Logre calmarme desde esa noche en el cumpleaños de Nathalie. Hice cosas para distraerme, estudie, estuve mas horas en las residencias, salí a correr, fui al gimnasio, salí a pasear con Zoey, fui a eventos de medicina con Hunter, en fin... tuve a mi mente ocupada.
Cuando algo no va bien en tu mente, es mejor ocupar tu tiempo en otra cosa que no sea pensando.
Nathalie me hablo, por supuesto, y no le dije como me sentí en su cumpleaños. Preferí no hacerlo. Hablamos bien, no le di a saber que algo me pasaba. Siempre que me decía para vernos, le metía alguna excusa, como que tengo que estudiar, o como que estoy en mis horas de residencia. La gran parte de ello es cierto, así como es cierto también que aun no estoy listo para verla.
Otra forma de distraerme, es poniendo musica en el departamento y bailando al ritmo. Musica de la cual todo hombre escucharía.
–Yo, i'll say you what i want, what i really really want. So tell me what you want, what you really really want –¿todo hombre escucha algo de las Spice Girls, verdad? Me río de mi mismo cuando me encuentro bailando mientras ordeno la sala– If you wanna be my lover, you gotta get with my friends –el timbre suena por encima de la musica, y la bajo. Abro sin antes ver de quien se trataba, y me encuentro con la persona que tal vez no quería ver en estos momentos, y a la vez... echaba demasiado de menos.
Todo se vuelve una mierda cuando necesitas alejarte un poco de alguien, pero resulta que también necesitas estar junto a ella.
Ella se ríe cuando escucha la musica de fondo, y yo sonrío encogiéndome de hombros.
–¿Por qué no me sorprende?
–Mi sueño era ser una Spice Girl, pero me tuve que conformar con la medicina –estalla en una risa ante mi, y yo sonrío aun mas ante el sonido– ¿Qué haces aquí?
Me muestra la caja de pizza que trae con ella, y también el pack de la cerveza que nos gusta a ambos.
–Te echaba de menos, y solo quise darte una sorpresa.
–Solo me convences con lo que traes en tus manos –le sonrío y la dejo pasar. Cuando lo hace su aroma llega a mi nariz, y me siento débil. Juro que odio esto, pero mas odio evitarla.
Apago la musica, y me siento junto a ella en el sofá. Comenzamos a devorar las pizzas, y a beber de las cervezas, mientras nos ponemos al día sobre nuestras vidas.
No le pareció para nada extraño que me haya ausentado estos días, pero claro... ella no sabe que muchas veces le mentí para no verla. Solo piensa que me ausente por hacerme cargo de mis responsabilidades como adulto, lo cual es cierto, pero hay algo mas que ella no sabe.
No se como sucedió, pero luego de las pizzas, Nathalie termino sentada encima mio y besándome como si no existiera un mañana. Mientras mas la beso, mas siento como se mete debajo de mi piel, y eso no me importa en absoluto. Al menos no ahora. Mi cuerpo también la echo de menos, así que quiero darle lo que necesita.
La llevo a mi habitación y hago que gima mi nombre, mientras que los dos llegamos al orgasmo al mismo tiempo. Solo que esta vez me siento diferente.
Me recuesto a un lado de Nathalie y estoy sonriendo, pero ella me esta mirando con ojos interrogantes.
–¿Qué? –le pregunto– ¿No te gustó?
–Oh, no es eso. Si que me gustó.
Sonrío y le doy un beso fugaz.
–¿Entonces qué es?
–Es que... te he sentido diferente –le frunzo el ceño esperando a que me diga mas– Has sido... ¿tierno?
–¿Tierno? –me río.
–Si, me has tratado con mas cariño.
Mierda.
–Oh... no lo había notado.
Se ríe y apoya su cabeza en mi pecho.
–Tal vez sea porque estas cansado, y yo creyendo que había cariño –se ríe, pero yo no lo hago. Claramente mi cuerpo esta queriendo hacer notar lo que me pasa. Acaricio la espalda desnuda de Nathalie y suspiro.
–Si, solo estoy cansado –cuando me mira, le sonrío.
Nathalie se queda dormida, con la cabeza aun en mi pecho. Su respiración, profunda y tranquila, sigue siendo un sonido de paz para mis oídos.
Mientras ella duerme, yo pienso en lo que acaba de suceder conmigo mientras follaba con ella. No puedo encontrar la respuesta a lo que me sucede, porque decir que hice el amor me parece un total disparate. Eso solo sucede en las películas.
