Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Salí de mi turno en el hospital, mucho menos cansado que de costumbre. Llegue al departamento y de inmediato me duche. Quería quitarme el olor al hospital, me había acostumbrado a él con el tiempo, pero no podía oler así cuando una chica ardiente esta en camino. 

Holly, ardiente como el infierno. La conocí en un bar hace unos meses atrás. Me gusta porque es directa, me gusta porque no busca una relación, me gusta porque sabe lo que quiere y va por ello. Se que si me encuentro aburrido, ella es un polvo seguro.

Salgo de ducharme y me visto con un jean oscuro, y una remera blanca con escote en V. La cual me favorecía, podía lucir allí mi tiempo en el gimnasio. Observo el departamento, el cual no se encontraba del todo ordenado.

Mi departamento, mi mundo.

Y no tengo por que impresionar a Holly en esto, ella solo busca sexo, como yo. Así que la apariencia de mi departamento es lo que menos importa.

El timbre llama, y me encamino hacia la puerta, pongo mi mejor sonrisa seductora y la abro. Mi sonrisa cambia cuando en vez de encontrarme con Holly, me encuentro con Hunter cargando a Zoey.

–¡Tio Paul!

–¡Zoey! 

Hunter me la pasa a mis brazos y nos abrazamos. Me pareció extraña verla sin algún vestido de princesa, a diferencia de eso, llevaba unos pantaloncillos rosa, junto a una remera sin mangas blanca. Los hago pasar, disimulando mi sorpresa ante la visita. 

–Zoey quería verte –dice Hunter.

–Me parece bien, yo siempre quiero verla –observo a Zoey y me sonríe.

–¿Ibas a salir? –niego con la cabeza– ¿Esperas a alguien? –ladeo y suspira– Zoey, volvamos a casa. Tío Paul, estará ocupado.

–Pero yo me quería quedar a dormir –Zoey hace pucheros, y esa maldita dulce cara me compra por completo.

Solo por Zoey cancelaría un polvo.

–Puedo cancelar, Hunter.

El timbre vuelve a sonar, y veo que es tarde para cancelar. Voy a tener que echarla de forma educada, a Zoey no le gustaban mis "amigas" 

Abro la puerta, sin utilizar mi sonrisa especial y ahora si me encuentro con la ardiente Holly. Vistiendo un vestido negro, ajustado al cuerpo y que apenas cubría sus muslos.

¡Mierda!

Su cabello castaño caía sobre su espalda, y utilizaba su mirada seductora.

–¿Me echaste de menos? –sonrie y se abalanza sobre mi entrando al departamento, pero se separa de forma inmediata cuando ve a Zoey y Hunter. Parecía algo incomoda cuando intentaba bajar su corto vestido.

Hunter la mira sin emoción alguna, él sabe lo que hago. En cambio Zoey esta cruzada de brazos, observándola como si fuera la villana de una de sus películas de princesas.

–Oh... hola –Holly sonríe.

–Hola –saluda Hunter de forma amable, me mira y niega con la cabeza– No te preocupes, ya nos íbamos.

–¡No quiero irme! –se queja Zoey– Quiero quedarme con el tío Paul.

–Pero el tío tiene visitas, cariño.

–No importa –dice Holly– No me molesta en absoluto –me sonrie– Me gustan los niños. Tal vez podamos hacer algo juntas.

¿Planea quedarse y tener sexo conmigo cuando Zoey se durmiera? ¿Esta loca?

Sera ardiente, pero me temo que eso no sucederá.

–Yo no quiero hacer nada contigo –le escupe Zoey, e intento ahogar una risa.

–¡Zoey! –la regaña su padre– No es manera de hablarle a la amiga de tu tío.

–Pero papá, yo llegue primero.

–Disculpate con la amiga de Paul.

–No –se cruza de brazos.

Quiero comerla a besos. Zoey me mira y le guiño un ojo.

–No fue una pregunta. Lo haces o lo haces.

Zoey bufa molesta y le sonrío.

–Lo siento.

–Bien hecho –Hunter sonrió.

–Holly, me temo que hoy no podrá ser.

–¿Qué? –parece sorprendida y molesta– Cruce la ciudad para venir hasta aquí.

–Si, lo se. Te lo recompensare, lo prometo.

–Bien –dice entre dientes.

–Te llamare pronto.

