Estaba demasiado enojada con Paul por su estúpido mensaje, y aun mas enojada conmigo por haberle respondido, y por estar pensando en él incluso cuando no quiero.
Pero bueno, tu mente siempre te hace la mala jugada de hacerte pensar aun mas en algo que no quieres.
Cuando anteriormente pensaba en él, podía decir con una sonrisa "es un idiota" pero ahora lo digo de forma molesta, y sin ninguna sonrisa. Y el cariño que sentía, estaba siendo reemplazado por un malestar demasiado grande.
Pensar en él me daba dolor de cabeza, y me producía un dolor en el estomago. Y recordar que lo vi salir del bar en brazos de una chica, me hace querer romper cosas. Como en estos momentos que estoy a nada de romper la computadora de mi despacho mientras leo sus molestos estados de Facebook.
Deja de hacer esto. Me digo una y otra vez, hasta que lo hago. Y aprovecho para eliminarlo de mi lista de amigos, me hace mal verlo.
Me agarro la cabeza con las manos y respiro profundamente, contando hasta diez tantas veces que puedo decir que llegue al numero mil. Unos golpes en la puerta logran que me relaje un poco.
–Adelante –digo y Alice entra con una sonrisa, la cual se apaga al verme.
–¿Todo esta bien?
–Si.
–¿Es Paul, otra vez? –la fulmino con la mirada– Vale, lo siento. Es que te escuche maldecirlo.
–¿Qué necesitas?
–John necesita que releas la entrevista que realizaste –me entrega una carpeta.
–¿Por qué?
–Bueno... eres fresca y divertida en la edición de tus entrevistas, pero en esta estabas algo molesta.
Releo la entrevista y noto que lo que dice es cierto. Odio que Paul se meta incluso en mi trabajo.
–Esta bien, lo haré ¿algo más?
–Si, que deberías de admitir que estas celosa de Paul y que aun te tiemblan las piernas por él mas allá de tu enojo.
La miro fijamente y Alice larga una carcajada ante mi. No solo somos compañeras de trabajo, también somos amigas, pero eso no quiere decir que no sienta ganas de asesinarla.
–Tienes cinco segundos para desaparecer de mi vista –se sigue riendo– Cuatro...
–¡Me encanta hacerte enojar!
–Tres...
–Te gusta Nick, pero Paul... siempre sera tu debilidad.
Gruño y se ríe.
–Dos...
–¡Te quiero! –grita entre risas y sale de mi despacho.
Cierro los ojos y calmo a mi mente, y para ayudarme a hacerlo, pongo como fondo Coldplay y por suerte eso me funciona. Así que edito la entrevista y me siento bien al notar mi mente despejada.
Cuando finaliza mi horario de trabajo, me dirijo a la casa de Chloe y Hunter. Llevaba tiempo sin verlos, y sin ver a Zoey y no me vendría mal una pequeña visita.
Zoey me recibe con un fuerte y enorme abrazo, y sonrío muerta de ternura al verla con harina en su rostro. Chloe esta en la misma situación que ella, ambas se habían puesto a hornear las famosas galletas.
–¿Como van las cosas con Nick?–me pregunta Chloe cuando nos sentamos en la sala, compartiendo una taza de té, acompañada de las deliciosas galletas.
–Todo marcha bien –sonrio con seguridad– Me hace sentir bien.
–¿Quien es Nick? –pregunta Zoey.
–Un amigo.
–¿Tu novio? –me rio.
–No, un amigo... por ahora –le sonrío.
–¿Has hablado con Paul? –pregunta Hunter. Todo estaba marchando bien, hasta que lo nombro. Chloe nota lo que eso me genera, y golpea a Hunter en el estomago. Por suerte logro reirme de ello – ¿Cuando entenderás que para ser pequeña tienes una fuerza mayor?
Me río aun mas.
–Siento si te molesto que lo haya nombrado.
–No, no es eso. Solo que... no se –suspiro– Hemos hablado, pero nada. Veo que nada ha cambiado.
Hunter me frunce el ceño y me mira con ojos interrogantes.
–¿Por qué dices eso?
–Me hablo solo para molestarme. Me dijo que... –miro a Zoey y me pongo algo incomoda. Chloe lo nota.
–Zoey, ¿guardaste tus juguetes?
–No.
–¿Por qué no vas y los guardas?
–Esta bien –responde obediente y sube a su habitación.
–Detesto que a ti te haga caso y a mi no –dice Hunter y con Chloe nos reímos.