Rodeo a Nathalie con mis brazos, y cierro los ojos. Y puedo decir que dormir con ella, es lo mejor que hay en la vida. Lo es todo para mi.
Una voz femenina alterada es la que me despierta, abro los ojos e intento despertarme para darme cuenta de donde estoy, con quien y que esta pasando.
Nathalie se esta vistiendo de forma apresurada mientras habla con alguien por celular, luego corta esa conversación y mientras maldice sigue cambiándose.
–¿Qué sucede? –me mira y veo el terror en sus ojos, lo cual hace que me siente en la cama– Nathalie, ¿qué sucede?
–Ella... la mujer de Landon –me pongo de pie de forma inmediata– Fue al trabajo a gritar que soy una zorra rompe hogares y dijo cosas horribles de mi. La escucho mi jefe, y...
–¡Maldicion! Iré contigo.
–Paul eso no es...
–Te dije que no estabas sola con este tema, así que iré contigo.
Me cambio de forma apresurada, y salimos hacia su trabajo. Allí esta la policía intentando calmar a una mujer algo fuera de sus casillas. En cuanto la ve a Nathalie comienza a insultarla.
–¡Tú maldita zorra rompe hogares! –abrazo a Nathalie y sus ojos se llenan de lagrimas– ¡Todos sepan que clase de mujer trabaja en esta revista!
Mientras la policía intenta llevarse a la mujer, yo arrastro a Nathalie hacia el interior del edificio.
Allí veo a Nick, a Alice, y a otras personas mas que vi en la fiesta de Nathalie. Así como también veo a John, su jefe.
–John, yo... yo lo siento –dice ella al apartarse de mi.
–Tenemos que hablar sobre esto –dice él con rudeza.
–John, Nathalie puede explicarte esto –interviene Nick– No llegues a situaciones extremas.
–Sabes como es este mundo, señor Eastwood. Sabes que muy pronto todas las revistas sabrán lo que sucedió aquí.
–Y tienes que saber que Nathalie le da un gran aporte a la revista –contraataca Nick.
–Nick...
–No, Nathalie. No me digas nada –Nick vuelve a mirar a John– Podremos acabar con las criticas, sabes que puedo encontrar la forma de hacerlo. No hagas que la revista pierda a Nathalie porque sabes que muchas cosas se vendrán abajo. Cuidaremos el nombre de la revista, déjame encargarme de eso.
John suspira y ladea con la cabeza para luego asentir.
–¿Puedes explicarme lo sucedido?
–Puedo –le responde Nathalie.
–No me gustaría perderte, y creo que lo sabes. Eres una de mis mejores personas trabajando aquí. Aunque me siento algo decepcionado –Nathalie baja la cabeza, y luego de unos segundos la vuelve a levantar– Pero escuchare lo que tienes para decirme –Nathalie se llena de emoción. John mira a Nick y él esta sonriendo– Encárgate de que el nombre de la revista no se manche, todos se encargaran de ello ¿de acuerdo? –todos le dan la razon– Y no quiero que juzguen a su compañera, creo que podemos solucionarlo. Nathalie ven conmigo.
John comienza a caminar hacia el ascensor, y Nathalie abraza a Nick. Me quedo parado a un lado observándolos. Gran trabajo el de Nick, lo admito.
–Estare eternamente agradecida.
–No es nada, Nath.
–Es mucho para mi, la revista lo es todo –Nick le sonríe y le acaricia la mejilla. Nuevamente me siento enfermo. Nathalie me mira y sonríe, le devuelvo la sonrisa de la mejor forma que puedo y la abrazo– Gracias.
–Yo no hice nada, Nick lo hizo.
–Siempre me diste apoyo con esto, Paul –me mira y le asiento.
–John te espera.
–¿Hablamos luego? –asiento para luego ver como se aleja.
–Gracias por eso –le digo a Nick y eso parece soprenderle.
–Siempre la cuidare de la forma que sea –me contesta y le asiento.
Cuando estoy saliendo del edificio de la revista, me encuentro con la mirada de Alice, que me mira con compasión. Como si estuviera leyendo todo mi interior. Le sonrío débilmente y salgo.
Entro al auto y pienso en todo lo que acaba de suceder, pienso en como Nick la defendió y en como puso las manos en el fuego por ella. Nick es perfecto para Nathalie, no es un maldito cobarde como yo.
No tengo horario de residencia hoy, se supone que es mi día libre. Pero no quiero estar encerrado en el departamento, por mas que Alicia me haya mandado a casa mas de una vez en cuanto me vio llegar.
