuando lo dejo aquí siendo un bebé, al parecer era una enfermedad de la cual no podía sanar, su padre se encontraba ausente desde hace tiempo y no tenia a nadie más en el mundo. Y por eso decidió traerlo aquí. Lo ultimo que supieron de ella era que había fallecido cuando Nolan cumplió un año de edad.

Beth nos dijo que Nolan es un gran niño, y al decirme esto me recordó a la pequeña mentira que le dijo, y eso me hizo sonreír. 

Nos despedimos de Beth con un hasta luego, y nos subimos al auto.

Nos encontrábamos en silencio, mirando hacia adelante, aun no podía encender el motor del auto por encontrarme sumido en mis pensamientos, y en toda la información de Nolan. 

Y la regla principal de casamiento no dejaba de titilar en mi cabeza.

Nathalie se encontraba en la misma situación que yo, sumida en sus pensamientos y tal vez pensando lo mismo que yo. Creí que venir a este lugar nos iba a afectar un poco, pero creo que nos acaba de cambiar la vida.

–No podemos dejarlo aquí –digo al fin y la miro.

–Es como si hubiera caído en nuestras vidas, y no en el suelo –agrega sonriendo y con lágrimas en los ojos.

–¿Estas pensando lo mismo que yo?

–Paul, adoptemos a ese niño.

–Hay mucho de lo que hablar –agrego sonriendo.

Tendría que encontrarme asustado, ya que esto significa un gran cambio en nuestras vidas.

Nos teníamos que casar antes de adoptar. Adoptar... ¡Si todo sale bien adoptaríamos a Nolan!

Tendría que estar asustado, pero no lo estoy. Me encuentro feliz. Podrán llamarnos apresurados, pero los demás no saben lo que Nathalie y yo sentimos. Los espectadores no saben lo que los protagonistas viven, y sienten. Siempre opinan desde su punto de vista, pero no saben lo que el protagonista piensa de todo.

Nos tomaremos esto con calma, más allá de haberlo prácticamente decidido. Quiero a Nolan con nosotros, realmente lo quiero.

Y realmente no tengo problema de casarme con Nathalie si la ley lo pedía ¡A la mierda la ley obligatoria! Amo a Nathalie, ame su sonrisa en el momento en que Nolan nos sonrió, la amo, y se que la amare siempre. Lo siento, y quiero sentirlo todos los días. Quiero casarme con ella por Nolan, quiero casarme con ella por nosotros, por su felicidad, y porque la amo.

Nunca pensé que diría esto, pero... Paul, creo que te vas a casar.

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Un gran cambio para estos dos. Pero un gran GRAN cambio. Tal vez tambien lo vean como muy apresurado, pero yo quiero que estos dos sean felices. Y se viene mucho mas, no solo el posible casamiento, y la posible adopcion. Se viene muuuucho mas. Hasta pronto!