Sin despedirse de Hunter, y Zoey, sale de forma molesta. Se que es como yo, pero también se que a ninguna chica le gusta que le cancelen de esta manera, sea lo que sea. Ya se le pasara. Hoy es noche con Zoey.

–Bien, se queda entonces. Pero si mi hija mañana dice alguna palabrota, no la veras por dos semanas.

–¿Qué? –decimos Zoey y yo al mismo tiempo.

–Zoey me adora.

–Lo digo en serio, Paul. El otro día llamo cabrona a su madre –me río y Zoey se ríe junto a mi, pero ambos dejamos de hacerlo cuando Hunter nos mira de mala manera– Lo digo en serio. Si quieren que esto de las pijamadas y salidas sigan, sera mejor que tu cuides de tu vocabulario –me mira.

–Esta bien.

–Y tu harás oídos sordos a palabras desconocidas –mira a Zoey.

–Esta bien.

Ambos nos cruzamos de brazos, y miramos el suelo. Hunter niega con la cabeza ante nuestra similar pose.

–Bien. Espero que cumplan con su parte. Te veo mañana, princesa –besa la mejilla de Zoey y ella le regala una sonrisa, la cual siempre usa para enamorarme aun mas.

–Te quiero, papá.

–Y yo a ti, cariño –le sonríe y cuando se gira me mira de mala manera.

–Se cuando no te agrado.

–¿Cuando dejaras este juego?

–¿Qué juego? –me mira como diciéndome estupido– Oh... ese juego. No lo se, es lo único que me divierte.

–Lo mismo dijiste hace cuatro años atrás, Paul.

–No todos encuentran lo que tu tienes. De todas maneras... no se si lo quiera. No estoy a ese nivel –quiere decir algo, pero lo interrumpo– Así estoy bien, Hunter.

–Como sea.

Nos encaminamos hacia la puerta, y nos damos un abrazo fugaz.

–Saluda a la cabrona de Chloe –me frunce el ceño y sonrio– Que gruñon te has vuelto. Cuidare de mi vocabulario.

–Eso espero.

–Ahora ve y haz lo tuyo –le guiño un ojo y se ríe negando con la cabeza– ¡Te reíste! ¿Lo ves? A ti también te alegra el... sexo –susurro por Zoey.

–Con Chloe no tengo... sexo –susurra.

–Haces el amor –leo sus pensamientos– Metes tu jodido pene en su vagina, es sexo.

–¡Paul! ¿Que... carajos?

Me río y lo empujo.

–Ya no puedo soportar tu cara, te veo mañana amigo.

Hunter se aleja y entro al departamento. Zoey esta sentada en el sofá haciendo zapping.

–¡Muy bien! ¿Qué veremos? –me siento a su lado.

–Quiero ver Encantada.

–La vimos la otra noche.

–Pero quiero verla de nuevo. Además a ti te gusta también.

Tiene razón. Por mas que me diera vergüenza admitirlo, me gustaba.

–Esta bien, la veremos.

–¿Puede venir la tía Nathalie?

Me pregunta una vez que coloco el dvd.

–¿Quieres que venga?

–Si, quiero que me peine como siempre lo hace –sonrio.

–Podemos llamarla y ver que esta haciendo.

Cojo mi celular y llamo a Nathalie, para luego ponerla en alta voz. Con Zoey esperamos a que nos atienda.

–¿Hola? –estaba agitada.

–¿Qué demo... –me detengo al ver a Zoey– ¿Qué estas haciendo?

–Estaba corriendo, Paul. Mi rutina diaria.

Oh, era eso. Maldita mente sucia.

–¿En el parque de siempre?

–Sip.

–Genial, entonces tienes que venir.

–¿Qué? 

–Anda, tía, ven a ver Encantada con nosotros.

–Zoey –puedo asegurar que sonrio– No sabia que estabas allí.

–¿Podras venir, por favor?

–A ti no puedo decirte que no.

–¿Si yo te invitaba me ibas a decir que no?

–¿Qué te parece?

–Eso esta mal –miro a Zoey y le saco la lengua, ella me imita y nos reimos– Te esperamos, entonces.

–Enseguida estoy allí.

Mientras esperamos a Nathalie, me encargo de preparar palomitas. Para cuando termino, el timbre suena, por lo tanto Zoey corre de forma feliz hacia allí, y se saluda con un enorme abrazo con Nathalie. Me encamino hacia la sala, con un tazón repleto de palomitas dulces y casi se me cae al suelo cuando observo a Nathalie. Llevaba puesto unos pantaloncillos cortos deportivos, los cuales eran sueltos, pero sus piernas lucían tan jodidamente bien. Y la remera sin mangas blanca dejaban a lucir sus pechos. Su cabello estaba recogido en una coleta alta, y estaba ligeramente transpirada.