–¿Y bien? –Chloe me mira.
–Lo vi en el bar el fin de semana.
–Sabemos eso.
–¿Como es que lo saben? –Ambos se miran– Como sea. Solo nos dijimos hola, y luego se fue en brazos de una chica. Cuando llego al departamento, me manda un mensaje y solo para molestarme, como les dije. Volvió a ser el que siempre fue. Volvió a sus "nada de citas, solo polvo"
Hunter y Chloe se vuelven a mirar, y Hunter le asiente con la cabeza, como si le estuviera diciendo a Chloe que puede hablar.
–Paul no volvió a sus noches de solo un polvo.
Me río con una fuerte carcajada.
–Sale, si. Pero sale porque yo lo obligo –agrega Hunter– Te quiero, Nath. Pero no quiero que mi mejor amigo se quede odiándose a si mismo en su departamento.
Dejo de reírme y suspiro.
–¿Por qué se odiaría?
–¿Y por qué crees? Te perdió. Luego de confesarse, te perdió.
–Se me hace difícil creer su confesión.
–Es entendible, pero conozco a Paul desde hace años y jamas lo vi así –me asegura Hunter– Se que tú lo superaste, pero él... no.
¿Realmente lo supere?
–Paul vino aquí enojado porque te vio con Nick. No tuvo ningún polvo, Nathalie –dice Chloe.
–Todo lo que hace es un pantallaso para ocultar lo que en verdad le pasa, quiere convencerse a si mismo de algo que no puede –agrega Hunter y Chloe le asiente dándole la razón.
–No quiero hablar de Paul –susurro– Estoy bien con Nick y no quiero pensar en él.
–¿Por qué tienen que ser tan idiotas? ¡Ambos se quieren! –dice Hunter de forma enojada, y Chloe le toca el hombro para tranquilizarlo– Lo siento. Suerte con Nick –me sonríe y asiento.
–¿Vendras al cumpleaños de Zoey? –me pregunta Chloe.
–Por supuesto.
–Él vendrá.
–Lo se.
–Solo creí que ambos deberían de estar listos para enfrentarse otra vez, y no arrancarse los ojos.
–¿Quieres que te ayude con algo para el cumpleaños?
Decido cambiar de tema. Ya no quiero hablar de Paul. Cuanto mas hablo de él, o cuanto mas escucho sobre él. Más me ahogo en una laguna profunda.
Y la fiesta de cumpleaños de Zoey se acercó.
Estoy a punto de dirigirme hacia allí, pero antes me mentalizo en como actuar cuando vea a Paul.
Hace dos semanas que no lo veo. Dos semanas que no supe nada mas de él. Y en esas semanas mas me ahogue en una maldita laguna. Mi enojo se había calmado desde mi conversación con Chloe y Hunter, pero me molesta saber que se calmo cuando me entere que no se acostó con aquella chica.
Llego al cumpleaños de Zoey, y la casa esta decorada con globos coloridos y la temática es de princesas, obviamente. Zoey esta disfrazada de Rapunzel, su favorita. Y algunas de sus amigas también llevan disfraz, mientras que muchos de los niños se vistieron de su héroe favorito.
Dejo mi regalo en la mesa de regalos, y me siento en el patio trasero, observando a los niños jugar mientras escucho como Chloe habla con las madres de las amigas de Zoey.
–¡Tio Paul! –podria jurar que luzco tan blanca que podría decir que soy parte de la familia Cullen. Zoey corre a los brazos de Paul y este la recibe con un enorme abrazo. Sonrío ante la escena, Paul siempre fue muy tierno cuando de Zoey se trata. La llena de besos y ella se ríe pidiéndole que la deje en paz. La baja al suelo y Zoey vuelve feliz con sus amigas, y yo no dejo de mirar a Paul, y en lo atractivo que se encontraba. Mas allá de sus ojos cansados.
En cuanto me mira, quiero desaparecer. Y siento que mi cuerpo tiembla cuando inesperadamente me sonríe, aunque de una forma algo apagada.
Se dispone a hablar con Hunter, y Sam, pero no deja de mirarme cuando lo hace y no puedo evitar sentirme nerviosa.
–Nath ¿podrias traerme mas papas fritas? –me pregunta Chloe y me entrega un plato rojo vacío, le asiento y me dirijo a la cocina. Pasando por al lado de Paul.
–Hola –me dice cuando termino de llenar el plato, y casi lo arrojo al suelo.