–Alicia, por favor. Necesito estar aqui –le ruego.
–¿Qué sucede?
Respiro profundamente y trato de calmarme, pero no puedo.
–Sucede que soy un maldito cobarde, sucede que no soy bueno. Sucede que soy Paul –me siento y Alicia se sienta a mi lado – ¿Por qué los sentimientos se me vuelven tan complicados?
–Los sentimientos son complicados para todos, Paul.
–Creo que para mi lo son aun mas.
–Porque fuiste dañado por la mujer que se supone que no nos haría daño –Alicia me mira con tristeza, siempre le dije que es lo mas cercano a una madre– Pero así como alguien nos lastima, llega alguien mas a curar las heridas. El tiempo todo lo cura, si. Pero siempre alguien logra curarte por completo. No eres ningún cobarde, solo tienes miedo y tener miedo no te vuelve cobarde, te vuelve humano. Y Paul, eres una de las personas mas buenas que conozco. Solo que estas tan jodido que no lo quieres ver. Los niños te adoran, siempre preguntan por ti cuando no estas aquí y siempre te dejan algún regalo –observo el panel de la pared, donde pego los dibujos y las cartas que los niños me hacen– Alegras la vida de esos niños, las alegras cuando ellos dan todo por perdido. Alegras mas de una vida, de eso estoy segura –me sonrie– Y si, eres Paul ¿qué hay de malo en ello? Eres Paul el increíble. Puedes estallar de bondad, y de enojo –me río un poco ante eso y sonrie– Y ahora estas a punto de estallar por amor. Dile a esa linda niña lo que te sucede.
–Pero ella no merece esto.
–Todos merecemos ser queridos, tu la quieres mas de lo que crees. Y ella responderá a ello.
Suspiro y asiento, intento asimilar cada una de sus palabras. Pero aun dándole la razón, me lleno mas de miedo.
Estoy cómodamente acostado en el sofá, viendo la maratón de How i met you mother, cuando el maldito timbre interrumpe mi momento. Y antes de abrir, veo quien es y ahí esta ella.
Habían pasado tres días desde la ultima vez que vi. Tres días en los cuales intente acomodar cada uno de mis pensamientos.
Respiro profundamente y abro la puerta con una sonrisa en mi rostro.
–No me sonrías –dejo de hacerlo– ¿Por qué no has respondido mis llamados o mensajes?
–Lo siento, no estuve pendiente del celular. Pero bueno... sabes donde encontrarme.
–¡Al fin lo hago! Cuando venia aquí no estabas, cuando iba al hospital tampoco. No hagas esto que me aterras.
–Vale, lo siento ¿quieres pasar?
Le dejo un lugar y pasa. Pienso que se va a sumar conmigo a ver How i met you mother, pero a diferencia de eso, apaga la televisión.
Su rostro me hace sentir nervioso, algo estaba pasando.
–¿Qué ocurre?
–Tenemos que hablar.
Y ahora entiendo por que todo el mundo detesta esa frase. Me siento al lado de Nathalie en el sofá y espero a que hable.
–¿Como va el trabajo? –le pregunto cuando no habla.
–De eso quiero hablar.
–¿De trabajo?
–No, de Nick.
Oh.
–Se ha portado bien contigo –asiente.
–Se ha portado así muchas veces desde hace tiempo.
Frunzo el ceño.
–¿Qué quieres decir con eso? –me mira a los ojos y juro que puedo ver la respuesta alli– No me digas que... –me pongo de pie y me alejo de ella– ¿Quieres estar con él? –no me responde– ¡Dilo, maldita sea!
–¡Si, quiero estar con él! –se pone de pie y me enfrenta– Y él quiere estar conmigo. Rechace muchas de sus invitaciones por ti, pero acepte la cena de este fin de semana. Y me parece justo ser sincera contigo, y vine a decirte en persona que ya no quiero esto.
–¿Me estas dejando?
–No estamos juntos, no te estoy dejando. Estoy terminando lo que empezamos –comienzo a respirar de forma costosa– Me gusta Nick, me interesa. Y quiero conocerlo –no le contesto, pero siento como algo en mi estomago crece y duele– ¡Di algo! –la fulmino con la mirada– ¿Estas molesto porque ya no puedes follarme?
–¿Qué? –me río negando con la cabeza.
–Sabias que esto pasaría. Así como yo sabia que volverías a tu mierda de mujeriego.
–No puedes dejarme así como así.
Ahora es ella la que se ríe.