¡Santa mierda! Niego con la cabeza, intentando apartar cada pensamiento sucio de mi mente.

Paul es tu amiga, no la mires como mujer.

–¿Por qué me estas mirando así?

–¿Asi como?

–Como si... no se, como si me ¿desearas?

–Ya quisieras.

La empujo cuando paso por su lado, y tal vez no medí la fuerza con la que lo hice, ya que la escuche quejarse. Nos sentamos en el sofá junto a Zoey, dejándola a ella en el medio. 

La película comienza captando de forma inmediata la atención de Zoey. Nathalie se quita las zapatillas deportivas y coloca sus pies encima de la mesa de café.

–¿Te molesta? –me susurra para no molestar a Zoey.

–Para nada.

Ahora ella también le pone atención a la película, mientras que yo no puedo concentrarme. Mis ojos están puestos en esas firmes y de seguro suaves piernas.

Esto de no haberme acostado con Nathalie me lleva a verla de esta manera. Mis ojos caen en sus pechos y en como lucían en esa remera. Por un momento desee tocarlos, y jugar con ellos.

Subo mis ojos hasta su rostro, y me detengo en su boca. Dejo volar mi imaginación y me imagino las cosas increíbles que puede hacer con ella.

¿Por qué mierda la estoy viendo así cuando bloquee todo tipo de pensamiento de este nivel?

Una maldita semana paso desde la ultima vez que la vi, las cosas no pueden cambiar.

Bien, detente Paul. Aparto mis ojos de ella. Buen chico.

Luego de la película, Nathalie peino a Zoey de la forma en que a ella le gustaba y cuando nos dimos cuenta, Zoey dormía en el sofá. La recojo de allí entre mis brazos y la llevo a mi habitación, la recuesto en mi cama sin despertarla y la arropo. Salgo de mi habitación y veo a Nathalie preparando sus cosas para irse.

–¿Ya te vas? Mañana es sábado, no trabajas.

–Lo se, pensé que tal vez querrías descansar.

–Nah, quédate. Puedes quedarte a dormir. Zoey se pondrá contenta, yo dormiré en el sofá.

–No traje ropa. Y quiero bañarme.

–Te presto una remera.

–Seria asqueroso ponerme la misma ropa interior.

–Bueno, no te pongas nada –ensancha los ojos, para luego fruncirme el ceño. Me río de ello y la vuelvo a empujar, esta vez con mas cuidado– Te prestare un bóxer mio.

–Paul, eso...

–Hazlo por Zoey –la interrumpo mientras saco dos cervezas de la heladera.

–No esta bien que uses ese chantaje –le sonrío y le paso una cerveza– Bien, lo haré. Solo por Zoey.

–No pensé otra cosa.

Lleva la botella a sus labios y nuevamente dejo volar mi imaginación.

Nathalie observa la cocina y pone cara de como si estuviera viendo la cosa mas asquerosa de todas.

–¿Qué?

–Deberias lavar los platos.

–Si, debería –me encojo de hombros y me dirijo al sofá.

–Cuando traes a tus chicas... ¿asi luce todo? –pregunta al sentarse a mi lado.

–La mayoría de las veces.

–¿Y eso no les repugna?

–Vienen aquí solo para tener sexo, Nathalie. Hacen las cosas mas asquerosas para ti, pero deliciosas para mi ¿y crees que se molestarían por un par de platos sucios o ropa tirada?

–Si, bueno. No es necesario entrar en detalles.

Le sonrío. Y termino de beber mi cerveza.

–Las novelas que lees entran en detalles.

–¿A qué te refieres?

–Se que lees novelas eróticas, maldita pervertida –sus mejillas se encienden y me río.

–¿Cual es el problema?

–Ninguno.

–De todas maneras, allí si me interesan los detalles. En ti... no.

–¿Tienes miedo de que te guste lo que hago y quieras una probadita de Paul?

Me mira y utilizo mi mirada seductora. La moja bragas. Así la había calificado Hunter en el instituto.

–Sabes... esa mirada hubiera funcionado si no supiera que eres un idiota.

Me rio y la empujo, otra vez.

–Si, lo has dicho. Entonces... ¿Si me deseas?