"Hola" estoy empezando a odiar esa palabra.
Solo necesita decirme una palabra para ponerme en esta situación.
–Hola –le contesto y estoy a punto de salir de la cocina, pero se pone en mi camino.
–¿Quieres huir de mi? –me sonríe.
–¿Qué es lo que quieres ahora, Paul?
–Solo decir hola –se encoje de hombros.
–Bien, ya lo has dicho –intento salir, pero nuevamente no me deja, así que suspiro.
–¿Sigues con Nick?
–¿Te importa?
–¿Por qué me respondes con otra pregunta?
–¿Por qué tu haces lo mismo?
–¿Dejaras de responderme en pregunta? –dice con un tono divertido.
–Eres un idiota. Déjame salir, por favor.
–Solo quiero que me respondas algo.
–¡Si, Paul. Sigo con Nick!
–No te alteres, joder.
–¡Tu me alteras!
–¡Deja de gritarme!
–Entonces déjame salir –se pone nuevamente en mi camino y lo fulmino con la mirada– ¿Qué demonios quieres de mi? Me dices que me aleje de tu vida, luego vuelves y eres un completo idiota. Deja de hacer esto, deja de buscarme solo para fastidiarme.
–Siempre te he fastidiado.
–Solo que ahora sobrepasas el nivel de siempre.
–¿Estas bien con Nick?
–¿Qué?
–Me oíste.
–¿Importa?
–Si, sino no me molestaría en preguntar.
Lo miro a los ojos y siento a mi cuerpo débil. Y solo quiero abrazarlo y preguntarle si esta durmiendo bien, ya que lleva los ojos hundidos de cansancio.
–Si, estoy bien con Nick. Me hace bien –suspira– Si no querias saber la respuesta, no hubieras preguntado.
–¿Eres feliz?
Ahora suspiro yo, y él eleva ambas cejas esperando mi respuesta.
–Podria ser muy feliz si todo sigue así.
–Bien.
–¿Bien?
–Si, bien.
–Me haces doler la cabeza.
–¡Y tu a mi!
–¡¿Entonces qué haces aqui?!
–¡No se! Yo... yo... no lo se.
–Nunca sabes nada, y eso es realmente molesto ¡Dejame en paz, Paul!
–¡Ya basta los dos! –interviene Hunter– ¿Por qué se hacen esto? Solo consiguen hacerse mal cuando los dos necesitan del otro –con Paul nos miramos a los ojos mientras Hunter habla.
–Yo no la necesito –escupe Paul y sale de la cocina.
–¡Paul! –lo llama Hunter– Ustedes dos son un maldito grano en el culo, y unos completos inmaduros.
–Ya lo has oído, no me necesita.
–Oh, ¿y tu le crees? ¡Demonios! Claro que te necesita, solo que es demasiado orgulloso como para admitirlo.
Hunter estaba molesto, y no quería que este así. No hoy.
–Es el cumpleaños de Zoey, no quiero verte así. No te preocupes por nosotros, ni te hagas mal.
–Intento, pero son unos idiotas.
–¡Papá, Michael esta diciendo groserías! –se reaparece Zoey.
–No vale la pena que estés molesto hoy, Hunter –le aseguro y me asiente. Para luego encargarse de Michael y sus groserías.
Vuelvo al patio trasero, y dejo el plato con papas fritas en la mesa. Y por mas que me sienta incomoda, Paul no deja de observarme. Y lo conozco como para darme cuenta que lleva una mirada de dolor, angustia, y enojo.
Una parte de mi quiere correr a sus brazos, pero la otra, la otra gran parte quiere elevarle el dedo del medio.
Y lo que restó del cumpleaños, nos basamos en mirarnos y a la vez evitarnos. Y con esas miradas fugaces nos decíamos demasiadas cosas, pero esas cosas se reducían a insultos.
Si, con una mirada ya nos estábamos insultando. Detesto esto.
Dije que me iba a enfocar en mi, y eso voy a hacer. Ya no quiero perder el tiempo con Paul.
Pero no puedo evitar echarlo de menos.
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Hola!
Esto jamas lo hice. Estoy tan metida en la historia, que no puedo dejar de escribir, y merezco amor de su parte (?) Jajaja. Aca les traigo un nuevo capitulo, y con ello una cancion, la cual no dejo de escuchar mientras pienso en que hacer con estos dos es Clarity de Zedd ♥ Ahora si... nos leemos pronto! Amenme (?)
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