Las cosas marchan bien. Realmente bien. De hecho podría estar saltando si no fuera por el hecho de que me encuentro haciendo la fila en el supermercado.
Logre dejar mis sentimientos atrás, de alguna forma lo conseguí, de alguna forma siempre lo consigo y temía que con Nathalie no iba a poder, pero pude y eso me parece genial.
La estuve viendo estos días, días en los cuales ambos nos regalábamos un perfecto orgasmo, días en los cuales compartíamos cenas, películas y un partido en la PlayStation. Días en los cuales la veía de la misma forma que siempre, como mi mejor amiga. Como mi mejor amiga que de vez en cuando me follo. Y las cosas se mantienen así.
Bien hecho, Paul. Continua sumando puntos.
Cuando termino de pagar mi compra del mes, guardo las bolsas en el auto y me dirijo a la casa de los Orwell. Iba a ir con Zoey al cine, y luego se quedaría a dormir conmigo. Hace mucho no lo hace, y la echo de menos.
Chloe y Hunter aun siguen algo molestos conmigo por no dar a conocer mis sentimientos, Hunter dice que me estoy haciendo mal al guardarlos, pero de hecho no es así en absoluto.
Y de alguna forma intentan manipularme para que lo haga, pero soy mas inteligente que ellos en ese aspecto y logro evadirlos. Hasta que por fin dejaron de intentarlo, y emitieron comentarios como "Bien, eres un inmaduro, un cobarde. Cuando Nick haga lo suyo, no quiero quejas"
Nick. Su nombre me sigue molestando, pero estoy bloqueando esos sentimientos también. Se que Nick terminara haciendo lo suyo, y es mejor ir aceptándolo desde ahora.
¿Masoquismo? Si, puede ser.
Una vez que Zoey esta lista, salimos de su casa dejando a sus padres solos. Dejando a unos Chloe y Hunter realmente sonrientes, y prefiero no pensar en el por que.
Zoey me obliga a que le ponga el Cd de One Direction, bueno... a decir verdad, no es necesario que me obligue. Con tan solo sonreírme, ya me tiene a sus pies.
Zoey canta de forma animada todas las canciones, y me resulta adorable. Mas aun cuando canta con pasión, o cuando se confunde en la letra.
Llegamos al cine, y sacamos entradas para ver una de Disney. Hunter me matara por esto, quiere que Zoey deje Disney de lado. Pero eso me parece justo, no a su edad.
Disfrutamos de la película, de las palomitas, y de ciertas bromas internas. Cuando salimos, Zoey me dice que tiene ganas de comer pizza, así que le cumplo el capricho y la llevo a una pizzería de la zona.
Mi celular vibra en la mesa con la llegada de un mensaje, y cuando desbloqueo la pantalla veo un mensaje de Nathalie.
No veo la hora de salir del maldito trabajo, estoy agotada.
Sonrío, y decido jugar con ella. Le digo a Zoey que se saque una foto conmigo mostrando la comida masticada, y poniendo caras de locos. Ella acepta y nos reímos de la foto, para luego enviársela a Nathalie.
Mientras tu trabajas, yo tengo una linda compañia.
Te odio, y a Zoey la amo
Quieres venir luego del trabajo? Zoey se quedara a dormir y le gustara verte
Claro! Ahí estaré con el helado.
–La tía Nathalie vendrá a vernos –sonrio informándole a Zoey y ella sonríe aun mas que yo.
–¡Si, hace mucho no la veo! Tío... ¿a ti te gusta la tía Nathalie?
Me quedo petrificado.
–¿De donde sacaste eso?
–Papá le dijo a mamá que tu estabas enamorado de ella, y mamá le dio la razón. Pero se callaron cuando me vieron.
Me río. Me río por nervios, y por la ternura de Zoey al contarme lo que escucho.
–No, la tía Nathalie es solo mi amiga –Zoey asiente– ¿Y que me dices tú? ¿Tienes novio?
Pone cara de como si hubiera olido algo feo, y le sonrío.
–No, tu me dijiste que los novios apestan.
–Esa es mi niña.
Chocamos los cinco y continuamos disfrutando de nuestra pizza, para luego marcharnos hacia el departamento siendo unos gorditos felices.
Cuando llegamos, Nathalie nos esta esperando con una sonrisa en la puerta. Zoey corre hacia ella, y sonrío ante el encuentro. Luego se me acelera el corazón cuando sus ojos azules se posan en mi y me regala una sonrisa.
Basta. Me repito una y mil veces, hasta que logro calmar lo que esa sonrisa me genera.
–Ese jean te hace un culo espectacular –le susurro cuando entramos y me golpea en el estomago. Me río y nos sentamos los tres en el sofá. Como siempre, Zoey en el medio.
Compartimos el helado que trajo Nathalie mientras vemos una de las tantas películas de princesas que Zoey dejo aquí.