Suspira pesadamente, y deja la botella de cerveza sobre la mesa de café.

–¿Puedo bañarme?

–¿Conmigo?

–¡Wow, detente! –me rio– No soy una chica de tu lista. Además... ¡esta Zoey durmiendo!

–Solo bromeaba. No haría nada sabiendo que Zoey esta aquí ¿por qué pensaste que lo haría? –me mira y le sonrío.

–Eres. Un. Idiota.

Me río cuando me empuja, y observo como camina hasta desaparecer. Luego escucho el sonido de la ducha y me relajo en el sofá. 

En mi mente me recuerdo una y otra vez que Nathalie es mi amiga. Que no merece ser manchada por mi nombre. Y así tener pensamientos sucios lejos de mi al observarla.

Cierro los ojos, y el único sonido que se escucha en el departamento, es el del agua de la ducha. Esto de mantener mis pensamientos lejos, sabiendo que ella se encontraba desnuda allí, no estaba ayudando. Así que me siento y enciendo la televisión, dejando en donde estaban pasando una película de acción.

–¿Paul? –miro para mi izquierda y Nathalie se encontraba a pocos pies de distancia, con mi toallón azul alrededor de su cuerpo semi mojado.

¡Ten compasión de mi, Dios!

–¿Podrias prestarme algo tuyo?

–Claro –me pongo de pie y paso por su lado sin mirarla. De mi armario saco una remera negra lo suficientemente grande para ella, y un bóxer gris. Cuando voy una vez mas a la sala, se lo lanzo sin mirarla.

–¿Estas bien?

–Si, lo estoy.

Mas allá del hecho en que comienzas a ponerme duro allí abajo, lo estoy.

–Bueno... iré a cambiarme.

La escucho cerrar la puerta de mi habitación. Suspiro profundamente y cuento diez largos segundos. 

Cuando la mires, piensa que es Hunter. Si, eso.

Nathalie sale de mi habitación luciendo ardiente en mi remera negra, con su cabello mojado y esas jodidas piernas. 

No mires sus pechos, mírala a los ojos. Siempre a los ojos. Bien, Paul. Buen trabajo.

–¿Qué estamos viendo? –pregunta al sentarse.

–El transportador.

–Oh... no me gustan las películas de acción.

–Bueno, no veré una película de chicas solo porque estés aquí.

–Lo haremos –me quita el control de la televisión, tomándome por sorpresa.

–Oye, tu. Mi casa. Mis reglas.

–Mi auto. Mis reglas –dice en un tono burlón sonriendo.

–Dame el maldito control.

–¡Oh, Diario de una pasión y recién empieza! –me ignora por completo y se acomoda aun mas en el sofá.

–Podria soportarlo por Rachel McAdams, pero no. Dame el control, Nathalie.

–¿No piensas que es una historia súper romántica?

La observo y estaba sonriendo, juega con el control en sus manos y decido quitárselo, pero cuando lo intento lo aparta de forma inmediata. Comenzamos a luchar por el poder del control, y a reír por ese juego.

Entre tironeo y tironeo, nos caemos del sofá y consigo así que Nathalie caiga encima mio. Nuestras respiraciones están algo aceleradas, y nos miramos fijamente sin decir nada. Mis ojos caen en sus labios, así como mis manos caen en su cintura.

Mierda, mierda, mierda.

–Podemos ver el transportador.

–Podemos ver Diario de una pasion.

–O podemos solo ir a dormir.

Asiento lentamente, aun seguíamos en nuestros lugares. Nathalie decide apartar los ojos de mi y se pone de pie, así que la imito.

–Buenas noches –practicamente  se va corriendo hacia la habitación.

–Buenas noches.

Le contesto de todas maneras. Me recuesto en el sofá y me quedo mirando la película que ella había escogido. Estoy viendo la maldita película cursi, pero no estoy prestando atención. Mi mente esta en como su cuerpo cayo encima mio, y en como me sentí al respecto.

 Esto esta mal, Paul amigo. No te tuvo que haber gustado eso.

¡Pero maldición! ¿A quien engaño? ¡Me encantó! 

#

Hola ♥ Ya el capitulo dos de la historia narrada por el loquillo de Paul :) Gracias por sus comentarios, votos y apoyo para esta historia. Espero que les siga gustando. Les dejo una foto de Nathalie, es Candice Swanepoel ♥ Las leo en los comentarios, y ya comenzare a dedicar capitulos :)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #wattys2015