–¿No es lo que tu haces? ¿Dejar así como así? ¡Alguna vez tenias que recibir ese golpe en tu orgullo y probar de tu propia medicina!
–Mi propia medicina –me rio– ¿Sabes que? Da igual ¡Me da igual! ¡Sal con él, haz lo que quieras! Solo recuerda en todas las veces que te hice llegar a un orgasmo, dudo que ese rubio lo logre.
–¡Eres increíble! –mueve sus brazos.
–¡Tu lo eres, me mentiste cuando te pregunte por él y ahora me vienes con esto!
–No te mentí, me sentía confundida como para responderte ¡Y deja de gritarme! Pensé que ibas a entenderme, pensé que ibas a apoyarme. Nick me da lo que necesito en verdad.
–Algo mas que solo sexo.
–Siempre me has demostrado que no puedes dar mas.
Auch. Algo en mi interior dolió.
–Tienes razón, no puedo dar mas que solo sexo.
–¿Qué demonios ocurre contigo? ¡Esperaba otra reacción!
–Bueno, no siempre obtienes lo que esperas ¿Ya me dijiste lo que tenias para decir? Si es así, vete.
–¿Qué?
–Que te vayas.
Se queda parada en su lugar, observándome con ojos interrogantes.
–Dime que pasa –insiste.
–Pasa que me dañaste el orgullo –me rio– Vete.
–Hunter y Chloe me dijeron que hay algo que no me dices.
–Nathalie, quiero que te vayas.
–¡Y yo quiero que me digas la verdad!
–¡¿Quieres saber la verdad?! ¡Bien! Me pasan cosas contigo, cosas que no puedo explicar porque nunca las sentí. Cosas que creí poder controlar, pero todo se volvió aun mas difícil. Me dolía que me hablaras de Nick, me dolía verte con él, no quería que estés cerca de él –sus ojos se llenan de sorpresa– ¡No se que mierda hiciste conmigo pero te metiste debajo de mi piel! Y ahora te tengo que dejar ir para estar en los brazos de otro –me rio– Y me lo merezco. Tu soportaste mis largas lista de chicas, ahora yo tendré que soportar esto.
Listo. Lo dije, no de la forma en que lo esperaba, pero lo dije.
Nathalie me observa detenidamente, asimilando cada una de mis palabras.
–Estas confundido, equivocado.
¿Qué? ¡Genial!
–Quisiera estarlo, y también quiero que te vayas.
–No me iré, Paul. Yo...
Se acerca a mi, pero yo me alejo.
–No quiero escucharte.
–¡Pues lo harás! ¿Por qué tuviste que tardar tanto en decirme esto? ¿Por qué? ¡Ahora siento que ya es tarde! ¿Como seguir después de esto?
–Yo no se. Pero tu seras feliz con Nick.
–No puedo ser feliz si tu no lo eres.
–Buscare la forma de salir de esto, sabes que puedo.
Me sigue observando, diciendo muchas cosas con sus ojos.
–No quiero escucharte, quiero que te vayas.
–Pero yo...
–¡Vete, maldita sea. No te quiero en mi vida, ya no! –sus ojos se llenan de lágrimas y mi voz se quiebra– No quiero que me vuelvas débil como mi madre, y para eso te necesito fuera de mi vida.
–No quieres esto, no estas diciendo la verdad.
–¿Ahora resulta que sabes lo que quiero? –me rio– Quiero que te vayas, y que no vuelvas.
–¡Bien, si eso quieres, me iré! Ya sufrí mucho por ti, no merezco hacerlo mas. Siempre me quede por el cariño que te tengo, pero ahora veo que no me quieres en tu vida.
–Con que al fin te das cuenta.
–Eres un idiota –las lágrimas acarician con furia su rostro– Me enfocare en mi porque si me enfoco en ti solo pierdo el tiempo.
–La puerta esta allí –se la señalo, y me arroja el control remoto de la televisión, que por suerte logro esquivar.
–¡Eres un maldito idiota, siempre lo fuiste y siempre lo seras!
–Adios, Nathalie.
–¡Te odio!
Dicho esto sale del departamento, y yo me quedo plantado con todo lo que acaba de suceder.
Y lo que mas suena en mi cabeza son sus ultimas palabras "te odio"
Se acaba de ir todo a la mierda, y soy el único culpable.
#
Dos capitulos en un dia. Que me gane? Una noche con Colton Haynes? Ah. Bueno, basta de bromas porque fue un capitulo intenso, y ya quiero leer sus comentarios. Nos leemos la proxima!
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