Luego de la película, Nathalie peina a Zoey como de costumbre. Cuando Zoey es feliz con su peinado, saca de su pequeño bolso un kit de maquillaje, y por mas que me negué una y dos veces, o tres... termine pintado. Mis labios están rojos, mis párpados están de color violeta, y mis pómulos de un rosa chillón. Ambas se ríen a carcajadas de como quede, y Nathalie disfruta del momento sacándome fotos.
Jugamos a juegos de mesa, jugamos a las escondidas, hasta que las energías de Zoey se agotaron y se durmió en mi cama. Mientras Nathalie la arropa, yo me encargo de limpiar la sala.
–Debo decir que el rojo es tu color –bromea conmigo al aparecerse, y recuerdo que aun sigo maquillado. Le tiro un beso, y ella finge agarrarlo.
–¿Como estuvo el trabajo hoy?
–Agotador –se recuesta en el sofa– Pero Nick vuelve todo mas sencillo.
Gruño ante ese nombre. Gruño aun mas cuando veo la sonrisa en su rostro.
–¿Puedo preguntar algo? –me siento a un lado de sus piernas.
–Claro.
–¿Prometes ser sincera?
–¿Cuando no lo fui?
–Cierto –sonrie– Bueno... ¿sientes algo por Nick?
–¿Qué? –se sonroja.
–Creo que me oíste.
–Si, lo hice.
–¿Entonces?
–¿Chloe te dijo algo?
–Responde la pregunta.
Suspira, y se sienta en el sofá, por lo tanto yo me acomodo aun mejor.
–No –dice luego de largos segundos– Solo lo admiro profesionalmente, creo.
–¿Segura? –se que esta mintiendo. Nathalie cuando miente parpadea muchas veces, lo he notado en este tiempo que la conozco. Pero mejor no le digo nada.
–Si, Paul ¿por qué preguntas?
Porque siempre se te ilumina el rostro cuando hablas de él.
Porque siento que en cualquier momento me dejaras por él, y esta bien, mereces ser feliz. Pero aun así me genera celos.
–Curiosidad –sonrio– ¿Estas bien con esto que tenemos?
Frunce el ceño.
–Si, lo estoy. Sabes que si no lo estuviera te lo diría –asiento– ¿Qué ocurre contigo?
–Nada, solo quiero saber si todo sigue siendo como antes.
–Pues si –sonrie.
No, ya deja de sonreírme así. Deja de sonreírme como si fuera tu persona favorita.
–Bien –sonrio y me acerco a ella.
–Esta Zoey –me sonríe.
–Lo se, solo quiero besarte...
–No vas a besarme con los labios pintados. No puedo seguir hablando contigo si sigues maquillado –ambos nos reímos.
–Vale, me iré a quitar el maquillaje. No te escapes mientras lo hago.
–No lo haré.
Le sonrío y corro al baño. Me cuesta quitarme el maquillaje, pero algo logro quitar. Logro ser el Paul de siempre.
Para cuando vuelvo, Nathalie esta recostada en el sofá. Así que la sorprendo y me acuesto encima de ella. Se sobresalta un poco, pero me sonríe.
–Hola.
–Hola –le digo y la beso. Beso esos labios carnosos, beso esos labios que me enloquecen. Me enloquecen tanto como su sabor. Me enloquecen tanto como su lengua danzando junto a la mía a un ritmo de pasión. El beso se torna aun mas ardiente y meto una de mis manos por debajo de su remera, ella se estremece y me besa aun mas duro.
–Deberiamos... parar –dice cuando bajo mis besos a su cuello– Paul... Zoey esta aquí.
Suspiro profundamente y dejo su cuello en paz, para luego sentarme y sonreiré.
–Te has salvado por hoy.
Se ríe y se sienta a mi lado. Yo la rodeo con mis brazos, y ella se sorprende un poco pero me deja.
–¿Aun no sabes la nota del examen?
Le niego con la cabeza.
–¿Ya sabes que hacer para tu cumpleaños?
El cumpleaños de Nathalie sera en unos días, y de seguro planea algo grande, como siempre acostumbra a hacer.
–Supongo que una fiesta en la casa de mis padres –asiento– Si las cosas siguen bien.
–¿Por qué lo dices?
–Aun no llego la información de que soy una zorra rompe hogares –se ríe, pero se que no le hace gracia alguna.
–No pasara eso, ya te dije que no dejare que te miren así –sonrie y asiente– Entonces... ¿una fiesta?
–Una fiesta –me agradece por el cambio de tema y comenzamos a platicar sobre la fiesta, sobre lo que tenia preparado, y sobre lo que le gustaría hacer.
Cuando mas detalles me da, mas se que sera una fiesta a lo grande.
Continuamos hablando de cosas al azar, y noto que me detengo demasiado tiempo en como mueve sus labios al hablar, noto aun mas sus muecas, y su forma de hablar. Y no la estoy mirando con deseo, la estoy mirando con otros ojos, de otra forma. Y prefiero no llegar a la respuesta, prefiero no llegar a esa jodida y maldita palabra que nos vuelve a todos débiles.
La nota del examen había llegado a mi correo electrónico. Así que cruzo los dedos antes de abrirlo. Y no los cruzo solo por el hecho de que si apruebo podre darle la recompensa a Nathalie. No, los cruzo además porque este examen es importante. Estamos hablando de los últimos exámenes, y son importantes. No falta mucho para que me reciba, así que de ahora en mas, cada examen se torna aun mas importante. Y bueno, difícil.
Sonrío como si fuera el gato de Alicia en el país de las maravillas. Aprobé el maldito examen, y según el profesor, fue una de las mejores notas. Me felicita por ello, y yo le agradezco.
Miro la hora en mi reloj, y sonrío aun mas. Nathalie acaba de salir del trabajo, y de seguro esta por ir a su casa. Así que me baño de forma inmediata, y me visto.
Una vez listo me dirijo a su departamento, totalmente listo para darle su recompensa.
Llego a su departamento, y mientras espero a que me atienda, busco mi sonrisa para que sepa lo que he venido a hacer.
Nathalie abre la puerta, y le sonrío. Mis ojos recorren su cuerpo, y en como luce en esa remera unos talles mas grande de las que usa normalmente, su cabello esta sujetado en un moño despeinado, y no había maquillaje en su rostro. Así como veo que no lleva sujetador.
–Oh no... –dice.
–Oh si –sonrio.
–Has aprobado el examen.
–Asi es.
–Y ahora vienes a darme las gracias por la suerte que te di.
–¿Qué comes que adivinas?
Me sonríe y se sonroja.
–¿Puedo pasar?
–¿Tengo elección?
–Mmm... no, no lo creo.
–¿Por qué preguntas entonces?
–Por educación –suspiro molesto y se rie– Ya déjame pasar.
Nathalie me deja pasar, y veo muchos chocolates encima de su mesa de café. La miro con el ceño fruncido, y a la vez con ojos interrogantes.
–No me mires así, esta por venirme la regla y cuando eso sucede quiero comer chocolates.
Me río.
–¿Cuanto te dura?
–¿Qué cosa?
–La regla.
Me mira y sus ojos se ensanchan, le sonrío y se relaja.
–¿Cinco días?
–Cinco días en los cuales no podre hablarte, ni verte.
–¿Por qué?
–Te pones de un humor terrible.
–¡Eso no es cierto!
–Si, si es cierto. La ultima vez que te hable en tus días, me arrojaste jugo de naranja.
–Porque tu me hiciste enojar.
–Solo te dije que estabas horrible.
Me río y ella me niega con la cabeza.
–Eres de lo peor.
–Puedo ser de lo mejor –me acerco a ella y pongo mis manos en su cintura.
–El sexo no te hará ser el mejor.
–¿Eso crees? se muerde el labio inferior en cuanto la miro con deseo– No, no lo crees –bajo mis manos hasta su trasero y la acerco aun mas a mi– Tengo que hacerte muchas cosas hoy si se que no te veré por cinco días.
Vuelve a morderse el labio y la beso. La beso duro y con intensidad, Nathalie gime en mis labios cuando mis manos acarician su espalda. Con pasos lentos la hago caminar hasta el sofa, y la siento en el respaldo, sin dejar de besarla. Me separo para quitarle la remera y bajo mis besos a su cuello, mientras que sus manos acarician mi espalda e intenta quitarme la remera. Asi que dejo que lo haga, dejo que me quite la remera. Y ahora mientras beso su cuello una vez mas, ella hunde sus dedos en mi espalda.
Vuelvo a besarla, y mientras lo hago, acaricio sus pechos, haciendo que sus pezones se endurezcan. Nathalie arquea su espalda cuando mi boca esta chupando uno de sus pezones, tiro de él y gime. Hago lo mismo con el otro y gime aun mas fuerte.
Se agarra del respaldo para no caerse y yo me arrodillo ante ella. Nathalie abre aun mas sus piernas, beso y muerdo sus muslos haciéndola gemir mi nombre.
Me ayuda a que le quite las bragas y sonrío cuando noto que esta mojada, y solo para mi. Introduzco un dedo, mientras arquea su espalda y gime. Introduzco otro dedo y observo sus caras de placer.
–Paul... –me enloquece cuando entre gemidos, vuelve a nombrarme. Pongo mi cabeza entre sus piernas, y beso su sexo. Ella gime aun mas fuerte y eso me da ganas de hacerlo aun mas intenso, así que introduzco dos dedos en su interior, mientras que con mi lengua juego con su clítoris. Sigo haciendo lo mismo, hasta que se corre y la saboreo.
Nathalie se relaja y se deja caer en el sofá, me rió de ello y dejo que se recupere.
Cuando me observa, sus ojos azules están aun mas oscuros, le sonrío y me devuelve la sonrisa.
–¿Estas lista?
–¿Para qué?
–Oh... no he acabado contigo, preciosa.
Me sonríe y nos volvemos a besar, y esta vez... somos dos los que llegamos a un fuerte y placentero orgasmo.
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Perdon si soy muy detallista con esas escenas (?) Jajaja. Es culpa de algunas autoras. Bueno, no. Espero que el capitulo les guste, y a partir del proximo... las cosas empiezan a cambiar ;) Gracias por todo!
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